3. Para modificar conductas con la
utilización de reforzadores
positivos hay que tomar en cuenta
que existen factores que
determinan el grado de influencia
que tiene el principio del refuerzo
en la conducta. Estos factores han
sido formulados como guías para
usar el reforzamiento positivo en
la consecución de conductas
deseables.
UTILIZACIÓN DEL REFORZAMIENTO
POSITIVO
13. Los reforzadores no programados que tienen lugar en el
curso normal de la vida cotidiana se conocen como
reforzadores naturales y ocurren en entornos naturales.
Estas consecuencias pueden manipularse
deliberadamente por psicólogos, profesores y programas
de modificación de conducta, y en esos casos se
denominan reforzadores arbitrarios, artificiales o
programados.
Independizar al Estudiante del
Programa y El Cambio a los
Reforzadores Naturales
14. Después de haber establecido una conducta gracias al
uso correcto del refuerzo positivo, es posible que un
reforzador del entorno natural de la persona asuma su
mantenimiento.
Los profesionales tienen que anticipar que el
comportamiento que se está estableciendo en el
programa de entrenamiento será reforzado y
mantenido en el entorno natural. Si la conducta
reforzada mediante determinado programa, no es
seguida de alguna recompensa al menos de vez en
cuando, ya sea mediante reforzadores arbitrarios o
naturales, volverá a su nivel Original.
15. El principio del reforzamiento
positivo puede actuar en contra de
personas incautas.
Quienes conocen los principios de
refuerzo positivo podrían aplicarlo
para conseguir Cambios deseables
en la conducta.
Una característica comportamental
de estos niños es que evitan mirar
a la persona que les está hablando
y suelen alejarse de los adultos.
Obstáculos en el Refuerzo Positivo
16. Se podría concluir que no quieren nuestra
atención, pero en realidad, los gestos de
aislamiento les proporcionan más atención
social de la que obtendrían mirando a los
adultos. El comportamiento natural de los
adultos frente a ellos es persistir en su intento
de conseguir que los miren cuando les hablen.
Por desgracia, es probable que esta insistencia
refuerce su conducta de aislamiento.
17. Seleccionar la conducta que se quiere aumentar.
El objetivo debe ser una conducta específica (como sonreír) en
lugar de una categoría general (como relacionarse). Además, si es
posible, hay que seleccionar un aspecto que pueda ocurrir bajo el
control de reforzadores naturales después de la intervención
para aumentar su frecuencia. Finalmente, para juzgar con
precisión la eficacia del reforzador, es importante mantener un
registro de la frecuencia de la conducta antes del programa.
Pautas para la Aplicación Efectiva
del Reforzamiento Positivo
18. Seleccionar un reforzador.
A) Si es posible, hay que rellenar un cuestionario sobre
reforzadores seleccionar aquellos que:
- Ya estén disponibles.
- Puedan presentarse inmediatamente después de la conducta
deseada.
Aplicar reforzamiento positivo.
a. Contarle el plan a la persona antes de empezar
b. Reforzar inmediatamente tras la conducta deseada
19. Independizar al Estudiante del Programa.
a.Si durante varios intentos, aproximadamente una
docena, la conducta mantiene una tasa deseable,
se puede intentar eliminar gradualmente los
reforzadores tangibles (como golosinas o
juguetes) y mantener la conducta con
reforzadores sociales.
b.Buscar otros reforzadores naturales en el entorno
que mantengan la conducta una vez que se ha
conseguido aumentar su frecuencia.
20. Para los fines de este apartado, hablaremos sobre
dos fases. Se denomina fase de adquisición a
aquella en que un comportamiento se condiciona o
aprende y fase de mantenimiento al periodo
posterior en que el comportamiento ya está bien
establecido. Habitualmente resulta adecuado
mantener el refuerzo continuo durante la fase de
adquisición y cambiar posteriormente al refuerzo
intermitente durante el mantenimiento.
Ejecuciones Características del
Programa de Reforzamiento
21. El reforzamiento ocurre solo tras un número determinado de
respuestas
En los programas de refuerzo de razón fija (RF), el refuerzo
aparece cada vez que se emite un número determinado de una
clase determinada de respuestas. Cuando estos son
gradualmente introducidos al organismo provocan una
frecuencia de conducta. Este tipo de programa se aumenta de
forma progresiva dado que demandar un alto número de
respuestas inicialmente puede generar un efecto
contraproducente y deteriorar o empeorar el comportamiento
el lugar de incrementarlo; a veces se denomina tensión de
razón a este deterioro de la respuesta cuando se intenta
avanzar con demasiada rapidez en un programa de razón fija;
Programas de Razón
22. Los programas de razón se usan cuando se pretende generar
una alta frecuencia de respuestas y se puede observar cada
respuesta. El programa RF se usa más que el RV en
programas comportamentales porque el RF resulta más
sencillo de administrar.
Los programas de razón son adecuados cuando se quiere
generar una tasa de respuesta elevada y se pueden registrar
todas las respuestas, ya que hay que contarlas para saber
cuándo emitir el refuerzo. La razón fija se emplea más a
menudo que la variable porque su administración es más
sencilla.
