Nutrición y Valoración Nutricional en Pediatria.pptx
Ensayo final
1. LOS ACIDOS GRASOS Y LA ENFERMEDAD CORONARIA
SUSANA MENDOZA VARGAS, NATALIA ESCOBAR LESCANO, JESSICA TOBON
CARMONA
Trabajo realizado a partir del artículo:
ASSOCIATION OF DIETARY, CIRCULATING, AND SUPPLEMENT FATTY
ACIDS WITH CORONARY
ASOCIACIÓN ENTRE LOS ÁCIDOS GRASOS DE LA DIETA, CIRCULANTES Y
SUPLEMENTARIOS CON EL RIESGO DE ENFERMEDAD CORONARIA
A SYSTEMATIC REVIEW AND META-ANALYSIS BY:
CHOWDHURY ET AL
RESUMEN
Las directrices actuales abogan por cambios en el consumo de ácidos grasos en la dieta,
para promover la salud cardiovascular.
El propósito de la meta-análisis es Resumir la evidencia estadística en múltiples estudios
emitidos en 2013, a nivel mundial, sobre asociaciones entre los ácidos grasos y la
enfermedad coronaria.
Fuentes: MEDLINE, Science Citation Index, and Cochrane, Central Register of Controlled
Trials through July 2013. (1)
INTRODUCCION
El meta-análisis es un conjunto de herramientas estadísticas, que son útiles para sintetizar
los datos de una colección de estudios; dicho meta-análisis es un examen estadístico a un
conjunto de otros estudios estadísticos, que inicia con una estimación de cierto efecto
recopilatorio (como la diferencia media, la razón de riesgo, o la correlación) de cada
estudio. El meta-análisis permite ver estos efectos en contexto: si el tamaño del efecto es
consistente, el efecto del tratamiento puede ser reportado como fuerte; y el tamaño del
efecto puede estimarse más preciso que con un solo estudio. (Tomado de Wikipedia).
2. Loa autores de este trabajo parten de una base de datos bastante profusa, 32 estudios
observacionales (530525 participantes) de la dieta de ácidos grasos; de 17 estudios
observacionales (25 721 participantes) usando biomarcadores de ácidos grasos; y 27
ensayos aleatorios controlados (105 085 participantes) de uso de suplementos de ácidos
grasos. (1) Ver tabla 1
El trabajo plantea una polémica bastante interesante, ya que en la última década se ha
vuelto muy popular entre expertos de la nutrición y publicistas, la promoción de ácidos
grasos OMEGA-3 y OMEGA-6 como suplementos alimenticios para evitar ciertas formas
de cáncer y enfermedades coronarias. En cambio CHOWDHRY et al (2014) plantean que
no hay evidencia estadísticamente significativa para decir que los ácidos grasos
poliinsaturados de cadena larga evitan la enfermedad coronaria.
El objetivo de este trabajo no es parcializar la discusión ya que cada autor tiene argumentos
bien justificados para plantear sus aseveraciones, la idea es recoger al final varias
conclusiones sin tomar una postura muy comprometedora dada mi poca formación en este
momento respecto a este tema tan importante en la nutrición humana.
Tabla1. Cuadro resumen de los datos en el estudio de Chowdhury et al (2014)
FUENTES ESTUDIOS PARTICIPANTES EVENTOS
CORONARIOS
Estudios prospectivos de la ingesta
de ácidos grasos
TODOSLOS ESTUDIOS 32 530525 15907
Dietas encuestadas 21 475556 11424
Dietas registradas 11 54969 4483
Estudios sobre biomarcadores de
ácidos grasos
TODOS LOS ESTUDIOS 19 32307 7182
Compuestos grasos en la
circulación
17 25721 5519
Ácidos grasos en el tejido adiposo 2 6586 1663
Ensayos controlados al azar 27 103052 5726
Los autores del presente trabajo empiezan por mencionar las tendencias generales en la
comunidad nutricional mundial a desestimar el consumo de grasas saturadas y a aumentar
el consumo ácidos grasos con omega- 3 provenientes de algunos vegetales y pescado para
promover la salud cardiovascular, pero señalan que las cantidades de estas grasas benéficas
en la dieta no es clara.
