Este documento resume el discurso pronunciado por Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura en 1819. En él, Bolívar defiende la democracia como el sistema de gobierno ideal, señalando que sólo la democracia permite la libertad absoluta. Asimismo, propone un gobierno republicano con división de poderes y un énfasis en la educación para formar ciudadanos virtuosos. Finalmente, analiza conceptos filosóficos como la felicidad, la justicia y la ética para fundamentar su visión de un Estado
SIMÓN BOLÍVAR VS ÉTICA MORALISTA PLASMADA EN EL DISCURSO DE ANGOSTURA
1. MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD LATINOAMERICANA Y DEL CARIBE
DOCTORADO EN DERECHO INTERNACIONAL PÚBLICO
MENCIONES EN DERECHO INTERNACIONAL DE LOS DERECHOS HUMANOS Y
DERECHO INTERNACIONAL HUMANITARIO
UNIDAD CURRICULAR: FUENTES DEL DERECHO INTERNCIONAL PÚBLICO
DOCENTE:
Dra. María Sofia Barrios
Doctorantes:
Álvarez Núñez, Menfis. C.I. V-10.784.470
Chacón, Rene Rigo. C.I. V-13.712.642
Palacios Rafael C.I.V-5.164.444
Parada, Gerardo Alfonso: C.I.V- 14907640
Caracas, 05 abril de 2018
2. «El sistema de gobierno
más perfecto es aquel que produce mayor suma de felicidad
posible, mayor suma de seguridad social y mayor
suma de estabilidad política»
Discurso de Angostura
15 de febrero de 1819
3. El amor a la Patria, el amor a las Leyes, el amor a los
Magistrados es las nobles pasiones que deben absorber
exclusivamente el alma de un Republicano. Si no hay un
respeto sagrado por la Patria, por las Leyes, y por las
autoridades, la Sociedad es una confusión, un abismo:
es un conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo
a cuerpo. Para sacar de este caos nuestra naciente
República, todas nuestras facultades morales no serán
bastantes, si no fundimos la masa del pueblo en un todo;
la composición del gobierno en un todo; la legislación en
un todo; y el espíritu nacional en un todo. Unidad,
Unidad, Unidad, debe ser nuestra divisa
“conocimiento es poder”, esto ya lo sabían los “Siete
Sabios” de la Grecia Antigua. Cono-cimiento y Poder como
supuestos sinónimos, tienen otro sine qua non secular y que
es gnothi seauton, conócete a ti mismo, que se encontraba
escrito en el Templo de Apolo, a cuya sombra el filósofo
Aristóteles enseñó la antigua práctica y teoría de la política a
sus discípulos y estudiantes. También la vanguardia de la
Ilustración, especialmente Francis Bacon con su
empiricísmo, positivismo y pragmatismo y la clase burguesa
dentro del nuevo sistema capitalista, la democracia y el
materialismo confirmaron esta idea. Por ello, la importancia
del saber y su repercusión todos los aspectos de las
sociedades.
4. INDICE
INDICE GENERAL
Introducción Pág. 1
CAPÍTULO I
CAPITULO I
DEMOCRACIA Vs JUSTICIA Y LIBERTAD
3
1.1. Lo ontológico
1.2. Lo Axiológico
1.3. Lo ético y lo moral vs los valores libertarios / derecho y justicia
3
4
18
CAPÍTULO II
DIVISIÓN DE PODERES Y PROPUESTA DE CREACIÓN DE UN
CUARTO PODER
22
2.1. La axiológico de este apartado
2.2. El apartado ontológico
2.3. Tipo de ética
2.4. Teoría ética
2.5. Relación axiológica, ética, ontológica y de derecho
22
22
23
23
23
CAPÍTULO III
LA EDUCACIÓN COMO VALOR EN EL DISCURSO DEL CONGRESO
DE ANGOSTURA Vs LA ÉTICA Y LA ACTUCION FUNCIONARIAL EN
VALORES
43
3.1. Aspectos axiológicos del apartado de este discurso
3.2. Aspecto ontológico
3.3. Teorías éticas
3.4. Aspectos globales
43
43
43
44
CONCLUSIONES 57
LISTA DE REFERENCIAS 59
5. INTRODUCCIÓN
Se pretende en este apartado analizar los aspectos éticos y morales que
emergen del Discurso de Angostura de alto valor ético bolivariano, y las tendencias
históricas en que se encontraba la naciente república en que el huracán de la guerra
destruía todo lo que hallaba a su paso , aunado al proceso político que se gestaba para
el 15 de febrero de 1819 en la provincia de Guayana, pronuncia El Discurso de
Angostura con motivo de la instalación del segundo Congreso Constituyente de la
República de Venezuela en San Tomé de Angostura (hoy Ciudad Bolívar). En este
documento Bolívar como jefe del Estado se dirige a los congresistas del país no solo
para expresar su opinión sobre lo que debía ser el proyecto constitucional a
sancionarse, sino también una profunda reflexión sobre la situación que vivía
Venezuela a fines de 1818.
En relación al proceso de elaboración de dicho texto, se documenta en los
textos históricos tal como PEDAGOGÍA LIBERADORA EN EL PENSAMIENTO
FILOSÓFICO DE BOLÍVAR, escrita por CRISTÓBAL ARTETA RIPOLL, publicado en
REVISTA AMAUTA • UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO • BARRANQUILLA (COL.) •
ISSN 1794-5658 • NO. 19 • ENE-JUN 2012 • 109-120, de cómo el mismo Bolívar llevó a
cabo la estructura fundamentalmente de dicho texto en su residencia de Angostura
durante los últimos meses de 1818. Asimismo, no vaciló Bolívar en confiar los originales
de este importante documento a Manuel Palacio Fajardo, estadista dotado de talento.
En dicho texto Bolívar, no solo plasma su sentir como hombre luchador,
como ser humano, sino que realizar un breve recorrido histórico por los acontecimientos
políticos y jurídicos más destacados y con mayor injerencia en la vida nacional
particularmente en el ámbito educativo y escolar.
En el discurso pronunciado durante casi una hora ante el Congreso de
Angostura, El Libertador analizó de manera profunda la realidad de su tiempo,
señalando la conveniencia de que las instituciones que surgieran en América a raíz de
6. la Independencia, debían responder a las necesidades y posibilidades de estas
sociedades, sin copiar modelos de tierras extrañas.
Aunque se reconoce en este documento lo favorable del régimen federal para
otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible un Centralismo,
basado en un Poder Público distribuido en las clásicas ramas: Ejecutivo, Legislativo y
Judicial; resaltando la fortaleza del Ejecutivo.
Sugiere también Bolívar que a estos tres poderes se agregue una cuarta
instancia denominada Poder Moral, destinado a exaltar el imperio de la virtud y enseñar
a los políticos a ser probos e ilustrados. Asimismo, concebía la idea de una Cámara
Alta
hereditaria, para mantener en ella la tradición edificante de los padres de la Patria; lo
cual no encajó muy bien con la letra del Poder Moral. En una demostración de gran
ilustración El Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina las
instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para esto a filósofos y
políticos de la Enciclopedia y de la Revolución Francesa, para desembocar en la
necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con proscripción de la
nobleza, los fueros y privilegios, así como de la abolición de la esclavitud.
Otro aspecto al que dedicó una importancia fundamental en el proceso de
consolidación de las repúblicas latinoamericanas, fue a la educación como forjadora de
hombres preñados de valores de hombres valientes, solidos, estables comprometidos
con el país comprometidos con su pueblo.
7. 3
Parada, Gerardo Alfonso: C.I.V- 14907640
CAPITULO I
DEMOCRACIA Vs JUSTICIA Y LIBERTAD1
En relación al Congreso de Angostura, este acto estuvo revestido de
gran solemnidad, efectuado ante 26 de los 30 diputados electos, así como distinguidas
personalidades invitadas, instalado el 15 de febrero de 1819, el Congreso de
Angostura, caracterizado por el pronunciamiento por parte de Simón Bolívar de su
discurso medular como Jefe Supremo de la República desde 1816.
1.1. Lo ontológico
En este orden de ideas la historia nos ha dejado evidencia de que
Bolívar no fue un filósofo especulativo, es decir de escuela, se trata de un actor
fundamental de toda la lucha por la independencia de nuestros pueblos, no obstante, en
toda su obra es posible constatar un material reflexivo que, sistematizado y
estructurado devela las líneas teóricas precursoras de la ética latinoamericana de la
independencia, como parte de una filosofía práctica.
Lo filosófico
Es necesario destacar que toda su concepción refleja un acervo
cultural profundo que viene de Sócrates, Platón y toda la riqueza que atesora el
pensamiento de la antigüedad, los modernos “Rousseau, Montesquieu y Voltaire, por
solo citar solo algunos de reconocida significación ética, filosófica o pedagógica
universal, o la recepción crítica de las influencias de pensadores como Locke y
1
Escritos del Libertador. Congreso de Angostura 15 de febrero 1819
8. 4
Bemtham, éste último, con ideas interesantes dentro de la “Filosofía moral” a pesar de
otras posturas incluso criticadas por el Libertador.
1.2. Lo Axiológico
En el discurso ante el Congreso de Angostura (19 de febrero de 1819),
Bolívar se refirió, entre otros aspectos, a las virtudes de los ciudadanos en especial al
acatamiento de las leyes como principio del republicanismo y a la necesidad de
establecer un equilibrio político para alcanzar la libertad y el orden en un régimen
democrático.
La democracia debe entenderse como el sistema de gobierno cuyo
criterio fundamental es que la soberanía reside en el pueblo, siendo el ciudadano en lo
individual y el pueblo en lo colectivo el eje principal de dicho sistema político.
Como sabemos, la etimología de la palabra «democracia» es de
origen griego y está compuesta por los vocablos: «demos», que significa pueblo y
«cracia», que significa gobierno; es decir, el gobierno del pueblo. Ello, por oposición,
entre otras formas de gobierno, a la «aristocracia», en la que: «aristo» significa
«minoría», es decir, el gobierno de las minorías. A pesar de que la democracia como
sistema de gobierno fue implantada hace unos dos mil quinientos años en la antigua
Grecia, será en la época moderna, después de la Revolución Industrial, cuando
comience a consolidarse como tal, poniéndose en práctica la división clásica de los
poderes públicos: esto es, el Poder Legislativo, Poder Ejecutivo y Poder Judicial.2
Señalaba en su discurrir como ejemplo a:
Atenas, la primera, nos da el ejemplo más brillante de una
Democracia absoluta … (…) por más que se examine la
naturaleza del Poder Ejecutivo en Inglaterra, no se puede
2
Simón Bolívar. Discurso de Angostura; Angostura, 15 de febrero de 1819.
9. 5
hallar nada que no incline a juzgar que es el más perfecto
modelo, sea para un Reino, sea para una Aristocracia, sea
para una Democracia. Aplíquese a Venezuela este Poder
Ejecutivo en la persona de un presidente, nombrado por el
Pueblo o por sus Representantes, y habremos dado un gran
paso hacia la felicidad nacional (…) Sólo la Democracia, en
mi concepto, es susceptible de una absoluta Libertad3
Bolívar fue siempre sólidamente republicano, y como estuvo convencido de
que la monarquía era una forma de gobierno anacrónica que no se compaginaba con
las realidades y el espíritu de la emancipación americana. Siempre planteaba la esencia
de la democracia: gobiernos populares republicanos, responsables y representativos,
en los cuales era decisiva la intervención de las mayorías y el respeto a la opinión
pública.
Para Bolívar, “el gobierno más perfecto, es
aquel que produce mayor suma de felicidad posible,
mayor suma de seguridad social y mayor suma de
estabilidad política”, 4
y en su concepto, “sólo la
democracia... es susceptible de una absoluta libertad,
libertad que define como el poder que tiene cada hombre
de hacer cuanto no esté prohibido por la ley”.
