La psicología tradicional se enfoca en aliviar el sufrimiento evaluando trastornos y síntomas, mientras que la psicología positiva evalúa las fortalezas y el potencial para ayudar a las personas a desarrollarse. El cuadro comparativo muestra que la psicología tradicional trabaja en problemas y déficits, y la positiva cultiva las virtudes y fortalezas en áreas clínicas, laborales y educativas para mejorar el bienestar.