4. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
GENERALIDADES
La relación existente entre la nutrición y las enfermedades del aparato digestivo es
bidireccional. Muchas enfermedades digestivas pueden ser causa de alteraciones
nutricionales (por ejemplo, enfermedades malbasortivas del intestino delgado); y a la
inversa, algunas enfermedades digestivas, como ser la celíaca, son ocasionadas
directamente por algún elemento dietético.
Para todas las patologías gastroenterológicas hay ciertas recomendaciones nutricionales.
La terapéutica del aparato digestivo tiene como fin analizar el diagnóstico, la clasificación y
el abordaje general de los trastornos frecuentes, jerarquizando aspectos trascendentes
desde el punto de vista médico y de la terapia nutricional.
Para el análisis de las patologías digestivas es necesario hacer una diferenciación de las
mismas en dos categorías: las de tipo funcional y las orgánicas.
Patologías funcionales
Los trastornos funcionales del tracto gastrointestinal
son el motivo de consulta más frecuente al
gastroenterólogo. Constituyen el 40% de la patología
gastrointestinal y afectan todos los segmentos del tubo
digestivo. Generalmente están definidos por síntomas
que tienen una evolución crónica, y no se acompañan
de signos clínicos ni alteraciones estructurales o
bioquímicas.
Diagnóstico
Para el diagnóstico de estas patologías se utilizan actualmente los criterios de ROMA III,
basados en síntomas estandarizados y reconocidos internacionalmente. Los mismos tienen
como objetivo conducir al clínico de una manera estructurada y sistemática al estudio de
los pacientes, para descartar el diagnóstico de patología orgánica.
Clasificación de las patologías funcionales
Trastornos funcionales esofágicos
Pirosis funcional
Dolor torácico funcional de presumible origen esofágico
Disfagia funcional y globus
5. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Trastornos funcionales gastroduodenales
a) Dispepsia funcional
Síndrome de distress postprandial
Síndrome de dolor epigástrico
b) Trastornos con eructos
Aerofagia
Eructos excesivos e inespecíficos
c) Trastornos de náuseas y vómitos
Náusea crónica idiopática
Vómitos funcionales
Vómitos cíclicos
Rumiación
Trastornos funcionales intestinales
Síndrome de intestino irritable
Meteorismo
Estreñimiento funcional
Diarrea funcional
Trastornos funcionales intestinales inespecíficos
Síndrome de dolor abdominal funcional
Trastornos funcionales de la vesicular biliar y esfínter de Oddi
Trastornos funcionales de la vesicular biliar
Trastornos funcionales biliares del esfínter de Oddi
Trastornos funcionales pancreáticos del esfínter de Oddi
Trastornos funcionales ano-rectales
Incontinencia fecal funcional
Dolor funcional ano-rectal
Trastornos funcionales de la defecación
6. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Patologías orgánicas
Este tipo de patologías se manifiestan por medio de síntomas que obedecen a una
enfermedad estructural y mejoran al tratar la misma. A diferencia de las funcionales,
presentan una base estructural o bioquímica que permite al clínico a través de estudios de
laboratorio e imagen, establecer el diagnóstico.
8. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
REFLUJO GASTROESOFÁGICO
El reflujo gastroesofágico ocurre cuando el contenido del estómago regresa hacia el
esófago debido a la alteración en los mecanismos de barrera a ese nivel.
Es uno de los trastornos digestivos más frecuentes, los estudios demuestran que hasta el
15% de la población presenta síntomas de reflujo al menos una vez a la semana, y que
alrededor del 7% los padecen a diario.
Causas
La enfermedad se produce cuando se desequilibra el balance entre los factores agresores y
los factores defensivos de la mucosa esofágica. Por ello, las causas que favorecen el
desarrollo de la enfermedad son múltiples.
Alteración a nivel del esfínter esofágico inferior: Se trata de un anillo muscular
que rodea al esófago en su unión con el estómago y normalmente permanece
cerrado impidiendo que el contenido del estómago regrese nuevamente al
esófago. Cuando el esfínter se altera y se produce una disminución de su presión
en reposo, se relaja y no ejerce bien esta función, permitiendo que se produzca el
reflujo.
Alteración del “aclaramiento esofágico”: Es la capacidad del esófago para vaciar
de forma rápida y completa el contenido gástrico refluido.
Alteración de la resistencia de la mucosa: Cuando esta no puede soportar los
factores agresivos, puede favorecer la aparición de la enfermedad y de lesiones en
el esófago.
Síntomas
Los pacientes presentan generalmente los siguientes síntomas:
Sensación de indigestión y acidez, especialmente después de ingerir comidas
grasas o picantes, alcohol, café, bebidas gaseosas, etc.
Episodios de regurgitación ácida.
Dolor abdominal y sensación de pesadez.
Molestias en la faringe y en la laringe, como afonía o sensación de un cuerpo
extraño en la garganta.
Alteraciones respiratorias nocturnas, broncoconstricción, asma crónica, etc.
Hemorragias, cuando existen ulceraciones en la mucosa del esófago.
9. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
El reflujo crónico puede dar lugar a la esofagitis (esófago inflamado), incrementando
adicionalmente la sensibilidad del esófago al ácido y a ciertos alimentos.
Diagnóstico
A pesar de que hay medicamentos muy
eficaces para controlar el reflujo
gastroesofágico, algunos pacientes
prefieren evitar los medicamentos tanto
como sea posible, y prefieren hacer
cambios dietéticos y del estilo de vida.
Un aspecto a tener muy en cuenta es que
al menos el 50% de los casos sufre un
proceso de evolución crónica, por lo que todas las medidas terapéuticas deben ser
instauradas a largo plazo.
El diagnóstico de la enfermedad por reflujo gastroesofágico se realiza fundamentalmente
con la historia clínica del paciente y la descripción de sus síntomas. Cuando la clínica es la
típica de esta enfermedad, rápidamente se instaura el tratamiento sin necesidad de
realizar más estudios. En los casos en que los síntomas no sean tan claros o se sospeche
alguna complicación, se pueden solicitar otras pruebas diagnósticas.
Phmetría: Es uno de los métodos más utilizados para el diagnóstico de la
enfermedad, consiste en medir el pH en el esófago, una prueba que se realiza
mediante una sonda en cuyo extremo se sitúa un electrodo que permite evaluar la
acidez presente en el esófago y, por lo tanto, cuantificar el reflujo.
Endoscopía: Es la técnica más útil para
valorar la intensidad del reflujo
gastroesofágico y confirmar sus
consecuencias sobre la mucosa esofágica.
Consiste en la introducción de una cámara
que permite ver el interior del tubo
digestivo, por lo que también permite
evidenciar las complicaciones del reflujo y clasificar su gravedad.
Complicaciones
Esofagitis: Cuando las defensas normales de la mucosa del esófago no pueden
contrarrestar el daño producido por el ácido que refluye, se altera la mucosa.
Hemorragia digestiva: Es una complicación frecuente que debe sospecharse cuando el
paciente padece anemia debida a la pérdida crónica de sangre.
10. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Esófago de Barret: Cuando hay reflujo, el epitelio del esófago cambia para soportar mejor
la acidez del contenido gástrico a ese nivel (metaplasia). Es de carácter premaligno, pues se
estima que el riesgo de desarrollar un cáncer de esófago es 50 veces superior en estos
pacientes (metaplasia → displasia → cáncer).
Estenosis por esofagitis: Se produce cuando el reflujo es grave y prolongado. Se presenta
en alrededor del 10% de los pacientes con esofagitis no tratada. Se debe a la inflamación y
a la fibrosis producida a ese nivel, como consecuencia del reflujo y suele manifestarse por
la dificultad para la deglución.
Úlcera esofágica: Es más frecuente si cuando hay Esófago de Barrett. Lasúlceras pueden
llegar a ser profundas y desencadenar una hemorragia aguda y perforación.
Tratamiento
Control de peso: La obesidad es una de las razones más comunes del empeoramiento de
los síntomas del reflujo porque el peso excesivo aumenta la presión intrabdominal y hace
que el padecimiento empeore. Generalmente la indicación médica es una disminución de
peso gradual para tratar los síntomas y el reflujo.
Ejercicio regular: El ejercicio regular es también
importante para mantener el peso corporal ideal. Los
pacientes con un peso corporal aceptable deben
mantener su consumo total de energía con bocadillos,
evitando los alimentos que accionen los episodios de
reflujo.
Alimentación: Es recomendable registrar el tipo de alimentos y líquidos que se consumen y
que podrían ocasionar los síntomas.
Cantidad y tiempo de las comidas: El reflujo es menos probable que ocurra cuando el
volumen o la cantidad de comida es pequeño. Por ello, lo aconsejable es que las raciones
diarias se distribuyan uniformemente (3 comidas y 2 bocadillos).
Consejos de alimentación: Las sensibilidad individual a los alimentos varía, de modo que
quienes padecen de reflujo pueden ser sensibles a alimentos aparentemente inofensivos:
lechuga, panes de grano, cebolla, ajo y pimiento.
Cambios en la alimentación y estilo de vida:
Mantener un peso normal. Evitar el sobrepeso.
Evitar ingerir comidas y líquidos 3 horas antes de ir a la cama.
Registrar un diario de alimentos y bebidas que pudieran producir los síntomas.
No usar ropa ajustada sobre el abdomen.
11. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tener en cuenta el factor estrés y los hábitos de alimentación (comer rápido,
comidas abundantes, consumo excesivo de alcohol).
Consumir preferentemente alimentos ricos en fibras y carbohidratos (cereal, pan,
pastas, arroz, etc.).
Evitar el consumo de grasas (no más de 45g por día para los hombres y 30g para
las mujeres).
Evitar el consumo de bebidas carbonatadas de cola, alcohol o café.
Elevar la cabecera de la cama de 10 a 15 cm, de tal manera que la inclinación
ayude a mantener el jugo gástrico en el estómago.
Evitar ejercicios físicos vigorosos, y especialmente abdominales.
Eliminar o reducir el consumo de tabaco.
ALIMENTOS PERMITIDOS ALIMENTOS PROHIBIDOS
Huevos: Tibios, revueltos sin aceite ni
picantes. Preferentemente poché y duros.
Café y bebidas de cola: La cafeína estimula la
secreción del jugo gástrico en el estómago.
Carnes: Pollo, cordero, vaca, pero suaves y sin
grasas.
Jugo de cítricos: Son muy ácidos y pueden
causar molestias.
Pan y cereales: Pan tostado o blanco, avena,
harina de maíz, arroz y atole.
Alcohol: Es un estimulante de la secreción
ácida.
Verduras: Papa, zanahoria, remolacha y otras;
siempre cocidas.
Leche: Especialmente derivados ácidos
(yogurt, queso), pues estimulan la secreción
ácida.
Postres: Galletas, arroz con leche, flan y
gelatina.
Tomate: Y sus derivados: puré, ketchup,
salsas, etc., por su acidez.
Bebidas: Sin gas y no ácidas. Vinagre, pimienta y menta: Son muy irritantes
para el estómago.
Condimentos: Poca sal y azúcar.
Postres: Chocolate, nueces, pasas de uva.
Activan la secreción ácida en el estómago.
Grasas: Estimulan la secreción ácida del
estómago y favorecen la apertura del esfínter
esofágico inferior que favorece el reflujo.
Ejemplo de alimentación saludable
Menú que contiene 35 - 40g de grasa y 30g de fibra.
Desayuno: Un tazón de cereal alto en fibra acompañado por una fruta fresca o
enlatada y leche baja en grasa y/o pan tostado integral o de grano entero con
poca margarina y miel. Té.
12. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Merienda: Sándwiches de pan integral o de grano entero con queso bajo en grasa,
carne magra (con poca grasa), pescado al horno y ensalada. Fruta fresca o
enlatada con yogurt bajo en grasa. Agua, té o jugo diluido.
Comida principal: Vegetales y fajitas de pollo cocinadas con poco aceite, servidos
con arroz cocido al vapor. Agua helada con poco jugo de limón o jugo diluido.
Bocadillos: Fruta fresca, yogurt bajo en grasa, galletas con poca grasa tales como
galletas de arroz, o cocinadas en microondas. Jugo diluido.