Aplicación
23. Es un programa de intervalo fijo, se refuerza la primera
respuesta después de que haya transcurrido un periodo
de tiempo fijo tras la última aparición del refuerzo. En
este momento comienzan un nuevo intervalo y el único
requisito para que se dé el refuerzo, es que la persona
realice dicha conducta cuando el refuerzo está
disponible debido al paso del tiempo. El valor del
programa es la cantidad de tiempo que debe pasar
antes de que se disponga del refuerzo, por ejemplo, si
ha de transcurrir un minuto antes de volver a reforzar la
conducta, estamos ante un programa de intervalo fijo de
un minuto.
Programas de Intervalo Simple
24. Programas de Intervalo con
Margen Limitado
Añadir un margen limitado a un programa de intervalo
tiene un efecto muy evidente sobre el comportamiento.
El margen limitado es un plazo finito, que aparece una
vez que el refuerzo está disponible y dentro del cual ha de
producirse la respuesta para ser reforzada. Un margen
limitado es esencialmente un plazo límite para cumplir el
requisito de respuesta de un programa de refuerzo. Esto
es, una vez que se ha «establecido» el refuerzo, se
«oferta» su disponibilidad durante un periodo limitado,
por ello se dice que hay un margen de tiempo limitado
para su obtención, ejemplo, el juego de la silla caliente.
25. En un programa de duración, el refuerzo se
produce después de que la conducta haya
aparecido continuamente durante un periodo
de tiempo. En un programa de duración fija
(DF), el periodo de tiempo durante el que hay
que generar la conducta se mantiene estable
entre los refuerzos.
Programas de Duración
26. En resumen, los ocho programas de refuerzo descritos y sus efectos
característicos: de razón, de intervalo simple, de intervalo con margen
limitado y de duración; todos ellos con dos modalidades, fija o variable. Los
programas de razón hacen que el refuerzo sea contingente con la realización
de una cantidad determinada de respuestas; los programas de intervalo
simple establecen la contingencia del refuerzo con la aparición de la
respuesta transcurrido un intervalo de tiempo; los programas de intervalo
con margen limitado proporcionan el refuerzo contingente con una
respuesta que se produzca dentro de un periodo de tiempo limitado,
después de que el refuerzo esté disponible; y los programas de duración
hacen que el refuerzo sea contingente con la producción continua de una
respuesta durante un periodo de tiempo establecido.
Repaso General de los Ocho
Programas de Refuerzo Básico
para Aumentar y mantener el
Comportamiento
28. En la mayoría de las situaciones, contamos con varias
opciones de acción diferentes y así, los estudiantes
llegan a casa y pueden ver la televisión, navegar por
internet, hacer los deberes, charlar por teléfono con
los amigos y otras muchas alternativas. Es probable
que cada comportamiento esté reforzado mediante un
programa distinto, pero debido a su coincidencia
temporal en un momento determinado, los
denominamos programas concurrentes de refuerzo.
Programas de Refuerzo
Concurrentes
29. El riesgo más habitual al aplicar el refuerzo intermitente
acecha tanto a los no iniciados en la materia como a
quienes poseen ciertos conocimientos de modificación
de conducta, y podría calificarse como uso irregular de la
extinción. Por ejemplo, los cuidadores suelen tratar de
ignorar inicialmente los berrinches infantiles, pero como
estos persisten, al final, desesperados «se rinden» a las
demandas perniciosas de atención, caramelos o
realmente de lo que sea. De esta manera, los niños
obtienen refuerzo mediante programas de razón variable
o de duración variable, lo cual conduce a pataletas más
persistentes en el futuro.
Errores en la Aplicación del
Refuerzo Intermitente
30. Muchas veces, padres, madres y docentes
argumentan que ceden a las presiones infantiles
porque «la extinción no estaba funcionando»,
sin embargo, es probable que el refuerzo
intermitente resultante genere el
comportamiento con más frecuencia y con
mayor resistencia a la extinción que si se hubiera
reforzado continuamente.
31. El uso adecuado de los programas de refuerzo
intermitente para facilitar y mantener los
comportamientos deseables requiere ajustarse a
las siguientes pautas:
1. Elegir un programa que sea apropiado para la
conducta que se desea fortalecer y mantener
2. Elegir un programa cuya administración resulte
sencilla.
Directrices para un Uso Adecuado
del Refuerzo Intermitente
32. Los seres humanos contamos con la capacidad para ser
reforzados por algún estímulo sin necesidad de que medie el
aprendizaje. Este tipo de estímulos o acontecimientos,
habitualmente importante para la supervivencia o el
funcionamiento biológico, se denominan Reforzadores
incondicionados, es decir, estímulos que refuerzan sin
necesidad de haber sido previamente condicionados. También
se le denominan Reforzadores primarios o no aprendido, y
algunos ejemplos pertinentes serian la comida para una
persona hambrienta, el agua para alguien con sed, el abrigo
para quien siente frío, y el contacto sexual para quien ha
estado privado de él.
Reforzadores Condicionados e
Incondicionados