Este documento describe una técnica para conocerte a ti mismo como luz en estado de vigilia, sueño y sueño profundo. Sugiere imaginar una llama ardiente en tu corazón y ver tu cuerpo como un aura de luz alrededor de ella durante la vigilia. Con la práctica constante, otros notarán una luz sutil a tu alrededor. Luego, al dormirte, mantén la sensación de ser una llama luminosa para llevarla a tus sueños. Cuando desaparezcan los sueños, mantén la sensación durante el sueño
Conócete como luz en vigilia, sueños y sueño profundo
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TECNICA N°75 RECUÉRDATE A TI MISMO COMO LUZ.
Tercera técnica: En estado de vigilia, durmiendo, soñando, conócete como luz.
En estado de vigilia, durmiendo, soñando, conócete como luz. Primero empieza en estado de vigilia. El yoga y
el tantra dividen la vida de la mente del hombre en tres partes; la vida de la mente, recuerda. Dividen la mente en
tres partes: la vigilia, dormir, soñar. Éstas no son las divisiones de tu consciencia, sino las divisiones de tu mente,
y la consciencia es lo cuarto.
En Oriente no le han dado ningún nombre; la llaman simplemente lo cuarto, turiya. Las otras tres tienen nombre.
Son las nubes; se las puede designar: una nube en estado de vigilia, una nube dormida y una nube que sueña.
Todas son nubes, y al espacio en que se mueven -el cielo- no se le da nombre; queda simplemente como lo
cuarto.
La psicología occidental ha tomado, sólo recientemente, consciencia de la dimensión del sueño. En realidad, sólo
con Freud se volvió importante soñar. Pero, entre los hindúes, éste es uno de los conceptos más antiguos: no
puedes conocer realmente a un hombre a menos que sepas qué hace en sus sueños. Porque todo lo que
haga en sus horas de vigilia está más o menos abocado a ser falsa, una representación, porque en el estado de
vigilia de su mente se ve obligado a hacer muchas cosas.
No es libre. La sociedad está ahí; hay reglas, hay moralidades. Está luchando constantemente con sus propios
deseos: reprimiéndolos, modificándolos, adaptándolos al molde que permite la sociedad. Y la sociedad nunca te
permite que seas tu ser total; la sociedad escoge. Eso es lo que significa una cultura: cultura significa elección.
Toda cultura es un condicionamiento: una elección de ciertas cosas y una negación de ciertas cosas. Tu ser total
no es aceptado en ninguna parte; no lo es, en ninguna parte. Ciertos aspectos son aceptados aquí, ciertos
aspectos son aceptados allí, en este país o en aquél, pero en ninguna parte es aceptado el ser humano total. De
modo que consciencia de la vigilia está avocada a ser falsa, ficticia, artificial, forzada. No eres real en ello, sólo un
actor; no eres espontáneo, manipulado. Sólo en sueños eres libre; sólo en sueños eres auténticamente tú
mismo.
En tus sueños puedes hacer lo que quieres. No le concierne a nadie; estás solo. Nadie puede entrar, nadie puede
mirar tus sueños. Y a nadie le importa: lo que hagas en tus sueños es asunto tuyo; no le concierne a nadie.
Son absolutamente privados. Como son absolutamente privados y no se relacionan con nadie, puedes ser
libre. De modo que a no ser que se conozcan tus sueños, no se puede conocer, tu rostro real. Los hindúes han
sido conscientes de ello: hay que penetrar en los sueños. Pero aún son nubes: privadas, por supuesto; más libres,
pero, aun así, nubes, y también hay que ir más allá de ellos.
Éstos son los tres estados: vigilia, dormir y soñar. Soñar se volvió primordial con Freud. Ahora están
ocupándose de dormir. Ahora hay muchos laboratorios en Occidente investigando qué es dormir, porque parece
muy extraño que no sepan mas allá del qué es dormir. Todavía no se sabe científicamente qué te sucede cuando
duermes.
