Conferencia desarrollada en el marco de las "Jornadas de profesionalización del cuidado de Enfermería". Las mismas fueron organizadas en setiembre del 2005 por la Dirección de Enfermeria del Ministerio de Salud de la Provincia
¿Es necesario la definición de una nueva enfermera en Río Negro?
1. VIEDMA, SETIEMBRE 2005
¿Es necesaria la definición de una nueva1
Enfermera en Río Negro?
Introducción:
En el año 2000 en oportunidad de la reunión que se realizó entre la OPS2
,
el CEPAL3
y la OIT4
se definió que la “Enfermería con su saber y su talento
contribuye, con el conjunto de trabajadores de la salud, a resolver los problemas
de salud de la población y por ello se reconoce como factor esencial de la atención
de salud"
En esa oportunidad se observó que, “los principios generales de las
reformas sectoriales llevadas a cabo en América latina, tales como equidad,
calidad de la atención, eficiencia, sostenibilidad y participación social; no podrían
alcanzarse sin el compromiso y participación del recurso humano, y dentro de éste
el personal de enfermería tiene un papel protagónico por su cercanía y
permanencia en la asistencia a las personas usuarias de los servicios de salud,
como así también, con las vivencias individuales y colectivas de la gente frente a
sus procesos vitales”.
Por otra parte, al revisar algunos documentos de Rosa María Nájera y
María Consuelo Castrillón Agudelo, encontramos que nos plantean que para lograr
transformaciones positivas en la profesión y respuestas pertinentes a las
necesidades que demanda el cuidado de seres humanos en su vivencia de los
procesos vitales, requerimos cuestionar paradigmas tradicionales en los campos
de salud y enfermería; hacernos preguntas inteligentes para buscar soluciones en
el terreno de lo sanitario, la disciplina y la profesión. Fundamentar la búsqueda de
respuestas a problemas complejos, en teorías construidas desde la Inter y
transdisciplinariedad. Orientar las transformaciones apoyadas en evidencias; la
toma de decisiones respaldadas por el manejo de información válida y confiable;
apoyarnos en metodologías tanto cuanti como cualitativas.5
Con vista a las precedentes consideraciones y ante el planteo, en julio del
2005 de las autoridades sanitarias, de definir lineamientos políticos para el
desarrollo de los servicios de enfermería en la provincia de Río Negro, los que
deberían surgir del consenso, de tal manera que permitieran establecer líneas de
1
Ponencia presentada en el marco del “Seminario de Profesionalización de los cuidados enfermeros”
desarrollado en Viedma en setiembre del 2005 y Organizado por la Dirección de Enfermería de lpendiente del
ministerio de salud de la Provincia de Río Negro
2
Organización Panamericana de la Salud
3
Comisión Económica para América Latina
4
Organización Internacional del Trabajo
5
Rosa María Nájera, María Consuelo Castrillón Agudelo “La Enfermería en América Latina: Situación
actual, áreas críticas y lineamientos para un Plan de Desarrollo”, Mimeo - 2002
2. acción para los próximos 5 años, convoque a un grupo de colegas con los que
diseñamos una serie de Seminarios–Talleres, similares al presente, denominados
“Profesionalización del cuidado en el marco de la Ley 2999 del Ejercicio de la
Enfermería”.
Así, después de una serie de reuniones reflexivas, organizamos el plan
estratégico de los mismos, convencidos de que para hacer posible orientaciones y
acciones hacia el cambio, se requiere de participación, cooperación y solidaridad
entre los actores implicados: en los planos individual y colectivo; político, gremial y
académico; local y central; de instituciones formadoras, gremiales y prestadoras
de servicios; de voluntad política y de acción intersectorial. Estipulamos las fechas
en las distintas zonas convocando a los actores representantes de cada una de
las partes que conforman el sector de enfermería en cada localidad.
Por estas razones nos encontramos hoy aquí, y quiero a través de este
medio desearles la bienvenida y agradecerles la participación, convencida que
será un trabajo arduo, pero que felizmente lograremos el objetivo.