Una vez que los síntomas se hayan controlado a través de los cambios en la dieta, la
medicación y formas de vida más saludable, los alimentos excluidos deben ser
reintroducidos en la dieta nuevamente.
Farmacoterapia
El tratamiento farmacológico está dirigido a inhibir la secreción ácida del estómago para
disminuir el factor agresivo responsable de los síntomas.
En los pacientes con síntomas y alteraciones leves se indica el uso de antagonistas de los
receptores H2 (cimetidina, ranitidina, famotidina).
En los pacientes con síntomas más intensos se indica el uso de inhibidores de la bomba de
protones (IBP), como omeprazol, pantoprazol, lansoprazol y rabeprazol. El tratamiento
debe mantenerse durante 8 semanas (en los casos leves) y de 6-12 meses en los casos más
severos. Posteriormente, debe intentarse retirar progresivamente los fármacos y si
reaparecen los síntomas a menos que los síntomas se prolonguen.
En los pacientes con síntomas persistentes (al menos un 5% de los casos) se requiere un
tratamiento quirúrgico. El mismo está indicado cuando la sintomatología continúa, cuando
reaparecen los síntomas al suspender la medicación prolongada y cuando surgen
complicaciones.
HERNIA DE HIATO
En el diafragma hay una pequeña abertura llamada hiato, por donde penetra el esófago. La
localización anatómica natural del estómago se encuentra “del otro lado” del diafragma.
La hernia se produce como resultado del ascenso de una parte del estómago a través del
hiato. Aunque hay varios tipos, la más frecuente es la hernia por deslizamiento (que
ocurre en el 95% de los casos).
13. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Este trastorno, que no siempre produce síntomas; es
más frecuente en personas de más de 50 años,
aunque puede afectar a cualquier edad e, incluso, a
causa de defectos congénitos del propio hiato.
Causas
El diafragma puede estar debilitado por un gran número de causas, patologías o
circunstancias. Además, pueden existir las siguientes causas:
Obesidad: El aumento del volumen abdominal puede hacer presión sobre los
órganos y forzar el paso del estómago a través del hiato.
Envejecimiento: Con el tiempo el diafragma puede volverse algo más débil.
Estreñimiento: Los esfuerzos continuos y la presión en la cavidad abdominal
puede repercutir en el deslizamiento de la parte superior del estómago.
Tos crónica: El constante esfuerzo que supone la acción de toser repercute en el
diafragma.
Tabaquismo: El consumo de tabaco podría estar asociado con la aparición de una
hernia de hiato.
Cirugías: Las operaciones de estómago y de esófago pueden dañar el diafragma y
contribuir a debilitar o ampliar la zona hiatal.
Además, el estrés o levantar objetos muy pesados.
Síntomas
La hernia de hiato no siempre produce síntomas, pero en más de la mitad de los casos
de reflujo gastroesofágico existe una hernia de hiato.
Dolor de pecho: El dolor puede sentirse más en la zona torácica que en la
abdominal, confundiéndose con un síntoma de causas cardíacas.
Tos: Se produce al momento de la digestión por el ascenso del contenido gástrico
y la irritación de la laringe.
Ardor: El contenido ácido irrita las paredes del esófago y puede ocasionar
molestias en la boca del estómago.
Regurgitación: Puede aparecer mal sabor en la boca, mal aliento, y eructos tras la
ingestión de alimentos.
14. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Dificultad a la hora de tragar: La irritación de las paredes del esófago puede
desencadenar una sensación molesta al tragar alimentos sólidos.
Diagnóstico
Las pruebas que confirman la existencia de una hernia de hiato, además de los síntomas
antes descriptos, son:
Radiografía con papilla de bario: Es un método que permite visualizar la hernia
por contraste. En casos de que exista una hernia de gran volumen, la misma podrá
observarse por medio de una simple radiografía de tórax.
La phmetría: Permite determinar en el esófago la presencia de ácido en el
estómago (mediante la medición del pH durante 24 horas).
La manometría: Pone de manifiesto el grado de presión en la zona del esófago.
La endoscopia: Permite
visualizar las zonas de
esófago irritadas por el
ácido gástrico y sirve para
hacer una biopsia para
analizar aquellas lesiones
que pudieran haber
malignizado por una
exposición crónica al reflujo.
Complicaciones
Aunque la hernia de hiato no produce síntomas ni complicaciones, puede derivar en un
estrangulamiento de la porción del estómago que se ha deslizado, lo que puede ocasionar
que dicha parte se necrose (muera) por falta de aporte sanguíneo.
También existe el riesgo de una hemorragia en la que el sangrado puede ocasionar
complicaciones tales como la anemia. El tratamiento consiste en una reparación
quirúrgica.
La acción del ácido sobre las paredes del esófago produce una irritación constante que
puede ocasionar cambios en la estructura de la pared esofágica, provocando la aparición
de algunas patologías como el ya mencionado esófago de Barrett o el reflujo
gastroesofágico (un importante porcentaje de los pacientes que acuden a consulta por
problemas de reflujo tienen una hernia de hiato como causa subyacente).
Además, la acción continua del ácido puede llegar a originar cáncer de esófago,
principalmente a causa de la alteración de las células del estómago a causa del ácido).
15. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tratamiento y farmacoterapia
En caso de presentar síntomas, estos generalmente responden bien a los tratamientos
farmacológicos, pero es importante también recomendar ciertas medidas dietéticas y de
buenos hábitos:
Medidas higiénico-dietéticas:
Evitar: Comidas abundantes, ricas en grasas o picantes (además del chocolate, la
menta y las bebidas gaseosas); y el consumo de tabaco y alcohol, pues disminuyen
el tono del esfínter esofágico inferior.
Realizar un mayor número de ingestas, pero fraccionar la cantidad.
Controlar el aumento de peso, evitar la obesidad.
Esperar dos horas después de la ingesta, antes acostarse.
Elevar la cabecera de la cama unos 20 cm.
Incorporar técnicas de relajación para tratar el estrés.
Tratamiento farmacológico: Debe iniciarse un tratamiento con inhibidores de la bomba de
protones (omeprazol, pantoprazol, lansoprazol) o antagonistas de la Histamina-2
(ranitidina). En algunos casos, puede añadirse algún medicamento que ayude a propulsar
el alimento hacia el estómago como los procinéticos (metoclopramida, domperidona,
cisapride). Es importante evitar los antiácidos u otros medicamentos, sin prescripción
médica, que se utilizan para el tratamiento de la hernia de hiato
Tratamiento quirúrgico: En aquellos en que se producen complicaciones (estenosis,
hemorragias, esófago de Barrett, etc.), o cuando la farmacodinamia no produce los efectos
esperados puede recurrirse a un tratamiento quirúrgico por medio de la técnica
laparoscópica.
El pronóstico de la hernia de hiato, en general, es favorable cuando se consigue el control
de los síntomas con las medidas higiénicas y farmacológicas antes descriptas. Pero en un
20% de los pacientes se transforma en una enfermedad crónica, por lo que la calidad de
vida se ve afectada.
GASTRITIS
La gastritis es una inflamación de la mucosa gástrica (la capa que reviste el estómago por
dentro para protegerlo de la acidez de los jugos gástricos).
16. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
La gastritis puede durar solo un corto tiempo
(gastritis aguda). Pero también puede perdurar
durante meses o años (gastritis crónica).
La gastritis aguda erosiva o hemorrágica se caracteriza por la presencia de erosiones en la
pared del estómago que afectan únicamente a la mucosa.
La gastritis crónica consiste en una inflamación crónica de la mucosa del estómago que
afecta inicialmente a áreas superficiales y glandulares de la mucosa, progresando a la
destrucción glandular (atrofia) y metaplasia (la conversión de las glándulas del estómago
en otras parecidas a las del intestino delgado).
Dentro de este tipo de gastritis se pueden distinguir:
Gastritis tipo A o fúndica: La inflamación afecta
fundamentalmente al cuerpo y al fundus, que
son las porciones superior y media del
estómago. Puede causar anemia perniciosa
(producida por falta de vitamina B12) y
también puede producir el debilitamiento de la
pared del estómago (gastritis atrófica). Este tipo de gastritis predispone a un
mayor riesgo de desarrollar cáncer de estómago.
Gastritis tipo B: Es la más frecuente. Afecta al antro (porción más inferior del
estómago, cercana al píloro) en personas jóvenes, o a la totalidad del estómago en
ancianos. Está producida por la infección crónica por la bacteria H. pylori. Este tipo
de gastritis también predispone a tener mayor riesgo de cáncer
(fundamentalmente los tipos de adenocarcinoma tipo intestinal y linfoma MALT).
Causas y síntomas
La gastritis puede estar producida por múltiples causas: alcohol, tabaco, alimentos,
fármacos (antiinflamatorios no esteroideos, como ácido acetilsalicílico (aspirina),
ibuprofeno o naproxeno), cirugías importantes, infecciones en el estómago (la bacteria
Helicobacter pylori).
Las causas menos frecuentes son:
Trastornos autoinmunes (como anemia perniciosa).
Reflujo de bilis hacia el estómago (reflujo biliar).
17. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Consumo de cocaína.
Ingerir o beber sustancias corrosivas o cáusticas (como venenos).
Estrés extremo (pacientes politraumatizados, grandes quemados, hipertensión
intracraneal).
Enzimas producidas por el páncreas.
Infección viral, como citomegalovirus y el virus del herpes simple (ocurre con más
frecuencia en personas con un sistema inmunitario débil).
Los síntomas son muy variables, ya que cada individuo puede experimentarlos de una
forma diferente. Los más frecuentes son malestar o dolor de estómago, inapetencia,
náuseas, vómitos, eructos, ardor o presencia de sangre en el vómito o en las heces.
Diagnóstico
Los exámenes que se pueden pedir para un correcto diagnóstico de gastritis, y su tipología,
son:
Conteo sanguíneo completo para corroborar la presencia de anemia.
Examen del estómago por medio de una endoscopía.
Exámenes para detectar la presencia de H. pylori.
Examen coprológico para detectar pequeñas cantidades de sangre en las heces, lo
cual puede ser un signo de hemorragia digestiva.
18. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tratamiento
Farmacoterapia: Los fármacos que previenen la aparición de gastritis son
los antiácidos, los antagonistas H2 (que disminuyen la secreción ácida del
estómago), o el sucralfato. Estos fármacos mantienen en el estómago un pH no
excesivamente ácido, disminuyendo así los síntomas de la gastritis y facilitando la
curación. Sin embargo, esto tiene un inconveniente, pues al disminuir la acidez
pueden crecer bacterias que produzcan otro tipo de infecciones (pulmonares, por
ejemplo).
Otras prácticas: Cuando aparecen complicaciones, tales como una hemorragia
digestiva, puede ser necesaria la realización de una gastroscopía, aunque la
mayoría de las veces la hemorragia cede de forma espontánea sin necesidad de
realizar pruebas invasivas. La cirugía generalmente consiste en la extirpación del
estómago, y presenta una mortalidad muy elevada, así que solo debe utilizarse
como último recurso.
Alimentación: En pacientes con gastritis se recomienda seguir ciertas pautas
dietéticas:
METEORISMO Y GASES
Habitualmente hablamos de meteorismo para referirnos a la aparición de síntomas
relacionados con la presencia de gas en el intestino (nitrógeno, oxígeno, hidrógeno,
dióxido de carbono y metano).
ALIMENTOS
RECOMENDADOS
Pasta, arroz, pan blanco,
verduras cocidas y sin
piel, patata, frutas
cocidas, carnes magras,
pescados, clara de huevo,
productos lácteos
desnatados, agua y
bebidas sin cafeína.
Los alimentos se deben
preparar hervidos,
al horno, a la plancha
o al grill.
ALIMENTOS A
CONSUMIR
CON MODERACIÓN
Verduras crudas, ajo,
cebolla, tomate, pepino,
pimiento, productos
integrales o ricos en fibra,
frutas con piel, leche
entera, nata y
mantequilla, quesos
curados, embutidos,
chocolate, hidratos, jugos
de uva y cítricos, bebidas
carbonatadas.
