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TECNICA N°98 SIENTE LA PAZ EN TU CORAZÓN.
Ahora nos adentraremos en las técnicas. En una posición fácil. Gradualmente impregna de una gran paz un
área entre las axilas.
Éste es un método muy simple, pero funciona milagrosamente. Pruébalo. Y cualquiera puede probarlo; no hay
ningún peligro. Lo primero es estar en una posición muy relajada; relajado en una posición que sea fácil para ti.
No intentes una posición determinada o asana. Buda se sienta en una postura determinada; es fácil para él.
También puede volverse fácil para ti si la practicas durante un tiempo, pero al principio no te resultará fácil. Y no
hay necesidad de practicarla. Empieza con cualquier postura que te resulte fácil ahora mismo. No luches con la
postura. Puedes sentarte en un sillón y relajarte. Lo único importante es que tu cuerpo esté en un estado
relajado.
Así que cierra los ojos y siente todo tu cuerpo. Empieza por las piernas, siente si hay alguna tensión o no. Si
sientes que hay alguna tensión, haz una cosa, ténsala más. Si sientes que hay alguna tensión en la pierna
derecha, haz que esa tensión sea lo más intensa posible. Llévala a un cenit; luego, de repente, relájala para
poder sentir cómo se asienta allí la relajación Luego recorre todo el cuerpo buscando en todas partes alguna
tensión. Cada vez que sientas la tensión, ténsala más, porque es fácil relajarla cuando es intensa. En un
estado a medias, es muy difícil, porque no puedes sentirla. Es fácil pasar de un extremo a otro, muy fácil,
porque el extremo mismo crea la situación para pasar al otro. De modo que si sientes alguna tensión en la cara,
tensa los músculos de la cara todo lo que puedas, crea tensión y llévala a un cenit. Llévala a un punto en el
que sientas que no es posible más; entonces, de repente, relájala. De esta forma, haz que todas las
partes del cuerpo, todos los miembros del cuerpo, estén relajados.
Y pon especial atención en los músculos de la cara, porque cargan con el noventa por ciento de las
tensiones; el resto del cuerpo sólo carga con el diez por ciento. Todas las tensiones están en la mente,
de modo que la cara se convierte en el almacén. Así que tensa la cara todo lo que puedas; no seas tímido
con ello. Ponla intensamente angustiada, ansiosa; y luego, de repente, relájala. Hazlo durante cinco minutos
para que puedas sentir que cada miembro de todo el cuerpo está relajado. Esta es una postura fácil para ti,
puedes hacerla sentado, o echado en la cama, o como sientas que es fácil para ti. En una posición fácil,
gradualmente impregna de una gran paz un área entre las axilas.
Lo segundo, cuando sientas que el cuerpo ha alcanzado una postura fácil, no le des demasiada importancia.
Simplemente siente que el cuerpo está relajado; luego, olvídate del cuerpo. Porque, en realidad, recordar el
cuerpo es un tipo de tensión; por eso digo que no le des demasiada importancia. Relájate y olvídalo.
Olvidarse es relajarse.
Siempre que te acuerdas demasiado, ese recuerdo mismo lleva tensión a tu cuerpo. Puede que no hayas
observado esto, pero hay un experimento muy fácil de probar. Tómate el pulso. Luego cierra los ojos, pon la
atención en tu pulso durante cinco minutos, y luego tómatelo otra vez. Ahora el pulso será más rápido,
porque prestarle atención durante cinco minutos le da tensión. De modo que en realidad, cuando un
médico te toma el pulso nunca es el pulso real, es siempre más que antes de que el médico empezase a
tomarlo. Cuando el médico ha tomado tu mano, te has puesto alerta. Y si el médico es una doctora, estarás aún
más alerta, y será más rápido. De modo que siempre que una doctora te tome el pulso, réstale diez;
entonces ese será tu pulso exacto. Si no, habrá diez pulsaciones más por minuto.
Siempre que llevas tu consciencia a alguna parte del cuerpo, esa parte se pone tensa. Te pones tenso cuando
alguien te observa; todo el cuerpo se pone tenso. Cuando estás solo eres diferente. Cuando alguien entra
en la habitación no eres el mismo. Todo el cuerpo se acelera, te has puesto tenso. Así que no des
demasiada importancia a la relajación, o te obsesionarás con ella. Durante cinco minutos, simplemente
relájate con facilidad y olvídate. Tu olvido será útil y traerá una relajación más profunda al cuerpo.
