Este documento presenta información biográfica y académica sobre varios pensadores clave en el desarrollo de la semiótica como disciplina, incluyendo Charles W. Morris, Rudolph Carnap, Thomas A. Sebeok, Umberto Eco, Eric Buysseus, José Luis Prieto y Roland Barthes. Aborda sus contribuciones al estudio de los signos y la comunicación, así como las escuelas americana y europea de pensamiento semiótico.
3. Charles W. Morris
Nacido en Denver (Colorado), Estados Unidos, estudió en la Northwestern
University y en la Universidad de Chicago, donde fue discípulo de George
H. Mead y se doctoró (1925). Su tesis doctoral -Symbolism and Reality: A
Study in the Nature of Mind- perfilaría la línea central de su inquietud
científica, dedicada a crear una teoría general de los signos, en consonancia
con una aproximación al individuo como "supremo animal simbólico".
Entre sus más conocidos trabajos, en el campo de la semiótica, figuran:
Foundations of the Theory of Signs (1938), Signs, Language, and Behavior
(1946), Signification and Significance (1964) y Writings on the General
Theory of Signs (1971). En lengua española se han sido editados, entre
otros: Signo, lenguaje y conducta, Losada, Buenos Aires, 1962 y
Fundamentos de la teoría de los signos, Paidós, Barcelona, 1985.
4. Su concepción de la semántica parte de tres pilares: la sintaxis, mediante
las relaciones formales entre los signos; la semántica, mediante los signos y
su significado en relación a los objetos, y la pragmática, mediante la
interpretación de los signos a través de la lingüística. Los objetos centrales
de sus análisis son, por ello, la teoría de los signos, la sintaxis entre los
signos, la semántica en las relaciones entre los signos y los objetos y la
pragmática de la relaciones entre signos, objetos y usos, en especial los
referidos a la lengua.
5. Rudolph Carnap
Filósofo alemán. Fue uno de los principales representantes,
junto con Otto Neurath y Kurt Gödel, del denominado Círculo
de Viena, fundado por Moritz Schlick. En 1929 el Círculo editó
un manifiesto titulado La concepción científica del mundo: el
Círculo de Viena, redactado por Neurath y firmado por Carnap y
el matemático Hans Hahn, en el cual se expresaban los
principios fundamentales del neopositivismo, en especial el
rechazo a la metafísica como desprovista de sentido. Partiendo
de las tesis del Tractatus logico-philosophicus (1921) de
Wittgenstein, el Círculo enfatizó la importancia del principio
de verificabilidad, llegando al punto de afirmar que el sentido
de un término depende de su verificación empírica.
6. Interesado en mostrar que la mayoría de problemas filosóficos
provienen de un uso impropio o excesivo del lenguaje, Carnap se
interesó especialmente por la construcción de sistemas lógicos
capaces de evitarlo, así como por el análisis del discurso científico, en
obras como La estructura lógica del mundo (1928) o La sintaxis lógica
del lenguaje (1934). También realizó importantes aportaciones a la
estadística, recogidas en Fundamentos lógicos de la probabilidad
(1950).
Carnap fue profesor en Viena en la época del Círculo (1926-1931) y en
Praga (1931-1936). Antes de que estallara la segunda Guerra Mundial
se trasladó a Estados Unidos, donde enseñó en Chicago (1938-1952),
en Princeton (1952-1954) y en Los Ángeles, ya en los últimos años de
su carrera académica (1954-1962).
7. Thomas A. Sebeok
Había nacido en Budapest el 9 de noviembre de 1920 y había emigrado a
Estados Unidos donde se había nacionalizado en 1944. Fue discípulo de
Roman Jakobson, su director de tesis, y de Charles W. Morris. Editó las
actas del Simposio sobre el Estilo celebrado en Bloomington (Indiana) en
1958 que hizo célebre la conferencia de Jakobson sobre Lingüística y
poética, considerada el inicio de la teoría de la literatura de los últimos
cuarenta años del siglo pasado.
Ha sido profesor de Antropología, Lingüística, Semiótica y Estudios sobre
Lenguas de Asia Central en la Universidad de Indiana. Desde 1956 dirigió
el Research Center for Language and Semiotic Studies, que se convirtió
bien pronto en una de las instituciones académicas más influyentes en el
mundo de la semiótica. A partir de los años sesenta desarrolló muchísimo
la investigación sobre comunicación no verbal en general y,
particularmente, sobre comunicación animal (zoosemiótica).
8. Umberto Eco
Semiólogo y escritor italiano. Se doctoró en filosofía en la
Universidad de Turín, con L. Pareyson. Su tesis versó sobre El
problema estético en Santo Tomás (1956), y su interés por la filosofía
tomista y la cultura medieval se haría más o menos presente en toda
su obra, hasta emerger de manera explícita en su novela El nombre
de la rosa (1980). Desde 1971 ejerció su labor docente en la
Universidad de Bolonia, donde ostentó la cátedra de Semiótica. A la
sistematización de la teoría semiótica dedicó, sobre todo, el Tratado
de semiótica general (1975), publicado casi al mismo tiempo en
Estados Unidos con el título de A Theory of Semiotics, obra en la que
el autor elaboró una teoría de los códigos y una tipología de los
modos de producción sígnica.
