2. Entre las competencias de los maestros de educación especial, siguiendo a Detraux (1991)
podemos apuntar:
-En relación a las actitudes y actuaciones generales: ser capaz de: Concebir un plan de formación
continua, Desarrollar actitudes positivas más realistas frente a los alumnos, Cooperar con los
colegas, Tener curiosidad a las nuevas aportaciones, Conocer sus propios límites.
-En relación a la evaluación de alumnos: ser capaz de: Escoger información pertinente proveniente
de diversos informes, Entrevistas,... Saber utilizar los diversos niveles de evaluación que vengan de
colegas, de otros profesionales, de evaluaciones formales,... Dar información pertinente para
completar la evaluación global realizada a propósito de un alumno.
3. -Objetivos: ser capaz de: Fijar objetivos realistas, Utilizar los útiles de evaluación para
establecer los programas individuales, Integrar la información proveniente de la evaluación
para definir el nivel de habilidad y las necesidades prioritarias.
-Enseñanza: ser capaz de: Organizar una clase de manera adecuada, Preparar el material
individual con el fin de que el alumno esté motivado y centrado sobre la tarea, Organizar
el tiempo para favorecer el acceso a los recursos.
-Evaluación de los programas: ser capaz de: Seleccionar la información pertinente para
hacer el informe anual de evolución de los niños, Utilizar los útiles de evaluación sumativa
para aprehender el progreso de cada alumno.
-Consejo y consulta: ser capaz de: Desarrollar un diálogo con el alumno en lo que
concierne a su progreso, Dar feed-back positivo a sus colegas, trabajar con los padres.
4. Según (Mendías, 2004):
Las funciones del profesor para atender a una población diversa son., planificador de
la enseñanza, mediador del aprendizaje, gestor del aula, evaluador, investigador e
innovador. Como planificador de la enseñanza, se admite que la educación va más
allá de la habilidad para realizar una operación concreta en unas condiciones
determinadas y que lo verdaderamente importante es la generalización de los
dominios y el desarrollo de las capacidades que los hacen posible. La programación
de la enseñanza, pese a sus aspectos diferenciales, incluiría una triple secuencia de
planificación: estratégica, táctica y operativa (González y Jiménez, 2004).
5. Como mediador del aprendizaje, se defiende la idea de que el profesor deje al
alumno hacer, descubrir, construir su propio aprendizaje. Un profesor que concede
autonomía es un profesor que está atento a intervenir cuando verdaderamente es
necesario su concurso. No se puede ignorar que todo lo que se le enseña al alumno
impide que éste lo aprenda por sí mismo. Como gestor del aula, En la moderna
perspectiva ecológica se acentúa el perfil del profesor como diseñador de un
ambiente propicio para el aprendizaje. Ciertamente, esta función no es nueva, si bien
es verdad que nunca como ahora se había dispuesto de un aparato teórico tan
consistente en torno al profesor comunicador, relacional y colaborativo (Camacho y
Sáenz, 2000; Sanz, 2005).
6. Como evaluador, investigador e innovador Evaluación, investigación e innovación
son procesos complementarios y, en cierta medida, simultáneos. Atribuir al maestro
una acción investigadora es, en la actualidad, una exigencia del principio de
interacción teoría-práctica, una condición indispensable para la reforma de la escuela
y un rasgo de profesionalidad docente (Fernández Pérez, 1995).
7. La profesionalidad docente reside en su capacidad para resolver los problemas
educativos. Por tanto, la formación profesional consiste fundamentalmente en
adquirir conocimientos válidos, es decir, aplicables en la resolución de problemas
(Skrtic, 1991).
8. El docente rehabilitador promueve la participación civil de sus alumnos, frente a los
problemas sociales que determinan su calidad de vida y limitan las posibilidades de
desarrollo de sus comunidades, organiza experiencias de aprendizaje extraescolares,
con el objeto de prolongar el proceso educativo más allá de los muros de la escuela y
propulsa la necesidad de inculcar los más altos valores de respeto, moralidad,
convivencia y solidaridad.
9. De acuerdo a lo anterior infiero que el educador especial debe ser un ente capaz de
dar solución a cualquier tipo de problema que se le presente en el aula de clases.,
debe ser investigador, observador, participativo, y como docente rehabilitador debe
brindar a sus alumnos alternativas de intervención que ayuden a mejorar las falencias
que estén presentando en su proceso de enseñanza- aprendizaje.
10. BIBLIOGRAFIA
UNESCO (1994): Declaración de Salamanca y marco de acción para las necesidades educativas especiales. UNESCO-MEC. Salamanca.
Detrauz, J.J. (1991): Como formar hoy día a los profesores de educación especial. En Zabalza, M.A. y Albete, J.R. (coord..): Educación especial
y formación de profesores. DOE. Univ.Santiago.
Climent Giné. (1995). Aula de Innovación Educativa. [Versión electrónica]. Revista Aula de Innovación Educativa 45. Tendencias actuales y
futuras en la educación especial: nuevos retos para los profesionales.
Fernández Pérez, M. (1995). La profesionalización del docente. Madrid: Siglo XXI.
Camacho, S. y Sáenz, O. (2000). Técnicas de comunicación eficaz para profesores y formadores. Alcoy: Marfil.
Skrtic, T.M. (1991): Behind special education: A critical analysis of professional culture and school organization. Denver: Love Publishing.
Mendías, A. Mª (2004). Motivos que determinan el acceso a los estudios de magisterio del alumnado de Granada e influencia de factores
institucionales en la modificación de las actitudes iniciales. Granada: Arial.
Resolución número 2565 de (2003). Ministerio de Educación Nacional. Artículo 5º, hoja nº 3.