1. TECNICA N°56 CONSIDERA EL MUNDO UNA ILUSIÓN.
Cuarta técnica para recordarse a uno mismo, y última: Las ilusiones engañan, los colores circunscriben,
incluso los divisibles son indivisibles.
Ésta es una técnica extraña, no muy usada, pero uno de los maestros más importantes de India, Shankara, la
ha usado, y Shankara ha basado toda su filosofía en esta técnica. Ya conoces su filosofía del maya, ilusión.
Shankara dice que todo es ilusorio. Todo lo que estás viendo, oyendo, sintiendo, todo es ilusión. No es
real, porque a lo real no se puede acceder con los sentidos. Me estáis oyendo y yo estoy viendo que estáis
escuchándome: puede que sea sólo un sueño, y no hay manera de discernir si es un sueño o no. Puede que
simplemente esté soñando que estáis aquí escuchándome. ¿Cómo puedo saber que esto es real y no un
sueño? No hay manera.
Se cuenta que Chuang Tsé ha dicho que una noche soñó que se había vuelto una mariposa. Por la mañana
estaba muy triste..., y él no era un hombre que tuviera tristeza, nunca se le había visto triste. Sus discípulos se
congregaron y dijeron: «Chiang Tsé, Maestro, ¿por qué estás tan triste?». Chuang Tsé dijo: «Debido a un
sueño».
Los discípulos se rieron y dijeron: «¿Debido a un sueño estás triste..., tú que siempre nos has estado
enseñando a no estar tristes incluso si el mundo entero nos causa tristeza? ¿Y sólo un sueño te ha causado
tristeza? ¿Qué estás diciendo?».
Chuang Tsé dijo: «Es un sueño tal que me causa confusión, tristeza y desdicha profundísimas. Soñé que me
había vuelto una mariposa”. Los discípulos dijeron: «¿Qué hay de desconcertante en ello?».
Chuang Tsé dijo: «Éste es el enigma ahora: si Chuang Tsé puede soñar que se ha vuelto una mariposa, ¿por
qué no lo inverso? Puede que la mariposa sueñe que se ha vuelto un Chuang Tsé. Así es que ahora estoy
alterado. ¿Qué es certero y qué es erróneo? ¿Qué es real y qué es irreal? ¿Era que Chuang Tsé estaba
soñando que se convertía en una mariposa o es que ahora la mariposa se ha dormido y soñado que se ha
vuelto Chuang Tsé? Si lo uno es posible, entonces también lo otro es posible». Y se dice que Chuang Tsé
nunca pudo superar este enigma. Permaneció con él toda su vida.
¿Cómo determinar que no te estoy hablando en un sueño? ¿Cómo determinar que no estás soñando que estoy
hablando? Con los sentidos no es posible ninguna decisión, porque mientras estás soñando, los sueños
parecen reales, tan reales como cualquier cosa. Cuando sueñas, siempre sientes que es real. Cuando los
sueños se sienten como reales, ¿por qué no se va a poder sentir la realidad como un sueño?
Shankara dice que con los sentidos no hay posibilidad de saber si lo que tienes delante es real o irreal. Y
si no hay posibilidad de saber si es real o irreal, Shankara lo llama maya: es ilusión. Ilusión no significa
irreal. Ilusión significa la imposibilidad de determinar si es real o irreal... Recuerda esto.
En las lenguas occidentales, «maya» ha sido traducido de manera muy errónea, y en los términos occidentales
da la sensación de que «ilusión» significa «irreal». ¡No significa eso! «Ilusión» significa la incapacidad de
determinar si algo es real o irreal. Esta confusión es maya.
Todo este mundo es maya, una confusión. No puedes determinar; no puedes ser categórico respecto a él.
Siempre se te está escabullendo, siempre cambiando, transformándose en otra cosa. Es una fantasía,
algo onírico. Esta técnica se ocupa- de esta filosofía. Las ilusiones engañan -o bien, lo que engaña es
ilusión-, los colores circunscriben, incluso los divisibles son indivisibles. En este mundo de ilusión
nada es certero. Todo este mundo es como el arco iris. Parece que existe, pero no existe. Si estás lejos
existe, pero si te acercas se disuelve. Cuanto más te acercas, menos existe. Si llegas al punto en que
estabas viendo un arco iris, ya no está allí.
