Los seres vivos comparten algunas características fundamentales: se basan en un código genético universal, crecen y se desarrollan siguiendo un patrón particular, y son capaces de reproducirse ya sea de forma sexual o asexual. Además, mantienen un ambiente interno estable a pesar de los cambios externos, obtienen y usan sustancias y energía a través del metabolismo, y están compuestos de células como unidades básicas de la vida.