Y si no podemos saber qué es dormir, será difícil saber qué es el hombre, porque pasa durmiendo un tercio de su
vida. ¡Un tercio de tu vida! Si vas a vivir sesenta años, pasarás veinte años durmiendo. Es una parte muy
importante. ¿Qué estás haciendo mientras estás dormido? Está ocurriendo algo misterioso, y es tan esencial que
la vida no es posible sin ello. Está sucediendo algo profundo, pero no eres consciente.
En estado de vigilia, eres una persona diferente; soñando, también eres una persona diferente. Profundamente
dormido, eres de nuevo una persona diferente. No te acuerdas ni siquiera de tu nombre mientras estás
profundamente dormido. No sabes si eres musulmán o cristiano o hindú. Profundamente dormido, no puedes
responder quién eres; rico o pobre..., ninguna identidad, ninguna imagen.
En la capa de la vigilia existes con la sociedad. En la capa de soñar existes con tus propios deseos.
Profundamente dormido existes con la naturaleza, en lo hondo del útero de la naturaleza. Y el yoga y el tantra
dicen que sólo más allá de estos tres estados existes en Brahma, en la totalidad cósmica. De modo que hay que
cruzar, pasar, transcender estos tres estados.
Hay una diferencia. Ahora la psicología occidental está interesada en estudiar estos estados. Los buscadores
orientales estaban interesados en estos estados, pero no en estudiarlos. Sólo estaban interesados en saber cómo
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transcenderlos. Esta técnica es una técnica trascendental.
En estado de vigilia, durmiendo, soñando, conócete como luz.
Muy difícil. Tienes que empezar con la vigilia. ¿Cómo vas a acordarte en sueños? ¿Puedes crear un sueño
conscientemente? ¿Puedes manipular un sueño? ¿Puedes tener tus propios sueños según tus propios deseos?
No puedes. ¡Qué impotente es el hombre! Ni siquiera puedes crear un sueño propio. Los sueños también te
suceden; estás desvalido. Pero hay ciertas técnicas mediante las cuales se pueden crear sueños, y esas técnicas
son muy útiles para trascender, porque si puedes crear, entonces puedes trascender. Pero hay que
empezar con la vigilia.
En estado de vigilia moviéndote, comiendo, trabajando- recuérdate a ti mismo como luz. Como si en tu corazón
hubiera una llama ardiendo, y tu cuerpo no fuera más que el aura en torno a la llama. Imagínalo. En tu
corazón está ardiendo una llama, y tu cuerpo no es más que un aura de luz en torno a la llama. Deja que
penetre hondamente en tu mente y tu consciencia. Embébete de ello.
Tomará tiempo, pero si sigues pensando en ello, sintiéndolo, imaginándolo, en cierto plazo serás capaz de
recordarlo todo el día. En estado de vigilia, andando por la calle, eres una llama que se mueve. Nadie más
será consciente de ello al principio, pero si continúas, después de tres meses otros también se darán
cuenta. Y sólo entonces, cuando otros se dan cuenta, puedes estar a gusto. No se lo digas a nadie. Simplemente
imagina una llama, y tu cuerpo como el aura en torno a ella. No un cuerpo físico, sino un cuerpo eléctrico. Sigue
haciéndolo.
Si perseveras, en tres meses, poco más o menos, otros se darán cuenta de que algo te ha sucedido. Notarán una
luz sutil en torno a ti. Cuando te acerques a ellos, sentirán una calidez diferente.
Si les tocas, sentirán un contacto ardiente. Se darán cuenta de que te está sucediendo algo extraño. No se lo
digas a nadie. Cuando otros se den cuenta, entonces te puedes sentir a gusto, y puedes entrar en la segunda
etapa; no antes.
La segunda etapa es llevarlo a los sueños. Ahora puedes llevarlo a los sueños. Se ha vuelto una realidad. Ya no
es imaginación. Mediante la imaginación has revelado una realidad. Es real. Todo consiste en luz. Eres luz
-inconsciente del hecho- porque toda partícula de materia es luz.
