Informe de lectura: ENSEÑAR HISTORIA Y GEOGRAFÍA. PRINCIPIOS BÁSICOS.
1. 01/03/2024
Henzo Alexanderl Celestino Vanterpool.
Informe de lectura: ENSEÑAR HISTORIA Y GEOGRAFÍA. PRINCIPIOS
BÁSICOS.
Facilitadora: María Teresa González.
El libro “Enseñar Historia y Geografía. Principios básicos”, de los autores Prats y
Santacana, en su libro ofrecen una completa guía teórica y práctica para mejorar
la didáctica de estas dos importantes asignaturas en el contexto escolar.
Publicado en 2011, condensas décadas de experiencia de sus autores como
investigadores en pedagogía de las ciencias sociales.
En sus páginas se exponen de forma clara y sistemática los principales
conceptos, enfoques, estrategias y recursos recomendados actualmente para
lograr un aprendizaje efectivo y motivador de los contenidos históricos y
geográficos en estudiantes de todos los niveles educativos. Aspectos como la
planificación curricular, las competencias a desarrollar, la evaluación auténtica y
la atención a la diversidad son tratados a profundidad.
Tal como señala Durkheim, "la educación es la acción ejercida por padres y
maestros sobre los niños, pero la pedagogía consiste no en acciones, sino en
técnicas resultantes de la reflexión que proporcionará a la actividad del educador
unas ideas directrices". En ese sentido, la reflexión constante sobre la propia
labor docente es indispensable para que las estrategias y actividades didácticas
implementadas sean efectivas y no deriven en un fracaso. Muchos métodos no
logran resultados por falta de análisis previo.
Por consiguiente, las directrices teórico-prácticas que presenta este libro, como
cualquier propuesta pedagógica, deben ser previamente estudiadas,
comprendidas, contextualizadas e interiorizadas por los profesores antes de su
aplicación. La receta no está en replicar técnicas, sino en que cada docente
reelabore de forma crítica y autónoma su saber pedagógico a partir de diversos
referentes. Solo así podrán surgir mejoras reales en los procesos de enseñanza-
aprendizaje cotidianos.
El presente informe resume los principales aportes de la obra, estructurándolos
en torno a cuatro ejes centrales desarrollados: el papel formativo singular de la
historia y la geografía, las competencias a potenciar en los alumnos, la
importancia de los organizadores previos, y finalmente recomendaciones sobre
actividades y materiales didácticos para lograr aprendizajes significativos. Se
destaca la visión integral de enseñanza promovida.
Uno de los ejes centrales que abordan los autores se vincula al rol formativo
singular que cumplen la historia y la geografía dentro del currículo escolar.
Plantean que el propósito principal que deben perseguir es desarrollar de forma
2. sistemática en los estudiantes una conciencia espaciotemporal contextualizada.
Esto les permitirá comprender los procesos sociales del pasado que dieron
origen al presente en que viven, así como analizar críticamente las problemáticas
territoriales contemporáneas desde lo local a lo global.
Sobre esta base, los alumnos podrán evaluar la complejidad e historicidad de los
fenómenos sociales, y participar de manera activa e informada como ciudadanos
en diversos ámbitos de su realidad y en la construcción de un futuro sustentable.
Se trata de un objetivo formativo ambicioso pero fundamental, que requiere de
una didáctica adecuada.
Precisamente, otro eje desarrollado a lo largo del texto son las competencias
específicas para fortalecer en los estudiantes desde las ciencias sociales. Entre
ellas destacan: las habilidades comunicativas, al expresar y argumentar ideas;
la capacidad de interpretar críticamente distintas fuentes de información y
evidencias; el razonamiento cualitativo y cuantitativo en el análisis de procesos
históricos y dinámicas territoriales; el manejo espaciotemporal, ubicando eventos
cronológicamente y en diferentes escalas de observación; y el desarrollo del
pensamiento científico en humanidades, formulando hipótesis y preguntas
guiadas por una metodología disciplinar.
Para desarrollar dichas competencias, los autores enfatizan que es clave partir
de los conocimientos y representaciones mentales previas que tienen los
estudiantes sobre los hechos históricos y geográficos tratados. Esto se explora
mediante técnicas como los mapas conceptuales o debates dirigidos. El objetivo
es provocar un conflicto cognitivo que permita reestructurar sus esquemas
iniciales y avanzar hacia aprendizajes más complejos y cercanos a los
paradigmas de las disciplinas científicas.
Respecto a lo que se entiende por Ciencias Sociales en la educación conviene
señalar que no se han enseñado siempre como tales ciencias en la escuela. No
es difícil hallar países o sectores sociales e individuos que dudan de la necesidad
de introducirlas en los currículo escolares, respetando su entidad y su coherencia
como área de conocimiento científico. De hecho, en algunos diseños curriculares
la enseñanza de la Historia y la Geografía quedan diluidas en un magma de difícil
clasificación y, desde un enfoque estrictamente científico y desde la óptica de la
propia disciplina, podríamos plantearnos si lo que se introduce es realmente
contenido histórico o geográfico o, por el contrario, es contenido meramente
ideológico, periodístico y, en el peor de los casos, mítico.
