Si usted es el responsable de liderar una organización o parte de ella y ya ha desplegado acciones para solucionar un conflicto, efectúe siempre un seguimiento de la situación, no dé por solucionado el problema, realice una evaluación periódica del éxito del proceso tanto a nivel individual como colectivo, y si la situación mejora refuerce la sensación de éxito con elogios verbales (reconocimiento – retroalimentación).