En ese mismo orden de ideas estudia Bolívar al filósofo Aristóteles,5
el cual
señalaba que el supremo bien es la felicidad, y la felicidad es vivir conforme a la razón
éticamente orientada. Pero el ser humano no puede alcanzar esa virtud fuera de la
sociedad; entonces, las virtudes individuales son complementadas con las virtudes
3
Ídem
4
Ibidem
5
Juan Bautista Fuenmayor, Historia de la filosofía del derecho, Talleres Tipográficos de Miguel Ángel García,
Caracas, 1974
10. 6
socia; es decir, en relación con la vida social. Y los Estados y sus dirigentes políticos
deben ajustarse lo más posible a la idea del bien común, afirmando que la idea del bien
que debería, más que ninguna otra, coincidir con el supremo bien, es el Estado; porque
es la organización más perfecta creada por el ser humano para el bienestar de todos.
De esta forma, la persona que asume el rol de agente representante del
Estado adquiere una serie de obligaciones tanto en el campo social como en el ético.
Pero no era legendario Bolívar al querer establecer un sistema de
gobierno democrático puro en el mundo hispanoamericano, ya que estaba consciente
de que para lograr vivir en una Nación democrática se requería superar la tasa del
atraso cultural y la ignorancia del pueblo, ya que este es un sistema de gobierno que
requiere la participación activa e inteligente de todos los ciudadanos.
El gobierno propuesto por Bolívar en sus proyectos constitucionales es un
gobierno democrático, republicano, popular, efectivo, sencillo, moralmente fuerte, capaz
de sobreponerse a la anarquía y a la tiranía, y de realizar y defender la Revolución. Un
gobierno con inspiración civil y regido por verdaderos hombres de Estado, civiles,
patriotas, respetuosos de la institución armada, a cuyo progreso propenderá en la
medida de las necesidades de la república.
Igualmente, gobierno democrático concebido por Bolívar tiene como rasgos
fundamentales la interrelación orgánica de los poderes; la representación limitada o
mandato imperativo; la alternabilidad en el ejercicio del poder, y la consideración del
pueblo como la única fuente de soberanía.
Pero a pesar de que Bolívar fue sólidamente republicano, y que estuvo
convencido de que la monarquía o la dictadura eran formas de gobierno que no se
11. 7
compaginaban con las realidades y el espíritu de la emancipación, tuvo que ejercer la
dictadura en un momento de crisis política.
En ese orden de ideas se destaca que Bolívar efectuaba lectura que las
obras de los pensadores clásicos, principalmente los de la antigüedad griega y romana.
En este sentido, es importante destacar el rol que el Estado debe asumir respecto a la
educación, ya planteada hace siglos por el filósofo Platón de la siguiente manera:
En un Estado todo depende de los principios:
Si ha comenzado bien, va siempre agrandado como el
círculo. Una buena educación forma un buen carácter; los
hijos, siguiendo desde luego los pasos de sus padres se
hacen bien pronto mejores que los que les han precedido,
y tienen, entre otras ventajas, la de dar a luz hijos que les
superan a ellos mismos en mérito (…). Por lo tanto, para
decirlo todo en dos palabras, los que hayan de estar a la
cabeza de nuestro Estado vigilarán especialmente para
que la educación se mantenga pura.6
Bolívar en su discurso de Angostura analizó de manera profunda la
realidad de su tiempo, señalando la conveniencia de que las instituciones
que surgieran en América a raíz de la Independencia, debían responder a las
necesidades y posibilidades de estas sociedades, sin copiar modelos de tierras
extrañas.
Aunque se reconoce en este documento lo favorable del régimen
federal para otras naciones; se sostiene que en el caso de Venezuela es preferible da el
ejemplo del más brillante de una Democracia absoluta Bolívar, en su actuación
política, fue republicano, liberal y mostró convicción de que la monarquía
8
6
Platón. La República o el Estado, Editorial Artes Gráficas EMA, Madrid, España, 1979.
12. era una forma de gobierno anacrónica que no se correspondía con las realidades (de
poder y libertad; de la revolución y la autoridad) y el espíritu de la mancipación
americana basada en reformas sociales de igualdad, libertad y fraternidad (consignas
de la Revolución Francesa y de la Ilustración); en defensa de los aborígenes (Decreto
dictado el 20 de mayo de 1820); reparto de bienes por ley reconociendo los servicios
prestados por los hombres del Ejercito.
En todos sus proyectos políticos constitucionales, Bolívar con madurez,
plantea en la organización del Estado la división de los poderes, basada en la
propuesta de Montesquieu y la esencia de la democracia: gobiernos populares
republicanos, responsables, liberales y representativos, en los cuales era decisiva la
intervención de las mayorías y el respeto a la opinión pública. Su concepción sobre la
democracia incluía la soberanía del pueblo.
El sistema de gobierno propuesto por Bolívar en la causa de la libertad, es
decir, en sus proyectos constitucionales es un gobierno democrático, republicano,
popular, efectivo, sencillo, moralmente fuerte, capaz de sobreponerse a la anarquía y a
la tiranía, y de realizar y defender la Revolución. Un gobierno, que respetará las
estructuras ideológicas y legales, con inspiración civil y regido por verdaderos hombres
de Estado, civiles, patriotas, respetuosos de la institución armada, a cuyo progreso
propenderá en la medida de las necesidades de la república.
El gobierno democrático concebido por Bolívar tiene como rasgos
fundamentales la interrelación orgánica de los poderes; la representación limitada o
mandato imperativo; la alternabilidad en el ejercicio del poder, y la consideración del
pueblo como la única fuente de soberanía.
Pero a pesar de que Bolívar fue republicano, y que estuvo convencido de
que la monarquía o la dictadura eran formas de gobierno que no se compaginaban con
las realidades y el espíritu de la emancipación, tuvo que ejercer la dictadura en un
9
13. momento de crisis política. También defendió el centralismo para evitar la anarquía,
pese a que era un convencido de las bondades del federalismo.
La trascendencia del pensamiento bolivariano en lo político tuvo un alcance
continental e integrador de los países hispanoamericanos y dotó a las repúblicas de
formas constitucionales; en lo social el pensamiento liberal del Libertador favorecía los
derechos del hombre y la igualdad social que sirve de fundamento al modelo
democrático venezolano que se vive actualmente, mostró interés por la educación de
los ciudadanos; en lo económico criticó con fuerza la burocracia y el despilfarro del
dinero público; impulsó una política económica dirigida a recuperar la agricultura,
resolvió que el Estado era el propietario de todas las minas, promovió la industria y el
comercio y finalmente promovió la acción conservacionista del ambiente. Por lo antes
expuesto se evidencia que el ideario bolivariano tiene vigencia hoy día.
Siendo relevantes algunas de las concepciones de Bolívar sobre la
organización de un gobierno democrático, que impida la entronización de la tiranía,
asegure el ejercicio de la autoridad y la libre participación de los ciudadanos en los
asuntos públicos. Bolívar hace también acertadas advertencias sobre los vicios que hay
que combatir para impedir que el funcionamiento de las instituciones democráticas se
pervierta.
De ahí que en su discurso Bolívar denuncie, como el mayor peligro para la
libertad y la democracia, el continuismo y la concentración del poder en una sola
persona. Dice Bolívar: “La continuación de la autoridad en un mismo individuo
frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos. Las repetidas
elecciones son esenciales en los sistemas populares, porque nada es tan
peligroso como dejar permanecer largo tiempo en un mismo ciudadano el poder.
El pueblo se acostumbra a obedecerle y él se acostumbra a mandarlo; de donde
se originan la usurpación y la tiranía”
14. 10
Congruente con lo anterior, Bolívar exclama: “Solo la democracia, en mi
concepto, es susceptible de una absoluta libertad”. Pasa revista sobre las distintas
formas de gobierno que en el decurso de la historia han organizado las sociedades
humanas, desde la democracia directa de Atenas hasta el sistema parlamentario inglés,
para concluir que el mejor gobierno es aquel que logra el equilibrio entre los poderes del
Estado. Pero Bolívar va más allá: ese equilibrio debe también propiciarse “entre las
diferentes fracciones de que se compone nuestra sociedad”. Reconoce Bolívar que la
democracia debe ser objeto del más cuidadoso celo, pues “ninguna forma de gobierno
es tan débil como la democrática, su estructura debe ser de la mayor solidez; y sus
instituciones consolidarse para su estabilidad”.
Sobre la democracia directa ateniense, Bolívar advierte: “Atenas, la primera,
nos da el ejemplo más brillante de una democracia absoluta, y al instante, la misma
Atenas nos ofrece el ejemplo más melancólico de la extrema debilidad de esta especie
de gobierno. El más sabio legislador de Grecia no vio conservar su República diez
años, y sufrió la humillación de reconocer la insuficiencia de la democracia absoluta
para regir ninguna especie de sociedad, ni aun la más culta, morigera y limitada, porque
solo brilla con relámpagos de libertad”.7
Simón Bolívar miró las bondades de la democracia federalista como un
programa político que debería trascender el tiempo histórico del colonialismo europeo
en América, dejar de lado nuestra condición de víctimas y comenzar a vivir nuestra
identidad cultural como pueblos originarios liberados. Sin embargo, las ambiciones
políticas y la avidez de ganancia de los hombres cercanos al Libertador, terminaron por
degenerar un programa plural para el continente en un federalismo que se desgarraría
en el separatismo y la división de los actuales estados nacionales que conforman
América del Sur.
11
7
https://www.laprensa.com.ni/2017/05/15/opinion/2229516-el-pensamiento-democratico-de-bolivar,acceso
26/03/2018, 10:00pm
15. El sistema mixto de gobierno
El Libertador de América buscó un sistema democrático republicano y
federal, que respetara incondicionalmente nuestros orígenes étnicos, que incluyera y no
exterminara a nuestros pueblos originarios.
Sin embargo, fue consciente en todo momento que dicho sistema no podría
operar universalmente en el continente, ya que cada pueblo y cultura originaria tiene
una herencia cultural propia y dicha historia engendraría desigualdades, ante la
imposición del universal político democrático.
Echando mano de las teorías políticas y de Estado más avanzadas del siglo
XIX, Bolívar fue capaz de desentrañar las vicisitudes mismas que devienen a la
aplicación del sistema monárquico, desde allí, El Libertador observó que la Monarquía
trae consigo estabilidad social en detrimento de las desigualdades propias de un
sistema democrático republicano, por ello apostó en su momento por establecer un
Congreso Constituyente dinámico subordinado a una legislación vitalicia con
congresistas, cuyo cargo fuera hereditario a fin de buscar un equilibrio entre un régimen
colonial europeo en América y otro de corte federalista, democrático y republicano.8
En el discurso de Angostura expresó: “Que los hombres nacen todos con
derechos iguales a los bienes de la sociedad”, pero también reconoce las
diferencias que existen entre cada individuo. La igualdad es concebida como una
igualdad política para disfrutar los bienes y derechos sociales. “No todos los hombres
nacen igualmente aptos a la obtención de todos los rangos, pues todos deben
practicar las virtudes y no todos las practican, todos deben ser valerosos y no
todos lo son, todos deben poseer talentos y no todos los tienen. De aquí viene la
distinción efectiva que se observa entre los individuos de la sociedad más
libremente establecida”. Si el principio de la igualdad política es reconocido, no lo es
8
Simón Bolívar, “Discurso de Angostura,” en Latinoamérica. Cuadernos de Cultura Latinoamericana, Núm. 30,
Coordinación de Humanidades, Centro de Estudios Latinoamericanos, Facultad de Filosofía y Letras, UNAM, 1980.
16. 12
menos el de la desigualdad física y moral. “La naturaleza hace a los hombres
desiguales en genio, temperamento, fuerzas y caracteres”. Las leyes corrigen estas
diferencias porque colocan al individuo en la sociedad para que la educación, la
industria, las artes, los servicios, las virtudes le den la igualdad política y social.
