2. ÍNDICE DE QUETELET
• Cociente entre el peso en kilogramos y la talla en metros al cuadrado. Constituye
una estimación de la relación estauroponderal del individuo.
• Se emplea para definir la condición de sobrepeso, obesidad o delgadez en la
práctica clínica.
3. OBESIDAD
Condición clínica que se define como un excesivo peso corporal a expensas del
acúmulo de tejido adiposo blanco.
Desde el punto de vista antropométrico, se considera la existencia de obesidad
cuando el índice de masa corporal (peso en kilogramos/talla en metros al cuadrado)
supera los 30 kg/m2.
• En patología, degeneración adiposa; aumento generalizado del tejido adiposo como
consecuencia de un balance energético positivo .
4. Puede distinguirse una forma que es consecuencia exclusiva del exceso de ingesta de
alimentos (obesidad exógena) y otras formas como signo de enfermedades
metabólicas (obesidad endógena).
Existen múltiples factores que influyen en la obesidad, entre ellos están: metabolismo
basal, acción dinámica específica de los alimentos, actividad física, factores
psicológicos, factores metabólicos, factores endocrinológicos, factores hereditarios y
retención de líquidos.
7. TRATAMIENTO CON INSULINA
SUBCUTÁNEA
• Es la mejor opción terapéutica para la mayoría de los pacientes hospitalizados no
subsidiarios de tratamiento con insulina intravenosa y la indicada, en general, para
el enfermo estable.
• Existen diversas pautas de insulina subcutánea, como la pauta móvil de
• insulina rápida «estándar» o «sliding scales» (administración de insulina rápida
subcutánea antes de las comidas o cada 6–8 h, según las glucemias capilares)
• La pauta de dos dosis de insulina retardada o mezcla, más insulina rápida
(indicada en pacientes con DM2 en régimen ambulatorio);
8. • Actualmente y para el paciente estable hospitalizado, se recomienda la pauta
«basal-bolo-corrección», ya que es la que mejor
1. Imita la secreción fisiológica de insulina,
2. Permite algoritmos de ajuste de dosis más simples
3. Es la más flexible para adaptarse a situaciones cambiantes en el paciente
hospitalizado, como cambio de horarios, reducción de la ingesta, ayuno por
exploraciones, cirugía menor, etc.
9. COMPONENTES
• La insulina «basal» sustituye a la secreción de insulina en situación de ayuno y evita la
hiperglucemia «basal» durante las 24 h del día. Las insulinas que se utilizan con más
frecuencia como basales, por adaptarse mejor a este perfil, son los análogos de insulina de
acción lenta, como Lantus® y Levemir®, en una y una o dos dosis, respectivamente.
• La insulina en «bolo» o prandial se utiliza para evitar la hiperglucemia después de la
ingesta.
Representa aproximadamente el 50% de la dosis programada si el paciente come, y se
administra el 30% en el desayuno, el 40% en el almuerzo y el 30% en la cena. Si el paciente
no come, no se administra.
• La insulina «de corrección o rescate» está indicada para tratar hiperglucemias inesperadas
(glucemia > 150 mg/dl). Se utilizan las mismas insulinas que para los «bolos» (rápida o
ultrarrápida) en adición a la pauta programada si el paciente come, y cada 6–8 h si el
paciente no come.
10. PAUTAS DE INSULINA «DE CORRECCIÓN
O RESCATE»
En pacientes que comen se suma la dosis obtenida al «bolo» correspondiente (desayuno, almuerzo o
cena). En pacientes que no comen se administra la dosis obtenida cada 6–8 h.
11. CÁLCULO DE LA DOSIS
• Para el cálculo y la distribución de la dosis programada se tiene en cuenta,
fundamentalmente, el tratamiento previo del paciente y la ingesta.
• Pacientes tratados previamente con ADO: la dosis de insulina se calcula según el peso del
paciente, a razón de 0,3 UI/kg/día.
• Por ejemplo, a un paciente tratado con dos comprimidos de metformina y 80 kg de peso, le
corresponden 24 UI/día.
• Pacientes tratados previamente con insulina, con o sin ADO: la dosis de insulina se
calcula sumando directamente las unidades de insulina que se administra el paciente,
independientemente del tipo y la pauta utilizada.
• Por ejemplo, si el paciente se administra insulina Novomix 30®, en dosis de 30 UI en el
desayuno y 14 UI en la cena, le corresponden 44 UI.
• Si el paciente recibe además tratamiento con ADO, se incrementa en un 20% la dosis
calculada, ya que normalmente hay que suspenderlos durante la hospitalización.
12. DISTRIBUCIÓN DE LA DOSIS
• Pacientes tratados previamente con ADO:
• Si el paciente come, el 60% de la dosis calculada se administra en forma de insulina
«basal» y el 40% en forma de insulina en «bolo» (distribuida el 30% en el desayuno, el 40%
en el almuerzo y el 30% en la cena), junto a una pauta «de corrección», si es necesario
(glucemias > 150 mg/dl), añadida a los «bolos».