... Gradualmente impregna de una gran paz un área entre las axilas. Cierra los ojos y siente el área entre las
axilas, el área del corazón, el pecho. Primero siéntela entre las dos axilas con toda tu atención, con toda tu
consciencia. Olvídate del resto del cuerpo, recuerda sólo el área del corazón, entre las dos axilas, el pecho, y
siéntela llena de una gran paz. En el momento en que el cuerpo está relajado, la paz sucede
automáticamente en tu corazón. El corazón se vuelve silencioso, relajado, armonioso. Y cuando te
olvides de todo el cuerpo y pongas tu atención sólo en el pecho y lo sientas conscientemente lleno de
paz, mucha paz sucederá inmediatamente.
Hay áreas en el cuerpo, centros específicos, en las que se pueden crear conscientemente sensaciones
específicas. Entre las dos axilas está el centro del corazón, y el centro del corazón es la fuente de toda la
paz que te sucede, independientemente de cuándo suceda. Siempre que estás en paz, la paz viene del
corazón. El corazón irradia paz. Por eso, la gente de todo el mundo, de todas las razas, sin distinción de casta,
religión, país, culta o inculta, ha sentido esto, que el amor surge de alguna parte cerca del corazón. No existe
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ninguna explicación científica. Siempre que piensas en el amor piensas en el corazón. En realidad, siempre
que amas estás relajado, y como estás relajado, estás lleno de una cierta paz. Esa paz surge del
corazón. De modo que la paz y el amor se han unido, asociado. Cuando amas estás en paz; cuando no
amas estás inquieto. Debido a la paz, el corazón ha sido asociado con el amor.
Así es que puedes hacer dos cosas. Puedes buscar el amor; entonces a veces sentirás paz. Pero este camino
es peligroso, porque la otra persona, a la que amas, se ha vuelto más importante que tú; la otra persona es la
otra persona, y te estás volviendo dependiente en cierto modo. De modo que el amor te dará paz a veces,
pero no siempre. Habrá muchas perturbaciones, muchos momentos de angustia y ansiedad, porque ha
hecho su entrada la otra persona. Siempre que se introduce otra persona, tiene que haber alguna
perturbación; sólo puedes unirte a la otra persona en tu superficie. La superficie será perturbada. Sólo a veces,
cuando los dos os estéis amando muy profundamente sin ningún conflicto, sólo entonces estaréis
relajados a veces y el corazón fluirá con paz.
De modo que el amor sólo puede darte un vislumbre de la paz, pero nada realmente establecido, enraizado. No
es posible la paz eterna con él; sólo vislumbres. Y entre dos vislumbres habrá hondos valles de conflicto,
violencia, odio e ira.
El otro camino es encontrar la paz, no mediante el amor, sino directamente. Si puedes encontrar la paz
directamente y éste es el método para ello, tu vida se llenará de amor. Pero ahora la cualidad del amor
será diferente. No será posesivo; no estará centrado en torno a uno. No será dependiente y no hará a nadie
dependiente de ti. Tu amor se volverá simplemente una afectuosidad, una compasión, una profunda empatía. Y
ahora nadie, ni siquiera un amante, puede perturbarte, porque tu paz ya está enraizada, y tu amor llega como
una sombra de tu paz interna. Todo se ha vuelto al revés.
De modo que Buda también ama, pero su amor no es una angustia. Si tú amas, sufrirás; si no amas, sufrirás. Si
no amas, sufrirás la ausencia de amor; si amas sufrirás la presencia del amor, porque estás en la superficie y
todo lo que hagas sólo puede darte satisfacción momentánea; luego, otra vez el valle oscuro.
Primero asiéntate en tu propia paz; entonces eres independiente, entonces el amor no es una necesidad para ti.
Entonces nunca te sentirás aprisionado cuando ames; nunca sentirás que el amor se ha vuelto un tipo de
dependencia, una esclavitud, una atadura. Entonces el amor será simplemente dar, tienes demasiada paz, así
es que quieres compartirla. Entonces será simplemente dar sin ninguna idea de devolución; será incondicional.
Y uno de los secretos es que cuanto más das, más te sucede. Cuanto más das y compartes, más tuya se
vuelve. Cuanto más profundamente entras en el tesoro, que es infinito, más puedes seguir dando a todo
el mundo. Es inagotable.
Pero el amor debe sucederte como una sombra de la paz interna. Normalmente, pasa lo contrario, la paz
te sucede como una sombra del amor. El amor debe sucederte como una sombra de la paz; entonces el
amor es hermoso. De lo contrario, el amor también crea fealdad, se vuelve una enfermedad, una fiebre.
... Impregna de una gran paz un área entre las axilas. Toma consciencia del área entre las axilas y siente que
está llena de una gran paz. Simplemente siente paz ahí y sentirás que está llena. Siempre está llena, pero
nunca te has dado cuenta. Esto es sólo para aumentar tú alerta, para acercarte a casa.
