6. P u e n t e o d e l a s n o r m a s p o r l a " b a n c a e n l a
sombra". Las autoridades chinas están tratando de parar
la oleada de préstamos no regulados que están haciendo
subir los precios inmobiliarios en las principales ciudades
del país. En particular se trata de parar la financiación
proveniente de la "banca en la sombra", actividad que
según la legislación vigente es ilegal. Los expertos están
preocupados por la especulación inmobiliaria en cuatro
grandes ciudades, donde los precios han alcanzado nuevos
máximos. Las ventas de viviendas en Pekín, Shangai,
Guangzhou y Shenzhen, crecieron un 14% el año pasado,
en comparación con el 7% a nivel nacional. En Shenzhen,
el precio medio por metro cuadrado habría aumentado en
febrero un 50% en términos interanuales. La divergencia
con el resto de las ciudades chinas sería en gran parte
debida a la mayor actividad en esa ciudad de los
financiadores "en la sombra". A raíz del colapso del
mercado inmobiliario de Estados Unidos, en 2008, China
puso en marcha restricciones sobre hipotecas para frenar
el mercado inmobiliario. Para ello limitó al 30% el coste de
la primera vivienda y al 50% el de la segunda. No obstante,
la medida ha sido puenteada en parte por la financiación
paralela, por lo que la especulación sigue al rojo vivo en las
zonas más demandadas del país.
En todo el sector del carbón y del acero el Gobierno ha
previsto 1,6 millones de despidos, asumiendo además un
coste para hacer frente a las reestructuraciones de 15.500
mill.$. Las autoridades chinas ya han manejado en el
pasado situaciones parecidas y han sabido detener la
agitación social que podían provocar. Hasta ahora el
método consistía en compensar financieramente a los
trabajadores, por un lado, y detener a los cabecillas de las
revueltas, aplicando la censura a los medios de
comunicación, por otro lado. Ahora bien, el aumento del
desempleo hoy en una sociedad mucho más compleja y
abierta que la del pasado son un nuevo reto para el Partido
Comunista.
7. Plan quinquenal aprobado. Como era de esperar y con
amplia mayoría (97,27% de votos favorables), el
Parlamento chino ha aprobado el plan quinquenal 2016
2020. El decimotercer plan prevé mantener el crecimiento
de la economía china en un 6,5% de media durante el
periodo en cuestión. El PIB de 2020 debería ser el doble
que el de 2010 y, según el Primer Ministro, Li Keqiang, no
habrá "aterrizaje brutal", pero si reestructuración de la
i n d u s t r i a d e l p a í s c o n l a e l i m i n a c i ó n d e l a s
sobrecapacidades en los grupos estatales.
Confirmación de la desaceleración. La Oficina Nacional
de Estadísticas china ha publicado los principales datos de
la actividad económica de enero y febrero. La producción
industrial registró, con una tasa del 5,4%, el menor
crecimiento de los últimos siete años. A medida que la
demanda global se ralentice y empiecen a aplicarse las
medidas para reducir el exceso de capacidad, el
crecimiento de la producción industrial seguirá cayendo. En
términos reales, el crecimiento de las ventas al por menor
bajó de 0,6 puntos porcentuales hasta el 7,5% interanual.
El crecimiento de la inversión en activos fijos se aceleró de
0,2 puntos porcentuales hasta el 10,2%, empujado por la
inversión inmobiliaria, que se habría reactivado mientras
caía la producción de bienes de equipo. La venta de suelo
mostró su primer crecimiento positivo en 26 meses. Las
ventas inmobiliarias han crecido en febrero del 28,2%
interanual, el mejor dato en 32 meses. No obstante, pocos
analistas piensan que este ritmo sea sostenible, ya que los
problemas de exceso de oferta siguen estando presentes.
En resumen: los datos de los dos últimos meses confirman
la ralentización de la economía china y una nueva burbuja
inmobiliaria, lo que deja pocas dudas sobre la próxima
puesta en marcha de nuevas medidas de estímulo en el
campo fiscal y monetario.