Este documento ofrece orientaciones sobre cómo planificar proyectos comunitarios de manera efectiva. Explica que un buen diseño de proyecto debe responder a cuatro preguntas clave: 1) ¿Qué queremos lograr? 2) ¿Con qué recursos contamos? 3) ¿Cómo podemos utilizar nuestros recursos para alcanzar nuestros objetivos? y 4) ¿Qué efectos esperamos obtener al completar el proyecto? También recomienda que el diseño de proyecto incluya detalles como plazos, presupuestos, fases y planes
TIPOLOGÍA TEXTUAL- EXPOSICIÓN Y ARGUMENTACIÓN.pptx
Diseño y planeación de proyectos comunitarios
1. ESCRITOS DE FORMACIÓN
EAS
Número 2 – Mayo de 2004
Diseño y planeación de Proyectos
comunitarios en una pequeña comunidad
COMUNIDADES CRISTIANAS COMPROMETIDAS EAS DE
COLOMBIA
CIUDAD DE MEDELLÍN
COMITÉ DE FORMACIÓN
El comité de Formación genera documentos periódicamente para
beneficio de los EAS y su formación. Los invitamos a leer estos
documentos y reflexionar sobre ellos, ojalá algunas veces en
comunidad. Los invitamos a coleccionarlos y a divulgarlos.
2. Los documentos se basan en recopilaciones de documentos de
diversos autores, incluyendo personas de los EAS, sometidos en
algunos casos a adaptaciones que los hagan más afines y prácticos
para los EAS, bajo la responsabilidad del comité.
Son bienvenidos los comentarios y los aportes.
Continuamos esta serie con un resumen de otro artículo, esta vez
sobre el tema Proyectos Comunitarios, por Phil Bartle, PhD, traducido
por Mª Lourdes Sada y sacado de la página web
http://www.scn.org/ip/cds/mpfc. Hemos adaptado libremente las
ideas de este artículo a los intereses de las comunidades EAS.
3. Diseño y planeación de Proyectos
comunitarios en una pequeña comunidad
Es importante que se cuente en los EAS con metodología para
desarrollar proyectos. Cada pequeña comunidad y los EAS en general
deberían contar con proyectos propios para enriquecer su vivencia
comunitaria y dar un sentido trascendente a sus actividades. Estos
proyectos pueden ir desde salir juntos en grupo, organizar una
reunión mensual, o quizás organizar un encuentro o asumir el manejo
de un proyecto social fuerte. Estos proyectos pueden ser propios de
cada comunidad, o de un grupo de trabajo o comité, o de la ciudad o
de un país o zona, inclusive, de tipo internacional.
Igualmente los EAS, como personas, están llamados a dejar huellas
en el mundo con la actividades que realizan. El aplicar a estas
actividades una metodología de proyectos, seguramente contribuirá a
que el efecto, la eficiencia y la efectividad sean mayores.
Bases para la Planificación de proyectos
Como resultado de las actividades de los líderes de las comunidades,
de la unión de las diferentes personas y grupos, del trabajo
organizado de los directivos, se llegará a momentos en los cuales se
puedan interpretar los deseos del conjunto de las personas en
términos de un proyecto que se debe acometer.
.
Un proyecto comprende un amplio espectro de actividades. Entre
ellas se cuentan las siguientes:
- La realización de una actividad que exige planificación para el
logro de ciertos objetivos. Por ejemplo, la organización de un
encuentro o retiro.
- La creación de una nueva entidad grupal o comunitaria. Por
ejemplo, el establecer un nuevo comité o de una asociación legal.
- La adquisición o construcción de espacios para uso comunitarios,
por ejemplo una sede.
- La reforma de espacios existentes o su mantenimiento y
reparación.
- La puesta en marcha de actividades para desarrollar o crear
conciencia sobre algún tema de la comunidad. Por ejemplo, una
campaña de valores o la formación o preparación sobre ciertos
temas.
4. - La realización de actividades o campañas para lograr la mejora de
los hábitos y comportamientos de los miembros de la comunidad.
Por ejemplo, una campaña para mejorar la asistencia a los eventos
o lograr mayor compromiso con el día de vida.
- La creación y promulgación de nuevas normas, reglamentos y
procedimientos y la modificación de las ya existentes. Por ejemplo,
una reforma de los reglamentos.
