El documento discute las lecciones aprendidas sobre los éxitos y fracasos de los planes de calidad en la industria metalmecánica. Señala que la falta de compromiso y participación de la alta gerencia en el desarrollo y supervisión del plan es una razón por la que estos planes suelen fallar. Explica que para que un plan de calidad tenga éxito, es necesario que la alta gerencia se involucre, comprometa y participe activamente en su preparación y aplicación, seleccionando las técnicas adecuadas a sus neces

1. Título: Calidad, Observaciones sobre éxitos y fracasos en la industria metalmecánica-
Enseñanzas y Recomendaciones
Autor: Alejandro Tort y Oropeza
Fecha:
Especialidad Mecánica y Mecatrónica
Palabras clave Plan de calidad, ejecutivo principal, compañía, empresa, compromiso, mejora
en la calidad, técnicas, excelencia, productividad
La mayoría de los planes para mejorar la calidad enfocan la solución desde un punto de vista
preponderantemente técnico. La falta de compromiso e involucramiento del ejecutivo principal y de su
planta mayor en la elaboración y supervisión del plan y la falta de interés de los niveles ejecutivos en
familiarizarse con los detalles y posibilidades de las técnicas para mejorar la calidad, son razones por
las que un plan de calidad se malogra. La calidad es más que nada el resultado de la actitud de la
gente y modificarla es difícil y para que un plan de calidad funcione, es necesario que el ejecutivo
principal se involucre, se comprometa y participe en la preparación del plan y en la supervisión de su
instrumentación, escogiendo las técnicas disponibles que más se adapten a sus necesidades y
posibilidades para construir con ellas y con sus ideas su propio plan. Como en todos los planes
exitosos, el compromiso, la participación y la dirección de la alta gerencia son indispensables. Además,
para involucrar a la mayor parte de los departamentos integrantes de una empresa en la participación
activa del plan, se hace uso del control total de la calidad, la cual es una técnica sofisticada que bien
dirigida, lleva a la compañía a niveles de excelencia en calidad y en productividad, lo que requiere de
una colaboración institucionalizada.