Por otra parte, Ballesteros M.N. (2012) menciona un estudio a lo largo de 40 años que
proporcionan evidencias de que los niveles elevados de colesterol sérico estaban asociados
3. con enfermedades cardiovasculares. Se señalaba, que el origen del problema eran los
consumos elevados de colesterol y de grasa saturada. Ante esta situación, la industria de
alimentos respondió con un aumento en la producción de aceites vegetales parcial o
totalmente hidrogenados, para atenuar el problema. Estos autores también aseguran que hay
directrices muy claras por parte de organizaciones como: La Organización Mundial de la
Salud (OMS), la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Consejo de Nutrición
Danés y la Asociación Americana del Corazón, (A H A) que recomiendan que no más del
1% del total de las calorías que se consuman provengan de AGT (Ácidos Grasos Trans). En
un nuevo informe la OMS recomienda eliminar el consumo de grasas trans industriales o
limitarlo, tanto como sea posible. A la fecha, algunos países como Dinamarca, Noruega,
Canadá, Estados Unidos y del Mercado Común del Sur (MERCOSUR) en América han
legislado para disminuir o eliminar el contenido de tales grasas en la dieta. (4)
M. Oomen Claudia et al (2001) de la revisa LANCET, concluyen en un estudio
prospectivo de 667 hombres entre los 64-84 años de edad durante 10 años, que una alta
ingesta de ácidos grasos trans contribuye a elevar el riesgo de enfermedad coronaria, y la
disminución sustancial de la ingesta de ácidos grasos trans, evidenciada en una población,
pudo contribuir a mejorar la salud pública. (7)
Debido a las pocas referencias bibliográficas para apoyar el artículo de Chowdhury et al
(2014), y a la extensa información acerca de la relación que existe entre la ingesta de
ácidos grasos y las enfermedades coronarías, me inclino por los innumerables estudios que
expresan que el elevado consumo de ácidos grasos saturados y la ingesta mínima de A.G
poliinsaturados nos induce a ser más propensos a padecer enfermedades cardiovasculares,
Las ECV son la principal causa de mortalidad en los países occidentales y una parte
importante de Asia y se conoce que la dieta puede influir en algunos de los factores de
riesgo descritos para estas enfermedades, debo aclarar que existen otros factores que
influyen, tales como la genética, la raza, la adopción de nuevos modelos alimenticios, la
sociedad y los medios de comunicación.
Se ha investigado ampliamente la relación entre las grasas alimentarias y las ECV y se han
establecido asociaciones firmes y sistemáticas a partir de un amplio conjunto de resultados
aportados por experimentos con animales, así como en estudios observacionales, ensayos
clínicos y ensayos metabólicos realizados en diversas poblaciones humanas (2).
Los ácidos grasos saturados elevan el colesterol total y el de las lipoproteínas de baja
densidad (LDL), El sustituto más eficaz de los ácidos grasos saturados en lo que se refiere a
la evolución de la cardiopatía coronaria son los ácidos grasos poliinsaturados, en especial el
ácido linoleico. Apoyan esta observación los resultados de varios ensayos clínicos
aleatorizados a gran escala, en los que la sustitución de los ácidos grasos saturados y trans
por aceites vegetales poliinsaturados redujo el riesgo de cardiopatía coronaria. (6)
4. Las actuales tasas de mortalidad por ECV son consecuencia de una exposición anterior a
factores comportamentales de riesgo, como una alimentación inadecuada, una actividad
física insuficiente, el exceso de peso, la obesidad central, la hipertensión, las dislipidemias,
la diabetes y el uso de cigarrillo, se encuentran entre los factores que más contribuyen al
incremento del riesgo. (3)
Entre las prácticas alimentarias perjudiciales figuran el consumo elevado de grasas
saturadas, sal y carbohidratos refinados, así como el bajo consumo de fruta y verduras.
