Tema 4º de ESO de Historia que explica la implantación del régimen liberal en España en el siglo XIX, que supone el fin del antiguo régimen. Régimen de Isabel II y Primera República
TEMA 4. LA ESPAÑA DEL SIGLO XIX. LA CONSTRUCCIÓN DEL RÉGIMEN LIBERAL
1. TEMA 4
La España del siglo XIX: la construcción del régimen liberal
2. Como en otros países de Europa,
durante la primera mitad del siglo XIX se
produjo en España el fin del Antiguo
Régimen y la construcción de un nuevo
Estado liberal.
La inexistencia de una burguesía fuerte
condujo al país a un particular modelo
de revolución liberal, donde el ejército
se convirtió en el garante de la
monarquía constitucional y el
caciquismo obstaculizó el libre juego
democrático.
A lo largo del siglo el país se vio inmerso
en diferentes conflictos: una guerra
contra el Imperio napoleónico, un
conflicto civil entre liberales y
absolutistas (guerras carlistas) y una
guerra de emancipación de las colonias
americanas.
Carlos IV José I Fernando VII
Presentación
Alfonso XII
Amadeo IIsabel II
3. La familia de Carlos IV
Representa a los
integrantes más
importantes de la familia
real. En el centro la reina
con sus dos hijos y a su
izquierda el rey Carlos IV.
En la parte izquierda
aparece Fernando,
Príncipe de Asturias. El
resto de personajes son
hermanos de los
monarcas con sus
primogénitos.
Goya, pintor de la
Ilustración, nos ofrece
una visión crítica de la
familia real mediante el
estudio psicológico de los
personajes. Al situar a la
reina en el centro de la
obra y relegar al rey a un
segundo plano, quería
resaltar el carácter
dominante de la mujer,
famosa por sus
infidelidades con Godoy.
Mientras, el rey aparece
bonachón y distraído.
El reinado de Carlos IV
4. A. La crisis de la monarquía borbónica
El inicio del reinado en España de Carlos IV (1788-1808)
coincidió con el estallido de la Revolución francesa.
Temerosa de la expansión por nuestro país de las ideas
liberales, la monarquía española se unió a la coalición de
potencias extranjeras contra la Francia revolucionaria y le
declaró la guerra (1793-1795).
La derrota de las tropas españolas obligó a firmar la paz y
seguidamente, Manuel Godoy, el ministro más influyente
del monarca, dio un giro radical a la política exterior
española, aliándose con Napoleón para enfrentarse a Gran
Bretaña, el principal enemigo de Francia. Por el Tratado de
Fontainebleau (1807), España autorizó al ejército francés a
atravesar su territorio para invadir Portugal, aliada de Gran
Bretaña.
2. Guerra y revolución liberal (1808-1814)
"Godoy, guardia de Corps".Carlos IV Mª Luisa de Parma
5. B. La invasión napoleónica
El descontento de parte de la población con las decisiones de
Godoy y con la permanencia del ejército francés en tierras
españolas provocó el estallido del Motín de Aranjuez (1808), que
forzó la dimisión del ministro y la abdicación del rey en su hijo
Fernando VII.
Ante las desavenencias en la familia real, Napoleón se ofreció como
mediador y convocó a Carlos IV y a Fernando VII en Bayona
(Francia), donde les presionó para abdicar del trono y aceptar el
nombramiento de su hermano José Bonaparte como nuevo rey de
España. José I (1810-1813) inició una labor de gobierno tendente a
imponer en España los principios liberales de la Revolución
francesa. Su proyecto encontró adeptos entre algunos liberales
españoles deseosos de poner fin al Antiguo Régimen, que se
conocen como afrancesados.
Las abdicaciones de Bayona de principios de mayo de 1808,
2. Guerra y revolución liberal (1808-1814)
Fernando VII como Príncipe de Asturias
Motín de Aranjuez
José Bonaparte
6. 1. Resistencia popular contra la invasión (1808).
Grupos de patriotas, nombre que designaba a los que
se oponían al monarca francés, se organizaron en
guerrillas* para hostigar a los franceses.
