2. El Carisma Cisterciense: respuesta a la sed de Luz.
La energía de Dios es siempre más intensa que lo
plomizo de nuestro pobre corazón
El oído del corazón
fuente de conversión
transformante
3. En el hábitat cisterciense el claustro es una especie de
caja de resonancia espacial, adecuada para el mensaje y
el sonido de la Palabra
“La llevaré al desierto y le hablaré al corazón” (Os 2, 16)
GRANADA
4. HUERTA
El claustro es sonoro. Es Escuela de la Palabra (Guerrico).
Escuela y auditorio del Espíritu Santo (Bernardo y Juan de Forde)
5. Las Huelgas
“Todas las palabras van cargadas de sublimes
misterios, y cada una destila su celestial dulzura para
quien la desmenuza atentamente, sabiendo sacar miel
de las piedras” (Alabanza a la Virgen Madre)
BERNARDO DE
CLARAVAL
6. La Escritura tiene una orden dada, la de vigilar nuestros caminos
“…El Señor vela incansablemente sobre nosotros…Nos consuela y
enseña con las Escrituras…de modo que entre nuestra paciencia y
el consuelo que dan las Escrituras mantengamos la esperanza…”
(Comentario al Sal 90, Ser 11)
BERNARDO DE CLARAVAL
7. “Cuando rumiamos con avidez de espíritu sus mensajes y los
juicios de su boca, meditando su ley día y noche, demos por cierto
que está presente el Esposo y nos habla”
(CC, Ser 32, II, 4-5)
“Esos manjares selectos por su triple virtud: exquisitos para
saborearlos, sólidos para alimentarnos, eficaces para curarnos”
(CC, Ser 67, I,1)
BERNARDO DE CLARAVAL
8. HUERTA
“La ociosidad es enemiga del alma; por eso
han de ocuparse los hermanos a unas horas en
el trabajo manual, y a otras en la lectura divina”
(RB 48, 1)
“Una vez que el alma se ha purificado…pasa alguna vez desde el
servicio y actividad de Marta al ocio y quietud de María; a medida
que rumia las Escrituras y medita en la ley, como preludio feliz de la
caridad” (Sent III, 96)
9. “Dios guía a sus santos por un camino admirable…es ante todo un
camino de justificación que lleva al jardín…Primero es amargo, luego
dulce, finalmente devoto” (Sent III, 120-121)
10. FERREIRA
Volver a la primigenia comunión con Dios y con toda la creación es la
meta de este camino, “el jardín”
11. GUILLERMO DE SAINT-THIERRY
La sabiduría de Guillermo brota de su experiencia
monástica. Un monje enamorado de la soledad y de
la lectio divina como camino de búsqueda de Dios.
12. SAN MIGUEL DE LAS DUEÑAS
Guillermo de Saint- Thierry
“La lectura al azar, sin continuidad, de lo
primero que se encuentra, no edifica, sino
que hace el ánimo inestable” (CO 120)
“La lectura depende de la intención. Si el lector busca
verdaderamente a Dios en la lectura, todo lo que lee le
ayudará en esta búsqueda, cautivará sus sentidos, y
orientará todo el contenido de la lectura hacia el
servicio a Cristo” (CO 124)
13. El eje de la doctrina de Guillermo es el amor y la
contemplación. El estudio es una simple hospitalidad
o un saludo casual, la lectio divina es amistad y
convivencia afectiva
14. Guillermo de Saint-Thierry encarna el carisma
cisterciense recibido
“En un primer momento la Esposa es introducida
en la bodega, luego se ordena en ella la caridad. Ya
que nada más entrar, todavía sin orden y bajo el
efecto de la embriaguez, se esfuerza por hacer más
de lo que puede…Pero desfalleciendo en la espera
de la salvación de Dios, languidece hasta el
momento en el que…comienza a querer lo que Dios
quiere.” (Cant 130)
15. GUERRICO DE IGNY
“La que concibió a Dios por la fe, si tienes fe, te
promete lo mismo: esto es, si recibes con fe al
Verbo de la boca del mensajero celestial, también
tú podrás concebir a Dios” (Ser Anun II, 4)
“Vendrá sin duda el que ha de iluminar lo
escondido, para que entiendas los misterios de
la Escritura que ignoras” (Adv III, 4)
16. GUERRICO DE IGNY
“En primer lugar creo que hay que considerar la
gracia de la soledad y la bienaventuranza del
desierto…Cualquier lugar de la Escritura que antes te
parecía estéril y árido, de repente, por la bendición
divina, se llenará de una admirable fecundidad y
abundancia espiritual” (Adv IV, 1)
18. “Con frecuencia, aunque la fe resplandece y la justicia brilla, el
entendimiento todavía está a oscuras, y no sabe explicar el
misterio de la fe que venera, teniéndolo como envuelto. Está
sellado para él el libro de la Escritura, y es como si no supiera leer”
(Eph III, 5)
19. “En medio del silencio descenderá a ti desde su sede real la
Palabra omnipotente, y las aguas de Siloé que discurren en
silencio, regarán abundantemente el valle del corazón tranquilo
y pacífico” (SB I, 5)
20. “Los naturalistas dicen que el hombre es un árbol al revés, porque
los nervios de su cuerpo tienen la raíz y empiezan en la cabeza; y
yo lo interpreto en el sentido que debe afirmar y enraizar su amor y
deseo en el cielo, en lo más alto de todas las cosas, nuestra
cabeza Jesucristo” (SB II, 7)
21. “Ahora vemos como en un espejo y en
enigma, pero entonces veremos cara a cara.
Pero para conseguir esto, es decir para ver
como en un espejo, no sólo es necesario que
la superficie de nuestro espejo esté limpia de
toda imagen y sombra…sino también que el
Ser Altísimo, que habita en una luz
inaccesible, se digne bajar hasta nosotros, y
manifestarse como por un reflejo de su
imagen” (PP III, 1)
22. “Las criaturas, lo mismo que la Escritura dan testimonio del
Creador” (TS 3)
23. “Vosotros hermanos sois de los que vivís en
jardines, de los que meditáis en la ley del
Señor día y noche…Vosotros que os paseáis
por los jardines de las Escrituras, no andéis
revoloteando con negligencia u
ociosidad,…como solícitas abejas que
recogen la miel de las flores, sacad el espíritu
de las palabras” (Salmodia 2)
“Quien entra en su jardín él mismo se hace un jardín, y su alma es
como un jardín regado” (Salmodia 4)
24. ELREDO DE RIEVAL
El hombre ha sido hecho capaz de Dios, apto para
adherirse por el recuerdo, la sabiduría y el amor a Aquél
de quien es imagen
25. “Señor Jesús, te pido que mi alma se emplume en el nido de tu
disciplina, descanse en los huecos de la peña y en las grietas del
cercado…Que ésta meditación apacible llene mi memoria, para que el
olvido no la endurezca por completo” (EC I, 16)
26. “A mi parecer hay tres causas en esa
visita…para excitar a los dormidos, consolar a
los que sufren, y premiar a los que suspiran por
lo celestial…La primera es como un aguijón que
corrige al descarriado, la segunda es como un
báculo que sostiene al débil, y la tercera es el
lecho que acoge al sosegado” (EC II, 20)
27. La Escritura se convierte, con palabras de Elredo, en
“espejo espiritual, donde contemplar atentamente el
rostro de tu alma” (EC II, 35)