Se propone que cuando se emprendan proyectos, se cuente con un
mínimo de diseño de proyecto. Un diseño de proyecto es la
formalización, preferiblemente reflejada en un escrito, del proyecto, y
de cómo y porqué se va a llevar a cabo. Un diseño de proyecto debe
intentar reflejar cierto nivel de planificación y de gestión.
Lo que se quiere es que las personas puedan responder cuatro
preguntas básicas, cuatro preguntas claves para la gestión. Las
respuestas a estas preguntas y las decisiones que han dado origen al
trabajo de proyecto, son los elementos básicos del diseño.
Estas son las cuatro cuestiones de la gestión:
- ¿Qué queremos?
- ¿Qué tenemos?
- ¿Cómo podemos utilizar lo que tenemos para lograr lo que
queremos?
- ¿Qué pasará cuando lo hagamos?
El diseño incluye también detalles relacionados con plazos,
presupuestos, fases y otras preferencias de cómo y porqué se va a
completar las actividades del proyecto.
Un buen diseño de proyecto también incluirá los planes para la
supervisión de las actividades y para los informes de los resultados.
.
También incluirá algunos de los efectos que pueden esperarse, e
ideas sobre cómo evaluar estos efectos y los resultados.
Es importante que el diseño esté preparado por los integrantes de la
comunidad en su conjunto. Los líderes deberían estimular y guiar a la
comunidad en la preparación de un diseño de proyecto de una forma
participativa, con bases y observaciones realistas, y de una manera
simple y práctica que sea fácilmente comprensible para todos los
miembros de la comunidad.
La elección de las prioridades. Liderazgo y reuniones.
Los líderes y las personas elegidas para desempeñar funciones de
manejo y coordinación, tienen la responsabilidad de interpretar los
5. deseos comunitarios en cuanto a la planificación y la puesta en
marcha de un proyecto.
El proyecto comunitario es un conjunto organizado de acciones que
codifican las preferencias y deseos prioritarios de toda la comunidad.
No se refiere a los deseos de individuos concretos, de facciones o
grupos de poder dentro de la comunidad, o de entidades externas.
Lo que debería suceder es que la comunidad aprenda a movilizarse y
todos sus miembros participen en la elección de las acciones a
emprender. La metodología sugerida busca que los procesos sean
comunitarios y que las elecciones y decisiones sean las de toda la
comunidad.
Este objetivo se logra en forma comunitaria, mediante un trabajo en
reuniones, debidamente liderado, que se enfoca hacia la solución
organizada de las cuatro preguntas claves.
La gestión de proyectos se dirige entonces a las cuatro preguntas
siguientes ya mencionadas:
- ¿Qué queremos?
- ¿Qué tenemos?
- ¿Cómo podemos utilizar lo que tenemos para lograr lo que
queremos?
- ¿Qué pasará cuando lo hagamos?
Estas preguntas se pueden presentar en diversas formas y es tarea
del liderazgo el enriquecer el punto de vista de las personas con
diversas metáforas y representaciones. Por ejemplo, esta es una
metáfora geográfica de las preguntas:
• ¿Dónde queremos ir?
• ¿Dónde estamos?
• ¿Cómo podemos ir desde donde estamos hasta donde
queremos estar?
• ¿Qué pasará cuando lleguemos?
Otra aproximación es la metáfora temporal
• ¿Cuándo queremos llegar?
• ¿En qué punto de avance estamos?
• ¿Qué experiencia hemos acumulado para llegar?
• ¿Qué pasará más adelante?
El primer conjunto de preguntas se plantean en términos de un deseo
material: “qué” se quiere. Este enfoque es útil si las prioridades de la
comunidad pueden expresarse en términos de construcción,
6. adquisición, mantenimiento, reparación o posesión de “algo” de valor
o utilidad.
La metáfora geográfica puede utilizarse cuando el deseo de la
comunidad es una idea no material, como un cambio en las normas,
el establecimiento de procedimientos o de sistemas de valores. La
relación entre las cuestiones continúa siendo la misma.
Las comunidades tienen prioridades que dependen de sus
circunstancias. Podrán ser de formación, de crecimiento en la
amistad, de proyección al medio, de solución de problemas, de
participación, de organización, de proyectos sociales, de recreación.
Todas estas áreas se pueden examinar a la luz de las cuatro
preguntas señaladas o de sus variaciones.
En cada caso las cuatro preguntas se relacionan entre sí como una
unidad; (1) se identifica el deseo, (2) se identifican los recursos
reales, (3) se identifican los medios de usar estos recursos para
conseguir los fines deseados y (4) se predicen algunos de los
impactos y consecuencias.