• Siguiendo con el ejemplo anterior de los ADO (paciente de 80 kg con dos comprimidos de
metformina), de las 24 UI calculadas según su peso, se le administran 14 UI (60%) de
insulina «basal» (Lantus®), una vez al día, y 10 UI (40%) en forma de «bolos» antes de las
comidas, distribuidas aproximadamente en 3 UI en el desayuno, 4 UI en el almuerzo y 3 UI
en la cena.
13. • Se suspende la administración de ADO, excepto en pacientes con escasa agresión,
en los que pueden mantenerse, en cuyo caso sólo se administra el 50% de la
dosis calculada (12 UI, en el ejemplo anterior) y en forma de insulina «basal».
• Si es necesaria insulina «de corrección» se administra según se describe en la tabla
anterior
• Si el paciente no come, sólo se administa el 50% de la dosis calculada y en
de insulina «basal», junto a la pauta «de corrección» , si es necesario. En este caso,
se suspende la administración de ADO.
14. DISTRIBUCIÓN DE LA DOSIS
• Pacientes tratados previamente con insulina, con o sin ADO:
• Si el paciente come, el 50% de la dosis calculada se administra en forma de insulina «basal» y el
50% en forma de insulina en «bolos», junto a una pauta «de corrección», si es necesario, añadida
a los «bolos».
• Siguiendo con el ejemplo anterior de la insulina (paciente con requerimientos de 44 UI/día), se le
administran 22 UI (50%) de insulina «basal» (Lantus®), una vez al día, y 22 UI (40%) en forma de
«bolos» antes de las comidas, distribuidas aproximadamente en 6 UI en el desayuno, 10 UI en el
almuerzo y 6 UI en la cena. A estas dosis se le añade, si es necesario, insulina «de corrección o
rescate», aplicando la pauta A o B, en función de la glucemia capilar.
• Si el paciente recibía tratamiento con ADO, se suspende y se incrementa la dosis de insulina el
20%.
• Si el paciente no come, se procede de la misma forma que la descrita para el paciente tratado con
ADO que no come, es decir, sólo se administa el 50% de la dosis calculada y en forma de insulina
«basal», junto a la pauta «de corrección» si es necesesario. En este caso se suspende la
administración de ADO.
16. HORA DE ADMINISTRACIÓN
• La insulina «basal» debe administrarse preferiblemente una vez al día, siempre a la
misma hora, sin necesidad de que coincida con una comida, y aunque el paciente
esté en dieta absoluta.
• Los «bolos» de insulina deben administrarse dentro de los 10–15 min anteriores a la
ingesta. Si el paciente no come, se suprime la dosis correspondiente y, si hay dudas,
se administra después de la ingesta.
• La insulina de la pauta «de corrección o rescate» se administra sumada al «bolo»
correspondiente si el paciente come. Si está en dieta absoluta, es preferible
administrarla cada 6 h (6, 12, 18 y 24 h).
17. AJUSTE DE LA DOSIS
• Deben realizarse diariamente ajustes de la dosis de insulina «basal» y de los «bolos»,
según las determinaciones de glucemia capilar realizadas, como mínimo antes de las tres
comidas principales y al acostarse en los pacientes que comen, y cada 6–8 h en los
pacientes que no ingieren alimentos.
• La dosis de insulina «basal» se aumenta un 10 al 20% cada día si la glucemia basal (en
ayunas) es superior a 140 mg/dl en ausencia de hipoglucemias. Asimismo, se reduce en
la misma cuantía, si hay hipoglucemias basales o nocturnas.
• La dosis de insulina en «bolos» se ajusta en la comida previa, según las glucemias
preprandiales y siempre que no haya hipoglucemias. Es decir, si hay hiperglucemia en el
almuerzo, se incrementa un 10–20% la dosis de insulina en «bolos» de antes del
desayuno; si la hiperglucemia es en la cena, se incrementa en la misma medida la dosis
del almuerzo; y si la hiperglucemia tiene lugar antes de acostarse, se aumenta un 10–
20% la dosis de insulina de la cena. Si por el contrario hay hipoglucemias, se disminuye
la dosis en la misma proporción.
18. TRATAMIENTO AL ALTA
• Mediante la historia clínica o la determinación de la hemoglobina glucosilada
(HbA1c) realizada el primer día de estancia hospitalaria.
• En los pacientes con buen control previo (HbA1c < 7%) y ausencia de
contraindicaciones, el tratamiento al alta debe ser el mismo que tenía el enfermo
antes del ingreso.
• En los pacientes con mal control previo (HbA1c ≥ 7%) o cuando existen
contraindicaciones para reanudar el tratamiento anterior, debe actuarse según las
recomendaciones expuestas.
En resumen, y dependiendo de las características de cada paciente, se basa en:
aumentar la dosis de ADO, añadir un segundo fármaco oral, comenzar con
insulina «basal» en monodosis o, con múltiples dosis de insulina (terapia «basal-
bolo») si existe contraindicación para los ADO o control metabólico previo muy
deficiente.