La higiene de los alimentos es importante para conservarlos limpios y sanos y evitar enfermedades. Se debe manipular, almacenar y cocinar correctamente los alimentos mediante buenas prácticas como lavarse las manos, usar agua potable, cocinar bien los alimentos y evitar la contaminación cruzada. Todos deben colaborar en la higiene de los alimentos desde su producción hasta su consumo para proteger la salud pública.