Bolívar sabía que la transición de un régimen esclavista a una democracia
cabal debía lidiar con el desconocimiento de los organismos representativos y el atraso
político. Este reconocimiento no mermó ni desvirtuó la calidad sinceramente
democrática de su pensamiento que aspiraba llevar al plano de la perfección. El
ejercicio de la soberanía corresponde a ciudadanos aptos siendo el “saber y honradez,
no dinero, lo que se requiere para el ejercicio del poder público”, a su juicio “un hombre
sin instrucción no es precisamente un ciudadano” “la aclamación libre de sus
conciudadanos, única fuente legítima de todo poder humano”.
Nuevas bases
Bolívar presenta su proyecto constitucional, que cimienta sobre la
experiencia histórica. Describe el camino recorrido desde 1810 como un verdadero
desastre que ha devastado Venezuela. ¿Cómo explica lo ocurrido?
¿Queréis conocer los autores de los acontecimientos
pasados y el orden actual? Consultad los anales de España,
de América, de Venezuela; examinad las leyes de Indias, el
régimen de los antiguos mandatarios, la influencia de la
religión y del dominio extranjero; observad los primeros actos
del gobierno republicano, la ferocidad de nuestros enemigos
y el carácter nacional
Enalteciendo la obra de los revolucionarios de 1810, y señalando a los
españoles como los verdaderos causantes de la destrucción, establece la continuidad
republicana y procura una apología de su acción en tan tormentosos años, dejando en
13
17. libertad al congreso a fin de que nombre a quien consideren más apto para presidir la
república.
¿Sobre qué base construir? Como siempre, sobre la realidad
y la experiencia histórica: “Echando una ojeada sobre lo
pasado, veremos cuál es la base de la república de
Venezuela”9
Al desprenderse de la monarquía, América se encontró en una situación
semejante a la de la caída del imperio romano. Sobrevino la desmembración. Dada la
inexperiencia de los americanos en los asuntos gubernativos, no se supo cómo
reorganizar la sociedad política:
Nuestra suerte ha sido siempre puramente pasiva, nuestra
existencia política ha sido siempre nula y nos hallamos en
tanta dificultad para alcanzar la libertad, cuanto que
estábamos colocados en un grado inferior al de la
servidumbre (...) La América, todo lo recibía de España que
realmente la había privado del goce y ejercicio de la tiranía
activa, no permitiéndonos sus funciones en nuestros asuntos
domésticos y administración interior. Esta abnegación nos
había puesto en la imposibilidad de conocer el curso de los
negocios públicos; tampoco gozábamos de la consideración
de personal que inspira el brillo del poder a los ojos de la
multitud (...) estábamos abstraídos, ausentes del universo en
cuanto era relativo a la ciencia de gobierno.
La ignorancia no es exclusiva de los sectores dirigentes. Los
siglos de dominación habían privado a todos del ejercicio de
14
9
Op.cit
18. la libertad, que una vez conseguida, se transformó en un
boomerang:
Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia, de la tiranía y del
vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni poder, ni virtud. Discípulos de tan
perniciosos maestros, las lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos
estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos ha dominado más que por la
fuerza, y por el vicio se nos ha degradado más bien que por la superstición. La
esclavitud es la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un instrumento ciego de su
propia destrucción, la ambición, la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia,
de hombres ajenos a todo conocimiento político, económico o civil (...) Un pueblo
pervertido si alcanza su libertad, muy pronto vuelve a perderla (...) La libertad, dice
Rousseau, es un alimento suculento, pero de difícil digestión. Nuestros conciudadanos
tendrán que enrobustecer su espíritu mucho antes de que logren digerir el saludable
nutritivo de la libertad.
Retoma los argumentos de la inexperiencia política y de la persistencia de
una mentalidad colonial. Así pretende explicar los fracasos revolucionarios y los
enfrentamientos sociales, los que deben ser considerados a la hora de dar firmeza a las
instituciones, que deben evitar lo que Bolívar veía como una simple anarquía.
Enseguida amplía la experiencia histórica americana y la enmarca en la universal. La
base de su filosofía política radica en afirmar que los gobiernos oprimen a los pueblos,
asfixiando la libertad originaria y natural. Los hombres sufren la tiranía, por no luchar
por la libertad: el hombre –no sólo el americano–, es indolente respecto de sus
derechos más sagrados. Hay en la historia, sin embargo, ejemplos de pueblos que
lucharon para sacudir el yugo de la opresión, pero son escasos y raros los pueblos que
lograron vivir en libertad por un tiempo.
15
19. Pronto recayeron en los antiguos vicios políticos
porque son los pueblos más bien que los gobiernos los que
arrastran tras sí la tiranía. El hábito de la dominación los
hace insensibles a los encantos del honor y de la
prosperidad nacional
De acuerdo a esa visión negativa de todo gobierno como límite de la libertad
originaria y sagrada, ¿cuál sería el modo de organizar políticamente un pueblo?:
Sólo la democracia, en mi concepto, es susceptible de una
absoluta libertad; ¿pero ¿cuál es el gobierno democrático
que ha reunido a un tiempo, poder, prosperidad y
permanencia?
¿Y no se ha visto por el contrario la aristocracia, la
monarquía cimentar grandes y poderosos Imperios por siglos
y siglos? (100).
El gobierno que propugna el discurso es centralista (aunque cree y repite
que el mejor sistema político es el federalista), republicano (aunque admira la
monarquía británica), centralista (aunque se queja del centralismo de las instituciones
españolas), civil (aunque la presencia militar es la tónica general) y democrático
(aunque tiene un temor respetuoso a las elecciones libres).
Bolívar creía, al igual que Montesquieu, que las leyes deben adaptarse a la
gente para las que han sido ideadas (Rousseau le da la razón cuando afirma que el
carácter nacional debe influir en las leyes del país) y, llevando este hecho a la práctica,
quiso una constitución que no imitara la estadounidense, sino que se fundamentara en
la estructura social y racial de Hispanoamérica. No quiso combinar ideas de los
sistemas francés o norteamericano, y como máximo copió del sistema británico el
16
20. parlamento de dos cámaras (una de ellas formada a partir de elecciones y otra de
senadores vitalicios).
Su respeto a la democracia en circunstancias sumamente difíciles; y el
ejemplo de desinterés por todos los méritos de los cuales se hizo acreedor durante más
de quince años de duro bregar, es una muestra de alto sentido ético de un hombre
verdaderamente virtuoso.
Es imposible desconocer que esta concepción de la moral como virtud
colectiva, es fundamento de la lucha por la independencia de nuestros pueblos, querella
que está en función de esa creación (esa es la gran diferencia con los teóricos
europeos, o con los clásicos de Norteamérica), y su quehacer en materia ética tampoco
puede ser ajeno a esa práctica, de lo que se trata es de comprender cómo su
pensamiento de un profundo sentido moral, humanista y de justicia moral, apuntala
todo un pensamiento social y político.
Concepción donde por primera vez, virtud, moral y justicia toman relación
concreta entre corpus teórico y praxis social en el Nuevo Mundo, cuestión advertida por
Cintio Vitier quien lo llama: “reformador social y por tanto verdadero padre”, “(…)
también de la inspiración ético-revolucionaria”
La libertad se presenta entonces como un problema, un
cuestionamiento que debe ser atendido desde el hombre para que pueda llegar al
común, esto solo ocurre si los ciudadanos se encuentran cohesionados en la búsqueda
y mantenimiento de esa libertad civil. Si bien, el esclavo es aquel que no puede ejercer
su libertad es preciso comprender que esa esclavitud es para Bolívar la de aquel que no
puede ejercer sus garantías civiles y se encuentra en un estado de dependencia ante
quien las ejerce por él. Sin embargo, es preciso tener en cuenta que aquel que está
sometido al imperio de otro debe, en un acto de voluntad, desear acabar con ese
sometimiento, puesto que el que impone su voluntad sobre otro lo hace porque este se
17
21. lo permite a cambio de otra cosa (como puede ser el derecho a la vida) y proviene de la
propia conciencia o espíritu y el aprecio que esta tenga hacia ella.
Así la libertad civil la aseguran los ciudadanos por medio del
establecimiento de leyes inflexibles y rigurosas que garanticen los derechos
ciudadanos. Bolívar, probablemente apoyado en el pensamiento de Jean-Jacques
Rousseau, considera que estas leyes deben estar adaptadas a las características
físicas del lugar en el que se habita, respetando las formas de vida ya establecidas;
pero moderando los defectos propios, como la ambición, como indica en el Discurso de
Angostura: “Para formar un gobierno estable se requiere la base de un espíritu
nacional, que tenga por objeto una inclinación uniforme hacia dos puntos capitales:
moderar la voluntad general y limitar la autoridad pública”. De esta manera Bolívar
parece comprender la libertad individual desde el concepto kantiano planteado en La
crítica de la razón pura, donde se afirma que la libertad es la “legislación de la razón”
por medio de la cual se instituye el respeto a las leyes, y este respeto no se produce por
un sometimiento involuntario, sino por el apego a la razón de los individuos10
.
En lo atinente al apego al liberalismo del Libertador al considerar al
hombre responsable de su libertad individual, por lo que es necesario separar los
poderes del Estado y de la Iglesia garantizando la igualdad ante la ley y moderando la
actitud de los gobernantes. La libertad ata a los que la gozan, no obstante, este lazo
solo puede conseguirse desde la libertad individual, que se realiza por medio del
respeto a la ley. De esta forma el pensamiento bolivariano se aleja de Rousseau,
puesto que supone que la única forma de mantener la libertad es cohesionada en
sociedad. Bolívar se aleja del liberalismo tradicional al considerar que la política y la
moral van atadas, entendiendo como moral la práctica de las virtudes. Si bien Bolívar
conoce las imperfecciones de los gobernantes en algunos momentos idealiza a esos
gobernantes, considerando que una vez educados escogerán lo correcto, lo que desde
18
10
http://www.fundacionciev.com/la-libertad-en-el-libertador-un-concepto/acceso 25/03/2018.10:00pm
22. la libertad individual contribuiría al mantenimiento de la libertad sostenida sobre el
beneficio propio: si yo mantengo un Estado virtuoso este sostendrá asimismo a los
hombres virtuosos y viceversa.
Lo ético y lo moral vs los valores libertarios /derecho y justicia
De este modo el verdadero problema de la libertad es que demanda la
edificación de cierto orden moral, que va a fundamentarse en una educación con bases
en la virtud que fortalezca a los individuos para su manejo. No es la libertad la que
permite al hombre hacer lo que desee, puesto que la libertad no es desmedida o
arbitrariedad, sino un control interior que conduce al bienestar. Así, apegado al
razonamiento aristotélico, le dice a Guillermo White en 1820: “Si hay alguna violencia
justa, es aquella que se emplea en hacer a los hombres buenos y, por
consiguiente, felices”, esa violencia no es otra que una educación que fortalezca el
ejercicio de la voluntad y permita la adopción de un arbitrio fuerte capaz de tomar
decisiones correctas para sí y para el colectivo, sin la fuerza de esa voluntad es simple
que los ciudadanos pierdan la libertad
Para Simón Bolívar,11
la actuación del Congreso de Angostura al ratificar el
Decreto decir Libertad y su solicitud de tres mil esclavos se apoya en "obvias razones"
militares. Por un lado, el ejército republicano está necesitado de "hombres robustos y
fuertes acostumbrados a la inclemencia y a las fatigas [...] en quienes el valor de la
muerte sea poco menos que el de su vida". Por otro lado, las razones políticas son
"más poderosas". A su parecer, el Congreso de Angostura, al atender su prédica
antiesclavista, no obra contra la propiedad, sino que, al seguir lo recomendado por
Montesquieu, resguarda al régimen republicano de una eventual rebelión de esclavos,
ya que "tales gentes son enemigos de la sociedad y su número sería peligroso".