Quisiera además hacerlos partícipes de los planteos, definiciones, ideas,
imágenes y dudas que al organizar este proceso y charlar con distintos colegas
surgieron a borbotones en mi mente, los que intentaré plantearlos a continuación:
Es claro que son muchos los procesos de cambio que debe enfrentar hoy la
humanidad y que todos ellos impactan en la vida y la salud de generaciones
presentes y futuras. Por ello, estoy convencida que el compromiso social de la
práctica de la enfermería, es hoy con mayor fuerza, con el cuidado de la vida y la
salud de la gente y por lo tanto nos obliga a tener en cuenta estos referentes para
comprender la naturaleza de los problemas, a fin de valorar la dimensión ética que
debe orientar un plan de desarrollo para dicha práctica.
Es indiscutible que los cambios, tales como la aceleración del tiempo
histórico, la globalización de los riesgos para los procesos vitales, la revolución
cultural, la revolución política, científico tecnológica y la revolución económica,
tienen una fuerte influencia sobre la salud, la calidad de vida de los colectivos
humanos y el desarrollo de las ciencias, las disciplinas y las profesiones.
“La transformación así concebida implica un largo proceso de maduración
que va a incidir en los planos políticos, ideológicos y cognoscitivo-tecnológico, lo
que en la transición genera una convivencia de lo viejo con lo nuevo. En lo político,
involucra distintos actores sociales que son portadores de diferentes proyectos;
entre ellos los profesionales de la salud. En lo ideológico: implica un cambio
cultural en las concepciones y prácticas ante la vida y la salud. En lo cognoscitivo -
tecnológico: exigirá la producción y utilización de conocimientos y técnicas
coherentes con los supuestos políticos e ideológicos del nuevo modelo"6
.
6
Idem 5
3. Al decir de Villaca “Cuando la transición se complete, las profesiones
habrán hecho una mutación en su visión del campo, en sus métodos y en sus
objetivos"7
Así, en este contexto general se inserta Latinoamérica, Argentina y Río
Negro quienes presentan algunas diferencias particulares. Pero, por ser una parte
de la otra, poseen tendencias similares.
Al respecto, distintos autores sobre cada una en particular, han realizado
estudios importantes con un reconto de impactos, tanto desde los puntos de vista
técnicos como económicos, políticos, legales, sobre el medio ambiente y
epidemiológicos.
¿El impacto de las reformas?
Pero, entonces ¿cómo impactan estas reformas y sus consecuencias
sobre la práctica, la regulación, la educación y la disciplina de enfermería?,
¿Estas dimensione pueden abordarse de diferentes maneras?.
Coincido con Rosa María Nájera8
que una forma es mirarla es desde tres
dimensiones. “Por un lado la posición que la enfermería ha ido construyendo en el
mercado laboral, que refleja en términos del desarrollo del recurso humano, como ha
sido la utilización del personal en los diversos escenarios de desempeño y para cada
una de las categorías existentes. Por otro, es necesario caracterizar históricamente
las estrategias de planificación de este personal en los distintos países de la región
y, como tercera dimensión, se requiere mirar la situación de la formación de
enfermería en cada uno de los países”.
Sin embargo en esta oportunidad sólo analizaremos como se han producido
impactos sobre la disciplina de Enfermería y las interferencias en el desarrollo
profesional, así como los desafíos y metas que enfermería debe enfrentar en el
tercer milenio según lo plantean Rosa María Nájera y María Consuelo Castrillón
Agudelo en su documento
Disciplina de Enfermería: El reconocimiento de la función única de
enfermería abre las puertas al desarrollo teórico de la disciplina. Desde la
segunda mitad del siglo XX se ha venido ampliando y profundizando en un
cuerpo propio de conocimientos. Este se caracteriza por ser plural y
multiparadigmático. Hoy en día conviven diversos enfoques, diversas
metodologías y teorías de enfermería que muestran la riqueza de la
práctica y la complejidad de la actividad de cuidar. No obstante, la esencia
de la práctica de Enfermería no ha cambiado. Si bien el cuidado ha estado
vinculado a la enfermería, sólo en los últimos años se ha conceptualizado
7
Villaca M, Eugenio. Un nuevo paradigma sanitario: la producción social de la salud. Sao Paulo, Hucidetec,
1996.
8
Idem 5
4. sobre él. Desde el punto de vista de la disciplina se concibe el cuidar como
actividad dinámica, reflexiva, deliberada y basada en la interacción humana.
El cuidado constituye el objeto del saber y del quehacer principal de
enfermería. Incluye la generación y aplicación de conocimiento y su
validación social.
