Este documento es una carta que alaba a Xiomara, describiéndola como una hermosa niña que juega con alegría y que perdurará en la memoria de quienes la conocieron debido a su entrega y capacidad de hacer del amor un camino virtuoso que renueva la vida. Se la considera un referente válido del futuro de la humanidad renovada.

1. Xiomara
En todo esto, como siendo vida misma, se exhibe tu voz y tu vuelo. De holgura casi infinita. Viniendo
de dónde vienes, seguro que será así. Xiomara, hermosa niña que conocí en ese sueño pasado que
aún anida en mi memoria anida.
Y, por lo mismo, viéndote jugar con los niños y las niñas, me digo que no habrá mujer alguna que
supere lo que eres, seguro que sí novia del viento y del Sol y de la Luna. Y de todo lo habido aquí y
allá; en el Templo vivo del universo cierto.
Perdurarás en memoria constante. En la retina de quienes hemos conocido de tu entrega. De esa
manera que tienes de hacer del amor, concepto y camino virtuoso. Renovándose a sí mismo en cada
recodo, en cada vibrato de la vida, hecha limpieza y fuerza a cada llamado tuyo.
En fin, niña mía, serás referente válido, aquí y ahora y el futuro de lo que somos como humanidad
renovada, sublime e imaginario vivido.