Este documento discute los discursos del colonizador y del descolonizador. Explica que el discurso del colonizador se da desde una posición de hegemonía cultural y busca establecer una igualdad con el "otro", pero desde una posición privilegiada. También señala que el multiculturalismo a veces es una estrategia de Occidente para apropiarse de otras culturas. Por otro lado, el discurso descolonizador surge desde la perspectiva del colonizado y margineado y busca construir un argumento válido que reconozca la identidad y alter
2. ¿En qué consiste el discurso del
COLONIZADOR?
El discurso colonizador se da desde una posición de hegemonía en distintos
sentidos. Hegemonía cultural, política, económica, curatorial, entre otras. Este
discurso busca de alguna manera deconstruir esta situación de hegemonía en
la que se encuentra para propiciar una igualdad dentro de las comprensiones
del “yo” y el “otro” en el arte. Dice H. K. Bhabha acerca de esto: “El acto de
intercambio entre culturas se hace efectivo a través de la exacerbación de lo
que culturalmente es inconmensurable o extraño, lo cual permite, entonces,
un comprensión del otro, así como una misteriosa alienación de nuestra propia
cultura”. En una época dominada por la globalización, es necesario para ellos
(el centro, colonizadores) y para los “otros” (la periferia, los colonizados)
estructurar situaciones de equidad para el diálogo común. Existe (y así quiero
leerlo yo), una buena intensión en esto, el problema radica en que esta
búsqueda, la del colonizador queriendo ser igual al otro, se da desde un punto
privilegiado, en donde este (el colonizador) no tiene nada que perder,
haciendo que el otro acepte o no las condiciones en que debe darse el diálogo.
Afirma acertadamente Jimmie Durham “el multiculturalismo es un mero
slogan, una estrategia de occidente para apropiarse de la culturas minoritarias.
3. ¿En qué consiste el discurso del
DESCOLONIZADOR?
El discurso descolonizador es un esfuerzo por construir un argumento tan valido
y trascendente como el del colonizador. Surge desde una perspectiva de
atropellamiento sobre lo que se es, la siempre y constante marginidad en la que
se produce el universo del colonizado. Tenemos el ejemplo de los artistas
africanos afincados en los ámbitos culturales occidentales que nos cita Anna
Maria Guash, estos artistas no intentaban reclamar cuestiones de identidad, sino
mas bien (y esto es una atribución formulada desde el colonizador) liberar a su
arte de toda etiqueta de exotismo y primitivismo, que al final solo es sinónimo
de naif. El descolonizador entiende lo que afirma Ery Cámara: “la universalidad
no es propiedad exclusiva de ninguna civilización”. El descolonizador por otro
lado entiende lo que escribe Guash “la periferia es un arte colonizado por su
lejanía con el poder y la cultura hegemónicas que no llegan a ser el arte del
“otro”. Es preciso para el individuo descolonizador elaborar un verdadero y
eficaz multiculturalismo, uno que “suponga el reconocimiento, sin el cual
cualquier conciliación universalizante resultara estéril o ilusoria, del otro en su
identidad y en su alteridad”, pues como dice G. Vattimo “La sociedad de la
comunicación global ha propiciado el encuentro entre muchos pero también ha
banalizado la realidad del “otro” al considerarlo “exótico”.