ALIMENTOS QUE
DEBEN EVITARSE
Alimentos y bebidas muy
fríos o muy calientes,
pimienta, vinagre,
pimiento molido,
mostaza, café, té, alcoho,
o las sustancias que
pueden dañar la mucosa
gástrica, como los
antiinflamatorios.
19. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
El gas intestinal proviene de:
La ingesta, es decir, de lo que comemos o de la forma en que lo hacemos.
El aire tragado (una pequeña proporción llega al intestino).
La fermentación de alimentos en el colon producida por la flora intestinal.
La difusión (o paso) de determinados gases desde la sangre al intestino.
Los gases intestinales se eliminan del aparato digestivo por medio de eructos, difusión a la
sangre, metabolismo de las bacterias del colon y eliminación por el ano (ventosidades).
El meteorismo es frecuente en personas con trastornos digestivos de tipo funcional. Sin
embargo, según la edad y la forma en que se presente, puede ser síntoma de diferentes
enfermedades.
Síntomas
La presencia de meteorismo puede
manifestarse por la gran cantidad de
eructos, es decir, aire eliminado a través
de la boca, que suele ser aire del
estómago. Además, es frecuente que
haya distensión del abdomen, con ruidos
intestinales, ventosidades y en ocasiones
dolor provocado por la mayor
sensibilidad del intestino al gas.
Causas
En condiciones de ayuno, en los intestinos existe poca cantidad de gas (100-200 ml), que se
consigue mantener por la existencia de un adecuado equilibrio entre la producción y la
eliminación. Una alteración de este equilibrio puede desencadenar el meteorismo.
Además, puede ser una manifestación de otras enfermedades, tales como:
Intolerancias a determinados alimentos (por ejemplo, a la lactosa o a la fructosa).
La presencia de divertículos en el colon.
Algunos tipos de síndrome de intestino irritable.
Alteraciones en la flora bacteriana habitual del colon, como ocurre por ejemplo al
consumir determinados antibióticos que pueden modificar el equilibrio.
Suboclusión intestinal.
20. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Exceso de la ingesta de aire al comer deprisa (aerofagia).
Situaciones de estrés.
Consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono o bebidas con un alto
contenido de gas.
Cambio brusco en la alimentación (aumento del contenido de fibra).
Antibióticos que alteren la flora intestinal.
Dolor ante la distensión intestinal.
Diagnóstico
La realización de una correcta exploración física es fundamental para orientar el
diagnóstico. En ocasiones, el médico puede solicitar la realización de determinadas
pruebas: un test de intolerancias, análisis de sangre o de las heces, etc.
El meteorismo no es un problema médico serio, pero es una afección muy frecuente y
molesta, que puede ocasionar repercusiones en la calidad de vida.
Tratamiento
Para tratar el meteorismo se recomienda modificar los hábitos alimenticios y el estilo de
vida.
Disminuir el consumo de alimentos flatulentos (grasas, lácteos, bebidas
carbonatadas, fibras, habas, repollo, coles de Bruselas, pan, pastas, manzanas,
peras, melocotones, ciruelas, granos de trigo, maíz y avena, papas, vino tinto y
cerveza; el salvado, sobre todo el procesado (en polvo), y alimentos que contienen
sorbitol en lugar de azúcar.
Comer despacio, masticar bien los alimentos sin hablar de forma excesiva.
Evitar el consumo de chicles, caramelos y tabaco.
Tratar el estreñimiento.
Practicar ejercicio físico.
Cuando se nota mayor distensión del vientre,
acompañada por dolor intenso, se recomienda aplicar
calor local (por medio de una manta eléctrica, etc.), y
situar el cuerpo reclinado hacia delante (incluso de
rodillas apoyado en los codos o en posición fetal).
21. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Farmacodinamia
Los fármacos antiflatulentos, como los derivados de la simeticona o dimeticona pueden ser
útiles. A veces y en función de los síntomas asociados, los espasmolíticos, procinéticos y
fármacos ansiolíticos o antidepresivos a bajas dosis pueden ayudar a resolver el problema.
Cuando el meteorismo es síntoma de una enfermedad concreta (por ejemplo la
intolerancia a la lactosa), el tratamiento deberá ser el de la enfermedad responsable (en
este caso restringir la lactosa en la dieta).
EXTREÑIMIENTO
Todas las personas tienen estreñimiento alguna vez, la mayoría de los casos, dura poco
tiempo y no es serio. Pero es aconsejable tratarlo cuando la frecuencia de defecación es
menor a 3 veces por semana y las heces son duras y secas, acompañadas de cierto dolor.
Causas
Las causas del estreñimiento son muy variadas, por lo que esta afección requiere el
seguimiento de un profesional para determinar el tratamiento más adecuado en cada caso.
Las principales causas son alimenticias y de estilo de vida:
Estrés.
Falta de ejercicio físico (se recomiendan 20-30 minutos de paseo a ritmo normal
para favorecer el movimiento normal de los intestinos).
Dieta pobre en fibra y líquidos; especialmente agua, pues las bebidas con gas o
cafeína pueden provocar alteraciones del tránsito intestinal. La administración de
fibras debe hacerse en forma gradual para evitar su intolerancia.
La presencia de ciertas afecciones
relacionadas con el intestino, tales como:
engrosamiento de la pared intestinal,
inflamación, presencia tumoral, síndrome
de intestino irritable. Ante alguna de estas
causas, no se debe iniciar ningún
tratamiento sin consultar con un médico, pues el uso de laxantes naturales u otros
medicamentos podría enmascarar y agravar la enfermedad.
Hipotiroidismo o diabetes.
Efecto secundario de algún medicamento.
22. Alimentación y Nutrición
21
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Embarazo.
Senectud.
Diagnóstico
Existen principalmente tres tipos de estreñimiento:
Estreñimiento agudo: Es de aparición repentina, ocasionada por algún cambio
reciente (un nuevo tratamiento médico, problemas de estrés, embarazo, etc.), y
que finaliza al solucionar el agente causal. No suele precisar un tratamiento
porque desaparece una vez controlado el agente causal, y generalmente no
presenta recaídas posteriores. Este tipo de estreñimiento es frecuente en los
niños.
Estreñimiento crónico: De origen definido y lejano en el tiempo, produce recaídas
frecuentes. Suele ser habitual en adultos y ancianos.
Estreñimiento idiopático: De origen desconocido y tratamiento poco
determinado, con eficacia comprometida.
Dieta y farmacodinamia
El consumo diario de productos lácticos fermentados que contienen microorganismos
resistentes a la digestión (tales como las bifidobacterias), ha mostrado efectos
beneficiosos.
El tratamiento con leche fermentada (productos lácteos procedentes de los cultivos
lácticos debido a la acción de las bacterias del ácido láctico tales como los
Lactobacillus, Lactococcus y el Leuconostoc) tiende a estabilizar el tiempo total de tránsito
en población anciana: lo acelera en los pacientes con tránsito lento y lo enlentece en los
pacientes de tránsito rápido.
Es recomendable el consumo de aceite de oliva,
puesto que ejerce un incremento del peristaltismo
intestinal por su efecto lubricante y colerético.
También resulta adecuado el consumo de frutas
(frutillas, kiwis, peras, naranjas, manzanas cocidas),
no solo por su contenido en fibra vegetal, sino
porque algunas de ellas (como ocurre con las
ciruelas, que tienen en su composición el ácido dihidroxifenil-isatin) poseen sustancias
estimuladoras del peristaltismo intestinal.
Aumentar el consumo habitual de líquidos, así como la práctica de ejercicio físico permite
regular y estimular la musculatura abdominal.
23. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Laxantes naturales
En el caso de que las variaciones introducidas a nivel nutricional no
hayan logrado el objetivo deseado, se puede recurrir al uso de
laxantes como ayuda externa al problema de estreñimiento.
Los laxantes son agentes que, a través de distintos mecanismos,
logran un aumento del bolo fecal (laxantes mecánicos) y/o facilitan
el vaciado intestinal, al aumentar el peristaltismo del intestino
grueso (laxantes de contacto o irritantes).
Son siempre de uso puntual, una vez descartado que el origen del estreñimiento esté
asociado a alguna patología grave. Además, no es conveniente que se usen por más de una
semana, pues pueden ocasionar diarrea, y también provocar una habituación a nivel
intestinal que a la larga ocasiona un problema muy superior de estreñimiento al que se
pretendía corregir inicialmente.
Laxantes de contacto: Provocan una pequeña irritación a nivel intestinal para facilitar la
expulsión del bolo fecal. Su efecto es rápido (en unas pocas horas) y puede ocasionar
dependencia y diarrea crónica, por lo que se recomienda suspender su administración
después de 7 días).
Los principales son:
Ruibarbo (Rheum palmatum): Se aprovechan la
raíz y el rizoma.
Sen (Cassia senna y Cassia angustifolia): Se usan
las hojas.
Frángula (Rhamnus frángula): Se utiliza la corteza
pulverizada.
Cáscara sagrada (Rhamnus purshiana): Al igual que en el caso de la frángula, se
emplea la corteza pulverizada.
Áloe (Áloe vera, Áloe barbadensis y Áloe ferox): Se emplea un jugo obtenido de las
hojas.
Ricino (Ricinus comunis): Se utiliza el aceite obtenido de la extrusión de las
semillas (machacado de las semillas). Este aceite es muy rico en ácido ricinoleico y
derivados del ácido isoricinoleico. Es el único de los laxantes de contacto que
actúa a nivel del intestino delgado, y no del intestino grueso, como los anteriores.
Laxantes mecánicos: Están compuestos por sustancias que en contacto con el agua del
intestino aumentan de tamaño y esto conlleva también un aumento de la masa del bolo
24. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
fecal. Además, gracias a que estos laxantes absorben el agua, al deslizarse a lo largo del
intestino dejan una película de gel sobre la mucosa intestinal que, además de facilitar la
expulsión de la masa intestinal, tiene un efecto protector sobre esta.
El uso de estos laxantes precisa un aumento en la ingesta diaria de agua, para que puedan
hincharse y llevar a cabo su función, en caso contrario, absorben el agua presente en el
intestino grueso y resecan la masa intestinal, lo que agrava el problema de estreñimiento.
El efecto de estos laxantes suele aparecer a las 12-24 horas de la toma, con una intensidad
leve a moderada. En caso de estreñimiento crónico pueden ser precisas algunas semanas
de tratamiento para lograr el efecto deseado de forma regular.
Este grupo de laxantes incluyen:
Distintas familias de algas: Ricas en ácido algínico (algas pardas de la
familia Fucus, Laminaria y Macrocistys) o en carragenatos
(principalmente Chondrus crispus). Las algas son ricas en yodo, así que hay que
tener precaución en el caso de padecer problemas de tiroides.
Ispágula (Plantago ovata): Se emplean sus semillas.
Zaragatona (Plantago psyllium): Al igual que la Ispágula se utilizan las semillas.
Llantenes (Plantago mallor y Plantago lanceolata): A diferencia de las anteriores,
se necesita toda la parte aérea de la planta (tallos, flores y hojas).
Lino (Linum usitatissium): Se usan las semillas.
Malva (Malva sylvestris): Se aprovechan sus flores y hojas.
Altea (Althea officinalis): Se utilizan las raíces.
Otros laxantes
Además de los laxantes naturales descriptos, en el mercado existen otros laxantes de
efectividad igual o superior, pero con mayor riesgo de producir efectos secundarios por su
mayor agresividad hacia el tracto intestinal, lo que exige que su uso sea puntual, para
aquellos casos en los que otros laxantes no hayan sido efectivos, o en casos de urgencia
(enemas).
Los siguientes laxantes deben ser administrados por consejo de un profesional, por su alto
riesgo de tolerancia y dependencia:
Laxantes
emolientes
Laxantes
estimulantes
Laxantes
osmóticos
Laxantes
rectales
25. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Laxantes emolientes:
Parafina: Se emplea como tratamiento y prevención del estreñimiento en
pacientes que no pueden realizar esfuerzos intensos de defecación a causa de
hemorroides, fisuras anales, posparto, etc. Debe utilizarse en periodos cortos,
regulando la dosis a una toma cada 2-3 días. Aunque no se absorbe a nivel
gástrico, puede facilitar la absorción de otros productos administrados a la vez, y
puede provocar una falta de vitaminas liposolubles (A, D, K, E). No se debe
administrar a niños menores de 6 años ni a pacientes con problemas para tragar.
