Hurto de hurtos

1. Hurto de hurtos
Una estafa a la razón, gamarra de lo digno, es tormenta de traición,
un armazón con flemón, si prefieres, de los buenos juicios. No se
pueden malversar palabras a la voz, ni mangar olas al océano. Una
risa por babor no se pierde entre agudos dedos, entredilos por
rendijas, atrapando por la prisa el plumaje blanquinegro, eréctil,
abanico palaciego de mi amiga la abubilla.
Es difícil asaltar la atalaya de la luz, es imposible arrebatar el aroma a
una flor. No me quieras convencer de quitarle brillo al vidrio, o de
despegar de un espejo un reflejo vespertino. Delirante reacción es
ocultar la perfección de un diamante distraído. Rapiñar en el
subsuelo no es honesto en hidalguía, las termas son las mermas de
una tierra en sequía.
Separar una nota en la canción no es música de indulgentes, más
bien es un cazador de inocencias, absorbente, de que todo se
silencie. No se puede cercenar del calendario las fases de la luna, ni
apagar un viento libre ennegreciendo la sedosidad del día. No se
pueden sustraer los contrastes otoñales a una alta colina, como no se
puede borrar el vuelo de una mariposa cautiva, derrumbarla es
pleitesía de pésimos predicadores.
Quizá no sea posible desunir el pan del vino, como no se puede
exiliar la dirección de un camino. Sangre de la tierra, sabor de los
sudores, quien piense robar belleza, o secuestrar paisajes de colores,
sabrá que el botín es humo, humo incautado al delirio de unos ojos
fríos e infelices.
El hurto de los hurtos no es guardarse el aire navegando por un río.
El hurto de los hurtos no es esconder la noche bajo un hábito
impuro. El hurto de los hurtos no es torturar la nieve de la sierra con
el blanco donde posa…
El hurto de los hurtos es apropiarse de la identidad de un ser
inocente, lindísimo sin ser consciente del hurto de los hurtos.
Domingo, 5 de diciembre de 2021
Un ciudadano más.
Félix Sánchez.