1. Convulsiones de la lactancia (que se produce durante los primeros meses y hasta los dos años). El patrón mas característico a esta edad es la sacudida mioclonica masiva de la cabeza y los brazos que producen flexión o menos a menudo, extensión del cuerpo. La forma mas amenazadora es la conocida enfermedad de west esta en un tipo de encefalopatía metabólica que se se caracteriza típicamente por tres hallazgos: espasmos epilépticos, retraso del desarrollo psicomotor y electroencefalograma con un trazado característico de hipsarritmia.
2. También se ha observado convulsiones en lactantes con esclerosis tuberosa es una enfermedad hereditaria autosómica dominante, poco frecuente, que produce la formación de masas anormales (tumores no cancerosos) en algunos órganos del cuerpo, como pueden ser: la retina, la piel, los pulmones, los riñones y el corazón. Generalmente también suele afectar al Sistema Nervioso Central (la médula espinal y el cerebro). Esta es diagnosticada durante la lactancia a causas de manchas blancas de la dermis.
3. Otra causa de convulsiones en lactantes es la enfermedad de angiomatosis de sturge-weber El signo clínico más característico es la presencia de un nevó en alguna parte de la cara y que suele apreciarse siguiendo una o varias de las ramas del nervio trigémino. Sin embargo cuando el mioclono se inicia en la lactancia con fiebre y convulsiones clínica unilateral o bilateral, o con convulsiones parciales que van seguida por anomalías neurológica focales, habrá con toda probabilidad retraso del desarrollo. Estos últimos tipos de conocen a menudo como convulsiones febriles. Los espamos infantiles se interrumpen hacia el quinto año de la vida y quedan sustituido por convulsiones de gran mal parciales y generalizadas.
4. Convulsiones no febriles Los trastornos que producen convulsiones tónico- clónica o parciales no febriles en la lactancia son sustancialmente distintos de los que causan convulsiones no febriles en la infancia. Los principales factores de riesgo para el desarrollo de epilepsia en la lactancia y la infancia comprenden malformaciones congénitas, convulsiones neonatales e historia familiar de epilepsia.
5. Epilepsia con ausencia de la infancia y juvenil La epilepsia con ausencia de la infancia comienza entres los 6 y los 8 años, mientras que la forma juvenil lo hace entre los 10 y los 16 años. La segunda puede ser una continuación de la primera. El comienzo en la adolescencias se asocia a frecuencia mas alta de convulsiones tonico-clonica generalizada y mayor probabilidad de persistencia en la vida adulta. Cuadro clínico: en niño detiene la actividad, se queda con la mirada perdida, a veces muestra movimiento rítmico de los ojos . La crisis típicas duran de 5 a 10 segundo y se repiten hasta 100 veces al día.
6. Convulsiones que se inician en la vida adulta secundaria a enfermedad medica Siempre debe considerarse, cuando ocurren convulsiones por primera vez durante la vida adulta, la posibilidad de convulsiones por abstinencia en los pacientes que han abusado de manera crónica de alcohol, barbitúricos o fármaco sedantes del grupo de las benzodiacepina. Además, acompañan a menudo a la etapa convulsiva de la enfermedad trastorno se sueño, desorientación, ilusiones y alucinaciones. Con un periodo convulsivo que puede durar varias horas. La crisis convulsiva son también aspectos prominentes de todas las variedades de meningitis bacteriana, en mayor grado aun en niños que en adultos. Sacudida y convulsiones mioclonica aparecen de manera temprana en la encefalitis aguda causada por herpes simple y otra forma de encefalitis virales.
7. También la uremia es otro trastorno con gran tendencia a producir convulsiones. Las convulsiones sin fiebre y cuello rígido puede ser la manifestación inicial de meningitis sifilítica. Diversas enfermedades primaria del encéfalo puede anunciarse por si misma con un estado convulsivo agudo, en particular en el caso de tumores encefálicos primarios y metastasico. Los venenos metálicos mas frecuente que producen convulsiones son plomo (en niños) y mercurio (en niños y adultos). Tienden a inducir sacudidas mioclonica difusas y convulsiones generalizada paro cardiaco, sofocación e insuficiencia respiratoria, envenenamiento con co2.