Además, parte del ejército francés que se dirigía a
Andalucía fue derrotado en la batalla de Bailén (1808)
por un ejército integrado por militares regulares y
voluntarios reclutados por las Juntas de Defensa
andaluzas.
C. La Guerra de la Independencia
Desarrollo de la Guerra de la Independencia.
La ocupación francesa provocó la rebelión
popular y, el 2 de mayo de 1808, el pueblo de
Madrid se levantó contra las tropas francesas.
Su ejemplo fue seguido en muchos otros
lugares, iniciándose la Guerra de la
Independencia, que tuvo las siguientes fases:
2. Guerra y revolución liberal (1808-1814)RendiciónfrancesaenBailén
7.
8. 2. Ofensiva francesa (1808-1812). Napoleón se
decidió a intervenir personalmente en España y
las tropas francesas ocuparon la mayor parte
del territorio español. Muchas ciudades se
negaron a rendirse, lo que comportó largos
sitios* como los de Girona y Zaragoza.
3. Victorias anglo-españolas (1812-1814). El
curso de la guerra dio un giro en el año 1812,
cuando la campaña de Rusia obligó a Napoleón
a desplazar parte de su ejército a aquel país. La
ayuda ofrecida por las tropas británicas, bajo el
mando del mariscal Wellington, resultó
decisiva para derrotar al ejército invasor en Los
Arapiles (1812).
Un año después se firmó el Tratado de
Valençay por el que Fernando VII recuperaba la
Corona y Napoleón se comprometía a retirar
sus tropas de España.
2. Guerra y revolución liberal (1808-1814)
Bombardeo de Zaragoza durante el
primer Sitio, 1808
Batalla de los Arapiles, 1812
Castillo de Valencay, donde residió Fernando VII durante
su exilio.
Firma del tratado de Valençay,
11 diciembre de 1813
Juan Martín Díez, llamado
«el Empecinado»
9. Las Cortes de Cádiz aprobaron también unas leyes
destinadas a abolir el Antiguo Régimen: supresión de los
señoríos, abolición de los gremios, supresión de la
Inquisición y la tortura, libertad de prensa, igualdad de
todos los españoles frente a la ley y los impuestos, y
libertad de industria y comercio.
A pesar de las buenas intenciones de los diputados, la
situación bélica dificultó la aplicación de las leyes
aprobadas en Cádiz e impidió la consolidación del régimen
liberal. Además, el retorno de Fernando VII significó el
regreso a la situación anterior a 1808.
D. Las Cortes de Cádiz y la Constitución de 1812
Ante el vacío de poder legítimo en que se hallaba España
tras las abdicaciones de Bayona, los patriotas crearon
Juntas* locales y provinciales de defensa para dirigir la
resistencia a la invasión y organizar un gobierno
representativo. Para coordinar el movimiento, se creó una
Junta Suprema Central, que en 1810 convocó una reunión
de Cortes constituyentes en Cádiz, única ciudad no
ocupada por los franceses.
La mayoría de diputados que asistieron a la reunión de las
Cortes eran liberales, aunque también había una minoría
de absolutistas, que tan solo deseaban el regreso de
Fernando VII. Las Cortes redactaron una Constitución*,
aprobada en 1812, que reflejó los principios básicos del
liberalismo político: soberanía nacional, división de
poderes, sufragio universal masculino y amplia declaración
de derechos.
2. Guerra y revolución liberal (1808-1814)
Promulgación de la Constitución de 1812, por Salvador Viniegra
10. 4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
A. El Sexenio Absolutista (1814-1820)
Fernando VII, llamado "el Deseado", regresó a
España en 1814. Los liberales pretendían que el
monarca jurase inmediatamente la Constitución
de 1812, pero los absolutistas presionaron para
que restaurase el absolutismo y derogase toda
la legislación liberal de las Cortes de Cádiz.
El rey, convencido de la debilidad de los
liberales, clausuró las Cortes, anuló la
Constitución y derogó todas las leyes aprobadas
durante la guerra. Era la vuelta al Antiguo
Régimen.
En los meses siguientes se produjo la
restauración del absolutismo y de todas las
antiguas instituciones, incluida la Inquisición, y
se restableció el régimen señorial.
