2. ·La miga de un pan de medio
kilo (hecho un par de días
antes) 10
huevos
Medio kilo de pechuga de
pavo
Medio kilo de carne de
cerdo magra
Medio kilo de panceta
salada
200 gr. de jamón serrano
200 gr. de chorizo
5 o 6 dientes de ajo
Una rama de perejil
Tripas para embutir (se
compran en la carnicería)
Opcional: pimienta negra
molida y azafrán en hebra
3. Se deshace la miga del pan y
se pone en una fuente o un
recipiente grande y hondo. A
continuación se parte la
carne de cerdo y la pechuga
de pavo en trozos de unos
dos centímetros de grosor;
después picamos la panceta,
el chorizo y el jamón en trozos
un poco más pequeños.
Incorporamos las carnes a la
miga de pan.
Después añadimos los huevos,
el ajo y el perejil picados, y si
hemos optado por poner
pimienta y azafrán, los
añadimos también. Si la
panceta no estaba desalada
no es necesario echar sal.
4. Mezclamos todo muy
bien y procedemos a
llenar las tripas, que
previamente habrán
sido preparadas
cerrando uno de sus
extremos. Ojo, hay
que dejar un poco de
holgura, porque si las
llenamos mucho
reventarán cuando se
cuezan.
5. Cuando estén llenas, se cierra
el otro extremo y las dejamos
apartadas. En una olla a
presión ponemos agua, hasta
la mitad, y un hueso de
jamón, metemos al fuego y a
continuación echamos el
relleno. Tapamos la olla y
dejamos cocer durante 20 o
30 minutos a fuego medio. Y
pasado este tiempo, ya está,
listo para comer.
Se puede servir caliente o frío,
al gusto. Eso sí, nos queda un
aperitivo de lujo, artesano y
natural.