1. Imbernón, F. (Coord.) (2005). Vivencias de maestros y maestras. Barcelona:
GRAO.
“No obliguen a sus alumnos a estudiar de memoria, eso no sirve. Lo que se impone por la
fuerza es rechazada y en poco tiempo se olvida” (pág. 7).
“La enseñanza ha sido, tradicionalmente y por desgracia, una actividad aislada. También
es cierto que las estructuras organizativas no han ayudado mucho a romper con esto”
(pág.9).
“Toda práctica profesional y personal necesita, en algún momento, una situación de
análisis y reflexión que debe realizarse en soledad. Pero lo que es nefasto en la enseñanza
es la cultura del aislamiento, aquellos patrones que favorecen un continuado “pensar y
trabajar solos”” (pág.10).
“Los padres y madres quieren participar en la escuela y a los profesores se nos abre una
gran puerta hacia una formación diferente, más libre, más cercana a la forma de ser de los
alumnos” (pág.69).
“En la buena marcha escolarde los alumnos también deben estar implicadas las familias,
ya que ellas tienen sus responsabilidades” (pág.72).
En mi experiencia he podido comprobar la importancia del contacto directo con ellas y no
solo a petición propia, sino como un protocolo establecido por el centro” (pág.72).
2. Me parece que muchas veces los profesores no estamos preparados para llevar adelante
entrevistas que afectan no solo a los aspectos académicos del alumnado, sino a
situaciones conflictivas en las familias que repercuten en el rendimiento de los chicos y
chicas” (pág.72).
“En ocasiones un mal entendimiento de nuestro papel por parte de las familias ha llevado
a algunos profesores a estar a la defensiva respecto a estas” (pág.73).