Los educadores deben adoptar una postura que una los compromisos sociales con la acción pública para servir como ejemplo de "intelectual público" a sus alumnos. Esto significa dar a profesores, estudiantes y comunidades más control sobre la producción del conocimiento y unir los contenidos educativos con los avances tecnológicos, además de hacer que las escuelas sean seguras para que los estudiantes puedan cuestionar y participar en la construcción del conocimiento. Los profesores también deben reconocer que su labor educativa es política y