9. Algunos conceptos básicos del Tratado de semiótica general, en
cambio, fueron estudiados nuevamente, discutidos y, en ocasiones,
modificados por el propio autor en una serie de artículos escritos
para la Enciclopedia Einaudi y recogidos después en Semiótica y
filosofía del lenguaje (1984). El concepto de signo, especialmente,
abandonando el modelo propio "de diccionario" por un modelo "de
enciclopedia", ya no aparece como el resultado de una equivalencia
fija, establecida por el código, entre expresión y contenido, sino fruto
de la inferencia, es decir, de la dinámica de las semiosis.
11. Eric Buysseus
Buyssens es un gran teórico que prácticamente se puede considerar
heredero de Saussure. En su obra Le language et le discours. Essai de
linguistique fonctionelle dans le cadre de la Sémiologie, aparecida
en 1943 y reeditada en el 67, afirma que la semiología puede
definirse como " el estudio de los procesos de comunicación, es
decir, de los medios utilizados para influir a otro y reconocidos como
tales por aquel a quien se quiere influir".
Se rompe así con una confusión presente en toda la semiología que
nosotros hemos conocido y que según Mounin, sería imputable a la
semiología barthiana "a causa de las cuales confunde, o corre el
peligro d confundir a cada momento la interpretación de
determinados indicios con la decodificación de los signos".
12. Una de las cuestiones que más ha embrollado al campo de la
investigación semiótica, ha sido la confusión existente en torno a la
naturaleza sémica de los mensajes artísticos. Según Buyssens, "las
artistas desean una comunicación de sentimientos con el público; el
arte responde a un deseo de manifestar, de exteriorizar los
sentimientos estéticos. Establecida la primera distinción, queda por
resolverlas posibles mutuas interrelaciones entre estos procesos y los
procesos semiológicos" En este punto, Byssens demuestra ser
ambiguo aunque sugerente: "Es necesario atribuir al arte un lugar
bien curioso entre los hechos sémicos: está esencialmente
condicionado por el deseo de manifestarse; su carácter sémico es
secundario". Por esta razón uno de los problemas fundamentales de
la semiótica de la comunicación de masas consistirá en establecer la
naturaleza de estos y otros paralelos caracteres secundarios.
13. José Luis Prieto
La reflexión semiológica iniciada por Saussure encuentra auténticas
novedades en sus planteamientos, pues gracias a Buyssens y
Saussure, ha sabido recoger los problemas más sugerentes y les ha
dado nuevos y más rigurosos planteamientos teóricos.
Concretamente ha utilizado las aportaciones de la teoría matemática
de la información y de la lógica formal para explicar con nuevo rigor
los conceptos que Saussure había explicado en términos metafóricos.
Lo que no cambia en Prieto son los objetos de preocupación de la
semiología. La comunicación de masas sigue siendo una
preocupación ausente. Pero las teorías de Prieto se centran más bien
las aportaciones que su trabajo brinda al análisis del contenido,
punto de mira fundamental de la semiótica de comunicación de
masas.
14. Prieto, atento a Buyssens, afirma que: a)En el acto sémico (el acto de
comunicación que decía más llanamente Buyssens) el receptor ha de
darse cuenta que el emisor tiene el propósito de transmitir un
mensaje. b)El receptor ha de "reconocer" el mensaje. Esto significa
que, entre todos los mensajes posibles que pueda recibir, ha de
reconocer precisamente, el que se le transmite.
En el acto sémico se observan estas dos circunstancias y se descubren
dos tipos de indicaciones:
a)la indicación notificativa por la que el receptor conoce la intención
del emisor de transmitirle un mensaje, diferenciándose así el proceso
de comunicación del simple indicio.
b)la indicación significativa por la que el receptor reconoce, entre
todos los mensajes posibles, el que se le dirige.
15. Roland Barthes
Barthes es, en primer lugar, un profesor de letras, limitado en
diversas ocasiones -sobre todo en 1941- por su estado de salud. Marx,
Freud y Saussure son los principales autores que lo marcan, y el seno
del estructuralísmo francés, pretende recoger la profecía saussuriana
acerca de la futura constitución de la semiología como ciencia. Por
otra parte recibe también influencia marcada del espíritu del
CECMAS (Centre dÉtudes Transdiciplinaires) y de la Escuela de
Altos Estudios de la Sorbona, gracias a la cual sentirá el deseo de
desenmascarar la retórica pequeñoburguesa presente en un universo
tan extenso.
16. Barthes dijo que "la semiología tiene por objeto todos los sistemas de
signos, cualquiera que sea la sustancia y los límites de estos sistemas:
las imágenes, los gestos, los sonidos melódicos, los objetos y los
conjuntos de estas sustancias constituyen si no "lenguajes", sí al
menos sistemas de significación." Esta teoría, aunque confusa, es el
punto de partida de la semiología. Ha afirmado Barthes que esta
ciencia hasta hoy se ha ocupado de códigos sin interés. Son pocos los
signos que no están vinculados de una u otra manera al lenguaje
fónico. Esta advertencia encierra uno de los puntos más confusos de
la semiología de Barthes. Barthes también ha entendido que no
existe ningún sistema de signos que no vaya acompañado de un
mensaje lingüístico.