La disciplina de enfermería está conformada por el saber que enfermería
utiliza con el propósito de ofrecer un servicio esencial a la gente, el de
cuidar su vida y promover las potencialidades para lograr la salud. Dos
profesoras de la Facultad de Enfermería de la Universidad de California
definen en cuatro proposiciones el campo de la disciplina de enfermería
(Meleins & Trangenstein: 1994, p255):
1. La disciplina de enfermería se ocupa de los principios y leyes que
gobiernan los procesos de la vida, del bienestar y el óptimo
funcionamiento de los seres humanos sanos o enfermos.
2. La disciplina de enfermería se ocupa de los patrones de
comportamiento humano en interacción con el entorno en eventos de
la vida normal y en situaciones críticas de salud.
3. La disciplina de enfermería se ocupa de las acciones y procesos que
facilitan cambios positivos en el estado de salud cuando éste es
afectado.
4. La disciplina de enfermería se ocupa de la integridad de la salud
humana comenzando por reconocer que esa integridad está en
continua interacción con su entorno y que es posible construir
condiciones de vida saludables
Interferencias en el desarrollo profesional: Existen interferencias tanto al
interior de la profesión como en el contexto organizacional en salud que
dificultan el desarrollo de la profesión, la investigación y la prestación de
servicios de enfermería de calidad para los usuarios.
Entre las interferencias internas está la baja autoestima, que deviene en
la autocompasión, cuyas raíces se encuentran en la visión de la profesión
como un servicio caritativo de abnegación y vocación, peor aún, de
ayudantía al personal médico. La falta de creatividad por rutinización en las
prácticas que se realizan cotidianamente, la ausencia de liderazgo; la falta
de iniciativa para proponer modelos de enfermería y, una baja producción
científico - técnica, medida por número de publicaciones en revistas de
circulación nacional e internacional, por citaciones y por número de
enfermeras dedicadas a la investigación. El distanciamiento del sujeto de
atención y la entrega de responsabilidades en personal menos calificado
produce un efecto negativo para la profesión y constituye riesgos para la
salud de la población.
5. En el proceso de división del trabajo, enfermería fue entregando campos
que son de su competencia; de ahí han derivado otras jóvenes profesiones
como la nutrición, fisioterapia, instrumentación quirúrgica, entre otras, que
deberían ser campos especializados de la enfermería, en razón no de
alcanzar estatus, sino de potencializar la labor de los cuidadores.
En prospectiva, se calcula que otras nuevas profesiones irán surgiendo
para dar cuidados especializados, como en el caso de los viejos donde ya
tenemos la gerontología, o para ofrecer cuidados prolongados o paliativos
en el hogar, o para ofrecer servicios preventivos o de rehabilitación.
Entre las interferencias externas se encuentran; el deterioro en las
condiciones de trabajo, sobrecarga laboral, disminución del valor social y
económico de la profesión, anarquía en la asignación de funciones por
parte de la burocracia administrativa de las instituciones de salud,
mercantilización de la salud, baja inversión en el talento humano dentro de
los sistemas de salud, limitaciones en las posibilidades de estudio y de
mayor formación, la ausencia tanto de educación continua como de
exigencias de recertificación y acreditación profesionales.
Desafíos y retos para la enfermería del tercer milenio: A las puertas de
un nuevo milenio y en un mundo globalizado, la profesión de enfermería en
América Latina enfrenta grandes retos. Por un lado la consolidación de un
modelo profesional autónomo en lo científico técnico y administrativo. En la
clínica, deberá reasumir su función de cuidador, pero su presencia en la
atención de los pacientes deberá caracterizarse por intervenciones que
demuestren la calidad científica y humanización del cuidado profesional.
Asumir el ejercicio independiente, particularmente el dirigido a los cuidados
en el hogar. Redefinir en teoría y práctica la dimensión de los cuidados
prolongados y de los cuidados paliativos, para sociedades donde el perfil
demográfico de los viejos está en aumento, con sus características
epidemiológicas de demencias, discapacidades y enfermedades crónicas.
En el campo de la salud pública, se requieren profesionales que lideren
proyectos de desarrollo social y sean además de profesionales, ciudadanos
éticos en sus actuaciones. En el contexto de reforma a los sistemas de
salud, los profesionales de enfermería deben hacer prospectiva para
adelantarse con propuestas alternativas en modelos de gestión de los
cuidados, en modelos de atención de enfermería, de organización
administrativa y en el valor social y económico de sus servicios.