Laxantes estimulantes: Son muy efectivos, pero muy irritantes para la mucosa intestinal.
Bisacodilo: Vía oral y rectal.
Picosulfato sódico: Conlleva riesgo de alergia.
Laxantes osmóticos: Tienen un buen perfil de eficacia y seguridad, aunque pueden
ocasionar molestias gastrointestinales y flatulencia. Una dosis excesiva puede provocar
diarrea.
Lactitol.
Lactulosa.
Laxantes rectales: Son los supositorios y enemas; su uso conlleva cierto riesgo de daño
rectal por la acción irritante del propio medicamento, o durante su aplicación.
Glicerol: Supositorios de glicerina.
Enemas: Son varios componentes asociados con una acción evacuante intensa.
Bisacodilo.
Otros evacuantes: Son distintos preparados existentes en el mercado para su
administración por vía oral. Por lo general, se emplean antes de una prueba diagnóstica
(colonoscopía, rectoscopía, etc.), pero ocasionalmente se utilizan como evacuante en casos
de estreñimiento muy intenso o grave.
DIARREA
Cada persona posee su propio ritmo intestinal, algunos tienden al estreñimiento y otros,
sin tener patología alguna, poseen un ritmo mucho más rápido, pudiendo defecar dos o
tres veces al día de manera totalmente normal y con heces de textura bien formada.
26. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
La diarrea se define como la evacuación de heces acuosas o de consistencia blanda,
durante más de tres veces al día. También pueden presentarse cólicos, distensión
abdominal, náuseas y una necesidad urgente de evacuar el intestino.
Fisiológicamente, la diarrea es un mecanismo defensivo del intestino que detecta algún
elemento potencialmente peligroso e intenta, mediante un torrente de agua, expulsarlo lo
antes posible, para protegerse y que el elemento perjudicial no sea absorbido. Por ello, es
aconsejable no tomar ningún medicamento que corte la diarrea, porque se habrá
eliminado el síntoma, pero no la causa que la provoca. Además, la toxina o el elemento
dañino que produce la diarrea permanecerá más tiempo en el interior del organismo.
Causas
La diarrea puede tener diferentes causas, las más habituales son:
Ingesta de fármacos: Algunos medicamentos (antibióticos o algunos citostáticos
utilizados en tratamientos contra el cáncer) tienen como efecto secundario la
producción de síntomas gastrointestinales. La ingesta abusiva y descontrolada de
laxantes, también puede ocasionar diarreas.
Gastroenteritis vírica: Se debe a la presencia de un virus en el tubo intestinal que
provoca una sintomatología digestiva. Es muy común a cualquier edad, aunque es
más frecuente durante la lactancia y en la infancia.
Intervenciones digestivas: Entre las intervenciones digestivas, la que provoca más
diarreas de forma crónica es la gastrectomía o resección gástrica (con el objetivo
de reducir la ingesta de alimentos y conseguir una pérdida de peso en pacientes
con obesidad mórbida resistente a otros tratamientos). En estos casos la diarrea
ocurre debido a la imposibilidad de digerir o absorber los alimentos que se
ingieren.
Toxiinfecciones alimentarias: Se producen al consumir alimentos o bebidas en
mal estado, que poseen microorganismos nocivos para la salud. La mayoría de
estas contaminaciones producen sintomatología digestiva (la diarrea está
presente en todas ellas), además de náuseas, vómitos, dolor abdominal, etc.,
originando lo que se conoce como “gastroenteritis”.
Intolerancias alimentarias: Se presentan cuando existe una deficiencia de algún
componente necesario para la correcta digestión de los nutrientes. Si ese
elemento no se encuentra en cantidad suficiente para romper todas las
moléculas, estas son demasiado grandes para atravesar la pared intestinal y pasar
a la sangre, por lo que quedan en la luz intestinal y avanzan hacia la parte final del
intestino arrastrando agua a su paso. Algunas de las más comunes son
la intolerancia a la lactosa o al gluten.
27. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Patologías del tubo digestivo: Algunas patologías crónicas que afectan al
intestino, como la enfermedad de Crohn, el síndrome del intestino irritable,
la colitis ulcerosa, etc., suelen ocasionar la inflamación del intestino dando lugar a
diarreas, alternadas con periodos de estreñimiento.
Tratamiento
Ante un proceso diarreico para evitar la deshidratación es fundamental vigilar
la hidratación desde el primer momento.
Las medidas dietéticas que debe adoptar el paciente consisten en evitar:
Los alimentos con mucha fibra.
Los alimentos que ocasiones gases, ya que el
intestino atraviesa por un proceso de
irritación.
Los alimentos demasiado condimentados
(salados o azucarados), ya que irritan el
estómago y el intestino.
Los alimentos grasos, ya que es el nutriente
más difícil de digerir.
Las grandes cantidades de alimentos y las
comidas rápidas, que necesitan un proceso
más largo de digestión y en general no tienen
buena tolerancia.
La progresión dietética a seguir desde el momento en que se desencadena la diarrea suele
ser la siguiente:
Tolerancia de líquidos: En los primeros momentos, si la diarrea está acompañada
de vómitos puede resultar imposible tomar nada por la boca. Pero es importante
el consumo de agua, suero oral, o limonada alcalina, de manera lenta, a pequeñas
cucharadas, y de manera continua (cada 10 minutos, por ejemplo).
Evitar la deshidratación: El uso de bebidas isotónicas puede ayudar en
determinados casos, pero hay que vigilar estrictamente el etiquetado. Están
elaboradas pensando en deportistas y sus pérdidas por medio del sudor, y no a las
debidas a diarreas. Si la bebida posee una concentración de minerales demasiado
alta, en el intestino estos solutos necesitan agua para ser diluidos y avanzar, así
que en lugar de aliviar los síntomas, agravan el problema. Cuando la tolerancia a
líquidos es buena, se pueden ingerir caldos desgrasados, té reposado, etc.
28. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Dieta astringente: Consiste en ingerir alimentos sólidos, suaves, desgrasados, que
no tengan fibra y en cantidades pequeñas. Los platos más adecuados son: arroz
blanco, sopa de fideos, patata cocida, pollo o pescado (a la plancha o hervidos),
jamón cocido, manzana rallada sin piel (cocida o asada), plátano, etc. También se
puede incluir algún yogur natural sin frutas ni cereales añadidos.
Una vez transcurrida esta fase, se puede comenzar a incorporar fibra, siempre de
manera progresiva, evitando las legumbres enteras, las ensaladas,
las frutas crudas, los cereales integrales y la leche.
En la alimentación del paciente que sufre diarrea, es importante tener en cuenta:
Periodo de estreñimiento: Tras una diarrea es frecuente un periodo de estreñimiento
antes de que el intestino vuelva a funcionar con normalidad. Es importante evitar el
consumo de fibra para evitar una recaída.
Reposición de la fibra intestinal: En los procesos
diarreicos, debido al torrente de agua desplazado hacia
el final del intestino, la flora del colon es arrastrada por
la diarrea. Para reponer esta flora es aconsejable
consumir yogures con microorganismos, que reponen la
flora intestinal.
LITIASIS VESICULAR
La vesícula biliar almacena bilis, un líquido producido por el hígado para digerir las grasas.
Cuando el estómago y el intestino digieren los alimentos, la vesícula biliar libera bilis a
través de un tubo denominado conducto biliar. Ese conducto conecta a la vesícula biliar y
el hígado con el intestino delgado.
Causas
Los cálculos biliares se forman cuando hay sustancias en la
bilis que se endurecen dentro de los conductos formando
depósitos similares a cristales de roca, y obstruyen el flujo
de la bilis por los conductos biliares. Estos cálculos pueden
ser tan pequeños como un grano de arena o grandes como
una pelota de golf. La causa varía de acuerdo al tipo de
cálculo:
29. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
Cálculos compuestos por colesterol: Son los más comunes y no están
relacionados con el nivel de colesterol en la sangre.
Cálculos compuestos por bilirrubina: Se desarrollan cuando los glóbulos rojos se
están destruyendo y se presenta un exceso de bilirrubina en la bilis. Este tipo de
cálculos se denominan “pigmentarios”.
Cálculos de carbonato de calcio: Son poco frecuentes, tienen un aspecto
blanquecino y no suelen causar inflamación.
Síntomas
Los cálculos biliares son más comunes entre los adultos mayores de más de 60 años, las
mujeres y las personas con sobrepeso.
La presencia de cálculos generalmente es asintomática, y se descubren con frecuencia en
exámenes de rutina, sin embargo, cuando se trata de cálculos grandes que bloquean el
conducto cístico o el conducto colédoco (coledocolitiasis), se puede presentar un dolor de
tipo cólico desde la mitad hasta la parte superior derecha del abdomen, lo cual se conoce
como “cólico biliar”.
El dolor desaparece cuando el cálculo pasa hacia la primera parte del intestino delgado (el
duodeno).
Los cálculos (cólicos) suelen presentarse después de las
comidas, los síntomas más comunes son: nauseas,
vómitos o dolor súbito y severo en el abdomen, que se
irradia hacia la espalda o debajo del brazo derecho, fiebre
coloración amarillenta de la piel y de la esclerótica de los
ojos (ictericia), heces color arcilla.
Diagnóstico
Dado que fuera de los episodios de cólico biliar el problema es asintomático, la exploración
física suele ser normal. Es importante hacer el diagnóstico diferencial con otras
enfermedades como: úlcera péptica, dolor torácico, reflujo gastroesofágico, dispepsia no
ulcerosa, colon irritable y hepatitis, procesos que son frecuentes en la población general y
que también pueden darse en un paciente con litiasis biliar, sin que la clínica esté
relacionada con los cálculos.
Aunque no existen estudios de laboratorio específicos para el diagnóstico de la litiasis
vesicular, la solicitud de un examen de sangre permite evaluar la función hepática; y un
análisis de orina puede ayudar a descartar otros procesos.
30. Alimentación y Nutrición
29
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Por otra parte, la ecografía abdominal también
puede determinar la presencia de litiasis biliar. En
la ecografía, los cálculos se muestran como áreas
hiperecogénicas rodeadas de bilis que se desplaza
con los movimientos del paciente, por lo que el
diagnóstico de la litiasis es seguro.
Estudios complementarios:
Tomografía computarizada abdominal.
Gammagrafía de la vesícula biliar con radionúclidos.
Ecografía endoscópica.
Colangiopancreatografía por resonancia magnética.
Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.
Colangiografía transhepática percutánea.
Complicaciones
El bloqueo del conducto cístico o conducto colédoco por cálculos biliares puede causarlos
los siguientes problemas: colecistitis aguda, colangitis, colecistitis crónica, coledocolitiasis,
pancreatitis.
Tratamientos
Tratamiento del cólico: Para reducir el dolor y los síntomas asociados lo más
común es administrar analgésicos y antiinflamatorios.
Tratamiento de la litiasis biliar: Para disolver los cálculos pequeños (de 1 cm) y
cuando los síntomas son de intensidad moderada, se prescriben sales biliares
orales o sustancias disolventes que se aplican mediante una punción. Para tratar
cálculos de mayor tamaño, el tratamiento indicado se denomina litotricia
extracorpórea, que permite fragmentar los cálculos por medio de ondas de
choque, para ser expulsados por la orina.
Tratamiento nutricional: Es fundamental controlar de manera estricta los
alimentos que se ingieren con el objetivo de ajustar el alimento al nivel de
tolerancia digestiva, y prevenir complicaciones o alteraciones en la función
intestinal. Para ello, es fundamental evitar las comidas muy grasas o picantes,
aquellos alimentos que produzcan gases, el alcohol, etc., y tratar de incrementar
31. Alimentación y Nutrición
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Disciplina: Nutrición frente a patologías
el consumo de vegetales. También es recomendable la adquisición de ciertos
hábitos como masticar bien y despacio, comer porciones pequeñas, y evitar la
aparición de sobrepeso.