El diseño del proyecto a través de las preguntas claves
El examen detallado de las preguntas lleva a la siguiente secuencia
de acciones que hacen parte del diseño del proyecto
• Se define una zona de trabajo o problema
• Se define una meta de solución a este problema
• Se desglosa la meta en un conjunto limitado de objetivos
• Se identifican recursos e impedimentos.
• Se genera un conjunto de estrategias para utilizar estos
recursos, evitar los impedimentos y obtener los objetivos.
• Se elige la estrategia más efectiva.
• Se toman decisiones de tipo práctico y de organización
(estructura necesaria, quién hace qué, presupuesto, agenda).
• Se toman decisiones sobre la supervisión, los informes y la
evaluación.
La pregunta de gestión ”¿Qué queremos?” tiene que ver con los tres
primeros temas de la lista anterior:
• ¿Cuál es el problema?
• Definir la meta como solución al problema.
• Desglosar la meta en un conjunto limitado de objetivos.
Nuestros objetivos especifican lo que queremos. Son la respuesta al
problema prioritario que quiere resolver la comunidad al enfocarse en
un proyecto.
7. La pregunta de gestión “¿Qué tenemos?” se enfoca mediante el
tema:
• Identificar recursos e impedimentos.
La pregunta “¿Que tenemos?” se puede mirra desde dos puntos de
vista opuestos y complementarios: (1) qué es valioso o útil dentro de
lo que tenemos (es decir qué recursos tenemos que nos puedan
ayudar a conseguir lo que queremos) y (2) qué puede obstaculizar
(impedimentos) el camino para lograrlo.
La pregunta “¿Cómo utilizar lo que tenemos para conseguir lo que
queremos?” se refiere a los tres puntos:
• Generar un conjunto de estrategias para utilizar los recursos,
evitar los impedimentos y obtener los objetivos.
• Elegir la estrategia más efectiva.
• Decidir la organización que se requiere para tener éxito
(estructura, quién hace qué, presupuesto, agenda).
Pueden resultar diversas estrategias, siendo deseable aprender a
depurar la existencia de varias alternativas y seleccionar la más
adecuada, mediante un buen trabajo de grupo. Así se logra que el
proceso de toma de decisiones sea más participativo.
La organización de las actividades exige acciones de liderazgo y debe
estar por supuesto basada en los objetivos y la estrategia elegidos
por la comunidad.
Dependiendo del tipo de proyecto, puede ser muy importante definir
lo relacionado con presupuestos.
Puede que se requiera elaborar presupuestos detallados. Estos deben
quedar por escrito, considerando los distintos aspectos, en forma de
una tabla . Cada línea de esta tabla incluye los costos de cada punto
del presupuesto. Las líneas se agrupan según los tipos similares de
gastos y se totaliza. Tal presupuesto debe ser una estimado realista
de los costos comprendidos en la puesta en marcha del proyecto.
Puede que sea necesario conseguir financiación para adelantar el
proyecto. En tal caso, debe explorarse y definirse el potencial para
una eventual autofinanciación por parte de la comunidad misma o la
financiación por parte de otros medios distintos.
Deben definirse las contribuciones de los miembros de la comunidad,
en lo posible, en términos monetarios. Igualmente los demás aportes
comunitarios que están disponibles para el proyecto.
8. Cuando se trate de recursos externos, deben definirse las cantidades
esperadas, las acciones para gestionarlos y las responsabilidades que
se asumen por parte de los miembros de la comunidad.
El tema del manejo ordenado del dinero y de los recursos es de suma
importancia. Debe existir un manejo transparente, actualizado y
ordenado de las cuentas. En este manejo reside buena parte del éxito
o del fracaso de los proyectos comunitarios.
La cuarta cuestión “¿Qué pasará cuando lo hagamos?” tiene que ver
con muchos puntos importantes del diseño del proyecto que se
resumen en tres:
• Supervisión
• Reportes e informes.
• Evaluación.
Estos son temas esenciales, pero frecuentemente ignorados por los
líderes de las comunidades, sobre todo cuando tienen poca
experiencia.
La supervisión es el seguimiento de la marcha del proyecto según se
va completando. Se deben supervisar tanto las acciones
emprendidas, como también los resultados de estas acciones. Lo que
se quiere es mantener el proyecto en el buen camino. La tendencia
natural de las cosas es a que se deterioren. Por ello se requiere una
cariñosa atención para mantenerlas dentro de los objetivos deseados.