Los científicos dicen que consiste en electrones. Es lo mismo. La luz es la fuente de todo. Tú también eres luz
condensada; mediante la imaginación simplemente estás revelando una realidad. Embébete de ello; y cuando
estés muy lleno de ello, puedes llevarlo a los sueños; no antes.
Entonces, cuando te estés durmiendo, sigue pensando en la llama, sigue viéndola, sintiendo que eres luz.
Recordándolo..., recordando..., recordando... te quedarás dormido. Y el recuerdo continúa. Al principio empezarás
a tener sueños en los que sentirás que tienes una llama dentro, que eres luz. Con el tiempo, también te moverás
en los sueños con la misma sensación. Y una vez que esta sensación entre en los sueños, los sueños empezarán
a desaparecer. Los sueños empezarán a desaparecer: habrá cada vez menos sueños y podrás dormir profundo.
Cuando esta realidad se ponga de manifiesto en todos tus sueños que eres luz, una llama, una llama ardiente,
todos los sueños desaparecerán. Sólo cuando desaparezcan los sueños puedes llevar esta sensación al dormir,
nunca antes. Ahora estás en la puerta. Cuando los sueños han desaparecido y te recuerdas a ti mismo
como una llama, estás en la puerta del dormir. Ahora puedes entrar con la sensación. Y una vez que te
duermes con la sensación de que eres una llama, serás consciente de ello: ahora el dormir sólo le
sucederá a tu cuerpo, no a ti.
Esta técnica es para ayudarte a ir más allá de estos tres estados. Si puedes ser consciente de que eres una llama,
una luz, que el dormir no te está sucediendo a ti, tú estás consciente. Estás realizando un esfuerzo consciente.
Ahora estás cristalizado en torno a esa llama. El cuerpo está dormido; tú, no.
Esto es lo que dice Krishna en el Gita: que los yoguis nunca duermen. Mientras los demás duermen, ellos están
despiertos. No es que sus cuerpos nunca duerman. Sus cuerpos duermen..., pero sólo los cuerpos. Los cuerpos
necesitan descanso, la consciencia no necesita descanso; es porque los cuerpos son mecanismos. La
consciencia no es un mecanismo. Los cuerpos necesitan combustible, necesitan descanso. Por eso nacen,
son jóvenes luego envejecen, y después mueren. La consciencia nunca nace, nunca envejece, nunca muere.
No necesita combustible, no necesita descanso. Es energía pura, energía perpetua, eterna.
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Si puedes cruzar las puertas de dormir con esta imagen de la llama y la luz, nunca volverás a dormir; sólo
descansará el cuerpo. Y mientras el cuerpo esté durmiendo, tú sabrás. Una vez que sucede esto, te has vuelto
lo cuarto. Ahora la vigilia y soñar y dormir son partes de la mente. Son partes, tú te has vuelto lo cuarto:
alguien que pasó por todas ellas y no es ninguna de ellas.
En realidad, esto es muy simple. Si estás en el estado de vigilia, y luego entras en los sueños, no puedes ser
ninguna de las dos cosas. Si eres el estado de vigilia, entonces ¿cómo vas a poder soñar? Y si eres el estado de
soñar, ¿cómo vas a entrar en un dormir en el que no hay sueños? Debes ser un viajero, y estos estados deben
ser estaciones, de modo que puedes ir de aquí a allí y volver de nuevo. Por la mañana entrarás en el
estado de vigilia.
Éstos son estados, y el que se mueve entre estos estados eres tú. Pero ese tú es lo cuarto..., y ese cuarto es lo
que llamas divino, ese cuarto es lo que llamas el elemento inmortal, la vida eterna. En estado de vigilia,
durmiendo, soñando, conócete como luz. Ésta es una técnica muy hermosa. Pero primero pruébala en estado de
vigilia. Y recuerda: cuando otros se den cuenta..., sólo entonces has tenido éxito en ella. Se darán cuenta.
Entonces puedes entrar en el sueño, y luego en el dormir, y luego puedes despertar a lo que eres: lo
cuarto.