Las estrategias y los contenidos de formación deben fundamentarse en la
investigación y acercarse a la realidad de los servicios de enfermería para
transformar los modelos tradicionales, en un esfuerzo conjunto de
enfermeras de servicio, enfermeras formadoras y enfermeras
investigadoras. En los procesos de acreditación de las instituciones de
salud debe incluirse la calidad del cuidado de enfermería y dentro de éste
los mínimos de profesionales que se requieren para prestar cuidados
6. continuos y especializados, y por supuesto, los indicadores de la calidad del
servicio de enfermería. Y, a los profesionales, se les debe exigir la
acreditación de sus conocimientos y prácticas. Todo esto requiere de un
gran esfuerzo de investigación.
Hoy no es suficiente con aceptar que el cuidado es el objeto de la disciplina
y la praxis en enfermería. Es preciso asumir una nueva manera de
contextualizar y conceptualizar el cuidado para ejercerlo profesionalmente.
Esto significa, modificar substancialmente nuestra manera de pensar, de
ser y hacer enfermería. Para ser profesionales autónomos, responsables
de nuestros actos, con una praxis fundamentada tanto en evidencias
científicas como en la sensibilidad y la creatividad, comprometida con la
construcción de condiciones de vida favorables a los pueblos, por lo tanto
actores políticos. Esto, demanda comprender el significado de las
necesidades de bienestar de los colectivos sociales y de sus satisfactores,
conocer las transformaciones que están sucediendo en su perfil
demográfico y epidemiológico, en los sistemas y servicios de salud, para
diseñar modelos de atención de enfermería fundamentados en un serio
trabajo de investigación, en la sistematización y socialización de nuestras
experiencias como comunidad científica, para desarrollar la disciplina y
cualificar el servicio que ofrecemos.
¿Una nueva enfermera?
Tras este planteo surge nuevamente un interrogante ¿es necesario
replantearnos y redefinir una nueva enfermera?. Pareciera que a decir de
Marie Françoise Collière, ante la influencia de las diferentes corrientes
sociopolíticas económicas, “la imagen de la enfermería se transforma, se
diversifica, se vuelve más confusa a la vez que la estabilidad del rol se tambalea y
aparece nuevamente y a cada momento, la cuestión de la búsqueda de la
identidad”.
Recuerdo que al comenzar a liderar el proceso de Profesionalización de
Auxiliares de Enfermería en los ´90, éste era un tema de preocupación y en cada
una de las reuniones de trabajo con colegas, con los asesores de diversas
instituciones gubernamentales o no y con expertos de varias Universidades u
organismos Internacionales, la definición de “identidad de la enfermería” era uno
de los temas prioritarios de discusión, ya que existía consenso que sin una clara
definición colectiva en este sentido, cualquier proceso que se decidiera iniciar no
tendría una base de lanzamiento lo suficientemente firme para tomar visibilidad y
consolidarse en el tiempo.
Hoy, a casi 15 años, aparece una vez más la necesidad de juntarnos para
desencadenar un documento consensuado sobre la política que la Dirección de
Enfermería, debiera liderar en los próximos 5 años. Así, aparece nuevamente el
interrogante sobre si ¿es necesario discutir y dejar establecidos aspectos
referidos a la identidad de la enfermería?, ¿Es que aún, no la tenemos?
7. ¿Cómo es posible que tras tanto camino transcurrido, aún estemos
necesitando acordar en este sentido?, ¿Es esto sólo una cuestión del
personal de enfermería de Río negro?.
En este sentido creo necesario realizar dos planteos, por un lado esto es
una situación general, ya que en el contexto nacional al participar de distintas
instancias aparecen suficientes muestras del esfuerzo que enfermería
permanentemente realiza para definir su rol y establecer su identidad. Como
muestra de ello basta con observar los programas de congresos, seminarios,
talleres nacionales y latinoamericanos, donde las temáticas que se eligen como
centrales se refieren a “El nuevo rol de la enfermera”, “La enfermera en el nuevo
milenio”, “La enfermera en el futuro”, etc..