Tratamiento quirúrgico: El tratamiento más común es la extracción de la vesícula
biliar, ya que afortunadamente la vesícula biliar no es un órgano imprescindible
para la vida y la bilis tiene otras vías para llegar al intestino delgado.
Actualmente, la mayoría de las cirugías de la vesícula biliar utilizan técnicas quirúrgicas
laparoscópicas, que se realizan por medio de pequeñas perforaciones en el abdomen, por
donde se introducen pequeños instrumentos (entre ellas una cámara).
En el caso de que la vesícula biliar esté muy inflamada, infectada o con cálculos grandes, se
recomienda acceder por el abdomen por medio de una colecistectomía abierta. Esta
técnica consiste en extirpar la vesícula efectuando una pequeña incisión debajo de la caja
torácica (del lado derecho del abdomen).
La mayoría de los pacientes que se somete a una colecistectomía laparoscópica recibe el
alta el mismo día y puede retomar sus actividades normales de inmediato.
SÍNDROME DEL COLON IRRITABLE
Se denomina colon irritable o síndrome del intestino irritable al trastorno gastrointestinal
caracterizado por un conjunto de molestias abdominales (originadas en la última porción
del tubo digestivo) y alteraciones del hábito deposicional.
Esta afección constituye casi el 30% de los diagnósticos en consultas ambulatorias de
gastroenterología. Se presenta con mayor frecuencia en mujeres, y puede diagnosticarse
en grupos de todas las edades, especialmente en adultos.
Aunque no es una enfermedad grave, supone un descenso importante en la calidad de vida
de los pacientes, fundamentalmente porque limita mucho sus hábitos alimenticios y las
actividades sociales que realiza en torno a ellos.
Causas
No se conoce una causa exclusiva y definida para el
diagnóstico del colon irritable, pero su aparición
podría asociarse con alteraciones emocionales,
como episodios de ansiedad, estrés o depresión.
32. Alimentación y Nutrición
31
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Síntomas
Entre los principales síntomas del colon irritable se encuentran:
Molestias abdominales.
Alteración del ritmo intestinal en forma de diarrea o estreñimiento.
Alteración de los procesos de fermentación bacteriana intestinal que conducen a
una mayor producción de gas.
Ardor de estómago, dolor torácico, digestiones lentas y dolor anal.
Incontinencia fecal (escapes de heces), así como la expulsión de heces con moco.
Los síntomas pueden desencadenarse por
diferentes factores como las comidas copiosas, el
consumo de ciertos tipos de comida o bebida
(productos lácteos, cereales, cítricos, café, etc.),
edulcorantes como el sorbitol o la fructosa, algunos
medicamentos, así como ciertas experiencias que
resultan estresantes.
Diagnóstico
El diagnóstico del colon irritable se realiza por exclusión, ya que no se dispone de exámenes
específicos para confirmar la presencia del síndrome.
Los criterios de diagnóstico para el síndrome del colon irritable deben incluir, como mínimo,
tres meses de los siguientes síntomas continuos o recurrentes: dolor o malestar abdominal
que se alivia con la defecación, y cambio en la frecuencia de la deposición o en la consistencia
de las heces.
El diagnóstico inicial se realiza mediante anamnesis, es decir, teniendo en cuenta los
síntomas descritos por el paciente y la historia clínica.
Es importante evaluar también los aspectos psicosociales de la vida del paciente, e indagar
sobre pérdidas afectivas y sociales.
Exploración física: Incluye examen pélvico y tacto rectal.
Exámenes de laboratorio: Se solicitan los siguientes análisis: hemograma
completo, análisis de orina, examen de heces (para detectar huevos, parásitos,
sangre y leucocitos fecales), prueba de función tiroidea, intolerancia a la lactosa.
Estudios adicionales: Si la evaluación inicial es negativa y los síntomas persisten,
se aconseja utilizar estudios adicionales para descartar una mala absorción,
33. Alimentación y Nutrición
32
Disciplina: Nutrición frente a patologías
enfermedades inflamatorias, infecciones y cáncer de colon. Estos estudios son:
enema con bario, cribado en busca de mala absorción, colonoscopia y prueba de
tolerancia a la lactosa.
Tratamiento
El tratamiento efectivo de los pacientes con colon irritable abarca incluye un plan de dieta
especial, medicamentos dirigidos a mejorar la función intestinal, el uso de antidepresivos
con la capacidad de actuar sobre los neurotransmisores implicados en las funciones del
intestino (previa evaluación psicológica del paciente).
La diarrea puede tratarse con antidiarreicos tipo loperamida y, en caso de dolor abdominal,
se recomiendan los espasmolíticos.
Consejo dietético
Las dietas de eliminación deben utilizarse durante un corto plazo, ya que son
nutricionalmente desequilibradas. Además, las mismas deben ser supervisadas por un
nutricionista.
Estreñimiento: El tratamiento dietético más común consiste en mantener una
dieta alta en fibra. Sin embargo, algunos pacientes no se benefician con un
aumento en la fibra dietética, y podrían empeorar sus síntomas de estreñimiento.
Como con cualquier cambio en la dieta, el incremento en la fibra dietética debe
ser gradual, implica una variedad de fibras y una ingesta de líquidos adecuada
(preferentemente agua) de por lo menos de 1,5 litros por día. El café y las bebidas
carbonatadas agravan los síntomas por lo que deben limitarse especialmente en
las etapas iniciales de la modificación dietética.
Flatulencia excesiva (gases): Deben evitarse ciertos vegetales: brócoli, coliflor, col,
legumbres. Las bebidas suaves carbonatadas pueden también exacerbar los
síntomas. Al igual que el alimento, el líquido se debe fragmentar en pequeñas
ingestas durante el día.
Sensibilidad a ciertos alimentos: Estudios recientes muestran que muchos
pacientes presentan un rechazo al consumo de ciertos alimentos porque
funcionan como disparadores de las molestias. Esto implica la exclusión de una
amplia gama de alimentos, principalmente los lácteos y sus derivados. Una vez
que los síntomas hayan desaparecido se pueden reintroducir nuevamente los
alimentos para mantener la variedad en el consumo.
34. Alimentación y Nutrición
33
Disciplina: Nutrición frente a patologías
DESNUTRICIÓN
La desnutrición es una enfermedad provocada por el aporte insuficiente de nutrientes
(hidratos de carbono, grasas y proteínas).
Esta condición puede resultar del consumo
de una dieta inadecuada o mal balanceada,
de trastornos digestivos, problemas de
absorción u otras condiciones médicas
Según el Fondo de las Naciones Unidas
para la Infancia (UNICEF), la desnutrición
es la principal causa de muerte de
lactantes y niños pequeños en países en
desarrollo.
La desnutrición infantil
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) mueren anualmente alrededor de 12
millones de niños menores de 5 años, que pertenecen, principalmente, a países en vías de
desarrollo.
La desnutrición es definida como la condición patológica derivada de la subutilización de
los nutrientes esenciales en las células del cuerpo.
Podemos distinguir dos tipos de desnutrición:
Desnutrición primaria: Cuando los aportes de nutrientes no pueden ser aportados
por la situación económica, cultural y/o educativa.
Desnutrición secundaria: Cuando los aportes nutricionales son adecuados pero,
debido a otras enfermedades, la absorción o utilización de estos alimentos no es
adecuada.
Factores que influyen
La pérdida de peso y las alteraciones en el crecimiento son las principales manifestaciones
del mal estado nutricional. El grupo más expuesto, es el de los lactantes y el de los niños en
edad preescolar, ya que este periodo de la vida se caracteriza por un rápido crecimiento,
que exige un consumo mayor de calorías y de nutrientes.
Acceso a agua potable y saneamiento eficaz.
El grado de seguridad del medio ambiente infantil.
35. Alimentación y Nutrición
34
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Salud nutricional y conocimientos básicos de la madre sobre la salud infantil.
Acceso a servicios de atención materno-infantil.
Cobertura de inmunización.
Nivel de ingreso y disponibilidad de alimentos de la familia.
Signos y síntomas de desnutrición
Los síntomas varían y dependen de la causa de desnutrición. Sin embargo, entre los
síntomas generales se pueden mencionar fatiga, mareo y pérdida de peso.
Déficit del peso y de la estatura que se espera para la edad.
Signos dermatológicos: piel seca, áspera y descamación. Lesiones y hematomas.
Fisuras en los párpados, labios y en los pliegues de los codos y rodillas. Piel
infectada con bacterias y hongos.
Atrofia muscular: se observa un desarrollo inadecuado de los músculos.
Trastornos circulatorios: extremidades frías y de un tono azulado.
Retardo en la pubertad.
Cabello seco y quebradizo, y uñas delgadas y frágiles.
Taquicardia: frecuencia cardíaca acelerada.
Infecciones respiratorias.
Hepatomegalia: crecimiento exagerado del hígado.
Los signos psicológicos que evidencian un estado de desnutrición son:
Alteración en el desarrollo del lenguaje.
Alteración en el desarrollo motor.
Alteración en el desarrollo del
comportamiento (irritabilidad,
indiferencia u hostilidad).
Causas de la desnutrición secundaria
Las condiciones de salud que ocasionan desnutrición por una inadecuada Absorción o
utilización de los nutrientes pueden ser las enfermedades renales crónicas, las
enfermedades cardiopulmonares, las enfermedades digestivas, pancreáticas o hepáticas, el
cáncer, los errores del metabolismo, etc.
36. Alimentación y Nutrición
35
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Es muy frecuente que los niños desnutridos tengan infecciones repetidamente, esto se
debe a que el déficit de nutrientes produce un serio deterioro inmune y facilita el ingreso
de gérmenes al organismo más fácilmente. Entre los gérmenes que más frecuentemente
atacan a las personas desnutridas están el virus del sarampión, del herpes, de la hepatitis,
el bacilo de la tuberculosis y los hongos.
Cálculo de porcentaje de desnutrición
Para calcular el porcentaje de desnutrición debemos considerar el peso del niño y dividirlo
entre el peso esperado según la edad:
% de desnutrición según el peso esperado para LA EDAD = (peso real /
peso esperado) * 100
También es posible obtener el porcentaje de desnutrición cuando se evalúa el
peso esperado según la talla:
% de desnutrición según el peso esperado para LA TALLA = (peso real /
peso esperado) * 100
Posteriormente, hay que clasificar el grado de desnutrición de acuerdo a la tabla
que se muestra en la página siguiente.
Diagnóstico
Existen diversos estudios para evaluar el estado nutricional: exploración física, exploración
antropométrica, análisis de laboratorio y estudios complementarios que sirven para medir
la densidad ósea y detectar posibles problemas gastrointestinales.
Clases de desnutrición
Kwashiorkor o síndrome pluricarencial: Es un trastorno dietético grave que afecta a los
niños entre los 10 meses y los tres años. El término “kwashiorkor” procede de una palabra
de Ghana que significa “afección del niño que deja de mamar”, llamado así porque el
37. Alimentación y Nutrición
36
Disciplina: Nutrición frente a patologías
trastorno se produce cuando el niño es destetado y, por consiguiente, privado del elevado
valor nutricional y contenido proteico de la leche materna. Aunque también puede
aparecer cuando el apetito se ve afectado o disminuido por otra enfermedad.
El aspecto de un niño con kwashiorkor es inconfundible:
Expresión de tristeza en el rostro y llanto débil y continuo.
Aspecto nutricional aparentemente adecuado, pero un abdomen prominente
debido a la acumulación anormal de líquido.
Poca cantidad de proteínas en sangre.
Debilidad extrema.
El kwashiorkor se trata al principio administrando derivados lácteos con suplementos
vitamínicos y minerales, para continuar con una dieta equilibrada de un contenido proteico
adecuado.
Marasmo: Consiste en un grave decaimiento funcional del organismo provocado por una
deficiencia de proteínas y de calorías. Esta afección que afecta a niños menores de dos
años también está causada por un abandono prematuro de la leche materna y por
infecciones intestinales que se producen cuando el niño es alimentado en malas
condiciones higiénicas.