19
11
https://www.biografiasyvidas.com/monografia/bolivar/ideario.htm acceso 25/03/2018.11:00pm
23. Una idea central del discurso bolivariano es que "todo gobierno libre que
comete el absurdo de mantener la esclavitud es castigado por la rebelión y algunas
veces por el exterminio". Por supuesto que Simón Bolívar tiene aquí presente la
experiencia coetánea de la independencia haitiana y las consecuencias que ésta tuvo
en el ámbito venezolano. Para convencer a sus interlocutores no toma el camino
moralista que lo llevaría a debatir acerca de la justicia o injusticia de la esclavitud. Su
pensamiento sigue un sendero más propicio y comprensible para una sociedad cargada
por la discriminación y la exclusión, apelando al miedo: "Hemos visto en Venezuela
-escribe Bolívar- morir la población libre y quedar la cautiva; no sé si esta es política,
pero sí sé que si en Cundinamarca no empleamos a los esclavos sucederá otro tanto".
En la realización de esta tarea, las consideraciones políticas y económicas del
liberalismo cedieron su espacio a los requerimientos militares de la República.
En tal sentido, la actitud de aquellos propietarios que se negaron a ceder sus
poblaciones de esclavos fue propia de “hombres alucinados": hombres que no
entienden que "los españoles no matarán a los esclavos, pero sí matarán a los amos y
entonces se perderá todo". En una palabra, por el atajo de la necesidad se llegó al
cumplimiento parcial de un principio, y el incumplimiento de esta aspiración tendría un
peso específico particular en la desmembración de la Gran Colombia en 1830.
Efectivamente,12
todos los esfuerzos y luchas realizadas por él tuvieron
como meta fundamental dar la libertad a los pueblos latinoamericanos; liberarlos de
todos los lazos de dependencia política, económica e i ideológica que los mantenían
subordinados a España y constituir naciones libres y soberanas, en las que sus
hombres y mujeres gozaran de los beneficios de la condición de seres libres,
autónomos, con capacidad de ejercer y defender sus derechos.
20
12
Revista ACADEMIA - Trujillo - Venezuela - ISSN 1690-3226- abril-junio. Volumen XI (22) 2012 José Guido
Hidalgo Montilla. Bolívar y la Educación. págs. 181-196
24. No obstante, el sentido de la libertad para Bolívar no era el de la absoluta
libertad; es decir, el hacer todo lo que se venga en gana, sin límites ni reservas. Tal
noción era, en su opinión, contraproducente y equivocada por conducir a la anarquía, al
caos social y, por ende, a la tiranía. Por ello, se opuso decididamente y sin titubeos a
que la libertad alcanzada por los pueblos latinoamericanos fuese interpretada de esa
manera; así lo manifestó innumerables veces en sus discursos y documentos políticos,
basta citar sus palabras al respecto en el Discurso de Angostura:
Todos los pueblos del mundo han pretendido la Libertad; los unos por las
armas, los otros por las Leyes, pasando alternativamente de la anarquía al despotismo
o del despotismo a la anarquía; muy pocos son los que se han contentado con
pretensiones moderadas (…) No aspiremos a lo imposible, no sea que, por elevarnos
sobre la región de la Libertad, descendamos a la región de la tiranía. De la Libertad
absoluta se desciende siempre al Poder absoluto (…) Teorías abstractas son las que
producen la perniciosa idea de una Libertad ilimitada. Hagamos que la fuerza pública se
contenga en los límites que la razón y el interés prescriben: que la voluntad nacional se
contenga en los límites que un justo poder le señala.
Bolívar no era, pues, partidario de una libertad absoluta. Su concepción
apuntaba hacia el ejercicio moderado de la misma, limitado por el imperio de las leyes y
la razón; defiéndela en este sentido como “el poder que tiene cada hombre de hacer
cuanto no esté prohibido por la ley. La ley es la única regla a que debe arreglar su
conducta” (Salcedo, 1982, p.71).
Se trataba de hacer, según él, un uso racional de la libertad, en el que no
debía haber excesos ni abusos de la misma por parte de los hombres debido a sus
pasiones, y cuyo goce implicaría el respeto a la libertad y derechos de los otros como
sus límites y, por consiguiente, la adopción de conductas justas y equitativas hacia los
21
25. demás derivadas del cumplimiento de las leyes (Rojas, 1996). Formar en esta noción
de la libertad a la población latinoamericana habituada a la tiranía y, por tanto,
impráctica para el desarrollo de esta virtud, constituyó para Bolívar uno de los
principales fines a perseguir por la educación y persuadido del mismo, llegó a plantear a
esta última como base imprescindible para el disfrute de tan preciado bien y así
afirmaba que “La educación y la instrucción son el principio más seguro de la felicidad
general y la más sólida base de la libertad de los pueblos” ( Salcedo, 1999, p. 324).
22
26. Menfis del Carmen Álvarez Núñez C.I.V-10.784.470
CAPÍTULO II
DIVISIÓN DE PODERES Y PROPUESTA DE CREACIÓN DE UN CUARTO PODER 13
2.1.LA AXIOLÓGICO DE ESTE APARTADO: Los valores morales para los cuales
Bolívar pretendía que se formaran los ciudadanos, eran de naturaleza éticos social y
ético-política. No se trataba de los deberes de la persona para con su conciencia, sino
de las virtudes sociales y ciudadanas que propiciarían el enaltecimiento de la
República. Por ello, tomaba Bolívar su modelo del Areópago griego, el cual no
constituía en realidad, un Poder Moral, sino un Tribunal Supremo, pero cuya
competencia abarcaba tanto el cumplimiento de las leyes como de las costumbres con
determinadas exigencias axiológicas propias de un régimen democrático, como la
libertad, el orden, el bienestar, la justicia, sino como promoción de las condiciones
materiales que permiten la realización efectiva de dichos valores. En efecto, la
condicionalidad material de la legitimidad, está también ligada a la viabilidad o
factibilidad del proyecto político.
2.2. EL APARTADO ONTOLÓGICO: El Poder Moral en el pensamiento de Bolívar, se
erige como una instancia pedagógica en relación con los valores que orientan la
conducta del ciudadano en una sociedad en vías de liberación como lo era la sociedad
colonial. Esta primera apreciación nos conduce a determinar el tipo de conducta que
pretendía modelar El Libertador, en su visión de arquitecto político con influencias en lo
social del Nuevo Mundo, si la moralidad individual, en el sentido convencional del
ámbito ético, o si una actuación de mayor relevancia colectiva, de acuerdo con una
concepción político-
13
Simón Bolívar. Discurso de Angostura; Angostura, 15 de febrero de 1819.
27. 23
social de la vida humana que sitúa ésta fuera de marcos exclusivamente privados, y por
el contrario le formula exigencias de compromiso hacia el todo social
2.3. TIPO DE ÉTICA: Éticas materiales o ética de los fines 14
Ética social o Ética
política, aludiendo al tejido axiológico propio de cada sociedad, en el que se
fundamenta el Derecho pero que previo y junto al mismo, inspira la conducta
ciudadana, bien sea en función pública activa o pasiva
2.4. TEORÍA ÉTICA: Mixtura de Formalismo-ética discursiva con Eudemonismo,
Hedonismo, Estoicismo, Utilitarismo y el Ius Naturalismo Ético 15
2.5. RELACIÓN AXIOLÓGICA, ÉTICA, ONTOLÓGICA Y DE DERECHO. En su
discurso de Angostura Simón José Antonio de la Santísima Trinidad, mejor conocido
como Simón Bolívar, (Caracas, 24 de julio3 de 1783 — Santa Marta, República de
Colombia, 17 de diciembre de 1830)., cuando presentó su proyecto de Constitución
para la naciente República de Venezuela el 15 de febrero de 1819, Bolívar atendiendo a
la ética o la moral entendida como «el arte de elegir lo que más nos conviene y
vivir humanamente lo mejor posible», señala lo siguiente:
Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el
carácter y las costumbres que la tiranía y la guerra nos
han dado, me he sentido la audacia de inventar un Poder
Moral, sacado del fondo de la oscura antigüedad, y de
aquellas olvidadas Leyes que mantuvieron, algún
tiempo, la virtud entre los griegos y Romanos. Bien
puede ser tenido por un cándido delirio, mas no es
imposible, y yo me lisonjeo que no desdeñaréis
14
Apuntes de clases. Presentación Power Point General Brigada (EJNB) Damián Adolfo Nieto Carrillo
15
Ibidem
28. 24
enteramente un pensamiento que mejorado por la
experiencia y las luces puede llegar a ser muy eficaz
Por lo general Bolívar en todos sus proyectos políticos constitucionales,
con madurez, plantea en la organización del Estado la división de los poderes, basada
en la propuesta de Montesquieu
El Libertador hace reminiscencias de Grecia y Roma y examina las
instituciones políticas de Gran Bretaña y Estados Unidos, citando para esto a filósofos y
políticos de la Enciclopedia, y de la Revolución Francesa, para desembocar en la
necesidad de instaurar un sistema republicano-democrático, con proscripción de la
nobleza, los fueros y privilegios, así como den la abolición de la esclavitud.
Bolívar presenta su proyecto concreto de organización política
constitucional sobre la base del modelo británico. Un ejecutivo poderoso, la integración
del pueblo a través de una cámara de representantes, un senado que garantizase la
estabilidad y un poder judicial para la aplicación de un sistema legal simplificado. La
originalidad que introduce es la de un cuarto poder, el poder moral, encargado de
promover la educación, las buenas costumbres y los hábitos republicano16
Ese cuarto poder, es una “clara manifestación de su preocupación por los
defectos del medio (a los que trata de neutralizar a través de la institución de dicho
poder), de su formación clásica (se percibe el eco de los éforos y los censores) y de la
posible influencia derivada de la exaltación de la 'virtud', característica de los
revolucionarios franceses” (SORIANO, 27).
25
16
https://www.ensayistas.org/filosofos/venezuela/bolivar/II.htm, acceso 25/0372018, 09:00pm
29. Así se expresa respecto al poder legislativo:
En nada alteraríamos nuestras leyes fundamentales, si
adoptásemos un poder legislativo semejante al Parlamento
británico. Hemos dividido como los americanos la
representación nacional en dos cámaras: la de
representantes y el senado. La primera está compuesta muy
sabiamente, goza de todas las atribuciones que le
corresponden y no es susceptible de una reforma esencial
(...) Si el senado en lugar de ser electivo fuese hereditario
sería en mi concepto la base, el lazo, el alma de nuestra
república. Este cuerpo en las tempestades políticas pararía
los rayos del gobierno y rechazaría las olas populares17
El senado hereditario le asegura la estabilidad política y la presencia
en el parlamento de un poderoso sector ilustrado. Se confirma su temor a la anarquía
que pudiera surgir de la participación política del pueblo, que para Bolívar era
extremadamente voluble. Un cuerpo de tipo aristocrático era visto como una garantía de
solidez institucional. Pero eso no necesariamente beneficiaría a las oligarquías
tradicionales. Los procesos desatados por la revolución engendrarían nuevos sectores
aristocráticos18
Los senadores en Roma y los lores en Londres han sido las
columnas sobre que se ha fundado el edificio de la libertad
política y civil. Estos senadores serán elegidos la primera vez
26
17
Se manifestó, ciertamente, un viraje hacia posiciones más conservadoras, como si se hubiera desatado un
acentuado temor por las formas tumultuosas que podía tomar el pleno ejercicio de la soberanía popular desprovista
de ciertos frenos institucionales. La constitución de una aristocracia republicana pareció alguna vez un requisito
necesario para asegurar la estabilidad de los nuevos regímenes, constituida acaso por los antiguos grupos
predominantes con inequívoca vocación oligárquica (...) como los mantuanos de Caracas; pero, de hecho, esa nueva
aristocracia se fue estableciendo poco a poco y espontáneamente como una nueva elite política y militar que las
circunstancias iban creando” (ROMERO, 1986:83-84).
