Los vectores propios de una transformación lineal son vectores que no cambian su dirección cuando son transformados, sino que son multiplicados por un escalar llamado valor propio. Un espacio propio está formado por todos los vectores propios de un mismo valor propio. La ecuación del valor propio expresa matemáticamente que un vector es propio si al aplicarle una transformación lineal el resultado es ese mismo vector multiplicado por su valor propio.