La educación en México y América Latina enfrenta desafíos como la educación deficiente de los estudiantes, las dificultades para acceder a la educación superior a distancia debido a las tecnologías requeridas, y la necesidad de mejorar la calidad de la educación en las universidades. Las universidades deben modificar su organización para recuperar su legitimidad social, elevar los estándares de calidad, y establecer nuevas relaciones entre la sociedad, el estado y las universidades. Los docentes también requieren más capacitación y enfocarse más en
2. La realidad actual de la educación en México,
así como la de varios países de América
Latina y sus expectativas en el futuro
inmediato, no es del todo muy halagüeña,
esto sobre todo, con la de nivel superior. Las
universidades a distancia, las que ponderan
un educación masiva de calidad a través del
manejo de tecnologías de información y
comunicación y que en muchos de los casos,
estas tecnologías, van más allá del
conocimiento cotidiano que tiene la gran
mayoría de los aspirantes, que además, de
que migran a estos espacios digitales con una
formación académica deficiente, asimilada de
estructuras educativas con esquemas
tradicionales actuales de enseñanza, y esto,
aún cuando estemos hablando de alumnos
que ingresan en este año y que están
terminando la educación media superior. El
resto de los aspirantes, de la vertiente
andragógica con mayor razón, encuentran
difícil su inserción con cierta permanencia en
este nuevo modelo. En este contexto, se hace
necesario anotar ciertas consideraciones que
están relacionadas con los retos que
enfrentamos, como universidad y como país.
Nuestra Universidad como muchas otras de Latino América, enfrentan otros
retos que no están ligados necesaria y directamente con el desempeño del
docente, sino más bien, a los que como Institución pública ha enfrentado y
enfrenta en la actualidad y que se refieren más al entorno social, económico
administrativo y político del país. Estos retos bien pueden ser:
La modificación de su organización y naturaleza con el fin de recuperar su
legitimidad social y de hecho su pertinencia, ya que ellas tienen la
responsabilidad ineludible de producir conocimiento y formar los futuros
profesionales-investigadores.
Elevar los niveles de calidad en función de la globalización y de la
competitividad internacional, y para ello es prioritario impulsar la cultura
evaluativa, propiciando la autoevaluación institucional y la evaluación por
pares. Esto pudiera dar origen a la creación de sistemas nacionales, y
regionales de acreditación, diseñados sobre la base de la autoevaluación
institucional.
El Estado debe crear políticas que orienten la matrícula estudiantil hacia
aquellas carreras que a corto y mediano plazo sean requeridas por la
sociedad para su desarrollo.
Debe proveerse la Transparencia y efectividad en el manejo administrativo
de los recursos económicos otorgados por el Estado.
Establecer nuevas relaciones entre sociedad, Estado y Universidades, de
manera de posibilitar nuevas alternativas de financiamiento.
Realización de enlaces entre Universidad y Sociedad en las diferentes
regiones del país para dar respuesta conjunta al proceso de globalización
haciendo énfasis en que ellas son el núcleo de redes educativas que abarcan
todos los niveles de la educación. Ahora bien, la situación de los docentes
requiere también de atención ya que son las propias instituciones las que
tienen que evaluar el papel de estos, en función de sus conocimientos no
solo en tecnologías, sino en educación pedagógica, su experiencia, y sobre
todo en la vocación y la disponibilidad para enseñar, orientar y generar
conocimientos conjuntamente con los alumnos.
3. Parece claro que el objetivo de la
universalización de la educación, la
educación para todos y la
democratización en el acceso a la
educación de nivel superior, se
antojan hoy, como metas utópicas si
no se contempla una educación
desarrollada en formatos no
presenciales, mediada a través de los
recursos tecnológicos y siempre,
adaptada a las posibilidades
económicas del país o institución.
La política económica de nuestro
país, es un factor, que se ha venido
manejando a lo largo de las
exposiciones del curso, e infieren un
problema que se puede vislumbrar
desde mi personal perspectiva, ya
que entre otros factores se detecta,
que la materia prima en su mayoría
no tiene la calidad requerida, e
internamente se adolece de
problemas que no permiten alcanzar
del todo el objetivo primordial de la
de la Universidad que es formar
profesionales que puedan superarse
e integrarse al desarrollo del país.
Actualmente el sistema universitario tanto a nivel regional como a nivel nacional se encuentra
en una situación de crisis, y esta es percibida como una crisis de calidad, señalándose entre
otros los siguientes factores:
La falta de articulación entre los distintos niveles educativos; la proliferación de instituciones
que no reúnen los requisitos mínimos para un trabajo académico digno de considerarse de
nivel superior;
El bajo nivel académico de un porcentaje considerable de docentes y su escasa formación
pedagógica; los métodos de enseñanza que enfatizan sobre la transmisión de conocimientos.
La acumulación de información, más que sobre los aprendizajes realmente incorporados por
el alumno. En un gran número de instituciones la cátedra magistral sigue siendo el centro de
la actividad docente y contribuye de alguna manera, a propiciar la actitud pasiva del
estudiante.
