El documento describe la evolución demográfica en España durante el siglo XIX. La población española creció lentamente de unos 11 a 18,6 millones de personas debido a tasas de mortalidad elevadas causadas por guerras, enfermedades y malas cosechas, las cuales eran contrarrestadas por altas tasas de natalidad. A finales de siglo, la emigración interna desde las áreas rurales a las ciudades creció significativamente, al igual que la emigración exterior hacia América.