Por otro lado las enfermeras rionegrinas, tras un proceso de desarrollo que
a pesar de los cambios de gestión se han mantenido en el tiempo en los años
sucesivos, han dado acabadas muestras de que existe una clara conciencia
colectiva de la identidad de la profesión. Prueba de ello son la gran cantidad de
procesos iniciados en estos últimos años, desde la formación y educación
permanente en servicio, la legalización del ejercicio y normatización de acciones,
como así también el desarrollo de diversos programas de organización y gestión,
los que en conjunto poseen importantes puntos de acuerdos basados en una
conciencia de quién es la enfermera, que debe hacer y que lugar debe ocupar en
su integración en el equipo tanto de enfermería como el de salud.
Ambas situaciones implican importantes avances, ya que dan muestra de la
profunda preocupación que como sector poseen las enfermeras, sobre la
revalorización del rol que ejercen, el alto compromiso social que poseen y la
tenacidad que las caracteriza. Pero…... ¿esto alcanza?, ¿permanecer en una
búsqueda casi permanentemente del reconocimiento de un rol propio, será
el camino correcto?, ¿es suficiente con buscar definir qué somos, qué
debemos hacer, cómo debemos ser reconocimos y dónde debemos
formarnos?.
En una mirada a nuestra realidad provincial, no es difícil detectar nuevos
integrantes del equipo de salud que ejercen un rol y logran un status social
efectuando acciones de cuidado, cuando en realidad esas prácticas debieran ser
ejercidas por enfermeros que se especializan en ese sentido, es así, como es
claro que en el campo del cuidado del cual nos erigimos como la profesión
dedicada a ella, está siendo resuelta por otros grupos. Los que muchas veces
llegan a desarrollarla tras un programa de adiestramiento corto e insuficiente en
relación con las complejidades de las necesidades sociales.
En muchas oportunidades, con diferentes colegas en los servicios, hemos
discutido sobre como las necesidades sociales son cada vez mayores y
específicas, y por tanto, se hace necesario prestar atención a ellas, las demandas
referidas al cuidados de ancianos, cuidados a personas o grupos sociales con
trastornos en su salud mental, cuidados en el propio espacio de la comunidad,
8. cuidados a grupos etáreos específicos como los maternos-infantiles, adolescentes,
adultos trabajadores, entre otros son algunos de los que aparecen cada vez con
más fuerza, además de los que ya mencionara Castrillón Agudelo9
.
Por otro lado los aportes de distintas instituciones formadoras, la propia
formación llevada a cabo en la Escuela de Enfermería y los procesos de
profesionalización desarrollados en las instituciones sanitarias, han provisto a
muchos servicios de recurso humano profesional. Sin embargo a esas enfermeras
aún les cuesta asumir un rol que los diferencie claramente, no sólo por detentar
un título de nivel superior, sino porque sus intervenciones se desmarcan de los
tratamientos y procedimientos, de la intervención mediando una delegación
médica, en el mero cumplimiento de indicaciones delegadas por otros integrantes
del equipo de salud.
Entonces ¿qué sucede que no hemos logrado el status profesional
deseado?.
Coincido con Marie Françoise Collière, que en el intento de la
revalorización social y de una identidad profesional, nos hemos afirmado en una
búsqueda en tres sentidos, que procura primero “desmarcarse de la influencia
médica”, en segundo lugar, “adquirir el sello de una formación superior” y en
tercera instancia “adoptar la imagen de marca de la investigación” y ello no ha sido
suficiente.10
Si continuamos caminando sólo en esto tres sentidos quedaremos
excluidos, la sociedad cada vez más rápido requiere de nuestra intervención
concreta, necesita que rápidamente nos hagamos cargo del rol social que nos han
asignado, que nos dediquemos a “cuidar” concretamente y que no continuemos
en la confusión de que nuestras acciones se refieren a la categoría de
“tratamientos”, ya que estos han sido asignados a la enfermedad, campo en el que
no se ubican con mayor fuerza la concepción de cuidados.
Al analizar nuestra propia historia y los avances realizados debemos
coincidir en que esto no alcanza, que en la medida que más transcurra el tiempo
sólo en estos tres sentidos, más difícil se nos hace insertarnos en la sociedad
como grupo profesional y por tanto en el equipo de salud, ya que las necesidades
sociales son cada vez mayores y son también más los espacios propios de las
enfermeras en los que no logramos insertarnos.