Características:
Delgadez como consecuencia de la pérdida de grasa corporal.
Piel arrugada, caída del cabello.
Debilitamiento muscular evidente.
Enfermedades de la nutrición
Pelagra: Enfermedad producida por un déficit debida a la ingesta o absorción inadecuada
de niacina, uno de los compuestos del complejo de la vitamina B.
Escorbuto: Enfermedad causada por un déficit prolongado de vitamina C (ácido ascórbico)
en la ingesta.
Raquitismo: Enfermedad producida ante la carencia de vitamina D, necesaria para fijar en
el esqueleto el calcio y el fósforo que contienen algunos alimentos.
Beriberi: Esta enfermedad se debe a la carencia de vitamina B1 o tiamina. La palabra
“beriberi”, en lengua oriental, significa “no puedo más”. Su nombre se refiere a los
38. Alimentación y Nutrición
37
Disciplina: Nutrición frente a patologías
síntomas que produce la enfermedad, especialmente una inactividad creciente que lleva a
una parálisis total.
Tratamiento
Una vez que se ha diagnóstico el estado de desnutrición, el tratamiento depende mucho de
la persona que necesita atención, quien deberá seguir al pie de la letra las
recomendaciones del médico, tanto en lo que tiene que ver con la alimentación, la
medicación, la administración de suplementos vitamínicos y, en caso de ser necesario, la
actividad física.
Las dietas normalmente empiezan con alimentos ligeros y aceites para que el cuerpo se
acostumbre a una dieta que progresivamente aumentará su contenido calórico para que
cuando la persona haya alcanzado su peso ideal entonces comience a bajar hasta alcanzar
una dosis calórica normal.
ANEMIA
Se trata de uno de los trastornos sanguíneos más frecuentes, ocurre cuando la
concentración de glóbulos rojos o hematíes es demasiado baja. Esta carencia puede
ocasionar diferentes problemas de salud porque los glóbulos rojos contienen la
hemoglobina, que es la encargada de transportar oxígeno a los tejidos corporales.
La anemia puede estar provocada por muchos factores, pero los principales mecanismos
corporales que la producen son:
1. Destrucción excesiva de glóbulos rojos (anemia hemolítica)
2. Pérdida de sangre
3. Producción inadecuada de glóbulos rojos
4. Falta de hierro o deficiente absorción debido a problemas nutricionales.
5. Exceso de tóxicos en el cuerpo e infecciones o enfermedades fuertes.
6. Un intestino con funcionamiento deficiente.
7. Trastornos hereditarios.
Síntomas
Palpitaciones y dolor de pecho
Inflamación de los tobillos
39. Alimentación y Nutrición
38
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Palidez, ojos sin brillo
Mareo o vértigo
Fatiga y debilidad muscular
Irritabilidad y malhumor
Dolor de cabeza
Piel fría y húmeda
Cansancio general y fatiga después de hacer un esfuerzo
menor
Problemas dermatológicos y caída del cabello
Fragilidad de las uñas que hace que se vuelvan quebradizas
Tipos de anemia
La anemia hemolítica autoinmunitaria se produce cuando el sistema inmunológico
confunde a los glóbulos rojos con células invasoras y empieza a destruirlos. Los niños
pueden heredar hematíes alterados que más tarde pueden evolucionar hacia una anemia.
Las tipos más frecuentes de anemia hemolítica heredada son: la falciforme, la talasemia, la
deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PD) y la esferocitosis hereditaria.
La anemia falciforme o perniciosa es un tipo grave de anemia que afecta
frecuentemente a personas de origen africano, aunque puede afectar a personas
de ascendencia caucásica o procedente de Arabia Saudita, la India o el área
mediterránea (aproximadamente 1 de cada
625 niños americanos de origen africano nace
con este tipo de anemia).
En esta afección la hemoglobina adquiere la
forma de largas varas o de hoz, esto conlleva
una destrucción prematura de los glóbulos
rojos, una baja concentración de hemoglobina
y problemas que pueden afectar prácticamente
a cualquier órgano del cuerpo.
La talasemia afecta prioritariamente a personas de origen mediterráneo, africano
o del sudeste asiático. Se caracteriza por presentar glóbulos rojos anómalos y de
escasa vida media. La talasemia mayor, también conocida como “anemia de
Cooley”, es un tipo grave de anemia en que los hematíes se destruyen
rápidamente y el hierro se deposita en la piel y en los órganos vitales.
40. Alimentación y Nutrición
39
Disciplina: Nutrición frente a patologías
La deficiencia de glucosa 6 fosfato deshidrogenasa (G6PD) afecta principalmente
a hombres de ascendencia africana, aunque a muchos otros grupos raciales. En
este trastorno, los glóbulos rojos no
producen suficiente cantidad de la
enzima G6PD o la producen de manera
anómala y no funciona adecuadamente.
La carencia de esta enzima priva de
protección a los glóbulos rojos, que se
destruyen de forma prematura.
La esferocitosis hereditaria es un trastorno de origen genético que afecta a la
membrana de los glóbulos rojos (son más pequeños), lo que hace que se abran y
rompan con mayor facilidad.
Diagnóstico
La historia clínica y la exploración física, constituyen siempre el primer paso en el estudio
de una anemia. Descartada una hemorragia o enfermedad subyacente que la justifique, su
estudio debe iniciarse con la consideración del sexo, la edad y el origen étnico del paciente,
así como su forma de presentación (aguda o crónica, tiempo de evolución y existencia de
antecedentes, etc.).
Pruebas que confirman el diagnóstico:
Hemograma: Sirve para constatar el descenso de la concentración de
hemoglobina en sangre y determina posibles alteraciones en otras células
sanguíneas como son los glóbulos blancos y las plaquetas.
Conteo de reticulocitos: Se determina el porcentaje de los glóbulos rojos jóvenes
que ayuda a determinar si la producción de hematíes, su morfología y tamaño se
encuentra a niveles normales.
Pruebas de hierro: Sirven para evaluar el hierro total en suero y la ferritina, lo que
puede ayudar a determinar si la anemia obedece a una deficiencia de hierro.
Además, los niveles de vitamina B12 y ácido fólico, niveles de reticulocitos (células
precursoras de los hematíes), distintos autoanticuerpos, etc.
Aspiración y biopsia de medula ósea: Esta prueba ayuda a determinar si la
producción de células está ocurriendo o no con normalidad en la médula ósea. Es
la única forma de diagnosticar la anemia aplástica de forma definitiva y también
se emplea si una enfermedad que afecta a la medula ósea (como la leucemia)
podría ser la causa de la anemia.
Electroforesis de hemoglobina: Se utiliza para identificar varios tipos de
hemoglobina anómala en sangre y para diagnosticar la anemia falciforme, la
talasemia y otras formas heredadas de anemia.
41. Alimentación y Nutrición
40
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tratamiento
El tratamiento básicamente depende de su causa. Sea
cual sea, el objetivo será incrementar el nivel de
oxígeno que la sangre es capaz de transportar, ya sea
mediante el aumento de glóbulos rojos o la
concentración de hemoglobina. Por supuesto, habrá
que tratar también la causa o enfermedad que pueda
haber provocado la anemia.
En general bastará con la reposición de hierro por vía oral en casos de anemia ferropénica;
o de vitamina B12 y ácido fólico en casos de anemia megaloblástica.
Cuando se deba a pérdidas importantes de sangre se realizará una transfusión de sangre. Y
en casos más específicos (como síndromes hereditarios) puede plantearse el trasplante de
médula ósea.
En el caso de anemia ferropénica hay una serie de pautas alimentarias que permiten
recuperar los niveles normales de hierro:
Primer plato: Vegetales ricos en hierro y vitamina C como el brócoli, pimientos,
acelgas, espinacas o tomates combinados con arroz, pastas o legumbres en forma
de ensalada o salteados.
Segundo plato: Cortes magros de carne roja será la gran aliada, pero es
importante escoger cortes magros (bifes a la plancha, hamburguesas caseras,
albóndigas, tiras de carne salteada con verduras o brochetes.
En cuanto a
los mariscos
(almejas, mejillones
y berberechos) se
pueden combinar
enlatados y frescos.
Se puede repartir
una lata a lo largo
del día
acompañando
ensaladas, pasta,
arroz (una lata de
berberechos de 80g
tiene casi 13 mg de hierro; y una mujer sana en edad fértil necesita 18 mg al día).
Postres: Frutas como naranja, mandarina, pomelo, melón, papaya, frutilla, kiwi o
ananá, cuya vitamina C y ácido cítrico mejoran la absorción del hierro.
42. Alimentación y Nutrición
41
Disciplina: Nutrición frente a patologías
DIABETES
La diabetes es un desorden metabólico que no permite regular adecuadamente los niveles
de glucosa en sangre. Hay ciertos factores incrementan las posibilidades de desarrollar esta
enfermedad, por ejemplo, la obesidad y falta de actividad física.
La glucosa proviene de los alimentos y, además, se fabrica en el hígado y los músculos. La
sangre es la encargada de transportar la glucosa a todas las células del cuerpo.
La insulina es una sustancia química producida por el páncreas, y es liberada directamente
en la sangre. Su función consiste en ayudar a la glucosa de los alimentos a ingresar a las
células. Si el cuerpo no produce suficiente insulina o si esta no funciona adecuadamente, la
glucosa no puede penetrar en las células, por lo que queda en la sangre, aumentando su
concentración y causando la diabetes.
La prediabetes
La prediabetes es una afección en la que las concentraciones de glucosa en la sangre son
mayores de las normales, pero no lo suficientemente altas para declararse la enfermedad.
Las personas pre-diabéticas corren un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 y de
padecer enfermedades del corazón y apoplejía. Sin embargo, es posible disminuir los
riesgos de padecer diabetes tipo 2 bajando un poco de peso y realizando actividad física
moderada. Un tratamiento a tiempo ayuda a volver a las concentraciones normales de
glucosa.
43. Alimentación y Nutrición
42
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Signos de la diabetes
Sed
Orinar con frecuencia
Visión borrosa
Cansancio y debilidad
Hambre excesivo
Pérdida de peso
Heridas abiertas que no sanan con facilidad
Piel seca y sentir picazón
Falta de sensibilidad en los pies y hormigueo
Elevado nivel de glucosa en sangre y orina
Tipos de diabetes
La diabetes Mellitus tipo 1: Llamada también “diabetes juvenil” o “insulinodependiente”,
porque generalmente se diagnostica inicialmente en niños, adolescentes o jóvenes. En ella,
las células beta del páncreas ya no producen insulina porque el sistema inmunitario del
cuerpo las ha atacado y destruido.
El tratamiento para este tipo de diabetes es por medio de inyecciones de insulina
(o usando una bomba de insulina), haciendo una dieta especial, ejercicio con
regularidad, controlando la tensión arterial y el colesterol.
La diabetes tipo 2: Llamada “diabetes de comienzo en la edad adulta” o “no
insulinodependiente”, es la más frecuente y puede aparecer a cualquier edad, incluso
durante la niñez. Comienza generalmente con una resistencia a la insulina, en la cual, las
células adiposas musculares y hepáticas no utilizan la insulina adecuadamente. Al principio,
el páncreas responde a la demanda del organismo produciendo más insulina, pero con el
tiempo pierde la capacidad de secretar suficiente insulina como respuesta a las comidas.
El tratamiento consiste en tomar medicamentos especiales, escogiendo muy bien
la comida, haciendo ejercicio con regularidad, controlando la tensión arterial y el
colesterol.
La diabetes gestacional: Se detecta por primera vez en el embarazo porque es cuando los
niveles de insulina aumentan para incrementar las reservas de energía. A veces, este
aumento no se produce y puede originar la denominada “diabetes gestacional” (ocurre en
el 2 al 5% de los embarazos). Es asintomática, por lo que la detección se realiza casi
siempre por medio de un análisis de rutina.
44. Alimentación y Nutrición
43
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Diagnóstico
Para medir la concentración de glucosa en la sangre se debe obtener una muestra de
sangre del paciente, quien deberá estar en ayunas por lo menos 8 horas antes de la
prueba.
