También llamados sólidos, se refieren a aquellas formas farmacéuticas en las que uno o más principios activos sólidos están dispersos en una mezcla de sólidos (conocida como excipiente). Se trata de sistemas discontinuos cuyas propiedades dependen de características intrínsecas, pero también de aspectos físicos como el tamaño y la morfología de las partículas.