El documento habla sobre cómo las bodegas deben enfocarse en proporcionar experiencias enoturísticas de calidad en lugar de intentar vender vino. Recomienda que las bodegas se centren en cuatro actividades clave como degustaciones, explicar la historia del vino, proporcionar una buena experiencia a los visitantes y fomentar la cultura del vino. También sugiere que conozcan bien el perfil de sus visitantes y se adapten a sus necesidades para fidelizarlos.