Este documento discute el papel del docente como investigador y transformador del quehacer pedagógico. Argumenta que los docentes deben investigar su propia práctica educativa para generar conocimiento y solucionar problemas en sus escuelas. La investigación del docente sobre su contexto educativo lo convierte en actor activo del proceso de enseñanza-aprendizaje e impulsor del cambio, en lugar de ser un receptor pasivo de teorías desarrolladas por profesionales ajenos a la escuela. La investigación del docente sobre su práctica fort
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Docente investigador, transformador de la práctica pedagógica
1. EL DOCENTE INVESTIGADOR, TRANSFORMADOR DEL QUE HACER
PEDAGÓGICO.
Por Alexander de Jesús Ríos Ariz.
“No hay enseñanza sin investigación ni investigación sin enseñanza” Freire
El surgir de la pedagogía como ciencia de la educación, permitió la transformación
de los procesos de enseñanza-aprendizaje mediante la organización, sistematización y la
fundamentación teórica, aferado a diversas concepciones filosóficas, que se cimentaron
en tradiciones pedagógicas como la francesa, la anglosajona y la alemana entre otras,
como pilares fundamentales de los sistemas educativos en Europa y América.
Este surgir permite incorporar al docente como generador de conocimiento y
transformador de su entorno educativo y social mediante la investigación, en este caso
podemos decir que el docente investiga, desde su que hacer pedagógico, de sus vivencia
e interraciones con la comunidad educativa y es parte activa y funcional de la
problemática a resolver en la escuela. A diferencia de los inicio de la educación y que ha
perdurado hasta nuestros días, donde las teorías y postulados educativos, provienen de
profesionales relacionados con la sociología, psicología, filosofía etc. Que en muchos
casos no tienen contacto directo con la escuela y mucho menos con los estudiantes. Así
lo deja entrever Pérez (2003) al referirse a los tipos de investigación:
…las investigaciones de los psicólogos y sociólogos educativos, lingüistas,
matemáticos, historiadores, antropólogos, músicos, administradores de la
educación..., que toman la realidad escolar como objeto de análisis, y desde
sus campos de trabajo, externos a la escuela, producen resultados de
investigación: conocimientos, objetos didácticos, orientaciones curriculares,
modelos comunicativos, secuencias de aprendizaje, formas de organización
escolar...(p.2).
En este sentido el docente es un receptor pasivo del proceso educativo y que debía
apropiarse de las teorías y postulados de profesionales sin afinidad con la educación, esta
apropiación convertían al educador en actores distantes del proceso investigativo, que
impedían generar un maestro innovador y transformador de su práctica educativa y de su
entorno. Para la UNESCO (2000), este tipo de investigación genera 81,35% de las
innovaciones y transformaciones de los procesos educativos en América Latina, debido a
2. la alta dedicación del tiempo y esfuerzo de estos grupos interdisciplinarios investigativos
al estudio de las problemáticas y de los avances en materia educativa.
Si la escuela no se transforma internamente y entre ellos los docentes, no por
estímulos externos, sino por el contrario, producto de pensamientos intrínsecos de la
comunidad educativa, mediante la implementación de la investigación desde su propia
práctica educativa, generando una cultura de apropiación de pertinencia, por conocer y
vivir en situ su contexto educativo, visionando sus problemáticas, sus fortalezas, sus
amenazas y sus oportunidades de cambio. Para Pérez (2003), la investigación sobre la
propia práctica educación, es una alternativa y una oportunidad de cambio, por su carácter
político, perspectiva crítica, dilema del método y sobre todo el colectivo como sujeto de
investigación:
Este tipo de investigaciones se nombra de diferentes formas, para simplificar,
enunciémosla como investigación sobre la propia práctica. Se caracteriza por
retomar como objeto privilegiado la práctica pedagógica de quienes hacen la
investigación e implica una decisión explícita de compromiso con la
transformación de la realidad existente, hecho que las diferencia de las
investigaciones del primer tipo, en las cuales ésta no es la decisión
subordinante. (Pérez 2003).
Es de reconocer que la investigación sobre la propia práctica, fortalece los saberes
del profesor, en este sentido Suarez (2007), profundiza en este tema:
Así, las practicas docentes investigativas en el trabajo diario del aula y en la
reflexión que éste impone a los maestros, facilitan la apropiación de los
saberes que se necesitan para la enseñanza. Desde un enfoque investigativo
la práctica se organiza a partir del conocimiento que los maestros tienen de la
enseñanza y que desarrollan durante el ejercicio profesional cotidiano.
Estos tres Saberes: el saber disciplinar (¿Qué sé?), el saber pedagógico (¿Cómo
comunico lo que sé?) y el saber académico (¿Cómo me transformo con lo que sé?), que
le permiten afianzar sinergias y relaciones con el estudiante, padres de familia y
comunidad en general; generando una comunicación fluida, tendientes a forjar
conocimiento y crítico-reflexiones de su papel en la sociedad y en su acontecer diario y
transformador de su entorno social, político y cultural.
3. Referencias.
Blanco, R., y Mesina, G. (2000). Estado del arte de las innovaciones educativas en
América Latina. Santiago de Chile: UNESCO.
Pérez Abril, M. (2003). La investigación sobre la propia práctica como escenario de
cambio escolar. Pedagogía y Saberes, S/d.
Gelvez Suarez, H. (2007). De las prácticas docentes distributivas a las prácticas
docentes investigativa. Bogotá: Ministerio de Educación Nacional.