Lograr un sistema de salud efectivo y eficiente pasa necesariamente por contar con un primer nivel de atención accesible al total de la población, con capacidad resolutiva para solucionar el 70% a 80% de sus necesidades de salud y atributos organizativos que garanticen la continuidad y el seguimiento de la atención de los pacientes en el marco de una red integrada de servicios.