La tuberculosis es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. Afecta principalmente los pulmones pero puede afectar otros órganos. Se diagnostica clínicamente, por imágenes como radiografías que muestran lesiones características, y mediante pruebas microbiológicas y moleculares para detectar la bacteria. Se trata con varios antibióticos durante meses para prevenir la resistencia. La prevención incluye la vacunación BCG en niños, el aislamiento de casos sospechosos y dar tratamiento a contactos cercanos expuestos