18
Simón Bolívar. Discurso de Angostura; Angostura, 15 de febrero de 1819
30. por el congreso, los sucesores al senado llaman la primera
atención del gobierno, que debería educarlos en un colegio
especialmente destinado para instruir aquellos tutores,
legisladores futuros de la patria19
.
El senado sería, pues, un cuerpo de elite, preparado para conducir los destinos
de la república:
De ningún modo sería una violación de la igualdad política la
creación de un senado hereditario; no es una nobleza la que
pretende establecer (...) Es un oficio para el cual se deben
preparar los candidatos y es un oficio que exige mucho saber
(...) Todo no se debe dejar al acaso y a la ventura en las
elecciones ).20
Nuevamente su desconfianza hacia una participación democrática amplia.
A fin de lograr su aceptación, Bolívar se esfuerza en presentar el senado no como una
nueva aristocracia o nobleza, sino como un oficio para el cual se exige una esmerada
capacitación.
Así como tuvo que distanciar su senado del de los patricios romanos y del de
los lores británicos, hizo algo semejante al delinear el poder ejecutivo. El modelo
británico es una monarquía. Bolívar no veía conveniente ese régimen, como ya se ha
27
19
Simón Bolívar. Discurso de Angostura; Angostura, 15 de febrero de 1819
20
Bolívar venía bregando desde el manifiesto de Cartagena de 1812 por un poder centralizado en un ejecutivo fuerte.
Pero en 1819, las circunstancias generales parecían ser más afines a sus ideas: “A partir de 1815 hubo una tendencia
general a crear gobiernos con ejecutivos fuertes y que ejercían un control centralizado sobre la administración
provincial. Este fenómeno estuvo en parte fomentado por la movilización que hubo que hacer para defenderse de las
fuerzas realistas españolas en el campo de batalla. Por otro lado, muchos líderes criollos también creyeron que se
necesitaba un gobierno más fuerte, más centralizado, para ganarse la confianza de las potencias europeas, para poder
obtener préstamos, así como para lograr el reconocimiento diplomático. Además, se pensaba asimismo que, tras
haber conseguido la independencia de España, los gobiernos hispanoamericanos debían ser fuertes por si tenían que
defenderse de la intervención de otros países” (SAFFORD, 52). Téngase en cuenta que en el Río de la Plata se
concentra el poder en un Director Supremo.
31. apuntado. Pero sí pretende que el presidente sea una figura semejante a la de un rey
constitucional
Por más que se examine la naturaleza del poder ejecutivo en
Inglaterra, no se puede hallar nada que no incline a juzgar
que es el más perfecto modelo (...) Aplíquese a Venezuela
este poder ejecutivo en la persona de un presidente,
nombrado por el pueblo o por sus representantes).
El origen de la autoridad es el elemento distintivo entre el presidente
bolivariano y el monarca, pero lo que Bolívar pretende imitar son las funciones. La
primera república se caracterizó por un ejecutivo muy débil, frente a un legislativo muy
poderoso. Eso no es conveniente para una república joven, acostumbrada al régimen
colonial y despótico. Hace falta una cabeza que gobierne. Es muy peligroso depositar
funciones ejecutivas en el parlamento:
Por exorbitante que parezca la autoridad del poder
ejecutivo de Inglaterra, quizá no es excesiva en la república
de Venezuela. Aquí el congreso ha ligado las manos y hasta
la cabeza de los magistrados. Este cuerpo deliberante ha
asumido una parte de las funciones ejecutivas contra la
máxima de Montesquieu que dice que un cuerpo
representante no debe tomar ninguna resolución activa: debe
hacer leyes, y ver si se ejecutan las que hace. Nada es tan
peligroso con respecto al pueblo como la debilidad del
ejecutivo).
Las ideas políticas modernas se construyeron en Europa para quitarle poder
a la corona. De ahí la insistencia en fortalecer el legislativo. Pero para una república no
28
32. debe aplicarse el mismo principio, ya que no existe un poder preexistente que se deba
limitar:
En las repúblicas el ejecutivo debe ser el más fuerte porque todo conspira
contra él, en tanto que en las monarquías el más fuerte debe ser el legislativo, porque
todo conspira a favor del monarca (...) Si no se ponen al alcance del ejecutivo todos los
medios que una justa atribución le señala, cae inevitablemente en la nulidad o en su
propio abuso; quiero decir en la muerte del gobierno cuyos herederos son la anarquía,
la usurpación y la tiranía).
Los oídos liberales de muchos en el congreso de Angostura podían pensar que
Bolívar tendía hacia el despotismo. Pero él se anticipa al hacer manifestar su temor de
que la propia debilidad del ejecutivo derive en la tiranía. El verdadero despotismo es el
del parlamentarismo estéril:
Cuando deseo atribuir al ejecutivo una suma de facultades
superior a la que antes gozaba, no he deseado autorizar un
déspota para que tiranice la república, sino impedir que el
despotismo deliberante no sea la causa inmediata de un
círculo de vicisitudes despóticas en que alternativamente la
anarquía sea reemplazada por la oligarquía y por la
monocracia.
Dado que la población americana no está preparada para un régimen
democrático y liberal, es necesario que el estado constituya un poder cuya misión se
dirija a su transformación progresiva. Ese es el “cuarto poder” del proyecto bolivariano:
La educación popular debe ser el cuidado primogénito del
amor paternal del congreso. Moral y luces son los polos de
una república, moral y luces son nuestras primeras
necesidades (...) renovemos en el mundo la idea de un
29
33. pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, sino que
quiere ser virtuoso (...) demos a nuestra república una cuarta
potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los
hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la
moral republicana. Constituyamos este areópago para que
vele sobre la educación de los niños, sobre la instrucción
nacional, para que purifique lo que se haya corrompido en la
república; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del
amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos;
que juzgue de los principios de corrupción, de los ejemplos
perniciosos, debiendo corregir las costumbres con penas
morales, como las leyes castigan los delitos con penas
aflictivas y no solamente lo que choca contra ellas sino lo
que las burla; no solamente lo que las ataca sino lo que las
debilita; no solamente lo que viola la constitución sino lo que
viola el respeto público. La jurisdicción de este tribunal
verdaderamente santo, deberá ser efectiva con respecto a la
educación y a la instrucción, y de opinión solamente en las
penas y castigos, pero sus anales o registros donde se
consignen sus actas y deliberaciones, los principios morales
y las acciones de los ciudadanos, serán los libros de la virtud
y del vicio. Libros que consultará el pueblo para sus
elecciones, los magistrados para sus resoluciones y los
jueces para sus juicios).
El poder moral deberá responsabilizarse de que los ciudadanos de la república
adquieran una mentalidad nueva:
30
34. Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el carácter y
las costumbres que la tiranía y la guerra nos han dado, me
he sentido la audacia de inventar un poder moral, sacado del
fondo de la oscura antigüedad y de aquellas olvidadas leyes
que mantuvieron, algún tiempo, la virtud entre los griegos y
los romanos).
Gracias a nuevos hábitos, Venezuela estará preparada para participar del
progreso, que se apoya fundamentalmente en dos virtudes en las que los americanos
son particularmente deficitarios, debido a la herencia colonial:
He pretendido excitar la prosperidad nacional por las dos
más grandes palancas de la industria; el trabajo y el saber.
Estimulando estos dos poderosos resortes de la sociedad, se
alcanza lo más difícil entre los hombres, hacerlos honrados y
felices).
El poder judicial debe ser reformado, pero más urgente es
rehacer las leyes, que son las verdaderas guardianas de la
libertad, y un insoportable lastre que mantiene viva la
dependencia colonial:
Al pedir la estabilidad de los jueces, la creación de jurados y
un nuevo código, he pedido al congreso la garantía de la
libertad civil, la más preciosa, la más justa, la más necesaria;
en una palabra, la única libertad, pues que sin ella las demás
son nulas (...) Esta enciclopedia judiciaria, monstruo de diez
mil cabezas, que hasta ahora ha sido el azote de los pueblos
españoles, es el suplicio más refinado que la cólera del cielo
ha permitido descargar sobre este desdichado imperio.
31
35. Adicto al gobierno por el justo interés de su propia conservación, se
opondría siempre a las invasiones que el pueblo intenta contra la jurisdicción y la
autoridad de sus magistrados. Debemos confesarlo -añade-: los más de los hombres
desconocen sus verdaderos intereses y constantemente procuran asaltarlos en las
manos de sus depositarios; el individuo pugna contra la masa y la masa contra la
autoridad. Por tanto, es preciso que en todos los gobiernos exista un cuerpo neutro, que
se ponga siempre de parte del ofendido y desarme al ofensor. Este cuerpo neutro, para
que pueda ser al, no ha de deber
su origen a la elección del gobierno ni a la del pueblo, de modo que goce de una
plenitud de independencia que ni tema ni espere nada de estas dos fuentes de
autoridad".
"Es un oficio, aclara, para el cual se deben preparar los
candidatos y es un oficio que exige mucho saber y los
medios proporcionados para adquirir su instrucción. Todo no
se debe dejar al acaso y a la ventura de las elecciones; el
pueblo se engaña más fácilmente que la naturaleza
perfeccionada por el arte; y aunque es verdad que estos
senadores no saldrían del seno de las virtudes, también es
verdad que saldrían del seno de una educación ilustrada". Es
el antiguo ideal platónico, que se borraría por entero cuando
con el pasar de los años se igualaron los períodos, las
prerrogativas y hasta las cualidades de los senadores y los
representantes, para hacer dos cámaras que apenas emulan
en sus vicios y deformaciones y se limitan a representar los
criterios e intereses de las máquinas electorales que han
llegado a ser los partidos políticos. Pero a la vez, puede ser
el camino para ese nuevo Estado que Colombia reclama, en
32
36. el que el Senado tenga la representación orgánica de la
sociedad en sus diversos estamentos, a fin de que exista la
necesaria identificación del Estado con la Nación, en vez del
divorcio de la política y de los medios del poder con la
sociedad y sus problemas y soluciones que viene marcando
nuestra extraviada y venal democracia.
Y en lo que respecta al poder moral o areópago, que él mismo considera casi
como una utopía, predica:
"Constituyamos este areópago para que vele sobre la
educación de los niños, sobre la instrucción nacional; para
que purifique lo que se haya corrompido en la República, que
acuse la ingratitud, el egoísmo la frialdad del amor a la patria,
el ocio, la negligencia de los ciudadanos; que juzgue de los
principios de corrupción, de los ejemplos perniciosos,
debiendo corregir las costumbres con penas morales, como
las leyes castigan los delitos con penas aflictivas, y no
solamente lo que choca contra ellas sino lo que las burla; no
solamente lo que las ataca, sino lo que las debilita; no
solamente lo que viola la Constitución, sino lo que viola el
respeto público". Cuántas veces en los últimos tiempos de
nuestra maltrecha y reformada Constitución, se clama por la
creación de censores públicos, de un ombudsman como los
escandinavos han venido a crear para la defensa de la ley y
de las instituciones, de las habilidades y triquiñuelas de
usuarios de los cargos públicos, quizá también senadores y
ministros, que son especialmente hábiles para escurrirse a la
acción de los jueces empleando sus influencias, no pocas
37. 33
veces la complicidad partidista de tribunales y haciendo
desaparecer las pruebas que los sindican como reos de
delito para en cambio presentarse, con uso de los fondos mal
habidos, como personajes pretendientes de las más
importantes posiciones del Estado, de manera que, al
alcanzar las mayores dignidades mediante el empleo de las
peores indignidades, el cuerpo electoral cohonesta y la
elección encubre la perversión de las costumbres políticas.
Escribe et mismo Caracciolo Parra-Pérez que ya he citado, que Bolívar puede
decirse que resolvió el problema constitucional de América y trazó las líneas generales
de un sistema que habría evitado inmensas calamidades a los nacientes Estados.
