1. Este libro supone una reflexión de la educación desde el optimismo, a través de
los diferentes capítulos: el aprendizaje humano, los contenidos de la enseñanza, el
eclipse de la familia, la disciplina de la libertad, hacia una humanidad sin humanidades
y educar es universalizar. Para hacer el trabajo de este libro he seleccionado algunas
frases que me han llamado la atención y he hecho mi propia reflexión al respecto.
Antes de dar paso a la reflexión he de decir que este libro me ha resultado muy
inspirador, invita a la reflexión y destaco la carta que escribe a la ministra evidenciando
la necesidad de un cambio del sistema educativo
“La verdadera educación no sólo consiste en enseñar a pensar sino también en
aprender a pensar sobre lo que se piensa” “Lo importante es enseñar a aprender. El
arte de enseñar a aprender consiste en formar fábricas y no almacenes”.
Ambas frases hablan sobre el aprendizaje humano y el meta-conocimiento.
Esto me remite directamente a la competencia de aprender a aprender. Hoy en día
aspiramos a una educación más completa y además queremos que los alumnos sean
capaces de aprender a lo largo de toda la vida. Por ello buscamos una educación que
haga libre a los individuos para poder evolucionar de forma independiente, es decir, la
educación pretende no dar soluciones, sino herramientas para llegar a ellas.
“Cada vez con mayor frecuencia, los padres y otros familiares a cargo de los niños
sienten desánimo o desconcierto ante la tarea de formar las pautas mínimas de su
conciencia social y las abandonan a los maestros, mostrando luego tanta mayor
2. irritación ante los fallos de éstos cuanto que no dejan de sentirse oscuramente
culpables por la obligación que rehúyen”.
La coordinación entre familias y el centro educativo es un factor fundamental
para lograr la calidad educativa. Pero esta coordinación también es necesaria para
lograr ciudadanos cívicos, comprometidos con las normas y reglas sociales e
implicados en su comunidad. Es decir, es algo más profundo que alcanzar los
contenidos escolares, es partir de un proyecto educativo que también sea un proyecto
social y de esta manera realmente la educación realmente será un valor añadido para
la sociedad, para que pueda avanzar y desarrollarse. Se dice que actualmente vivimos
una crisis de económica, pero también una crisis de valores, en cierto sentido nos ha
cegado el nuevo capitalismo y hemos perdido de vista los valores fundamentales,
menos atrayentes a primera vista, pero más verdaderos. Todos los centros educativos
y los maestros son conscientes de que con esta coordinación entre el espacio
educativo escolar y el familiar se avanzaría mucho más. El problema es que muchas
familias no sienten esta necesidad, bien porque no creen que sea su labor, o bien
porque no saben cómo hacerlo. Sería muy interesante que los centros educativos
ofrecieran de forma más normalizada escuelas de padres, donde se sensibilizara sobre
esta necesidad, se dieran pautas y se canalizaran las buenas intenciones que muchas
familias tienen, aunque a veces se ven faltos de herramientas para llevarlas a cabo.
Fernando Savater también hace referencia a la falta de empatía que algunas familias
muestran a los maestros, a través de estas escuelas de padres también podría
trabajarse este tipo de actitudes y cambiar la mentalidad para trabajar en la misma
dirección, y no en direcciones opuestas. Aunque también es justo decir que la mayoría
de las familias son agradecidas y respetosas con el trabajo de los maestros.
“En demasiadas ocasiones, los padres no educan para ayudar a crecer al hijo sino
para satisfacerse modelándolo a la imagen y semejanza de lo que ellos quisieran
haber sido, compensando así carencias y frustraciones propias”.
Actualmente vivimos una corriente de descubrir talentos, esta corriente trata
de encontrar aquella cualidad de cada individuo que le hace único y diferente a los
demás. Una vez descubierta ha de desarrollarse y potenciarse. Esta corriente sería el
3. antídoto perfecto para esta forma equívoca que la frase transmite sobre la educación
de los hijos. No tratar que tu hijo sea lo que tu deseas, sino descubrirle a él como una
persona única y diferente a las demás y a través de las experiencias descubrir cuáles
son sus intereses, y habilidades y de esta manera ayudarle a desarrollarse como
persona y potenciarle sus puntos fuertes.
Otro antídoto contra esta tipo de pensamiento es fomentar el desarrollo integral de
nuestros alumnos, tal y como recoge la L.O.E. Puede decirse que una persona que se
desarrolla de forma integral, valorando de forma equitativa los distintos aspectos de la
realidad: social, afectivo, cognitivo, motor…será una persona equilibrada, libre de esas
carencias y frustraciones, y de esta manera cuando forme una familia igualmente
tratará de educar a su hijo/a en el equilibrio, evitando prácticas dañinas.
“No es que los pequeños no deseen saber; pero su curiosidad es mucho más
inmediata y menos metódica que lo exigido para aprender”.
Esta frase refleja el cambio que de forma inminente necesita la educación. La
teoría sobre psicología del aprendizaje a avanzado mucho, ya sabemos muchas teorías
sobre los principios psicopedagógicos y que es lo más conveniente para aprender. Sin
embargo nuestro sistema educativo sigue anclado en un tipo de escuela tradicional
que no da respuesta a las necesidades reales de los alumnos. Tenemos que acercar las
escuelas a la vida real.
“Poco importa lo que se enseñe, con tal de que se despierten la curiosidad y el gusto
de aprender”. “Hay que ser capaz de ponerse en el lugar de los que están
apasionados por cualquier cosa menos por la materia cuyo estudio va a iniciarse”.
Esta frase refleja un detalle muy importante, en el cole y en la familia, lo
importante no son solo los contenidos, sino las capacidades y las competencias.
Favorecer la autonomía, el aprender a aprender, la iniciativa, acercarnos a sus
intereses para llevarles a nuestro terreno, pero siempre partiendo de los alumnos,
como centro de nuestra intervención educativa.
“La diversidad cultural es el modo propio de expresarse la común raíz humana, su
riqueza y generosidad”. –
4. Esta frase la he elegido porque la considero muy importante el momento en el
que vivimos. Vivimos en un mundo globalizado, en constante movimiento y por ello
hemos de adaptarnos a la realidad de nuestras aulas, que es diversa. Diversa en cuanto
a estilos de aprendizaje, ritmos de aprendizaje, formas de entender y vivir la vida,
nacionalidades, idiomas…Esto ha de condicionar desde como planteamos nuestra
programación: ha de ser abierta y flexible para que todos se vean reflejados, y también
en las actitudes y modelos que transmitimos a los alumnos, si nosotros vemos la
diversidad como riqueza, los alumnos así lo entenderán también.