El documento discute las reformas de la educación superior en América Latina y el Caribe en las últimas décadas. Señala que los años 90 constituyeron un período de cambio para las universidades de la región que tuvieron que modernizarse. También destaca el papel del Estado y organismos internacionales en impulsar estas reformas, así como la creación de nuevas leyes y organismos reguladores. Finalmente, resalta los retos actuales como la heterogeneidad de la demanda estudiantil y la internacionalización de la educación.