Es normal que exista cierto grado de elevación de los valores de glucosa en la sangre
después de comer, pero incluso entonces, los valores no deberían ser muy elevados.
Tratamientos
El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilares
fundamentales:
El objetivo del tratamiento consiste en mantener los niveles
de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar
el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad. En
muchos pacientes con diabetes tipo 2 no es necesaria la
medicación si se controla el exceso de peso y se implementa un programa de ejercicio
físico regular.
Dieta: En la mayoría de las dietas se permite la ingestión de una pequeña cantidad
de azúcar ordinario, ya que añadir azúcar a una comida tiene poco impacto en las
concentraciones de glucosa o insulina en sangre, en personas con diabetes.
Fármacos hipoglucemiantes orales: Se prescriben a personas con diabetes tipo 2
que no consiguen descender la glucemia a través de la dieta y la actividad física,
pero no son eficaces en personas con diabetes tipo 1.
Tratamiento con insulina: En pacientes con diabetes tipo 1 es necesario la
administración exógena de insulina ya que el páncreas es incapaz de producir esta
hormona. También es requerida en diabetes tipo 2 si la dieta, el ejercicio y la
medicación oral no consiguen controlar los niveles de glucosa en sangre.
La insulina
La insulina se administra a través de inyecciones en la grasa existente debajo de la piel del
brazo, ya que por vía oral sería destruida en el aparato digestivo antes de pasar al flujo
sanguíneo. Las necesidades de insulina del organismo varían en función de los alimentos
que se ingieren y de la actividad física que se realiza porque cualquier cambio en la dieta
habitual o la realización de algún deporte exigen modificaciones de las pautas de insulina.
La insulina puede inyectarse a través de distintos dispositivos:
Jeringuillas tradicionales: Son de un solo uso, graduadas en unidades
internacionales (de 0 a 40).
45. Alimentación y Nutrición
44
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Plumas para inyección de insulina: Son aparatos con forma de pluma que tienen
en su interior un cartucho que contiene la insulina. El cartucho se cambia cuando
la insulina se acaba.
Jeringas precargadas: Son dispositivos similares a los anteriores previamente
cargados de insulina. Una vez que se acaba la insulina se descarta toda la jeringa.
Recomendaciones:
El nivel de glucosa en sangre depende de la zona del
cuerpo en que se inyecta la insulina.
Es aconsejable introducirla a través del abdomen, los
brazos o muslos; penetra más rápidamente si se inyecta
en el abdomen.
Se recomienda inyectar siempre en la misma zona, aunque desplazando unos 2 cm el
punto de inyección vez tras vez.
Hay que evitar las inyecciones en los pliegues de la piel, la línea media del abdomen y el
área de la ingle y el ombligo.
OBESIDAD
La obesidad es una enfermedad crónica tratable. Se produce cuando existe un exceso de
tejido adiposo (grasa) en el cuerpo. Aparte del problema que de por sí representa la
obesidad, sus efectos más negativos se producen porque actúa como un agente que
empeora a corto plazo otras patologías graves como diabetes, hipertensión,
complicaciones cardiovasculares (especialmente la cardiopatía isquémica), e incluso
algunos tipos de cáncer gastrointestinales.
Causas
Hay muchas causas implicadas en
la aparición de la obesidad:
Mala alimentación
Falta de ejercicio físico
Consumo de energía
Factores hormonales
Factores genéticos y orgánicos
46. Alimentación y Nutrición
45
Disciplina: Nutrición frente a patologías
OBESIDAD INFANTIL
La obesidad infantil es un verdadero problema, ya que en un gran porcentaje el niño
obeso será un adulto obeso, con todas las secuelas que la obesidad conlleva. Los factores
de riesgo se relacionan fundamentalmente con la edad de inicio porque cuando la
obesidad se presenta a muy temprana edad, el riesgo de presentar eventos
cardiovasculares en la edad adulta es también más elevado.
Aproximadamente del 25 al 28% de los niños presentan obesidad infantil, pero lo más
preocupante es que en los últimos 20 años se ha incrementado de manera importante
esta proporción hasta casi un 60% más.
Causas de la obesidad infantil
Genéticas: La obesidad es frecuentemente diagnosticada dentro de las familias.
Ambientales: El estilo de vida (dieta y ejercicio) influye considerablemente en la
adquisición de la obesidad.
Insulinoma: Se trata de un tumor de insulina, poco frecuente, que puede llevar a la
obesidad.
Hipotiroidismo: La disminución de la hormona tiroidea puede llevar a la obesidad.
Síndrome de Cushing: Es una alteración de la glándula suprarrenal que consiste en el
aumento en la producción de cortisol, lo que conduce a la obesidad.
Alteraciones hipotalámicas: Ciertos tumores, inflamación o traumas a nivel del sistema
nervioso central, pueden producir alteraciones en los centros reguladores de la saciedad.
Consecuencias
El mayor riesgo de la obesidad infantil consiste en
que mientras menor sea el niño obeso, mayor el
riesgo de desarrollar las siguientes complicaciones:
Cambios psicológicos:
Baja autoestima
Bajos resultados en el colegio
Un cambio en la autoimagen, particularmente durante la adolescencia
Introversión, a menudo seguida de rechazo social
47. Alimentación y Nutrición
46
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Riesgo de desarrollar enfermedades:
Hipertensión
Hipercolesterolemia
Hiperinsulinemia
Problemas respiratorios al dormir (apneas de sueño)
Tratamiento
Los adultos que padecen obesidad disponen de medicamentos disponibles para ayudar a
suprimir el apetito o que el mismo interfiera con la absorción de grasas. Sin embargo, el uso
de estos medicamentos no ha sido estudiado en niños, por lo que el tratamiento infantil es
más limitado y consiste básicamente en dieta y ejercicio (30 minutos de actividad aeróbica
todos los días).
Las terapias de comportamiento también son útiles en el tratamiento de la obesidad
infantil:
Mantener un diario del ejercicio hecho y los alimentos comidos.
Implementar cambios de comportamiento: sentarse a comer en la mesa, y sin
televisión.
Fijar horarios de comida regulares.
Minimizar los refrigerios entre comidas.
Fortalecer la autoestima y alentar al niño a tratar el control de peso con una
actitud positiva.
OBESIDAD MÓRBIDA
Es una de las enfermedades más características de nuestro tiempo, sobre todo por el
número de complicaciones que tiene asociadas. Para tratar esta enfermedad es necesario
el empleo de alguna de las técnicas quirúrgicas, ya que las dietas no tienen ningún tipo de
efecto.
Las técnicas para reducirla son de dos tipos:
Reseccionistas, encaminadas a inducir una mala absorción de los alimentos. Esta cirugía es
la única forma de que el enfermo puede perder peso.
Restrictivas, menos agresivas, ya que no precisan resecar nada; basta con reducir el
tamaño del estómago para que el paciente ingiera menos cantidad de alimentos.
48. Alimentación y Nutrición
47
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tiene menos efectos secundarios, pero no se
pierde peso con la misma facilidad que con la
técnica anterior.
Existen distintas técnicas quirúrgicas para
tratar la obesidad mórbida. Por ejemplo:
Gastroplastía vertical o técnica de
Maxon.
Astroplastía con banda gástrica
ajustable o el “by-pass” gástrico.
HIPERTENSIÓN ARTERIAL
La hipertensión arterial (HTA) se define como la elevada presión sanguínea, y es uno de los
factores más importantes de riesgo cardiovascular.
La crisis hipertensiva se produce cuando los valores registrados están por encima de los
valores aceptados como normales: por encima de los 140 mmHg para la presión sistólica
(PAS) y los 90 mmHg para la diastólica (PAD).
Existen dos tipos de crisis hipertensivas:
Urgencia hipertensiva: Se desarrolla en el transcurso de días y semanas y la
elevación de la presión sanguínea no conlleva riesgo a corto plazo en los
órganos.
Emergencia hipertensiva: Se desarrolla con rapidez y coloca al paciente en
riesgo de una lesión de sus órganos.
CLASIFICACIÓN PAS PAD
Ligera 140-159 90-99
Moderada 160-179 100-109
Grave Mayor o igual a 180 Mayor o igual a 110
Síntomas
Cefalea, agitación, visión borrosa
Letargia, confusión, coma
49. Alimentación y Nutrición
48
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Focalidad neurológica
Convulsiones
Dolor anginoso
Náuseas, vómitos
Tratamiento
Ante una crisis hipertensiva se debe evitar reducir los niveles de presión de manera
brusca, pues puede ocasionar una isquemia (falta de riego de algunos órganos:
corazón, cerebro, ojos, riñones, etc.).
Los procedimientos terapéuticos pueden dividirse en las siguientes prácticas:
1. Primer nivel:
Administrar por vía
sublingual un
comprimido de Captopril
o Nifidepino y tomar
nuevamente la presión
después de 30 minutos.
Si no hay una respuesta
satisfactoria se puede
administrar un comprimido más o pasar a la segunda etapa.
2. Segundo nivel:
Administrar Furosemida (diurético) vía intravenosa. Esta aplicación se puede
repetir una vez más si no hay una respuesta en la disminución de las cifras
tensionales.
3. Tercer nivel:
Administrar Urapidil por vía intravenosa.
Una vez que la tensión se haya normalizado es
fundamental identificar las posibles causas que
desencadenaron la crisis hipertensiva.
Para alcanzar un diagnóstico certero es indicar una monitorización de la presión; la
misma debe medirse diariamente en tres ocasiones distintas, por un intervalo de más
de una semana o haber alcanzado una medición superior a los 210 mmHg (PAS) o 120
mmHg (PAD).
50. Alimentación y Nutrición
49
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Otras recomendaciones luego de controlar la crisis hipertensiva:
Brindar al paciente apoyo emocional y orientación.
Controlar la diuresis diaria.
Realizar un control de nitrógeno ureico en sangre y creatinina sérica.
Indicar una dieta baja en sodio.
Elaborar informes y registros de enfermería.
Hacer una derivación a un especialista en cardiología.
HIPERLIPIDEMIA E HIPERCOLESTEROLEMIA
La hiperlipidemia, hiperlipidosis o hiperlipemia consiste en la presencia de niveles
elevados de los lípidos en la sangre. No puede considerarse una patología, sino un
desajuste metabólico que puede ser secundario a muchas enfermedades y puede
contribuir a muchas formas de enfermedad, especialmente cardiovasculares.
Está estrechamente vinculado a los términos “hipercolesterolemia” (los niveles elevados
de colesterol) e “hiperlipoproteinemia” (los niveles elevados de lipoproteínas).
Causas
Cuando la hiperlipidemia es del tipo “familiar” o genética conlleva al aumento de grasas en
la sangre, responsable de problemas cardiovasculares precoces. Sin embargo, aún no se
han identificado los genes específicos responsables de esta patología. Los factores de
riesgo abarcan antecedentes familiares de colesterol alto y arteriopatía coronaria
temprana, y algunas enfermedades pueden empeorar esta afección: diabetes, el
alcoholismo y el hipotiroidismo.
Pero también puede ser causada por una dieta inadecuada que contiene demasiado
colesterol y grasa (por ejemplo, carne, queso, crema, huevos y mariscos), o cuando el
cuerpo produce demasiado colesterol y grasa, independiente a la ingesta de alimentos.
Las grasas no se disuelven en agua, de modo que para poder ser transportadas a través de
la sangre se tienen que combinar con otra sustancia llamada “proteína” para crear una
lipoproteína. El cuerpo tiene tres clases de lipoproteínas:
Lipoproteína de baja densidad (o colesterol LDL)
Lipoproteína de alta densidad (o colesterol HDL)
Triglicéridos
51. Alimentación y Nutrición
50
Disciplina: Nutrición frente a patologías
La hipercolesterolemia, por otra parte, es el
resultado de un nivel elevado de colesterol en la
sangre causado por una dieta inadecuada, por
causas hereditarias o como resultado de
enfermedades hepáticas, endocrinas y renales.