Seguramente todos estos esfuerzos son altamente importantes y
necesarios a la hora de desarrollar la profesión, sin embargo a decir de Marie
Françoise Collière “la clave de la evolución de la profesión parece estar en aclarar
la identidad de los cuidados de enfermería, no trazando un perfil de lo que es, de
9
Idem5
10
Este punto es ampliamente desarrollado por Marie Françoise Collière en su libro “Promover la Vida, de la
Práctica de las mujeres cuidadoras a los cuidados de enfermería” – Editorial Interamericana. McGraw-Hill-
España 1993-
9. lo que debe hacer o en lo que se tiene que convertir el/o la enfermera/o, ni
refiriéndose a un modelo teórico capaz de formarla, sino identificando la
naturaleza, la razón de ser, el significado, la valoración social y económica de la
prestación profesional que se ofrece a los necesitados de cuidados”.11
Entonces ¿cómo pasar de una definición profesional forjada a partir del
rol de la enfermera como persona, al sustrato de la prestación que ofrece el
personal de enfermería; los cuidados de enfermería?.
Este documento sólo intenta ser un punto de partida para los enfermeros
que se encuentran comprometidos con su quehacer, la del desarrollo de una
práctica profesional basada en el “cuidado”. Ser enfermera/o es ser un profesional
del cuidado y esto implica asumir con responsabilidad un rol social asignado.
Cuidar representa en sí mismo un conjunto de actos que tienen por finalidad
mantener la vida asegurando la satisfacción de un conjunto de necesidades
indispensables para la vida, las que son diversas en su manifestación.
Es nuestro deber establecer, definir, caracterizar el cuidado de enfermería”
y comenzar a actuar en consecuencia, ya que la identidad de los cuidados de
enfermería sólo podrá encontrarse si centramos el “acto de cuidar” que
proponemos a los usuarios, como algo diferente de los tratamientos, tareas
rutinarias y procedimientos delegados de otros integrantes del equipo de salud.
Espero sinceramente que logremos iniciar un camino de discusión y
reflexión sobre nuestro quehacer, nuestra práctica cotidiana, la de los “cuidados
de enfermería”.
Considero que este es el gran desafío, ya que es donde se encuentra el
dilema de la profesión. A decir de Marie Françoise Collière “no se trata sólo de
preguntarse qué es ser enfermera/o, sino que debemos sobrepasar el concepto
que encierra la “definición de cuidados de enfermería”12
, para intentar identificar
las características de los cuidados y del servicio de enfermería que ofrecemos.
Aunque estas reuniones están enmarcadas en la definición colectiva de una
propuesta de “Profesionalización de los cuidados de enfermería en el marco
de la ley 2999”, permítanme retomar algunas palabras con las que en el año 93
cerrara mi disertación., con la que iniciábamos una serie de reuniones para definir
estrategias en la formación de enfermeros.
Creo, que a pesar de los casi 15 años, aún tienen vigencia, ya que las
mismas encierran una incitación a trabajar en pos del crecimiento de esta
profesión
DECIDIR, PARTICIPAR, CREAR Y CRECER es el DESAFÍO,
11
Idem 1
12
Idem 1
10. La SALUD y una ACTITUD PROFESIONAL es la META.
Queda entonces, DECIDIR entre todos cuál será nuestra META a lograr en
los próximos 5 años, para que la SALUD de nuestra comunidad y la ACTITUD
PROFESIONAL de todos los integrantes del equipo de enfermería, se consolide
mediante las DECISIONES, se construya mediante la PARTICIPACIÓN y se
concrete de una manera CREATIVA de tal forma que CREZCAMOS como
individuos como ciudadanos y como grupo en lo personal, profesional e
institucional.
Muchas Gracias
Lic. Silvia Heckel Ochoteco13
¿Es necesaria la definición de una nueva Enfermera en Río Negro? por Silvia Ester Heckel
Ochoteco se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar
4.0 Internacional.
13
Lic. En Enfermería - *Directora General de Desarrollo de los Recursos Humanos – A/C de la Dirección de
Enfermería - Ministerio de Salud - Provincia de Río Negro *Coordinadora General de la Red de Formación en
el Sur *Asesora en Recursos Humanos y Enfermería – Unión Personal Civil de la Nación/Seccional Río
Negro