Este documento discute la dependencia económica de América Latina y propone alternativas para promover el desarrollo económico. Argumenta que los países latinoamericanos han competido entre sí en lugar de buscar complementariedad, y que se necesitan cambios estructurales para transformar las relaciones económicas y romper con la dependencia. Propone una nueva política económica que articule al Estado, el capital privado y la economía popular, con énfasis en la soberanía alimentaria, la energía y la innovación tecnológica