2. 1. La Educación pública escolar :
A pesar de que la apertura al sector privado estuvo presente en varias iniciativas del
Ejecutivo, la provisión de educación privada con financiamiento público no se contó entre
ellas. La evidencia sobre su efectividad general es poco clara, pero hay casos interesantes
de aplicación.
El Estado ha dado pasos importantes al abrir espacios tradicionalmente ocupados por el
sector público al sector privado. El gobierno pasado lo hizo con la Ley de Obras por
Impuestos (OxI). La administración nacionalista permitió que las asociaciones público-
privadas (APP) proveyesen servicios de bata gris (no médicos) a los hospitales, que parte
de la infraestructura y seguridad de los penales la faciliten empresas e intentó –
infructuosamente– que organizaciones privadas puedan encargarse de poner en valor el
patrimonio cultural arqueológico del país.
3. En el campo educativo:
el gobierno también ha dado muestras de apertura al sector privado. Según el ministro de Educación,
Jaime Saavedra, a la fecha hay S/.1.400 millones en APP del sector Educación y S/.170 millones bajo
el mecanismo de OxI. Buena parte de este monto, sin embargo, es para rehabilitación y
mantenimiento de colegios. La gestión interna de los centros educativos ha permanecido en control del
Estado. El ministro Saavedra se ha mostrado en más de una ocasión renuente a concesionar la
operación de colegios públicos. “La etiqueta de privado no garantiza que la educación sea mejor”ha
señalado.
Sin embargo, ante los magros logros alcanzados en este sector, ¿valdría la pena explorar esta
posibilidad? Algunos economistas argumentan que la competencia por captar alumnos y mantener los
costos bajo control motivará que los colegios privados obtengan mayor eficacia que los públicos. ¿Ha
tenido éxito esta propuesta donde se ha aplicado?
4. Según los autores:
mientras que en los países desarrollados la evidencia de su eficacia es escasa,
en los países en desarrollo hay algunos casos de éxito –como Colombia e
India–, pero la información es aún insuficiente para concluir que el sistema de
vouchers fue efectivo. Estas conclusiones explicarían en parte el descontento
de un sector de la sociedad chilena con el modelo educativo de financiamiento
público a los privados. El trabajo concluye que el sistema privado puede ser
más efectivo que el público, pero solo en la medida en que el diseño de su
operación sea adecuadamente planteado. De lo contrario, puede ser
contraproducente y fortalecer la desigualdad sin lograr mejoras en el
aprendizaje.
5. La educación requiere
básicamente inversiones en profesores, nutrición, infraestructura y textos;
rubros que posiblemente requieran que se triplique el actual % de PBI
asignado al sector educación. El problema de educación, se agudiza
principalmente en las zonas de Sierra y Selva que se encuentran alejadas
o son de difícil acceso. Esta problemática tiene que ver por ejemplo con
los costos y tiempo que significa el transporte de los recursos hasta los
centros educativos.
Estos sobrecostos, producto de la falta de infraestructura vial, son los que
crean las denominadas “trampas espaciales de pobreza”. En estas zonas
críticas, se mezclan una serie de factores que evitan que las soluciones
sintomáticas o de corto plazo -que intentan dar solución a los efectos-
dirigidas a esas comunidades, puedan alcanzar el anhelado desarrollo
sostenible. Los profesores no son los únicos desmotivados para cumplir
con su función pública en estas zonas, tenemos a los médicos y otros
funcionarios públicos, que evitan por todos los medios que los envíen a
esas circunscripciones. Hace años, que se analiza una serie de incentivos
para revertir esa situación, como la obligación de cumplir servicios para los
recién graduados y otras para reconocer un pago especial por esta labor
social, sin embargo el problema persiste hasta la fecha.