Cuando sientes esta paz estás más lejos de la superficie. No es que las cosas no estarán sucediendo ahí...,
pero cuando pruebes este experimento y cuando estés lleno de paz, sentirás una distancia; llega el ruido de la
calle, pero ahora hay una gran distancia, un gran espacio. Sucede, pero no trae ninguna perturbación; más bien
te trae un silencio más profundo. Éste es el milagro. Los niños estarán jugando, alguien estará oyendo la radio,
alguien estará peleándose, y el mundo entero seguirá girando, pero sentirás que ahora hay una gran distancia
entre tú y todo. Esa distancia llega porque te has retirado de la periferia. Las cosas están sucediendo en
la periferia y te parecerá que le están pasando a otro. No estás involucrado. Nada te perturba, así es que
no estás involucrado, has trascendido. Esto es la trascendencia.
Y el corazón es naturalmente la fuente de la paz. No estás creando nada; simplemente estás llegando a la
fuente que siempre está ahí. Esta imaginación te ayudará a tomar consciencia de que el corazón está
lleno de paz; no es que la imaginación vaya a crear la paz. Ésta es la diferencia entre la actitud del tantra
y la hipnosis occidental. La hipnosis piensa que la estás creando con la imaginación, pero el tantra
piensa que no la estás creando con la imaginación; simplemente estás armonizándote con algo que ya
está ahí. Cualquier cosa que puedas crear con la imaginación no puede ser permanente, si no es una realidad,
es falsa, irreal, y estás creando una alucinación.
De modo que es mejor estar inquieto y ser real que estar en una alucinación de paz, porque eso no es un
desarrollo; simplemente estás intoxicado con ello. Tarde o temprano tendrás que salir, porque tarde o
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temprano la realidad destrozará la ilusión. La realidad tiene que destrozar todas las ilusiones; sólo una
realidad mayor no puede ser destrozada.
Una realidad mayor destrozará la realidad que está en la periferia; por eso, Shankara y otros dicen que el
mundo es ilusorio. No es que el mundo sea ilusorio, sino que ellos han llegado a conocer una realidad más
elevada, y desde esa altitud este mundo parece como soñado. Está tan lejos, la distancia es tan infinita, que
no puede sentirse como real. El ruido de la calle será como si lo estuvieras soñando, no es real. No
puede hacer nada. Simplemente sucede y pasa y tu permaneces sin afectar. Y cuando permaneces sin
ser afectado por la realidad, ¿cómo vas a sentir que es real? La realidad sólo se siente cuando penetra
hondamente en ti. Cuanto más hondamente penetra, más sientes que es real.
Shankara dice que el mundo entero es irreal Debe de haber llegado a un punto desde el que la distancia es tan
inmensa, tan tremendamente inmensa, que todo lo que sucede ahí se vuelve como un sueño. Llega, pero no
llega ninguna realidad con ello, porque no puede penetrar en ti. La penetración es la proporción de
realidad. Si te tiro una piedra, te golpea. El golpe penetra en ti y esa penetración hace que la piedra sea
real. Si tiro una piedra y te toca pero no penetra en ti, en lo hondo de ti oirás el ruido de la piedra
cayendo sobre ti, pero no habrá perturbación. Sentirás que es falsa, irreal, maya, ilusoria. Pero estás tan
cerca de la periferia que, si te tiro una piedra, te dolerá. No el cuerpo; al cuerpo le dolerá en cualquier caso. Si le
tiro una piedra a un buda, a su cuerpo le dolerá igual que al tuyo, pero un buda no está en la periferia, sino
enraizado en el centro. Y la distancia es tan grande que oirá el ruido de la piedra sin que le duela. El ser
permanecerá sin afectar, sin ninguna cicatriz. Este ser sin cicatrices sentirá la piedra como si la
estuvieran tirando en un sueño. Es ilusoria. De modo que Buda dice que nada tiene substancia, todo carece
de substancia, no tiene ninguna substancia, que es lo mismo que lo que dice Shankara de que el mundo es
ilusorio.
Prueba esto. Siempre que puedas sentir la paz entre las dos axilas, llenándote, impregnando tu dentro del
corazón, el mundo parecerá ilusorio. Esto es una señal de que has entrado en meditación, cuando el
mundo se siente y aparece como ilusorio. No pienses que el mundo es ilusorio, no hay necesidad de
pensar eso, lo sentirás. De repente se le ocurrirá a tu mente: «¿Qué le ha sucedido al mundo?» De pronto el
mundo se ha vuelto como un sueño. Está ahí, una existencia como soñada, sin ninguna substancia. Parece tan
real... igual que una película sobre la pantalla. Incluso puede ser tridimensional. Parece algo, pero es una
proyección. No es que el mundo sea una proyección, no es que sea realmente irreal; no. El mundo es real,
pero tú creas la distancia, y la distancia se vuelve cada vez mayor. Y puedes comprender si la distancia
se está haciendo cada vez mayor, o no, sabiendo cómo sientes el mundo. Ese es el criterio. Ese es un
criterio meditativo. No es una verdad que el mundo es irreal; si el mundo se ha vuelto irreal, te has centrado
en el ser. Ahora la superficie y tú estáis tan lejos que puedes mirar la superficie como si fuera algo objetivo, algo
aparte de ti. No estás identificado.