Con admirable claridad advierte el Libertador que no estábamos preparados para las
instituciones que adoptamos y que durante siglos nos hemos empeñado en reponer.
"El bien, como el mal, de la muerte cuando es súbito y
excesivo".
La comprensión de lo que significa el PODER MORAL, en la obra de Bolívar,
pero también dentro de una aprehensión filosófico-científica del concepto de Moral
como orden de regulación de la conducta, implica definir previamente algunos
conceptos esenciales como son los de: conducta, ética, moral y Derecho, a objeto de
proceder a la distinción entre moral individual y ética social, y posteriormente,
abordar, en una segunda parte, la concepción de Bolívar acerca del problema moral.
Efectivamente, el Poder Moral en Bolívar no puede desligarse del proyecto
de nación independiente que, como Libertador, soñaba para América Latina, para cuya
concreción se requería, según se desprende claramente de su pensamiento expresado
34
38. en el luminoso Discurso al Congreso de Angostura, la confluencia de tres elementos
esenciales como lo eran: la Educación, la Justicia social y la Ética.
En ese orden de ideas es oportuno destacar que el concepto de Ética que sin
duda manejaba Bolívar, no era el concepto individual de conducta privada, si no el
concepto político de Ética social exigido para la transformación de la sociedad colonial
en aras de un ensanchamiento del bien común para las mayorías desposeídas del
continente latinoamericano. De allí que se relaciona esta visión de Bolívar que inspiró
su propuesta del Poder Moral, con la concepción política de la idea de una Ética no sólo
basada en los valores que impregnan el tejido social (Ética Social descriptiva), sino en
aquellos que desde ese mismo tejido, se perfilan como orientación legítima y obligada
de la acción del Estado en función de la transformación de las condiciones materiales
que permita la realización de fines objetivamente valiosos para las mayorías en una
sociedad determinada (Ética Política).
La ética como orden de regulación de la conducta
Señala el filósofo argentino Carlos Cossio, que la conducta es libertad
metafísica fenomenalizada (1964:653). Lo primero es la libertad metafísica, es decir, la
totalidad de conductas posibles, la cual se expresa no ya en el ámbito biológico de la
naturaleza sino en el ámbito biográfico de la vida plenaria expresada en la cultura. En
efecto:
El mundo construido por el hombre no tolera un tratamiento
neutral. Tanto el hacer humano (libertad) como sus
productos (cultura en sentido objetivo) están transidos de
una dimensión extraña a la naturaleza pura: esta dimensión
que es obra de la libertad frente a la empresa a diáfora, se
expresa en una determinada escala de valores. Esta escala
es la expresión o preferencia de cierto estilo social. La raíz
del valor, es, pues, la libertad y ésta es la vida humana
35
39. misma en cuanto es capaz deponerse - frente - al mundo
(Delgado Ocando, 1966:14).
Se trata de la dimensión moral fundamental de la conducta que como bien lo
expresa Domingo Labarca: Bolívar entendía como el mejor especialista en Axiología
Frente a los demás seres de la naturaleza sometidos indefectiblemente a las leyes que
rigen dicho orden, surge, como un salto cualitativo, el ser humano, sometido también a
dichas leyes, pero con un radio de autonomía que le permite elegir entre las diversas
opciones que la realidad le plantea y con posibilidad de diseñar un orden diferente al
natural: el orden del mundo del deber ser. En la consecución de este orden, el hombre,
mediante la razón, puede ir paulatinamente conquistando instituciones que le permiten
construir un mundo que puede ser diferente y más humano que el que rige en el de la
naturaleza llana y simple.
Bolívar observa que son los valores los que elevan al hombre del mero
acontecer y que lo impulsan a la perfección. El mundo del valor es el mundo del deber
ser, es un mundo que nos llama al mejoramiento, a la conquista de lo bello, lo justo, lo
bueno, lo útil, lo grande. Bolívar entiende la significación de este mundo propio del ser
racional, del ser inteligente, del hombre (Labarca en Delgado Ocando, et al, 1981:59-
60).
Como ámbito de la razón práctica, el comportamiento humano responde
genéricamente a la preocupación ética como esfera de regulación de la conducta. En
efecto: lo ético en sentido general, es todo lo que nos permite enjuiciar la conducta
humana y determinar los fines de la voluntad que la alimenta. Esta valoración de la
conducta humana puede hacerse en base a, por lo menos, dos criterios diferentes: el
moral y el jurídico (Fernández, 1982:84).
En el sentido indicado, podemos acotar exactamente los ámbitos de la moral
y el Derecho como esferas de regulación de la conducta en las que la primera se
36
40. caracteriza por el aspecto interno, subjetivo, unilateral, incoercible y autónomo de sus
preceptos, mientras que el segundo se dirige esencialmente a la conducta social de la
persona, la cual es externa, intersubjetiva, bilateral, coercible y heterónoma. Se trata de
la misma diferencia que:
Bolívar establecía entre Religión y Derecho, cuando: en su mensaje al
Congreso Constituyente de Bolivia, de modo magistral distinguió teóricamente el ámbito
del orden jurídico y el religioso: La Religión gobierna al hombre en la casa, en el
gabinete, dentro de sí mismo: sólo ella tiene derecho de examinar su conciencia íntima.
Las Leyes, por el contrario, miran la superficie de las cosas, no gobiernan sino fuera de
la casa del ciudadano (Labarca en Delgado Ocando et al., 1981:17).
La Moral Individual y la Ética Social
A través de la diferenciación entre moral y Derecho, se ha evidenciado que el
Derecho constituye una norma típicamente colectiva y de otra parte se ha evidenciado
también que la moral constituye aquellas normas que toman en cuenta la vida individual
auténtica en toda su plenitud. La moral es lo que se refiere al destino absoluto del
individuo, en tanto que tal. La moral considera la vida del individuo en todas sus
dimensiones, en su radical singularidad, en su carácter de algo privadísimo e
intransferible (Recasens Siches, 1970: 93-94).
Ahora bien, existe una esfera de la conducta al margen de la regulación
jurídica, la cual, por otra parte, rebasa al ámbito subjetivo e individual de la conducta
privada, y alcanza a las relaciones del ciudadano con el Estado. Dicha esfera consiste
en dos aspectos principales que resumiríamos en los conceptos de Ética social y Ética
política.
La primera se refiere a los valores de la conducta que inciden en el colectivo
en la medida en que todo acto humano presenta una faceta interna y una faceta
externa, esta última soslayada a los efectos de la auténtica apreciación de la conducta
moral en cuanto producto de la intencionalidad de la conciencia. En este sentido, puede
37
41. considerarse a la moral como substrato de todo orden jurídico, en la medida en que
constituye la fundamentación21
axiológica del Derecho positivo; se trata, en otras
palabras, del orden social valorativo propio de toda sociedad, en el que la regulación
jurídica se inspira a partir de la objetivación de los valores éticos generales del grupo
social. Es indudable que los principios de honestidad, lealtad o solidaridad, actúan
concretamente en el cumplimiento de los contratos o en el tráfico general de las
relaciones sociales y jurídicas; así como el respeto a lo ajeno, el amor hacia la
naturaleza, determinan modos de actuación colectiva en los que imperan límites al libre
ejercicio de los derechos individuales.
Por otra parte, en el propio ámbito político, frente a la moral general que
regula las diferentes formas de la actividad humana, es decir, determina los deberes
personales, interpersonales y sociales del hombre, Delgado Ocando afirma que la
política posee su propia racionalidad ética y que sería un error someter la práctica
política a la valoración moral en sentido general (1994: 2).
Como lo demuestran los textos citados, Bolívar propugnaba en realidad,
una concepción totalitaria de pertenencia del ciudadano a su Estado, en el sentido en el
que se entendía en la paideia griega, en la que la educación formaba al ciudadano para
una adhesión absoluta a la polis, inclusive en el sentimiento religioso que profesaba
hacia las propias deidades de la ciudad.
El amor a la Patria, el amor a las Leyes, el amor a los
Magistrados es las nobles pasiones que deben absorber
exclusivamente el alma de un Republicano. Si no hay un
respeto sagrado por la Patria, por las Leyes, y por las
autoridades, la Sociedad es una confusión, un abismo: es un
conflicto singular de hombre a hombre, de cuerpo a cuerpo.
Para sacar de este caos nuestra naciente República, todas
38
21
Revista Amauta • universidad del atlántico • Barranquilla (col.) • issn 1794-5658 • no. 19 • ene-jun 2012 • 109-
120
42. nuestras facultades morales no serán bastantes, si no
fundimos la masa del pueblo en un todo; la composición del
gobierno en un todo; la legislación en un todo; y el espíritu
nacional en un todo. Unidad, Unidad, Unidad, debe ser
nuestra divisa
Los valores morales para los cuales Bolívar pretendía que se formaran los ciudadanos,
eran de naturaleza ético social y ético-política. No se trataba de los deberes de la
persona para con su conciencia, sino de las virtudes sociales y ciudadanas que
propiciarían el enaltecimiento de la República. Por ello, tomaba Bolívar su modelo del
Areópago griego, el cual no constituía en realidad, un Poder Moral, sino un Tribunal
Supremo, pero cuya competencia abarcaba tanto el cumplimiento de las leyes como de
las costumbres.
Renovemos en el mundo, la idea de un Pueblo que no se
contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso
Demos a nuestra República una cuarta potestad cuyo
dominio sea la infancia y el corazón de los hombres, el
espíritu público, las buenas costumbres y la moral
republicana. Constituyamos este Areópago para que vele
sobre la educación de los niños, sobre la instrucción
nacional; para que purifique lo que se haya corrompido en la
República; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del
amor a la Patria, el ocio, la negligencia de los Ciudadanos:
que juzgue de los principios de corrupción, de los ejemplos
perniciosos; debiendo corregir las costumbres con penas
morales como las Leyes castigan los delitos con penas
aflictivas...
Meditando sobre el modo efectivo de regenerar el carácter y
las costumbres que la tiranía y la guerra nos han dado, me
he sentido la audacia de inventar un Poder Moral, sacado del
fondo de la obscura antigüedad y de aquellas olvidadas leyes
que mantuvieron.
39
43. Poder moral y legitimidad ética
El establecimiento económico y político contemporáneo admite sin dificultad
todo intento de adecentamiento moral de la sociedad, aun a costa de que sean
señalados por hechos de corrupción individual, algunos de sus mas conspicuos
representantes. En estos casos, suele sugerirse que se trata de situaciones aisladas
que no empañan la regla de la honestidad general de dichos personeros del statu quo.
Pero se tiende a omitir que la mayor de las corrupciones de un régimen, reside en su
carencia de legitimidad, entendida ésta no sólo en su adhesión a determinadas
exigencias axiológicas propias de un régimen democrático, como la libertad, el orden, el
bienestar, la justicia Delgado Ocando, 1994:5), sino como promoción de las condiciones
materiales que permiten la realización efectiva de dichos valores. En efecto, la
condicionalidad material de la legitimidad, está también ligada a la viabilidad o
factibilidad del proyecto político, el cual no Interpretación Trimilenaria del Poder Moral
en Bolívar cuenta con ninguna posibilidad de cristalización ante estructuras económicas
que promueven la satisfacción de intereses hegemónicos nacionales e internacionales
en detrimento de la conquista de la democracia material para las mayorías internas
sometidas al propio régimen.
Ante el hecho revolucionario independentista, Bolívar propugnaba con su
Poder Moral, la educación de la ciudadanía dentro del ideario libertario que había
guiado el proceso emancipador, entendido éste tanto en relación con la secesión de los
vínculos de gobierno con España, como con el desarrollo económico y social y los
esfuerzos igualitarios a favor de la población objeto de la mayor discriminación como
esclavos, indígenas y pueblo en general.