La Educación superior enfrenta restricciones financieras, es un hecho conocido que el rubro
educación es uno de los que tienen un presupuesto limitado dentro de los presupuestos
anuales planteados por el gobierno.
De los retos, que de manera más íntima y cercana atañen a la UNADM, vistos estos
desde la perspectiva de la práctica educativa de sus docentes, podemos citar la de
elevar los niveles de calidad en todos sentidos, esto en función de la competitividad
en un mundo globalizado, esto desde luego implica desarrollar programas de
capacitación para los docentes, previa evaluación de su experiencia, nivel de
conocimientos, habilidades y las competencias que requiere para desarrollarse
plenamente como tal. Esto, requerirá según lo veo, una integración y compromiso
total del docente con los demás actores.
De igual manera, se presenta la necesidad de determinar y establecer estándares de
calidad e innovación sustentados estos, en los contenidos y los mecanismos
propedéuticos los cuales deben estar vinculados categóricamente con las
metodologías. El papel del docente, es colaborar con la institución para desarrollar un
práctica educativa apegada, pertinente y contextualizada de acuerdo con las
inteligencias, capacidades y competencias de los alumnos, implica al vez, el que se
involucre en el diseño, y actualización de modelos de enseñanza aprendizaje, ya
mediante la investigación que se haga de manera particular o con el apoyo y
directrices del grupo de investigadores de la Universidad. Es menester incorporar
nuevas actividades encauzadas a crear compromiso con los alumnos, orientar,
plantear problemas y estimular de alguna manera la curiosidad científica, y la
investigación autodidacta. En este caso, es necesario que el docente aplique,
modelos de enseñanza aprendizaje enfocados a estos objetivos.
4. En este sentido considero que es impostergable
el que la Universidad establezca los
mecanismos que sean necesarios para que se
establezcan sinergias con los distintos actores
de la institución en la renovación continua de
objetivos, contenidos, métodos y organización
de procesos educativos, propiciando con esto
la reflexión y el replanteamiento del modelo
curricular.
Hasta ahora la relación existente entre la
institución y sus docentes es un tanto cuanto
marginal por lo que respecta al trabajo
colaborativo, quizá porque se tiene claro, que
la disponibilidad de tiempo de muchos de los
docentes no le permite participar en el diseño
desarrollo, y aplicación de procesos. De ser
posible esto, la estrategias, serían el planear y
coordinar la realización de reuniones de
trabajo con docentes e investigadores con la
finalidad de establecer marcos y lineamientos
de un plan estratégico que permita compartir
experiencias en la innovación educativa a partir
de la reflexión y el análisis de las prácticas
docentes actuales, de sus funciones como
académicos, investigadores, y administrativos y
la relación con los objetivos de aprendizaje.
Esto al margen de considerar que el docente
deberá incursionar en otros espacios
educativos, como por ejemplo, las
comunidades profesionales de docentes.
El disminuir sustancialmente la ausencia sistemática y paulatina de los alumnos
del aula, la cual culmina en algún grado que se desconoce, con la posible
deserción parcial o total de la Universidad es un reto vigente, sin embargo, esta
información, entre muchísima más, se ignora por parte del docente.
Otra circunstancia, que se desconoce y que debe ser en si, un reto es el de previa
evaluación, dar a conocer información del nivel de calidad en la formación
académica de los alumnos, cuando estos egresan y en base a esta información
detectar y corregir las posibles fallas .
Se deben propiciar investigaciones que permitan determinar si los distintos
niveles y disciplinas en los que se ejerce la docencia responde también a
diferentes estrategias de enseñanza, así como establecer los mecanismos
sociológicos y psicológicos, a fin de contar con una visión más completa y real
del alumno. El docente, como lo venido comentando, requiere de participar, de
colaborar en grupo para llevar a cabo la una selección y agrupación de alumnos,
mediante la identificación de sus aptitudes, habilidades y vocación natural para
el estudio de una determinada disciplina, permitiendo con esto, definir las
estrategias de enseñanza. Esto supone en realidad la formación de bases de
datos, entrevistas, y exámenes encaminados a detectar desde el ingreso a
aquellos alumnos con inteligencias múltiples, nivel de habilidades, de
competencias, de conocimientos y grado de compromiso con el estudio. Es
menester el promover el cambio hacia una cultura educativa, que dirija, oriente
y apoye el desarrollo de competencias acordes a la realidad de nuestro país,
promoviendo con esto, la integración de los egresados en el contexto laboral de
su región. La práctica docente debe considerar el que los alumnos identifiquen y
contextualicen sus respectivos entornos socioeconómicos y políticos
identificando plenamente las relaciones que inciden en estos y que forman parte
de su realidad. La estrategia a seguir es insertar en las asignaturas actividades
que ubiquen al estudiante en su realidad y le permita elaborar acorde a esta, su
proyecto de vida profesional.