Esta técnica es muy fácil y no te llevará mucho tiempo probarla. Con esta técnica, a veces sucede que incluso
con el primer esfuerzo sentirás su belleza y su milagro. Así que pruébala; pero si no sientes nada con el primer
esfuerzo, no te decepciones. Espera, y sigue haciéndola. Y es tan fácil que puedes seguir haciéndola en
cualquier momento.
Puedes hacerla simplemente echado en la cama por la noche; puedes hacerla por la mañana cuando sientas
que te has despertando. Primero hazla y luego levántate. Incluso diez minutos serán suficientes. Durante diez
minutos por la noche, antes de dormirte, hazla. Haz que el mundo sea irreal, y dormirás tan profundamente
que puede que nunca antes hayas dormido así. Si el mundo se vuelve irreal justo antes de que te
duermas, soñarás menos, porque si el mundo se ha vuelto un sueño, entonces los sueños no pueden
continuar. Y si el mundo es irreal, estás totalmente relajado, porque la realidad del mundo no tendrá efecto
sobre ti, no te golpeará.
He sugerido esta técnica a personas que padecen de insomnio. Ayuda profundamente. Si el mundo es irreal, las
tensiones se disuelven. Y si puedes salir de la periferia, ya has ido a un profundo estado de dormir; antes
de dormirte, ya estás profundamente en él. Y, entonces, por la mañana es muy hermoso, porque te sientes
tan fresco, tan joven; toda tu energía está vibrando. Es porque estás volviendo a la periferia desde el
centro. Y en el momento en que te des cuenta de que ya no estás dormido, no abras los ojos. Primero
haz este experimento durante diez minutos; luego abre los ojos. El cuerpo está relajado después de toda la
noche y se siente fresco y vivo. Ya estás relajado, de modo que no llevará mucho tiempo. Simplemente
relájate. Lleva tu consciencia al corazón, justo entre las dos axilas; siéntelo lleno de una profunda paz.
Durante diez minutos, permanece en esa paz; luego abre los ojos. El mundo parecerá totalmente
diferente, porque esa paz también será irradiada por tus ojos. Y el día entero será diferente; no sólo te
sentirás diferente, sino que sentirás que la gente se está comportando de manera diferente contigo. En cada
relación pones tu parte. Si esa parte ya no está; la gente se comporta de manera diferente, porque sienten
que eres una persona diferente. Puede que no sean conscientes de ello, pero cuando estás lleno de paz,
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todos se comportarán de manera diferente contigo.
Serán más cariñosos y más amables, menos duros, más abiertos, más íntimos. Hay un imán. La paz es el
imán. Cuando tienes paz, la gente se acerca más a ti; cuando estás alterado, todos se sienten repelidos.
Y éste es un fenómeno tan físico que lo puedes observar fácilmente. Siempre que estés en paz notarás
que todos quieren estar más cerca de ti, porque esa paz se irradia, se vuelve una vibración en torno a ti.
Hay círculos de paz a tu alrededor y todos los que se acercan quieren estar aún más cerca de ti; igual que
quieres ponerte bajo la sombra de un árbol y relajarte allí.
Una persona que tiene paz interna tiene una sombra a su alrededor. Dondequiera que va, todos
quisieran estar más cerca de él, abiertos, confiados. Una persona que tiene agitación, conflicto, angustia,
ansiedad, tensión internos, repele a la gente. Todos los que se acercan se asustan. Eres peligroso. Estar cerca
de ti es peligroso, porque darás lo que tienes. Estás dándolo constantemente. De modo que puede que quieras
amar a alguien, pero si estás muy alterado por dentro, incluso tu amante se sentirá repelido y querrá
escaparse de ti, porque agotarás su energía y no se sentirá feliz contigo. Y siempre que te vayas, le
dejarás cansado, agotado, porque no tienes una fuente vivificadora, sino una energía destructiva dentro
de ti.
Así es que no sólo te sentirás diferente; los demás también sentirán que eres diferente. Todo tu estilo de vida
puede cambiar si te acercas un poco más al centro..., y todo el punto de vista y todos los resultados. Si estás en
paz, el mundo entero se vuelve pacífico para ti. Es sólo un reflejo. Lo que eres se refleja en todas partes. Todo
el mundo se vuelve un espejo.