Pero si en presencia de los imperialismos contemporáneos, Bolívar fuera
consultado acerca del papel de su Poder Moral en estas nuevas circunstancias,
probablemente destacaría la necesidad de la formación ético-política de la ciudadanía a
fin de que le fueran esclarecidas, a nivel ontológico, las condiciones de la legitimidad
del
44. 40
régimen establecido, refiriéndonos por tal régimen, no al gobierno circunstancial que
rige los destinos del país, sino al sistema de relaciones de poder que impera en la
sociedad occidental, así se encuentre el mando aparente en manos de un equipo
social-demócrata radical o seudo-socialista.
En efecto, la mayor corrupción, en nuestro concepto, de la democracia liberal,
reside en la postergación sine díe, de su realización material, la cual es presentada
como fin dentro de una relación teleológica entre la democracia formal y la democracia
material, aun siendo reconocido por Bobbio, que esta última es inalcanzable por medio
de la primera Por ello, ha calificado Delgado Ocando, de etnicismo, la posición idealista
que se contenta con la legalidad y la justificación axiológica del Estado.
En esta forma, el Poder Moral serviría como auténtico contralor de la acción
de los gobernantes, a objeto de garantizar la adopción de políticas y decisiones acordes
con los fundamentos en los que debe sustentarse la acción del Estado, de conformidad
con la Constitución. Y en esta tarea contralora, el Poder Moral estaría acompañado por
la acción vigilante de la ciudadanía, la cual, equipada por ese mismo Poder Moral, de
los conocimientos pertinentes de las ciencias sociales y políticas y del afinamiento
axiológico necesario de su sentido de Justicia social y política, ejercería una presión
permanente por que, en todos los ámbitos, la acción de gobierno se ajustara a los
objetivos de transformación de la sociedad.
El Poder Moral en el pensamiento de Bolívar, se erige como una instancia
pedagógica en relación con los valores que orientan la conducta del ciudadano en una
sociedad en vías de liberación como lo era la sociedad colonial. Esta primera
apreciación nos conduce a determinar el tipo de conducta que pretendía modelar El
Libertador, en su visión de arquitecto político del Nuevo Mundo, si la moralidad
individual, en el sentido convencional del ámbito ético, o si una actuación de mayor
relevancia colectiva, de acuerdo con una concepción político-social de la vida humana
45. 41
que sitúa ésta fuera de marcos exclusivamente privados, y por el contrario le formula
exigencias de compromiso hacia el todo social.
El punto de partida del análisis se ubica necesariamente en la conducta
humana como libertad metafísica fenomenalizada, es decir, como opción en cada
circunstancia, frente a un abanico de posibilidades de actuación, todas las cuales
expresan una valoración previa a esa elección, las cuales no son otras que el
fundamento de la ética, donde en una etapa posterior, se distingue dentro de esa ética,
entre una esfera privada de valoración, elección y acción, la cual constituye la moral
como orden subjetivo de la conducta, en tanto a un nivel de incidencia social de nuestra
conducta, se habla de valoración jurídica de la misma.
Ahora bien, la concepción de Bolívar respecto de la problemática ética, derriba
esa dicotomía y la sustituye o diríamos más bien, la complementa, con otra dimensión
de carácter colectivo, social, público, aunque no siempre necesariamente jurídico, la
cual puede definirse como Ética socia o Ética política, aludiendo al tejido axiológico
propio de cada sociedad, en el que se fundamenta el Derecho pero que previo y junto al
mismo, inspira la conducta ciudadana, bien sea en función pública activa o pasiva.
En esta forma, se percibe a la Ética política como una versión de la legitimidad
donde el ciudadano adhiere al Estado por la íntima convicción de la bondad de su modo
de ordenación de la vida social. De allí a la concepción totalitaria de los lazos del
ciudadano con la polis, al modo de la Grecia antigua, sólo existe un estrecho paso en el
que la paideía o educación se encarga de modelar una moral social y política proclive al
proyecto social, económico y político del colectivo aludido.
Allí reside la función del Poder Moral, como es la de ejercer esa tarea educativa,
esclarecedora, concientizadora, la cual irradia en torno de un concepto central como lo
es el de Justicia Social. En efecto, solo mediante la satisfacción y realización plena de
ese valor político por excelencia, que atañe a las mayorías, es decir al pueblo entendido
46. 42
como colectivo, puede un sistema de gobierno legitimarse en su derecho a ejercer la
dirección de la sociedad.
Esa legitimidad se deriva precisamente de la dimensión ética de la
soberanía ejercida por los gobernantes, es decir, de la coincidencia de intereses
existente entre quien invoca el mando y quien lo recibe. Pero sólo pueden reclamar ese
concepto de legitimidad, quienes sean autoconscientes de su pertenencia a una
comunidad, autoconciencia que haya sido lograda a través de la paideia, es decir de la
educación impartida por el Poder Moral.
47. 43
Chacón, Rene Rigo. C.I. V-13.712.64263
CAPÍTULO III
LA EDUCACIÓN COMO VALOR EN EL DISCURSO DEL CONGRESO DE
ANGOSTURA Vs LA ÉTICA Y LA ACTUCION FUNCIONARIAL EN VALORES
3.1.Aspectos axiológicos del apartado de este discurso: Toda esta obra de Bolívar
consultada devela una profunda concepción sobre la moral, pero entendida ésta como
expresión dinámica del movimiento de las virtudes morales, fundamento desde el cual
destaca como, todo el movimiento físico de las relaciones del hombre en sociedad se
equilibra con la fuerza que adquiere la noción de tales virtudes, sobre todo cuando son
superiores a ese propio movimiento; idea que expresa mejor que cualquier otra
reflexión el esplendor ético de su concepción y como se refleja ello en la ética, la
conducta funcionarial y la educación en valores parla vida.
3.2. Aspecto ontológico: La profunda convicción del Libertador sobre potencialidades
del hombre, en la que su componente subjetivo, ético es indispensable par la vida y
para la actuación funcionarial, así como en la educación para la vida fundamentada en
valores.
3.3. Teorías éticas: Ética eudemonista (de la felicidad) felicidad). Todos los seres
humanos tienden por naturaleza a ser felices al igual que el Intelectualismo Moral. Para
el filósofo Aristóteles, el supremo bien es la felicidad, y la felicidad es vivir conforme a la
razón éticamente orientada. Pero el ser humano no puede alcanzar esa virtud fuera de
la sociedad; entonces, las virtudes individuales son complementadas con las virtudes
sociales; es decir, en relación con la vida social. Así como para el filosofo Sócrates
Conocer el bien es hacerlo, solo actual inmoralmente quien desconoce en qué consiste
el bien.
48. 44
3.4. Aspecto globales .Para el 15 de febrero de 1819, se instaló en Angostura el
segundo Congreso Constituyente, concurriendo a este acto 26 de los 30 representantes
electos, estando en ese acto por la provincia de Caracas Juan Germán Roció, Luis
Tomás Peraza, José España, Onofre Básalo y Francisco Antonio Zea; por Barcelona
Francisco Parejo, Eduardo Hurtado, Diego Bautista Urbaneja, Ramón García Cádiz y
Diego Antonio Alcalá; por Cumaná Santiago Mariño, Tomás Montilla, Juan Martínez y
Diego Vallenilla; por Barinas Ramón Ignacio Méndez, Miguel Guerrero, Rafael Urdaneta
y Antonio María Briceño; por Guayana Eusebio Afanador, Juan Vicente Cardozo,
Fernando Peñalver y Pedro León Torres; por Margarita Gaspar Mar-cano, Manuel
Palacio Fajardo, Domingo Alzuru y José de Jesús Guevara. Posteriormente se
incorporaron los diputados por Casanare: José Ignacio Muñoz, José María Vergara y
Vicente Uribe; Zea pasó a figurar en el cuadro de esa diputación y Manuel Cedeño se
incorporó luego como diputado por la provincia de Guayana. La directiva del cuerpo
quedó constituida de la siguiente manera: presidente, Francisco Antonio Zea y
secretario, Diego Bautista Urbaneja.
En esa misma fecha, fue que Bolívar leyó en la sesión inaugural su famoso
Discurso de Angostura, el cual reflejó la profundidad del pensamiento político del
Libertador, ya previa-mente esbozado, siendo que el principal cometido del Congreso
como tal, fue dar a Venezuela una Carta Fundamental, lo cual llevó a cabo.
Fue entonces de esta manera que se dio la segunda Constitución de nuestro país y que
fuera promulgada en Santo Tomás de Angostura, capital de la provincia de Guayana y
de la República, el 15 de agosto de 1819.22
Además de sancionar una nueva Carta
Magna, el Congreso de Angostura aprobó a instancias de Bolívar la Ley Fundamental
de la República de Colombia, el 17 de diciembre de 1819, en la que se consagraba la
unión de Venezuela, la Nueva Granada y el Ecuador; Estado que quedaría dividido en
tres departamentos: Venezuela, la Nueva Granada y Quito. La última sesión ordinaria
22
Sancionada por el Congreso, en Angostura, el 11 de agosto de 1819, según lo indicado en el Acta N° 139 del
Congreso de Angostura. Tomado de Biblioteca de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales, Las Constituciones
de Venezuela, Anauco Ediciones C.A., Caracas 1997, pp. 349 a 374. Este es el texto que se utiliza durante toda la
obra para consultar a los artículos de la Constitución de 1819 y efectuar la comparación con la Constitución de 1999.
49. 45
del Congreso fue el 20 de enero de 1820, de allí en adelante sesionaría la Diputación
de manera permanente hasta que el 10 de julio de 1820, cuando el Congreso es
convocado a sesiones extraordinarias con motivo de la llegada a Angostura de fuerzas
realistas; posteriormente el día 19 vuelve a entrar en receso y la Diputación permanente
asume de nuevo las funciones hasta su reunión final del 31 de julio de 1821.
Toda la obra de Bolívar consultada devela una profunda concepción sobre la
moral, pero entendida ésta como expresión dinámica del movimiento de las virtudes
morales, fundamento desde el cual destaca como, todo el movimiento físico de las
relaciones del hombre en sociedad se equilibra con la fuerza que adquiere la noción
detales virtudes, sobre todo cuando son superiores a ese propio movimiento; idea que
expresa mejor que cualquier otra reflexión el esplendor ético de su concepción.
La investigación ha develado que, en el hombre, fuerza moral y actitud
cultural [dada por su educación], están indisolublemente unidas y son además decisivas
como lo ha expresado Guadarrama. El mismo autor, ha constatado la profunda
convicción del Libertador sobre potencialidades del hombre, en la que su componente
subjetivo, ético es indispensable, con lo que coincide el autor de este trabajo.
Ya en su momento el Libertador consideró como obstáculos materiales más
significativos para la transformación de las costumbres y la formación de una nueva
conciencia americana: la ignorancia y la servidumbre, que conducen a la adopción o
expresión de actos morales, censurables en su concepción ética, pero que encuentra
encuentran excusa en el sistema moral imperante, precisamente por la frecuencia con
la que acontecen y el nivel de institucionalización que han adquirido bajo el dominio
colonial; cuestiones a las que se refiere como: “…tristes afectos de las antiguas
cadenas.”
En cuanto a los agentes activos de esa obligación de legitimidad, ellos
son precisamente los personeros del régimen en cada circunstancia, de quienes la ética
50. 44
política no sólo exige honestidad ante el erario público, sino y, sobre todo, la promoción
concreta de las condiciones materiales que permitan la realización efectiva de los
valores ideales en los cuales se sustente la ideología formal del sistema político, como
lo son los de libertad, orden, bienestar y justicia. En este sentido, la mayor
corrupción de un régimen y por ende, de sus líderes, que pretenda encarnar los valores
proclives al bienestar de las mayorías, la constituye la orientación de la acción del
Estado a través de una toma de decisiones en materias de políticas sociales y
económicas, que sólo favorezca una minoría de intereses privilegiados bien sea a nivel
nacional o internacional, como lo son los usufructuarios de las riquezas nacionales
quienes secuestran dichos recursos en una distribución inicua de las oportunidades de
desarrollo colectivo e individual de la población.