El mundo entero es como los colores del arco iris. Cuando estás lejos, todo es esperanzador; cuando te
acercas, la esperanza desaparece. Y cuando alcanzas la meta, sólo hay cenizas: sólo un arco iris
muerto. Los colores han desaparecido, y las cosas no son como parecen; no son como te parecen que son.
Incluso los divisibles son indivisibles. Todas tus matemáticas, todo tu sistema de cálculo, todos tus
conceptos, toda tu filosofía, se vuelven inútiles. Si intentas comprender esta ilusión, tu esfuerzo mismo te
confunde más. Nada es certero ahí; todo es incierto: un flujo, un flujo de cambio, sin ninguna
2. posibilidad de que puedas determinar si esto o aquello es verdadero o falso. ¿Qué sucederá? Si adoptas
esta actitud, ¿qué sucederá? Si realmente profundizas en esta actitud de que todo lo que no puede ser
determinado es ilusorio, automáticamente, espontáneamente te volverás hacia ti mismo. Entonces el
único punto en el que puedes tener un centro es en tu propio ser. Eso es indudable.
Intenta comprender esto: puede que por la noche sueñe que me he vuelto una mariposa, y no pueda determinar
en ese sueño si esto es real o irreal. Puede que por la mañana me sienta perplejo, como Chuang Tsé, porque
más bien sea la mariposa la que esté soñando. Son dos sueños, y no hay manera de comprobar qué es real y
qué es irreal.
Pero Chuang Tsé no está teniendo en cuenta una cosa: el que sueña. Está pensando sólo en los sueños,
comparando sueños y no teniendo en cuenta al que sueña: el que sueña que Chuang Tsé se ha vuelto una
mariposa, el que está pensando que puede que sea justo a la inversa..., que la mariposa esté soñando que se
ha vuelto Chuang Tsé. ¿Quién es este observador? ¿Quién estaba dormido y ahora está despierto? Puede que
tú seas irreal, puede que para mí seas un sueño, pero yo no puedo ser un sueño para mí mismo, porque
incluso para que exista un sueño es necesario un soñador real. Incluso para un sueño falso es necesario
un soñador real. Así que olvídate del sueño. Esta técnica dice que te olvides del sueño. El mundo entero es
ilusión, pero tú no. Así que no vayas en pos del mundo, no hay ninguna posibilidad de alcanzar la certeza en él.
Y ahora esto parece estar demostrado incluso por la investigación científica.
Durante los tres últimos siglos la ciencia estaba segura, y Shankara parecía ser tan sólo una mente filosófica,
poética... Durante tres siglos la ciencia estaba segura, pero ahora, en estas dos últimas décadas, la ciencia se
ha vuelto incierta. Ahora los mejores científicos dicen que nada es indubitable, y que nunca estaremos
seguros de la materia. Todo se ha vuelto incierto de nuevo. Todo parece ser un flujo, cambiante. Sólo
las apariencias parecen certeras. Cuanto más profundizas, más incierto, indefinido, se vuelve todo.
Shankara dice, y el tantra siempre lo ha estado diciendo, que el mundo es ilusorio. Incluso antes de que
Shankara naciera, el tantra estaba enseñando una doctrina: que el mundo entero es ilusorio, así que
considéralo un sueño. Si puedes pensar en él como en un sueño -y si piensas en absoluto, llegarás a darte
cuenta de que es un sueño-, entonces todo el foco de la consciencia se vuelve hacia dentro, porque hay
una necesidad profunda de encontrar la verdad, lo real.
Si el mundo entero es irreal, entonces no hay cobijo en él. Entonces estás siguiendo, yendo tras sombras, y
perdiendo tiempo, vida y energía. Entonces ve hacia dentro. Una cosa es segura: «Yo soy». Incluso si el
mundo entero es ilusorio, una cosa es segura: hay alguien que sabe que esto es ilusorio. Puede que el
conocimiento sea ilusorio, puede que lo que se sabe sea ilusorio, pero el que sabe no puede serlo. Ésta es la
única certeza, la única roca sobre la que te puedes mantener en pie.
Esta técnica dice que mires el mundo: es un sueño, una ilusión, y nada es lo que parece. Es sólo un arco iris.
Profundiza en esta impresión. Serás arrojado a ti mismo. Al llegar a tu propio ser, llegas a una cierta
verdad, a algo que es indubitable, que es absoluto.
La ciencia nunca puede ser absoluta. Va a ser relativa. Sólo la religión puede ser absoluta, porque no busca el
sueño, sino que está en busca del que sueña; no de lo observado, sino del que observa, el que ve, el que
es consciente.