Los informes o reportes son los medios, verbales a veces, otras veces
escritos, para mantener informada a la comunidad y a los demás
implicados, sobre el desarrollo del proyecto. Las personas son
curiosas por naturaleza, desean estar informadas. Ello mantiene el
compromiso y el entusiasmo. La falta de información genera
desconcierto y desánimo.
La evaluación se hace para examinar lo que está sucediendo y los
impactos y resultados de las acciones. Lo normal es que haya cierta
complejidad en los proyectos y que se generen resultados
inesperados. Por ello, debe ser posible cambiar los planes, las metas,
los objetivos y las estrategias si hace falta.
La comunidad debe tener la sabiduría para ajustar el proyecto hasta
lograr objetivos que contribuyan a su crecimiento, a la amistad, al
fortalecimiento, a la unidad.
En los procesos de supervisión pueden intervenir los miembros de la
comunidad, los coordinadores de la comunidad de comunidades y las
9. entidades externas, según el caso. Cuando hay donantes, es vital la
rendición de cuentas.
En ciertos casos, el diseño del proyecto debe llegar hasta señalar
cómo se medirán los logros y cómo se verificarán.
..............
Igualmente es a veces necesario definir en el diseño del proyecto
cómo preparar y entregar los informes. En general se debe enfatizar
la información sobre los resultados del proyecto, comparándolos con
los objetivos y no solamente informar de las actividades realizadas.
Aunque las cuatro preguntas clave de la gestión, y su ampliación a
los diferentes temas señalados abarcan lo esencial del diseño de
proyectos comunitarios, hay algunos otros elementos que se pueden
añadir a este diseño.
• Título del proyecto. Cuando se titulan las cosas se tiene un
mayor sentido de pertenencia.
• Descripción de los beneficiarios y cómo se benefician. Es
importante enfocarse en el servicio cuando se trabaja
comunitariamente.
• Situaciones existentes y problemas que se van a resolver. El
espíritu del mejoramiento continuo mantiene viva a la
comunidad.
• Metas y actividades. Cuando se expresan las metas en forma
clara son mayores las posibilidades de éxito. Cuando para cada
meta se señalan actividades, es más factible trabajar de forma
coherente y organizada.
• Agenda y etapas del proyecto. El manejo adecuado del tiempo,
en un mundo lleno de afanes e incumplimientos es vital, si no
se quiere recargar a la comunidad con frustraciones. Cada
actividad tiene su tiempo y su afán propio y es importante
cumplir lo que se promete.
• Perfil y diagrama de la comunidad y de su capacidad de
organización. La idea es avanzar de forma gradual, adquirir
experiencia de forma continua, conocerse a si misma como
comunidad a través de la práctica de los desafíos posibles,
hacia la gran utopía.
• Análisis de los costos y beneficios. Se trata de recapitular, para
poder celebrar los éxitos. Se trata de modelar los proyectos
hacia otros grupos humanos, de entender la extensión de los
logros, de ser conscientes de los esfuerzos.
• Descripción de las tareas. En ciertos casos se debe profundizar
sobre las tareas, especialmente cuando hay falta de
conocimiento y de práctica. Es posible que se requiera
capacitación y entrenamiento. Es importante que las personas
conozcan sus limitaciones y habilidades.
10. • Elaboración de resúmenes. Puede ser importante hacer un
resumen del proyecto, para explicarlo a otros, para
comprenderlo mejor.
Lista modelo para el diseño de proyecto
La tabla siguiente muestra lo que podría ser una lista modelo de
temas a considerar en el diseño de un proyecto comunitario:
Tema Comentario
Título del proyecto Que sea llamativo. Que energice.
Situación Lo que se quiere resolver. El problema
que justifica el proyecto.
La meta La solución que se va a dar. El aporte
del proyecto.
Los objetivos Los deseos del proyecto.
Los recursos Con lo que se cuenta. Con lo que se
podría contar, dentro o fuera de la
comunidad.
Los impedimentos Riesgos o dificultades a tener en
cuenta.
Estrategias posibles Las formas en que se pueden lograr los
objetivos. Las alternativas de solución.
Estrategia Aquella que el grupo escoge de forma
seleccionada participativa y unitaria. Se siente bien,
es posible y se puede ejecutar.
Organización Cómo se van a organizar las cosas para
que todo salga bien. Responsabilidades.