El objetivo de este análisis no es suprimir la ingesta de ácidos grasos, lo que se busca es
crear hábitos alimenticios que permitan una selección saludable de alimentos que incluyan
todos los macronutrientes requeridos en la dieta. Sin olvidar un factor muy importante
como es el socio-económico que es necesario mencionar, toda vez que los ácidos grasos
poliinsaturados y sus alimentos contenedores, elevan substancialmente el costo de la
canasta familiar.
CONCLUSION
Chowdhury et al (2014), concluyen en su artículo: : La evidencia actual no apoya de
manera concluyente que un alto consumo de ácidos grasos poliinsaturados y un bajo
consumo de grasas totales saturadas; produzcan un efecto protector contra la enfermedad
coronaria. (1)
Considero que los estudios realizados por otros autores, proponen que el consumo de AG
parcialmente hidrogenados incrementan los factores de riesgo relacionados con la ECV y
de manera significativa acrecienta el riesgo de sufrir un evento coronario.
A título personal, comparto la tesis que se puede disminuir los factores de riesgo de
enfermedad coronaria incentivando el consumo de AG omega-3 y omega-6, que se
encuentran disponibles en pescados y semillas. Estos AG nos ayudan a elevar las
concentraciones plasmáticas de las HDL (high density lipoprotein) y a la reducción de las
LDL (low density lipoprotein).
5. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
1. Rajiv Chowdhury, MD, et al. Association of Dietary, Circulating, and Supplement
Fatty Acids with Coronary Risk. A Systematic Review and Meta-analysis. [Revista
internet]. Annals of Internal Medicine. [Citado, 20 de mayo 2014]; disponible en:
http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmedhealth/PMH0063835/
2. Kris-Etherton PM et al. Summary of the scientific conference on dietary fatty acids
and cardiovascular health. [Revista internet]. , 2001, 103:1034-1039. [Citado, 20 de
mayo 2014]; disponible en: http://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/11181482
3. Estudio FAO alimentación y nutrición. Grasas y ácidos grasos en nutrición humana
Consulta de expertos. [Revista internet]. Nov. De 2008, 10 – 14 Ginebra. [Citado,
20 de mayo 2014]; disponible en:
http://www.fao.org/docrep/017/i1953s/i1953s.pdf
4. M. N. Ballesteros-Vásquez, L. S. Ácidos grasos trans: un análisis del efecto de su
consumo en la salud humana, regulación del contenido en alimentos y alternativas
para disminuirlos. [Revista internet]. Nutr. Hosp. 2012; 27(1):54-64. [Citado, 20 de
mayo 2014]; disponible en: http://scielo.isciii.es/pdf/nh/v27n1/07_revision_06.pdf
5. García-Ríos Antonio, et al. Omega-3 y enfermedad cardiovascular: más allá de los
factores de riesgo. [Revista internet]. Nutrición clínica y dietética hospitalaria
España. [Citado, 20 de mayo 2014]; disponible en:
http://www.nutricion.org/publicaciones/revistas/Revisi%C3%B3n_Omega-
3_2009_1.pdf
6. Hu FB et al. Dietary fat intake and the risk of coronary heart disease in women.
New England Journal of Medicine. [Revista internet]. 1997, 337:1491-1499.
[Citado, 20 de mayo 2014]; disponible en:
http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJM199711203372102
7. M. Oomen Claudia et al (2001) The Lancet. Association between trans fatty acid
intake and 10-year risk of coronary heart disease in the Zutphen Elderly Study: a
prospective population-based study. [Revista internet]. 2001, Vol. 357 [Citado, 20
de mayo 2014]; disponible en: http://www.tfx.org.uk/docs/nejm_zutphen_paper.pdf