Prats y Santacana destacan en su libro, que en las sociedades contemporáneas
la Historia tiene un papel importante. La Historia es, más que la maestra de la
vida como la definiera Heródoto, un conocimiento que suele utilizarse como
justificación del presente. Vivimos en el seno de sociedades que utilizan la
Historia para legitimar las acciones políticas, culturales y sociales, y ello no
constituye ninguna novedad; mientras que la Geografía, por su contenido, es un
excelente instrumento de conocimiento social, en sentido amplio, y por la su
estructura gnoseológica, puede contribuir eficazmente al desarrollo de
3. capacidades, actitudes y competencias genéricas esenciales sobre las que ha
de basarse la formación y la educación de los alumnos hasta los 18 años.
Por tal razón, se entregan múltiples orientaciones metodológicas para trabajar
los contenidos curriculares de manera activa y contextualizada, por ejemplo, a
través de juegos de roles, análisis de fuentes primarias, salidas a terreno, líneas
de tiempo, WebQuests, y otras actividades que fomenten un aprender haciendo
por sobre la mera transmisión de información. El hilo conductor siempre es
promover la significatividad, creatividad y pensamiento crítico en los estudiantes.
Finalmente, el libro de Prats y Santacana entrega directrices actualizadas para
que el docente de historia y geografía puedan planificar e implementar
experiencias de aprendizaje motivadoras y efectivas, que desarrollen habilidades
de pensamiento disciplinar en los estudiantes, preparándolos como ciudadanos
críticos y activos.
Destaca el análisis riguroso de competencias a promover, estrategias didácticas
sugeridas y diversos recursos evaluativos presentados, todos enfocados en un
aprendizaje activo y significativo. Sin duda se trata de una obra de consulta
indispensable para cualquiera interesado en mejorar su docencia en ciencias
sociales, y altamente pertinente en el contexto educativo actual.
Sin duda estamos frente a una obra densa pero sumamente pertinente, que bien
implementada puede contribuir decisivamente al gran reto de lograr una genuina
alfabetización científica integral de las nuevas generaciones.
4. Mi opinión sobre el libro "Enseñanza de Historia y Geografía". "Principios
Básicos" de Platts y Santacana; después de realizar una lectura cuidadosa de
este trabajo, descubrí que presenta un análisis crítico profundo e informado del
estado actual de la educación en ciencias sociales, identificando claramente
aspectos que necesitan mejora y brindando ejemplos concretos extraídos de la
investigación educativa. algunas pautas. Prácticas docentes para desarrollar
eficazmente el pensamiento histórico y geográfico multidimensional de los
estudiantes. Lo que más valoro y resalto activamente es la sólida base teórica
sobre la cual los autores desarrollan sus propuestas metodológicas, así como la
diversidad y amplitud de sus estrategias y recursos educativos propuestos, los
cuales están encaminados a lograr un aprendizaje contextual y significativo entre
los niveles financieros de los estudiantes. apoyo.
Por ejemplo, si utilizamos recursos como mapas conceptuales para explicar
rigurosamente los conceptos básicos de por qué es importante comenzar con el
conocimiento previo de los estudiantes, creamos las contradicciones cognitivas
necesarias y fomentamos un reexamen más complejo de sus planes mentales
iniciales. O un curso completo directamente relacionado con el desarrollo
efectivo de habilidades de pensamiento crítico, como la creación de un
cronograma analítico, una discusión argumentativa de una situación histórica
controvertida o el diseño de una ruta geográfica integral a través de una región
en particular, al proponer una evaluación alternativa. Como esta es la edición de
2011, es posible que se desarrollen más pautas específicas para incorporar
nuevas tecnologías digitales en la enseñanza de historia y geografía. Pero más
que eso, este estudio proporciona un marco teórico y metodológico muy
completo y actualizado a través del cual los docentes pueden contextualizar y
aplicar creativamente los principios enunciados de acuerdo con la realidad,
pudiendo innovar de acuerdo a los lineamientos educativos geográficos e
históricos brindados en la modernidad. veces.
Desde mi punto de vista profesional, este trabajo es una gran oportunidad para
cualquiera que quiera obtener una visión general y proporcionar contenidos
concretos sobre los importantes desafíos que enfrenta actualmente la educación
en historia y geografía en los sistemas escolares. para educadores de ciencias
sociales. Recomendaciones basadas en evidencia ¿Cómo podemos abordar
mejor estos desafíos para educar a los estudiantes en un pensamiento
verdaderamente disciplinado y relevante para las demandas sociales, políticas,
económicas y culturales del siglo XXI?
Los conceptos y las poderosas ideas propuestas por los autores siempre incitan
a la reflexión pedagógica, y las numerosas sugerencias didácticas esbozadas
sirven como hoja de ruta para fomentar la innovación pedagógica en el contexto
de la historia y la geografía. En última instancia, de esto se trata la educación.
Nunca dejaremos de examinar críticamente nuestras prácticas educativas para
mejorar el aprendizaje equilibrado de las nuevas generaciones. Sin duda, este
libro representa un aporte teórico y práctico relevante en esta dirección de
transformación.