Para el filósofo Aristóteles, el supremo bien es la felicidad, y la felicidad
es vivir conforme a la razón éticamente orientada. Pero el ser humano no puede
alcanzar esa virtud fuera de la sociedad; entonces, las virtudes individuales son
complementadas con las virtudes sociales; es decir, en relación con la vida social. Y
los Estados y sus dirigentes políticos deben ajustarse lo más posible a la idea del bien
común, afirmando que la idea del bien que debería, más que ninguna otra, coincidir con
el supremo bien, es el Estado; porque es la organización más perfecta creada por el ser
humano para el bienestar de todos. De esta forma, la persona que asume el rol de
agente representante del Estado adquiere una serie de obligaciones tanto en el campo
social como en el ético.23
Producto de estos idearios hoy día existen decisiones en nuestro
sistema de justicia sobre la ética pública, considerándose que, al violar principios
rectores de los deberes y conductas de los funcionarios públicos, los cuales se
encuentran específicamente señalados en los literales b y c del artículo 45 de la LOPC,
referentes a la equidad la cual lo obliga como funcionario público a actuar respecto de
23
Hugo Argotti Górcega Ética del Libertador Universidad Militar Bolivariana de Venezuela Fondo Editorial
Hormiguero. Octubre 2017
51. 45
las personas que demanden o soliciten su servicio, sin ningún tipo de preferencia y sólo
en razón del mérito, legalidad, motivaciones objetivas con base al principio
constitucional de la no discriminación, y sin consideraciones ajenas al fondo del asunto
y a la justicia, y el decoro el cual impone a todo funcionario público la obligación de
exteriorizarse en un lenguaje adecuado, y con respeto en la manera de conducirse
durante el ejercicio de las funciones y tareas asignadas, por lo que atentó en contra de
una de las virtudes esenciales a la que debe estar sometido en su actividad todo
servidor público en especial un funcionario encargado de administrar justicia, como lo
es la ética pública. Por todo lo anterior se le impuso la sanción de censura prevista y
sancionada en los Art.(s) 47 literal b y 49 de la LOPC, por considerar que la conducta
desplegada por el referido ciudadano debe ser reprochada, pues con ella infringió de
una manera notoria uno de los deberes que sustentan los valores trascendentales de la
República como es la ética pública, concepto éste que se encuentra consagrado como
valor supremo en nuestra Carta Magna, tal y como lo establece la parte infine del
artículo 2 de la Constitución y se recomendó a la Presidenta del TSJ y a la Presidenta
de la Comisión de Reestructuración
Retomando el discurso de Angostura Simón José Antonio de la Santísima
Trinidad Bolívar y Palacios, era un gran promotor y ciudadano preocupado por la
educación y la moral de las personas y de las naciones.
Sus ideas educativas estaban orientadas a la patria y a los individuos,
dándole prioridad a la educación sobre la acción bélica, a la cual consideraba como un
medio para alcanzar la libertad y la independencia. En Angostura habló sobre los
maestros llamándolos “la profesión más apreciada de la humanidad”, entendiendo que
la educación es permanente y es lo que coadyuva a la formación de los hombres.
Por ello, fue que instauró como obligatoria la enseñanza, estableciendo como
gratuita a la educación elemental, fundando escuelas, colegios en ciencias y artes,
universidades, protegió las costumbres autóctonas y la enseñanza del idioma, proclamó
52. 46
la excelencia de la oratoria y estimuló la elocuencia, partiendo de la máxima de que el
“conocimiento es poder”, esto ya lo sabían los “Siete Sabios” de la Grecia Antigua.
Cono-cimiento y Poder como supuestos sinónimos, tienen otro sine qua non secular y
que es gnothi seauton, conócete a ti mismo, que se encontraba escrito en el Templo de
Apolo, a cuya sombra el filósofo Aristóteles enseñó la antigua práctica y teoría de la
política a sus discípulos y estudiantes. También la vanguardia de la Ilustración,
especialmente Francis Bacon con su empiricísmo, positivismo y pragmatismo y la clase
burguesa dentro del nuevo sistema capitalista, la democracia y el materialismo
confirmaron esta idea. Por ello, la importancia del saber y su repercusión todos los
aspectos de las sociedades.
Bajo este contexto, jugaban un papel importante la moral y las buenas
costumbres, motivo por el cual se empeñó en la formación ético-religiosa de las nuevas
naciones e incluso cuidó el aseo entre los estudiantes. Así, es que en el Congreso de
Angostura dijo: “Sin moral republicana, no puede haber gobierno libre. Para afirmar
esta moral he inventado un cuarto poder que críe a los hombres en la virtud y los
mantenga en ella”.
De esa manera, el 15 de febrero de 1819, en Angostura (hoy Ciudad Bolívar)
se dio el segundo Congreso Constituyente de Venezuela, instalándose luego que
Simón Bolívar expusiera en 1818 ante el Consejo de Estado, la necesidad de convocar
a elecciones para celebrar un Congreso Nacional que diese una salida constitucional a
la inestable situación política del país. Así, desde el primer y hasta ese momento único
Congreso republicano de Venezuela entre 1811 y 1812; pasaron varios años en los
cuales, por los hechos propios de la guerra de independencia, impidieron la reunión de
un Congreso Constituyente, pues el breve intento llevado en Cariaco no tuvo tal
carácter. Todo esto ocurrió a pesar que en 1818, ya buena parte del territorio se hallaba
bajo control de las fuerzas españolas, no obstante, eso, la parte que se encontraba
dominada por los patriotas era suficiente para demostrar al mundo que Venezuela tenía
capacidad de organizar y poner en marcha su Poder Legislativo.
53. 47
Continúa señalando en su discurso que la ignorancia no es exclusiva de
los sectores dirigentes. Los siglos de dominación habían privado a todos del ejercicio de
la libertad, que una vez conseguida, se transformó en un boomerang:24
Uncido el pueblo americano al triple yugo de la ignorancia,
de la tiranía y del vicio, no hemos podido adquirir, ni saber, ni
poder, ni virtud. Discípulos de tan perniciosos maestros, las
lecciones que hemos recibido y los ejemplos que hemos
estudiado, son los más destructores. Por el engaño se nos
ha dominado más que por la fuerza, y por el vicio se nos ha
degradado más bien que por la superstición. La esclavitud es
la hija de las tinieblas; un pueblo ignorante es un
instrumento ciego de su propia destrucción, la ambición,
la intriga, abusan de la credulidad y de la inexperiencia, de
hombres ajenos a todo conocimiento político, económico o
civil (...) Un pueblo pervertido si alcanza su libertad, muy
pronto vuelve a perderla (...) La libertad, dice Rousseau, es
un alimento suculento, pero de difícil digestión. Nuestros
conciudadanos tendrán que en robustecer su espíritu mucho
antes de que logren digerir el saludable nutritivo de la
libertad25
.
La educación popular debe ser el cuidado primogénito del amor paternal
del congreso. Moral y luces son los polos de una república, moral y luces son
nuestras primeras necesidades
(...) renovemos en el mundo la idea de un pueblo que no se
contenta con ser libre y fuerte, sino que quiere ser virtuoso
24
Simón Bolívar. Discurso de Angostura; Angostura, 15 de febrero de 1819
25
Ídem
54. 48
(...) demos a nuestra república una cuarta potestad cuyo
dominio sea la infancia y el corazón de los hombres, el
espíritu público, las buenas costumbres y la moral
republicana. Constituyamos este areópago para que vele
sobre la educación de los niños, sobre la instrucción
nacional, para que purifique lo que se haya corrompido en la
república; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del
amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos;
que juzgue de los principios de corrupción, de los ejemplos
perniciosos, debiendo corregir las costumbres con penas
morales, como las leyes castigan los delitos con penas
aflictivas y no solamente lo que choca contra ellas sino lo que
las burla; no solamente lo que las ataca sino lo que las
debilita; no solamente lo que viola la constitución sino lo que
viola el respeto público. La jurisdicción de este tribunal
verdaderamente santo, deberá ser efectiva con respecto a la
educación y a la instrucción, y de opinión solamente en las
penas y castigos, pero sus anales o registros donde se
consignen sus actas y deliberaciones, los principios morales
y las acciones de los ciudadanos, serán los libros de la virtud
y del vicio. Libros que consultará el pueblo para sus
elecciones, los magistrados para sus resoluciones y los
jueces para sus juicios26
Al proponer propone run cuarto poder, el moral. «Meditando agrega el
Libertado sobre el modo efectivo de regenerar el carácter y las costumbres que la
tiranía y la guerra nos han dado, me he sentido la audacia de inventar un poder moral,
26
Ibidem
55. 49
sacado del fondo de la oscura antigüedad y de aquellas olvidadas leyes que
mantuvieron algún tiempo la virtud entre los griegos y los romanos.» Sí, en párrafo que
se ha hecho famoso porque una de sus frases aún se coloca en todas las escuelas
venezolanas, asegura:
«La educación popular debe ser el cuidado primogénito del
amor paternal del congreso. Moral y luces son los polos de la
república, moral y luces son nuestras primeras necesidades.
Tomemos de Atenas su Areópago, y los guardianes de las
costumbres y de las leyes; tomemos de Roma sus censores
y sus tribunales domésticos; y haciendo una santa alianza de
estas instituciones morales, renovemos en el mundo la idea
de un pueblo que no se contenta con ser libre y fuerte, si no
quiere ser virtuoso. Tomemos de Esparta sus austeros
establecimientos, y formando de estos tres manantiales una
fuente de virtud, demos a nuestra república una cuarta
potestad cuyo dominio sea la infancia y el corazón de los
hombres, el espíritu público, las buenas costumbres y la
moral republicana. Constituyamos este Areópago para que
vele sobre la educación de los niños, sobra la instrucción
racional; para que purifique lo que se haya corrompido en la
república; que acuse la ingratitud, el egoísmo, la frialdad del
amor a la patria, el ocio, la negligencia de los ciudadanos;
que juzgue de los o principios de corrupción, de los ejemplos
perniciosos; debiendo corregir las costumbres con penas
morales, como las leyes castigan los delitos con penas
aflictivas, y no solamente lo que choca contra ellas, sino lo
que las burla; no solamente lo que las ataca, sino lo que las
debilita; no solamente lo que viola la constitución, sino lo que
56. 50
viola el respeto público. La jurisdicción de este tribunal
verdaderamente santo deberá ser efectiva con respecto a la
educación y a la instrucción, y de opinión solamente en las
penas y castigos. Pero sus anales, o registro donde se
consignen sus actas deliberaciones; los principios morales y
las acciones de los ciudadanos, serán los libros de la virtud y
el vicio. Libros que consultará el pueblo para sus elecciones,
los magistrados para sus resoluciones y los jueces para sus
juicios. Una institución semejante, por más que parezca
quimérica, es infinitamente más realizable que otras que
algunos legisladores antiguos y modernos han establecido
con menos utilidad del género humano»27
Resulta difícil esbozar el pensamiento ético–pedagógico de Bolívar, lo
considera la conferencista Sedal (2008), sin hacer referencia a su concepción de
independencia e integración, pues en su visión revolucionaria lo uno está
estrechamente vinculada a lo otro formando una unidad en la práctica social que lo
guiara en todas sus acciones. La ética siempre estuvo asociada a la independencia
constituyendo el objetivo principal de su vida expresado en valores morales como el
respeto, el patriotismo, la dignidad, el honor, la honradez que se configuran en un ideal
educativo tendiente a la libertad social y personal.
Sedal (2008), en la IV Conferencia Internacional
referente a los Desafíos del Siglo XXI, expresa que en Simón
Bolívar se encuentra un pensamiento ético consagrado en la
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