2. La relación entre prácticas deportivas y daño
condral es un tema que está recibiendo cada vez
mayor atención por parte de la medicina del
deporte, dado que la práctica deportiva requiere
la utilización y sobreutilización de ciertas
articulaciones y parece más que demostrado que
éstas padecen las consecuencias en función de
la especialidad y del nivel deportivo, así como de
la intensidad, frecuencia y edad con que se
realiza cada deporte. Los estudios realizados
muestran que la patología condral aparece en
mayor medida y a edades más tempranas en los
deportistas profesionales y se especula que el
sobreesfuerzo articular es probablemente su
mecanismo principal.
3. Tras diversos años de investigaciones se ha
puesto de manifiesto que algunos deportes, sobre
todo los practicados a un nivel alto de
competición, conllevan un riesgo aumentado de
artrosis y condropatías de la articulación de la
cadera y/o de la rodilla. Destaca el fútbol, con un
riesgo considerable de producir artrosis de cadera
y sobre todo de rodilla. Así, por ejemplo, los
futbolistas de élite presentan un 15,5 % de
artrosis de rodilla frente a un 3% en los jugadores
no profesionales y un 1,6% en los controles.
4. Sin embargo, cabe destacar que la actividad
física de recreo resulta beneficiosa para el
funcionamiento de las articulaciones.
Dada la creciente preocupación al respecto, la
medicina del deporte actual se plantea como
objetivo principal la prevención de la lesión
condral así como su tratamiento tanto médico
como quirúrgico. La prevención de la patología
del cartílago debería empezar desde la
infancia mediante normas y consejos a
seguir. En el momento en el que el cartílago está
lesionado deberemos aplicar las medidas
terapéuticas adecuadas.
5. Las dos funciones principales del cartílago
articular son:
• Amortiguar la sobrecarga de presión de las
superficies articulares.
• Permitir el desplazamiento de las superficies
óseas sin que se produzca fricción entre ellas.
El cartílago es un tejido muy especializado,
caracterizado por su baja concentración de
células denominadas condrocitos – alrededor del
2%- y una gran matriz extracelular – sintetizada
por las células- que recubre toda la superficie
articular y facilita el desplazamiento de una
superficie sobre otra.
6. La práctica del deporte supone someter las
articulaciones a un esfuerzo, en ocasiones, máximo,
lo que a veces puede comprometer el equilibrio del
tejido cartilaginoso y desembocar en una lesión
condral. Los factores de riego pueden
ser mecánicos, metabólicos, deportivos y
ambientales (aumento de las cargas de
entrenamiento, no respetar periodos de recuperación
postesfuerzo, superficies de juego duras, cambios de
calzado con poca absorción de impacto).
Las circunstancias en las que se diagnostica la lesión
condral son variadas. Generalmente, las personas
afectadas consultan por dolores y más raramente por
deformaciones articulares.
7. La mejor manera de tratar una lesión deportiva es
evitar que se produzca. El concepto prevención es vital
en la articulación en crecimiento y más aún si está
sometida a estrés físico y sobre todo si además es una
articulación de riesgo ya sea porque tenga algún eje
mecánico de carga alterado o por cuestiones de
osteopenia o condropenia genética o simplemente por
sobrecarga mecánica o estrés físico repetitivo sobre una
articulación normal en edad de crecimiento.
Mejor prevenir que curar
8. • Prevención primaria: impide la aparición por primera
vez de la lesión en el deporte. Tiene como objetivo
analizar los factores que inciden en el hecho deportivo
en función de la edad, condición física, nivel deportivo y
deporte practicado, analizando los factores personales,
materiales y ambientales que participan en el hecho
deportivo.
• Prevención secundaria: evita la recaída después del
tratamiento de una lesión deportiva. En estos casos
serán importantes el diagnóstico y tratamiento correctos
iniciales, y una reincorporación gradual y completa a la
actividad deportiva.
• Prevención terciaria: impide la aparición de lesiones
deportivas en zonas anatómicas de máximo estrés físico
en cada deporte y sobre todo en edad de crecimiento.
Tipos de prevención
9. Para combatir el dolor se puede utilizar el masaje
descontracturante de la musculatura periarticular
antes de realizar la sesión de entrenamiento; masaje
desfibrosante, ultrasonoterapia, ionizaciones con
sales de salicilato cálcico.
Tratamientos: masaje,
ultrasonoterapia, ionizaciones
10. Los tratamientos con complementos alimenticios
son una opción muy interesante para este tipo de
situaciones. De entre un amplio abanico,
destacan 3:
• Condroitín sulfato
• Sulfato de glucosamina
• Ácido hialurónico
Tratamientos con complementos
alimenticios