Presupuesto y cómo se gestiona.
Supervisión Seguimientos a llevar a cabo. Aspectos
que indican que todo va según lo
previsto.
Reportes Formas de dar a conocer el proyecto, su
avance, sus resultados. Cómo sentirse
informado y entusiasta.
Evaluación Cómo se miden los resultados. Formas
de revaluar el proyecto para que salga
muy bien.
Otros temas Temas más técnicos, presupuesto
detallado, agenda, listas, diagramas,
información complementaria
Planificación de un proyecto
11. La palabra inglesa SMART significa inteligente. Se acostumbra
utilizarla como acrónimo de los adjetivos Specific (específico),
Measurable (medible), Achievable (realizable), Realistic (realista) y
Time-Bound (limitado en tiempo). Un buen objetivo es SMART, es
decir, cumple los adjetivos señalados.
Los objetivos son las formas de especificar las metas. Al preparar el
diseño de un proyecto, se establecen las metas del proyecto. La meta
se define fácilmente como la solución del problema que se ha
identificado. En general una meta es demasiado general y no fácil
obtener un consenso sobre cuándo se ha logrado.
. ...
Por esta razón, se trabajan las metas mediante objetivos. Un objetivo
se deriva de una meta, tiene la misma intención que una meta, pero
es más especifico, cuantificable y verificable que la meta.
Por ejemplo, supóngase que el problema identificado por los
miembros de la comunidad es “falta de conocimientos sobre la
Iglesia”. Por tanto, la solución a ese problema, la meta, es “traer
conocimientos sobre la Iglesia a la comunidad”. Se puede demostrar
al grupo la vaguedad de esta meta saliendo de la sala, volviendo con
un libro sobre la historia de la Iglesia y mostrándoselo. “Muy bien,
aquí está el conocimiento deseado. Ya lo he traído a la comunidad. Es
decir, ¿ya se ha completado el proyecto?, ¿hemos conseguido nuestra
meta?”
.
Suponemos que se reirán o dirán que obviamente ellos no se referían
a un libro que nadie ha leído cuando dijeron “traer el conocimiento a
la comunidad”. La respuesta es, entonces, que el diseño del proyecto
o la propuesta debe ser más específico sobre cada objetivo, para que
no haya lugar a diferentes interpretaciones.
Un objetivo tipo SMART para esta meta de traer conocimiento sobre
la Iglesia a la comunidad, podría ser organizar una serie de charlas
mensuales, en las reuniones de comunidad, durante los próximos
doce meses, sobre la historia de la Iglesia, de forma que se examinen
las dudas que las personas tienen sobre el papel de la Iglesia en el
desarrollo humano.
Los adjetivos SMART se refieren a los siguiente:
Específicos: Es decir, claros sobre el qué, el dónde, cuándo y cómo se
va a cambiar la situación que se desea mejorar.
Medibles: Es decir, que sea posible cuantificar los logros y beneficios.
12. Realizables: Es decir, que sea posible lograr los objetivos, conociendo
los recursos y las capacidades disponibles para la comunidad. Que no
se dé lugar a una frustración.
Realista: Es decir, que sea posible obtener el nivel de cambio
reflejado en el objetivo
Limitado en tiempo : Es decir, que se establezca el periodo de tiempo
en el que se debe completar.
Proponemos a las comunidades EAS que ensayen esta metodología
de planeación de proyectos a algunas de las situaciones existentes en
los grupos. Por ejemplo:
- Cómo fortalecer el compromiso.
- Cómo fortalecer la formación sobre temas importantes para los
EAS.
- Cómo fortalecer el compartir del día de vida.
- Cómo fortalecer y enriquecer el compartir.
- Cómo ser más profundos y sentidos en la oración.
- Proyectos que se desean emprender en grupo.
El síndrome de dependencia
Cuando los miembros de una comunidad carecen de confianza en sí
mismos es difícil embarcarse en proyectos, ¿qué es lo que hace falta
cambiar en este caso?
En este caso se podría hablar del “síndrome de dependencia”, que es
la actitud y la creencia de que un grupo no puede resolver sus
propios problemas sin ayuda externa.
Para entender este síndrome, considérese el caso de una entidad
externa, por ejemplo una ONG internacional, que llega a un barrio y
entrega algún tipo de mejora (por ejemplo, un suministro de agua).
