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Dizque las maravillas del teletrabajo
1. DIZQUE LAS MARAVILLAS DEL TELETRABAJO
En esta etapa de pandemia que estamos sufriendo, el teletrabajo se ha convertido en una
de las mejores estrategias para que muchos procesos de la economía no se paren en este
país; eso ha permitido que muchas personas no queden desempleadas, que muchas
empresas puedan seguir prestando sus servicios, que muchos otros puedan seguir
cumpliendo con sus responsabilidades laborales y profesionales; lo cual, en época de
cuarentena es una buena salida para hacerle el quite al encierro y poder seguir produciendo,
máxime cuando la mayoría de economías se han ido al suelo.
En momentos como este, cada persona debe poner su grano de arena para que las cosas
vayan mejorando; y una de ellas es emular el trabajo de las hormigas, en donde cada una
cumple una función específica, sumando con ello a un fin colectivo que beneficie a toda la
comunidad.
No importa que seamos testigos del robo desenfrenado que vienen cometiendo muchos
políticos, aprovechando la oportunidad de la pandemia; ni que muchos bancos, en forma
insolidaria, no logren dejar de saciar ese apetito voraz, los cuales hasta en tiempos de crisis
consiguen oportunidad para explotar al pueblo con la anuencia de los dirigentes de turno.
Perdón por salirme del tema principal, pero son cosas que duelen y que también afectan el
esfuerzo emocional que hacemos quienes intentamos trabajar en medio de esta cuarentena.
En estos momentos en que la mayoría ha aceptado el reto del teletrabajo, aún sin tener ni la
experiencia, ni el conocimiento que esta modalidad exige; mucho menos los recursos físicos
y locativos para ello, tales como: dispositivos informáticos actualizados, servicio de internet
24/7 con calidad, energía eléctrica sin interrupción, mobiliarios ergonómicos que cumplan con
la comodidad y seguridad en el trabajo, entre otros; es que muchos pueden preguntarse
¿Cómo carajos están haciendo? En la mayoría de los casos la persona echa mano del móvil
o del computador que tiene, el cual puede no estar a la altura del equipo utilizado en la
empresa; luego adecua un rincón en casa,cualquier lugar es bueno, siempre y cuando pueda
trabajar sentado y con iluminación; bueno, eso dicen. Se asume que debe tener servicio de
energía y de internet, sería el colmo que estuviese trabajando y no tuvieran para pagarse
esos menesteres; bueno, eso dicen.
Aquí me están diciendo al oído, que han aumentado las compras de medicamentos para
dolores y espasmos musculares; pero que no saben por qué. Parece ser que la gente se
queja mucho, antes y que por el estrés del trabajo y ahora que están trabajando relajados
desde casa, se las quieren tirar de que les duele la espalda, de que les duele la muñeca, que
les duelen las piernas; bueno, eso dicen. Definitivamente estamos en un mundo
incomprensible, o no es así.
En las redes sociales y los medios digitales, las notas sobre el coronavirus compiten con los
reclamos por aumentos injustificados de los servicios públicos. La gente está denunciando
literalmente que les están robando, sobre todo en el caso de la energía eléctrica; pero no hay
que quejarse, se están ahorrando los gastos de transporte, maquillaje, ropa; bueno, eso
dicen.
2. Por último, mírese al empleado comoun hábil nadador río arriba, haciéndole el quite al estrés
de un día laboral en casa, intentando trabajar, pero no logra separar lo uno de lo otro; como
cuando se desprende durante el tiempo que está enfocado a su labor en su oficina o lugar de
trabajo en la empresa, ocasionándole esto un choque emocional que también puede disminuir
su capacidad productiva; pero aun así, ahí está, presto a dar lo mejor de él. De lo contrario,
termina siendo una pieza no indispensable y fácilmente reemplazable.
Con esto no quiero decir que estoy en contra del teletrabajo, al contrario, lo aplaudo; pero sí
creo, que al menos aquellas empresas que tienen las condiciones, pueden brindarles a las
personas ciertas herramientas para que puedan realizar una mejor labor desde sus casas; o
en su defecto darles auxilios o beneficios que les permitan cubrir ciertos gastos y así
amilanarles parte de la carga heredada, tales como depreciación de equipos, de muebles y
enseres, aumento en consumo de servicios públicos, problemas de salud física y emocional,
entre otros. En otras palabras, las empresas están trasladando costos administrativos y
operativos a sus empleados y no les están reconociendo por ese esfuerzo que ellos están
haciendo por cumplir a la altura de sus responsabilidades.
ARMANDO JAVIER LÓPEZ SIERRA
Twitter: @arjalosie