Este documento resume un debate entre tres profesionales sobre los desafíos del sistema educativo en España. Argumentan que existe una alta tasa de fracaso escolar debido a la falta de motivación y preparación de los estudiantes para enfrentar fracasos. También señalan que la escuela no se adapta bien a las necesidades de los adolescentes y que la evaluación se centra demasiado en las calificaciones finales en lugar de los progresos individuales. Los expertos enfatizan la importancia de desarrollar la autodisciplina, la empatía y la motivación
2. CARA Y CRUZ DEL SISTEMA EDUCATIVO
En “Para todos” de la 2, se trata el tema “La cara y cruz del sistema educativo” en España. Se
establece un debate entre tres profesionales relacionados con el tema: Bernabé Tierno
Jiménez, Psicólogo y Pedagogo, autor de numerosas obras sobre el éxito escolar y la
educación; Joan Doménech, Maestro de Primaria, Director del Centro de Educación Infantil y
Primaria FructuósGelabert de Barcelona, y autor del libro "Elogio de la educación lenta"; Julio
Carabaña, Catedrático de Sociología de la Educación en la Universidad Complutense de
Madrid.
Se tratan los actuales temas del éxito y el fracaso escolar. Como ya conocemos, líderes
europeos e informes internacionales confirman que el sistema educativo español está
progresando, pero que todavía le falta bastante para resultar satisfactorio, como ya advertían
los expertos de nuestro país. La comunidad europea planea bajar este problema al 10%,
mientras que en España, la tasa de jóvenes que han dejado de estudiar se sitúa en un 31%, el
doble de la media europea.
En este debate se pone sobre la mesa una serie de preguntas claves como ¿qué es lo que falla
en nuestro sistema educativo? ¿Cómo poner fin o reducir este elevado fracaso escolar?,
¿cómo llevan las familias y educadores esta doble cara de la moneda: éxito y fracaso?... cada
profesional, a través de su punto de vista y conocimientos, argumentará y aportará su opinión
desde los diferentes campos.
Los ciudadanos de la misma calle y sin leer previamente un informe, saben dónde nace el
problema de este fracaso escolar tan elevado en España:
Las pocas ganas o poca preparación que tienen los adolescentes, en especial para
luchar con los acontecimientos nuevos que se les presentan. Tiran la toalla muy
fácilmente.
El problema del alcohol y de la fiesta. Su despreocupación.
Tienen mucha más libertad, por lo tanto se enfrentan más a todas las figuras de
autoridad (profesores, padres…).
Estamos preparados para el éxito pero, ¿para una derrota? Todos coinciden en que no
estamos preparados para ello, y menos los adolescentes. Estudiar no les motiva nada, no
piensan en su futuro (no tan lejano), viven en el hoy que piensan que no acabará nunca.
Además, las familias suelen tender a protegerlos en todos los sentidos, por lo que no están
preparados para los posibles fracasos; se les da siempre todo echo, asique cuando se tienen
que enfrentar ellos solos a los inconvenientes que les presenta la vida, no saben cómo hacerlo.
El debate comienza con su valoración sobre lo que denominamos en nuestro país la
“generación nini” (ni estudia ni trabaja).
o Bernabé Tierno Jiménez (Psicólogo y Pedagogo), opina que nuestros actos
tienen consecuencias, lo que hacemos nos hace. Sabemos que un 85% del
éxito depende de las actitudes y el 15% de las habilidades. En el cerebro de
3. los adolescentes como de cualquier persona está grabado que a través el esfuerzo se
adquirirán las habilidades y destrezas, que sólo se aprenderán con la práctica. Si desde
pequeños no desarrollamos el sentido de la responsabilidad (por ejemplo, con el simple
acto de recoger los juguetes), ya se establece en nuestra mente la irresponsabilidad.
Debemos transmitir ya desde el principio de las vidas que las cosas se consiguen con el
esfuerzo, nada se regala, transmitiéndoles la autodisciplina, el sentimiento de competencia
y el esfuerzo.
o Julio Carabaña(Catedrático de Sociología), rebate que el fracaso escolar temprano del que
habla la OCDE es simplemente consecuencia de la Ley General de Educación, en la que se
prohíbe seguir estudiando a aquellos alumnos que con 16 años no
obtengan el certificado de la ESO. En ella se habla de que se deben
conseguir una serie de objetivos, pero no se dice cuáles. Entonces, ¿por
qué fracasa ese 31% de alumnos? Porque los profesores, con criterios
constitudinarios, piensan que ése es el nivel mínimo que deben exigir. Es
decir, alguien de forma arbitraria ha puesto un límite al que ha llamado
barrera de fracaso escolar.
En su opinión, la situación actual no es mala. La escuela es una institución contra natura a
partir de los 12 y 13 años, lo que le falta a España son escuelas adaptadas a los jóvenes de
más de 13 años.
o JoanDoménech(Maestro de Primaria y Director del Centro de Educación Infantil y Primaria),
argumenta que existe una crisis del esfuerzo. Sin embargo expone,
desde el punto de vista de la escuela, existe un factor
determinante en por qué los niños y jóvenes descubren que su
sitio no es la escuela. Se da una desconexión entre lo que ofrece la
escuela y la sociedad actual. La crisis del nivel de exigencia va más
allá de los colegios y profesores.
Destacan la importancia de la autodisciplina y la empatía por parte de los estudiantes para
conseguir acabar con la irresponsabilidad, rechazando los malos ejemplos que, por ejemplo, se
dan en la televisión. Con responsables comprometidos y motivadores, invirtiendo en su
profesionalidad.
Una parte muy importante es la forma de evaluar, en la que destacan la mínima importancia a
la evaluación emocional de los alumnos/as y que, la evaluación final será la que decida si éste
puede seguir estudiando o si puede acceder a cierta posición, en lugar de preocuparse por las
materias en las que destaca cada alumno. ¿Por qué no fijar la barrera según las características
de los alumnos/as y no de forma arbitraria?
¿Saben los niños cómo afrontar el éxito o el fracaso en los estudios? ¿Les importa si su
evaluación es buena o mala? Ha llegado a un punto en el que los jóvenes conocen la situación
que los rodea, y el fracaso escolar es algo común entre ellos, todos conocemos a gente que no
ha conseguido el título de ESO. Les importa su evaluación, pero están obligados a adaptarse a
lo que el profesor decida respecto a ello.