Es natural que las personas del barrio vean la mejora como
perteneciente a la agencia externa. Cuando esta agencia se marcha o
se queda sin fondos, es muy posible que los miembros de la
comunidad no tengan la motivación para reparar y mantener la
mejora o para sostener el servicio con miras a que se siga utilizando
de forma efectiva.
Para que ello pueda ocurrir, los miembros de la comunidad deben
tener un sentimiento de propiedad sobre la mejora. Este sentimiento
de responsabilidad se describe a veces como sentido de pertenencia.
Esto se facilita cuando el conjunto de la comunidad se ha visto
inmersa en las decisiones relacionadas con la mejora (planificación y
13. gestión) y sobretodo cuando ha contribuido de buena gana a los
costos de su construcción. Es evidente que en todo servicio o mejora
se debe prever la necesidad de reparación y mantenimiento.
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Aunque siempre se ha considerado la auto confianza de las
comunidades como algo bueno, que promueve las bases de la
democracia, los derechos humanos y la dignidad humana, en la
actualidad se va mucho más lejos que todo eso. Si las comunidades
no pueden fortalecerse y hacerse autosuficientes, sencillamente no
se desarrollarán, y por tanto, la pobreza y la apatía acabarán por
destruirlas.
Esto no se refiere solamente a proyectos sociales para barrios pobres.
Tiene que ver con todos los ámbitos. Si una pequeña comunidad EAS
cree que no es capaz de hacer proyectos, que todo debe llegar de la
dirección o de la coordinación, se genera una falta de sentido de
pertenencia y una tendencia a criticar las propuestas externas.
Contrarrestar la dependencia es entonces una meta importante. Esta
es la razón para emprender proyectos propios. Cuando una pequeña
comunidad se compromete con un proyecto, tiene la oportunidad
para aprender a obtener recursos, especialmente cuando todos sus
miembros se entregan generosamente. Se aprenden todas las
virtudes de la independencia: cómo conseguir el dinero y otros
recursos, cómo asegurarse de que las cuentas sean transparentes y
simples, cómo convertir las donaciones no monetarias en valores
tangibles, cómo administrar el tiempo, cómo trabajar en grupo, cómo
evaluar, cómo reportar, cómo organizar eventos, cómo celebrar los
logros.
Recursos internos comunitarios
Cuando una comunidad decide utilizar más de sus propios recursos,
se hace más autosuficiente. ¿Qué recursos propios se pueden
identificar y utilizar en comunidades como las de los EAS?
Si nos atrevemos a hacer una lista de nuestras fortalezas y recursos
comunitarios, eso nos va a impulsar en la dirección de la
autosuficiencia, de la capacidad para realizar proyectos.
Sugerimos la siguiente lista:
• Nuestra capacidad propia para comprometernos con
donaciones: dinero, tierra, edificios, suministros y elementos.
• Nuestra capacidad de realizar contactos con otras personas y
entidades generosas que quieran apoyar nuestros proyectos.
• Nuestra capacidad para realizar gestiones de tipo comercial o
de relaciones: gestión de obsequios de empresas y negocios
14. que quieran anunciar sus buenas intenciones y apoyar a la
comunidad.
• Capacidad para emprender actividades que generan recursos,
por ejemplo balies, rifas, bazares, costureros, subastas.
• Nuestra capacidad de aportar trabajo comunal: tiempo y
esfuerzo donado por los miembros de la comunidad, algunos no
especializados y otros especializados, en todo tipo de
actividades.
• Nuestra capacidad para enseñar y compartir.
• Nuestras bibliotecas familiares.
• Recursos de las empresas en las que trabajamos.
• Nuestra experiencia.
• Nuestro acompañamiento y ánimo.
• Nuestra capacidad para aportar alimentos y sus preparación.
• Nuestra capacidad para gestiones con el estado, con
Organizaciones no gubernamentales (ONGs), con benefactores
que quieren permanecer en el anonimato.
Conclusiones
Pensamos que este escrito puede contribuir a que los EAS crezcan en
su capacidad para participar y aportar en la comunidad de
comunidades a nivel local, nacional e internacional.
Sugerimos a los EAS ensayar esta metodología de proyectos u otra
similar o mejorada, para fortalecer las comunidades. Igualmente a
nivel personal y familiar.
Un proyecto que les proponemos es que participen en la elaboración
de estos Escritos de Formación en forma comunitaria, que cada
comunidad contribuya con un tema y lo envíe al Comité de Formación
para ser incluido en la entregas regulares como esta.