1. Johann Heinrich Pestalozzi
Johann Heinrich Pestalozzi nació en Zurich el 12 de enero de 1746 y murió en Brugg el 17 de febrero de 1827. Fue
un pedagogo suizo, uno de los primeros pensadores que podemos denominar como pedagogo en el sentido
moderno del término, pues ya habían pedagogos desde la época de los griegos. Reformador de la pedagogía
tradicional, dirigió su labor hacia la educación popular. Su padre era cirujano de profesión, pero murió cuando
Johann Heinrich era aún muy pequeño, de modo que creció con su madre. Como profetizando su obra y
pensamiento, se caracterizó por ser un niño desobediente, desordenado y con pocos logros escolares en su niñez.
Estudió en Zurich, en 1.775. Pestalozzi no terminó ninguna profesión académica, pero poseía una sólida formación
cultural. Era un gran conocedor de las obras de Rosseau.
Los fuertes problemas económicos y políticos que estaban azotando la Europa del siglo XVIII repercutieron
fuertemente en las comunidades donde pretendía trabajar sus ideas. La pobreza generalizada propició su ilusión de
crear unas escuelas de producción, en donde los niños huérfanos pudieran, a través de su trabajo, educarse y
alimentarse. Su primer centro educativo recibe el nombre de "Granja Nueva", que después de cinco años tuvo que
cerrar por problemas económicos. Sus primeros centros educativos fracasaron
económicamente, pero las
experiencias que obtuvo sirvieron para nutrir su concepción pedagógica.
En 1.780 escribe la obra "Veladas de un ermitaño" donde plasmó las experiencias que tenía con sus centros.
El trabajo que realizó Pestalozzi con los niños huérfanos y mendigos muestra lo que podría considerarse el posible
origen de la educación especial para niños con situaciones difíciles de adaptación social.
En 1798 Pestalozzi abrió una escuela para huérfanos en Stans que cerró pocos meses después. Luego en 1800
desarrolla un centro de enseñanzas y formación de profesores en el Castillo de Burgdorf, con el cual alcanzó un
punto culminante en su trabajo pedagógico. Está escuela era para niños de toda Europa y sirvió durante 20 años
como una muestra del sistema de Pestalozzi, en el que el niño es guiado para aprender a través de la práctica y la
observación, y por medio de la utilización natural de los sentidos.
Pestalozzi defendía la individualización del niño y la necesidad de que los maestros fueran preparados para lograr
un desarrollo integral del alumno más que para implantarles conocimientos. Sus ideas tuvieron gran influencia en las
escuelas del mundo occidental, particularmente en el área de preparación de los maestros.
Entre sus escritos están: "Como enseña Gertrudis a sus hijos" en 1801 y "La Canción de Swan" en 1826.
2. En sus cartas sobre educación infantil, hace hincapié en el papel trascendental que desempeña la madre en la
formación de la personalidad y educación elemental del niño. Esta obra data de 1818-1819 y está escrita en forma
epistolar; presenta un total de 34 cartas dirigidas a su amigo inglés James Pierpoint Greaves, gran admirador de sus
teorías educativas.
En el siglo XIX se establece una corriente pedagógica que resalta los aspectos psicológicos en la educación. Se
presenta como una necesidad imperante el conocer al niño en todas sus manifestaciones, donde se concibe a la
educación dentro de la tradición de la auto estructuración cognoscitiva. Pestalozzi no es ajeno a estas expresiones
sociales y culturales, haciendo innegable la influencia de la Ilustración, de Kant y de Rousseau en su obra
pedagógica.
De este autor debemos resaltar su preocupación por fundamentar y construir un método didáctico adecuado y
universal, así como su rechazo del libro de texto por considerarlo artificial.
Pestalozzi continúa la línea iniciada por Comenio en su afán de fundamentar los principios didácticos en la realidad,
poniendo el énfasis en la persona que aprende, no en los contenidos, ni en el modelo de persona y sociedad a
desarrollar.
Según Pestalozzi la redención de la humanidad puede efectuarse mediante la educación. El primer problema es
cómo coordinar la libertad de la naturaleza con la norma del deber; para ello hay que conseguir que el niño apetezca
el bien. Pero la virtud no se educa con la palabra, sino con los cuidados que se dedican al niño y con las fuerzas que
ellos hacen surgir. Esas fuerzas son las del corazón y la inteligencia. Desarrolladas armónicamente se conseguirá la
auténtica educación.
Su acción pedagógica y educativa se sustenta en ciertas ideas que se consideran importantes en la actualidad,
algunas de ellas son:
1.- Se basa en su experiencia con niños pobres a los que daba instrucción y proporcionaba el aprendizaje de un
oficio. Su propuesta pedagógica es principalmente una propuesta de educación popular.
2.- Proponía una reforma completa de todas las instituciones de enseñanza para que propiciarán una educación más
democrática.
3.- Perfeccionó los métodos de enseñanza de lectura, de lenguaje y de cálculo.
4.- El principal objetivo era integrar a niños de escasos recursos a la vida social, a través de la enseñanza de un
oficio.
5.- Pensaba que sus propios alumnos -a largo plazo- serían los educadores del mañana.
6.- El educador no era concebido como una figura autoritaria. En este sentido, el docente, debía estar al servicio de
las necesidades del alumno.
7.- Una confianza muy grande en las capacidades del niño.
8.- La concepción de establecimiento escolar estaba muy ligada a la enseñanza del oficio: más que escuelas eran
talleres.
9.- El principal valor de su interés fue el de la educación igualitaria, es decir, poder educar a gente marginada.
10.- Confiaba plenamente en las virtudes de la educación popular.
3. Sus obras son:
-Vigilia de un solitario (1780)
-Una hoja suiza (1782). Revista
-Mis indagaciones sobre el proceso de la Naturaleza en el desarrollo de la Humanidad (1797)
-Cómo Gertrudis enseña a sus hijos (1801)
-Libro de las madres (1803)
-Carta a un amigo sobre mi estancia en Stans (1807)
-Al buen talante, la seriedad y la hidalguía de mi época y de mi patria (1815)
-Cartas sobre educación infantil (1819)
-El canto del cisne y los destinos de mi vida (1826)
-Epístola a Friné sobre la amistad (1782)