Hablar de educación intercultural es hablar de riqueza cultural pero, también implica hablar de justicia social. Ambas temáticas han sido una constante reivindicación en la obra de Paulo Freire (1921-1997). Una escuela intercultural y un modelo de educación intercultural, conlleva, necesariamente, reflexionar acerca de injusticias y de las causas que las generan. También conlleva hablar de problemáticas sociales como la inmigración, la pobreza y las causas de diferencias entre países ricos y pobres, identificar los problemas medioambientales y analizar sus causas, visualizar la violencia hacia las mujeres y denunciar los abusos a los que son sometidas miles de mujeres en todo el mundo, problematizar acerca de situaciones de desigualdad e injusticias que atentan contra los derechos humanos de las personas. La pedagogía de Freire es una pedagogía de la tierra contemplando así a la tierra como una gran oprimida por este tipo de injusticias que denunciamos. Nuestro autor fue una persona que tuvo una especial preocupación por el otro, por denunciar las injusticias y por mostrarnos que los seres humanos tenemos en nuestras manos las posibilidades del cambio y de la transformación. Tal vez, por estos motivos, encontramos en Freire un referente clave a la hora de plantear y diseñar propuestas pedagógicas de educación intercultural. Podemos plantear, entonces, en síntesis, los siguientes objetivos: Analizar parte de la obra escrita de Paulo Freire y poner de manifiesto la sensibilidad intercultural así como la vigencia de sus planteamientos. Identificar posibles retos que la diversidad cultural plantea al sistema educativo teniendo en cuenta las características del contexto educativo asturiano. Elaborar una alternativa inicial de educación intercultural para la etapa de Educación Secundaria Obligatoria.