Tipos de hipercolesterolemia
El volumen de colesterol circulante depende de su absorción intestinal y otros receptores
específicos. Se pueden distinguir dos tipos de hipercolesterolemia:
Primaria: Derivada de problemas en los sistemas transportadores del colesterol y
factores genéticos. En este tipo de hipercolesterolemia se enmarcan las
dislipidemias.
Secundaria: El aumento de colesterol está asociado a ciertas enfermedades
hepáticas (hepatitis, colostasis ycirrosis), endócrinas (diabetes
mellitus, hipotiroidismo y anorexia nerviosa) y renales (síndrome nefrótico o
insuficiencia renal crónica). Además, existen algunas sustancias que pueden
aumentar los niveles de colesterol LDL (colesterol de baja densidad conocido
como “colesterol malo”) favoreciendo el desarrollo de la hipercolesterolemia.
Diagnóstico
El examen diagnóstico que permite
identificar la hiperlipidemia consiste en
hacer un análisis de sangre para
verificar los niveles de colesterol y
triglicéridos.
Los exámenes específicos abarcan:
Examen de LDL (resultado
aumentado)
Examen de HDL (resultado
aumentado)
Examen de
triglicéridos (resultado
aumentados)
Examen de apolipoproteína B100 (resultado aumentada)
52. Alimentación y Nutrición
51
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Tratamientos
Cambios en el estilo de vida
Disminuir la ingesta de grasa saturada (carne de res, pollo, cerdo, cordero)
Consumir preferentemente productos lácteos bajos en grasa.
Eliminar el consumo de aceite de coco y de palma, yemas de huevo y vísceras.
Incorporar ejercicio regular para perder peso (esta indicación ayuda a bajar los niveles de
colesterol).
Tratamiento farmacológico
Hay varios tipos de fármacos disponibles
que ayudan a bajar los niveles de
colesterol en la sangre cuando la dieta y
los cambios de estilo de vida no son
suficientes.
Algunos son mejores para bajar el colesterol LDL, algunos son buenos para bajar los
triglicéridos, mientras que otros ayudan a elevar el colesterol HDL.
Los fármacos que son más eficaces y que se utilizan con mayor frecuencia para tratar el
colesterol LDL alto se denominan estatinas y abarcan lovastatina, pravastatina,
simvastatina, fluvastatina, atorvastatina y rosuvastatina.
Otros medicamentos hipocolesterolemiantes son:
Resinas secuestradoras de ácidos biliares
Ezetimiba
Fibratos
Ácido nicotínico
Complicaciones
Cardiopatía ateroesclerótica temprana
Ataque cardíaco
Accidente cerebrovascular
53. Alimentación y Nutrición
52
Disciplina: Nutrición frente a patologías
SÍNDROME METABÓLICO
El síndrome metabólico es un grupo de cuadros que ponen al individuo en riesgo de
desarrollar una enfermedad cardiaca y diabetes tipo 2.
Fue Gerald Reaven quien sugirió en su conferencia de Banting, en 1988, que estos factores
tendían a ocurrir en un mismo individuo en la forma de un síndrome que denominó “X” en
el que la resistencia a la insulina constituía el mecanismo fisiopatológico
básico, proponiendo consecuencias relacionadas con un mayor riesgo de enfermedad
coronaria, cardiopatía isquémica, disfunción ventricular izquierda y fallo cardíaco.
Los componentes originales del Síndrome X de Reaven eran:
Resistencia a la captación de glucosa mediada por insulina
Intolerancia a la glucosa
Hiperinsulinemia
Aumento de triglicéridos en las VLDL
Disminución del colesterol tipo HDL
Hipertensión arterial
A lo largo de los años se ha ido añadiendo más componentes a la definición de este
síndrome, a la vez que comenzó a recibir nuevas denominaciones como Síndrome X
plus, Cuarteto mortífero, Síndrome plurimetabólico, Síndrome de insulinorresistencia,
entre otros.
En 1998, un grupo consultor de la OMS propuso que se denominara Síndrome metabólico.
ENFERMEDADES CARDÍACAS Y VASCULARES
El término “cardio” se refiere al corazón y “vascular”, al sistema de vasos sanguíneos.
Las enfermedades cardiovasculares son un conjunto de trastornos que afectan el corazón
y al sistema de vasos sanguíneos (arterias, capilares, venas) de todo el organismo, tales
como el cerebro, las piernas y los pulmones.
Los problemas del corazón y los vasos sanguíneos no suceden rápidamente. Con el
tiempo, las arterias que transportan la sangre al corazón y al cerebro pueden obstruirse,
54. Alimentación y Nutrición
53
Disciplina: Nutrición frente a patologías
debido a la acumulación de
células, grasa y colesterol. Por
ejemplo, la disminución en el
flujo de sangre al corazón debido
a obstrucciones en las arterias
ocasiona ataques cardíacos. La
falta de flujo de sangre al cerebro
ocasionada por un coágulo de
sangre o una hemorragia en el
cerebro debido a la rotura de los
vasos sanguíneos es lo que ocasiona un derrame cerebral.
Se clasifican en:
Hipertensión arterial
Miocardiopatías
Cardiopatía congénita
Cardiopatía reumática
Insuficiencia cardíaca
Cardiopatía coronaria (infarto de miocardio)
Enfermedad cerebrovascular (apoplejía)
Enfermedad vascular periférica
Posibles causas
Existen varios factores reconocidos que aumentan el riesgo a desarrollar una enfermedad
cardiovascular, muchos de los cuales son modificables. Un factor de riesgo modificable es
aquel que se puede prevenir, eliminar o controlar. Entre ellos, podemos mencionar:
Nivel elevado de colesterol, triglicéridos y otras sustancias grasas en la sangre
Nivel elevado de ácido úrico en la sangre (ocasionados principalmente por
dietas con un alto contenido proteico)
Hipertensión
Diabetes
Obesidad
Tabaquismo
Falta de ejercicio físico
Estrés crónico
55. Alimentación y Nutrición
54
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Métodos de diagnóstico
Los exámenes imagenológicos que sirven para diagnosticar, vigilar o tratar enfermedades
del aparato circulatorio y vascular son:
Tomografía por emisión de
positrones del corazón.
Ecocardiografía.
Pruebas de esfuerzo (existen
muchos tipos diferentes).
Ecografía vascular, como
la ecografía de la carótida.
Ecografía venosa de brazos y
piernas.
Resonancia magnética cardíaca.
Tomografía computarizada del corazón para la cuantificación del calcio coronario.
Angiografía por tomografía computarizada y angiografía por resonancia
magnética.
Prevención y tratamientos
Dejar de fumar y evitar la exposición pasiva al humo de tabaco.
Reducir el consumo de alimentos con un contenido alto de grasas saturadas,
azúcar y sal (reemplazarla por perejil, albahaca, tomillo, romero y
otros condimentos).
Aumentar el
consumo de frutas
y hortalizas.
Hacer diariamente
30 minutos de
actividad física.
Limitar el
consumo de
alcohol.
56. Alimentación y Nutrición
55
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Cirugías e intervenciones
Hay ciertos procedimientos invasivos para tratar las enfermedades del corazón y el sistema
vascular. En la mayoría de estas intervenciones se introduce un catéter a través de la piel
hasta un vaso sanguíneo grande.
Dichos procedimientos abarcan:
Terapia de ablación para tratar arritmias cardíacas.
Angiografía con medios de contraste para estudiar los vasos sanguíneos.
Angioplastía (se utiliza un pequeño globo para abrir un estrechamiento en un vaso
sanguíneo) con o sin colocación de endoprótesis vascular (stent).
Cateterismo cardíaco (medición de las presiones dentro o alrededor del corazón).
Trasplante de corazón.
Inserción de marcapasos y desfibriladores.
Cirugía de revascularización coronaria abierta y mínimamente invasiva.
Reparación o reemplazo de válvulas cardíacas.
Tratamiento quirúrgico de defectos cardíacos congénitos.
La cirugía vascular se refiere a procedimientos que se utilizan para tratar o diagnosticar un
bloqueo en un vaso sanguíneo, como un bloqueo o una ruptura. Dichos procedimientos
abarcan:
Injertos de derivación arterial.
Endarterectomías.
Reparación de aneurismas (porciones dilatadas/agrandadas) de la aorta y sus
ramificaciones.
Además, también se pueden emplear procedimientos para tratar arterias que irrigan el
cerebro, los riñones, los intestinos, los brazos y las piernas.
ALCOHOLISMO
El alcoholismo se caracteriza por un consumo excesivo de alcohol durante un tiempo
prolongado, que supone dependencia del mismo.
57. Alimentación y Nutrición
56
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Se considera un grave perjuicio para la salud, que aumenta el riesgo de muerte como
consecuencia de enfermedades en el hígado, cáncer, depresión, accidentes, etcétera.
Síntomas y diagnóstico
No es frecuente que un alcohólico reconozca en un primer momento que tiene un
problema con el alcohol; y esto es algo que dificulta el diagnóstico médico, que conduce al
paciente a desarrollar una mayor tolerancia al alcohol, que no es otra cosa que el
acostumbramiento del sistema nervioso a las elevadas dosis del alcohol en sangre.
Para determinar que una persona es alcohólica debe presentar alguno de los siguientes
síntomas de forma continuada durante un tiempo:
Respuestas físicas ante la abstinencia (temblores, sudoración, dolor de cabeza,
náuseas, ansiedad o aumento de la frecuencia cardiaca y de la presión sanguínea).
Fuerte deseo de beber alcohol.
Falta de control sobre el consumo de alcohol, referido tanto a la necesidad de
empezar a beber, como a la incapacidad para suspender o reducir este consumo.
Se bebe cuando se está solo, y trata de ocultar su conducta a las personas.
Tolerancia y acostumbramiento. Esto implica que el individuo necesita consumir
mayor cantidad de alcohol para lograr los mismos efectos.
Lapsus o lagunas en la memoria.
Interferencia en la vida cotidiana: por ejemplo, aparece un abandono progresivo
de otras fuentes de placer, se descuida el aspecto personal, disminuye el
rendimiento laboral o académico, o se emplea mucho tiempo para conseguir
alcohol o recuperarse de sus efectos.
Otras consecuencias del alcoholismo
Podemos clasificar las consecuencias del alcoholismo por sus efectos:
Psicológicos: depresión, epilepsia, ansiedad, ira, celotipia (imposibilidad de
controlar los celos), psicosis, síndrome de Korsakoff, demencia alcohólica.
Sociales: Desestructuración familiar, deterioro laboral, problemas económicos,
accidentes, maltrato, problemas interpersonales.
Más alcohol Más tolerancia
Acostumbra-
miento
58. Alimentación y Nutrición
57
Disciplina: Nutrición frente a patologías
Físicos: Cáncer,
enfermedades en el hígado,
cefaleas, diabetes,
gastritis, problemas
cardiovasculares, insomnio,
pancreatitis, apoplejía,
deficiencias nutricionales,
degeneración
cerebral, disfunción eréctil.
Tratamiento
El tratamiento del alcoholismo
requiere de una intervención
multidisciplinar (psicoterapéuticas,
psicofarmacológicas y psicosociales)
de todos los aspectos de la vida del
paciente, que requieren terapia individual o de grupo, programa de prevención de
recaídas, farmacoterapia, psicoterapia familiar o de pareja, coordinación con grupos de
autoayuda, seguimiento, internación, tratamiento de afecciones secundarias, etc.
Una alimentación equilibrada es también muy importante para la recuperación del
paciente, que puede requerir suplementos nutricionales.
Hay varias fases en el tratamiento del alcoholismo:
1. Reconocimiento de la adicción por parte del paciente.
2. Síndrome de abstinencia. Dependiendo del
grado de dependencia, puede hacer necesario el
ingreso hospitalario del paciente.
3. Desintoxicación.
4. Deshabituación. El objetivo es que el paciente
permanezca abstemio durante el resto de su
vida.
Los tratamientos conductuales se basan en que la dependencia alcohólica es una conducta
adquirida, consecuencia directa de una serie de factores que motivaron el inicio del
consumo de alcohol, que en muchos casos también están relacionados con la permanencia
del hábito. Por lo tanto, modificar estas conductas cumple un papel fundamental en la
rehabilitación del alcoholismo.