Este documento discute la necesidad de cambiar la metodología tradicional de enseñanza de la historia, la cual se centraba en la memorización de fechas e información sin un enfoque constructivo. Plantea que aprender historia es importante para comprender la identidad y el desarrollo social y cultural. Propone utilizar recursos como videos, libros y visitas guiadas, así como técnicas participativas como juegos, dramatizaciones y proyectos, para hacer que el aprendizaje de la historia sea más motivador y significativo para los estudiantes