Los entornos que apoyan la salud incluyen los lugares donde viven las personas, su comunidad local, su hogar y su lugar de trabajo, y proporcionan acceso a recursos sanitarios y oportunidades para empoderar a las personas sobre su propia salud. Este concepto surgió de la Carta de Ottawa de 1986 y la Conferencia Internacional de Sundsvall en 1991, donde se enfatizó la importancia del entorno para la salud. La OMS ha impulsado programas basados en entornos saludables como Ciudades Saludables, Escuelas Promotor