El páncreas regula los niveles de azúcar en la sangre mediante la producción de insulina y glucagón. La comunicación química entre células es la forma más primitiva de señalización, mientras que las neuronas permiten una comunicación más rápida a larga distancia. El sistema nervioso y endocrino interactúan estrechamente para regular de forma integrada los procesos homeostáticos.
1. Regulación de la
azúcar sanguínea
Órgano en el que ocurre parte de
la digestión y absorción de la
glucosa. Órgano que produce dos
hormonas, insulina y glucagón
que regulan los niveles de
glucosa en la sangre. Está
compuesto de células llamadas
adipocitos donde se almacena la
energía en forma de grasa.
Integración y control
del sistema nervioso
endocrino
La información química sin duda
constituyó la primera forma de
comunicación intercelular en los
organismos. Cuando las distancias
entre las células son cortas, las
moléculas de señalización se mueven
por difusión desde donde son
producidas hasta donde actúan, las
células blanco. Cuando las células
blanco se encuentran a una
considerable distancia, las moléculas
de señalización son transportadas
por el torrente sanguíneo. Las
neuronas constituyen un canal de
comunicación más rápido y directo.
Son células especializadas en la
producción y transmisión de señales
eléctricas -el impulso nervioso - y
conducen información a grandes
distancias. Ambos sistemas
interactúan estrechamente y también
comparten muchos mecanismos de
comunicación. La relación entre ellos
se conoce como el sistema
neuroendrocrino, un sistema
integrado de regulación homeostática
Tanto los vertebrados como los
invertebrados presentan
hormonas. La estructura química,
así como los efectos de las
hormonas de los invertebrados
suele diferir sustancialmente de
las de los vertebrados. En
general, el sistema endocrino
provee una comunicación más
lenta que la provista por el
sistema nervioso, pero más
generalizada.
2. Importancia de una dieta
balanceada
Los alimentos que se consumen cada
día, deben tener las cantidades
adecuadas tanto de los macronutrientes
(carbohidratos, proteínas, lípidos),
como los micronutrientes (minerales y
vitaminas) y agua, biodisponibles que
debe contener la dieta consumida, para
así, satisfacer los requerimientos
fisiológicos de cada individuo. Además
de cubrirse la variabilidad individual, en
algunos nutrientes se agrega una
cantidad adicional para establecer un
margen de seguridad.
Una alimentación adecuada y equilibrada debe
estar distribuida de la siguiente manera:
Carbohidratos un 55 al 60%
Proteínas un12 al 15%
Lípidos un 25 al 30%.
Cumpliendo con esta distribución antes
mencionada se evita y previene sobrepeso,
obesidad, así como enfermedades crónicas
degenerativas como la diabetes mellitus,
dislipidemias, enfermedades cardiovasculares,
cerebro vascular, etc. y a su vez ayuda a la
persona a verse y sentirse mejor, aumentando
el rendimiento físico y mental.
La alimentación es el hábito que más influye
en la salud. Tanto la falta de alimentos, como
el exceso de ellos es perjudicial para la salud,
por lo tanto deben consumirse las cantidades
apropiadas para cada individuo.