Fernando VII gobernó como un monarca
absoluto durante seis años. Los liberales fueron
perseguidos y muchos tuvieron que exiliarse
para evitar la represión. Con el apoyo de los
sectores más liberales del ejército, los
opositores del absolutismo organizaron
múltiples pronunciamientos (Espoz y Mina en
1814, Porlier en 1815, Lacy y Torrijos en 1817),
la mayoría de los cuales fueron reprimidos y sus
dirigentes o colaboradores, ejecutados.
Manifiesto de los Persas
Francisco Espoz y MinaJuan Díaz Porlier
11. 4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
B. El Trienio Liberal (1820-1823)
En 1820, el triunfo del pronunciamiento protagonizado
por el coronel Riego en Cabezas de San Juan (Sevilla)
inauguró el Trienio Liberal (1820-1823). El rey se vio
obligado a acatar la Constitución de 1812, decretar una
amnistía y convocar elecciones. Las nuevas Cortes,
integradas por una mayoría de diputados liberales,
restauraron gran parte de las reformas impulsadas por
las Cortes de Cádiz. Para hacer frente a la oposición
absolutista se creó la Milicia Nacional, un cuerpo de
voluntarios armados para defender el régimen liberal.
Este proceso reformista no contaba con la simpatía de
Fernando VII, que pidió ayuda a los soberanos absolutos
de Europa. La Santa Alianza encargó a Francia la
intervención militar en España, y, en 1823, los llamados
Cien Mil Hijos de San Luis, bajo el mando del duque de
Angulema, entraron en España, derrotaron a los liberales
y repusieron a Fernando VII como monarca absoluto.
Grabado liberal en los que miembros de la
Milicia Nacional, brazo armado de los liberales
entierran todo lo que representa el absolutismo
.
Rafael del Riego
CienMilHijosdeSanLuis
12. C. La Década Ominosa (1823-1833)
La vuelta al absolutismo fue seguida de una
gran represión contra los liberales y de la
destrucción de la obra legislativa del Trienio.
Sin embargo, los problemas políticos y
económicos llevaron a la monarquía absoluta a
su crisis definitiva.
A nivel económico, la guerra contra los
franceses había debilitado enormemente la
economía y dejado la Hacienda en bancarrota.
Además, la independencia de las colonias
americanas privó a las arcas del Estado de una
importante fuente de ingresos.
Era, pues, imprescindible una reforma fiscal
que obligase a los privilegiados a contribuir con
sus impuestos. Pero éstos eran los principales
defensores del absolutismo y el rey no podía
contrariar sus intereses, ya que necesitaba su
apoyo.
A estas dificultades, en 1830, se sumó el
conflicto dinástico. Fernando VII había tenido
sólo hijas y la Ley Sálica* impedía a las mujeres
reinar en España. Para garantizar el trono a su
hija mayor Isabel, el rey dictó la Pragmática
Sanción*, que derogaba la Ley Sálica.
Muchos absolutistas intransigentes,
descontentos con la actuación de Fernando VII,
no aceptaron el cambio y defendieron que el
trono correspondía al príncipe Carlos, hermano
del rey y ferviente absolutista.
4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
Antonio Gisbert Pérez : Fusilamiento de Torrijos y sus
compañeros en las playas de Málaga (1888)
Carlos María Isidro de Borbón y Borbón-
Parma (1788 –1855)
Isabel IIFederico de Madrazo. La enfermedad de Fernando VII
13. 4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
La independencia de la América hispana
La crisis del Antiguo Régimen en España coincidió con el
movimiento de independencia de las colonias en América.
El levantamiento estuvo dirigido por la burguesía criolla
(descendientes de españoles nacidos en América), que veían
a España como un obstáculo para el desarrollo de la
economía americana.
El movimiento emancipador estuvo dirigido por militares
liberales, entre los que destacaron Simón Bolivar, Antonio
José de Sucre y José de San Martín.
La pérdida de las colonias significó un duro golpe para la
Península, porque perdió su prestigio como potencia colonial
y se vio privada de los mercados americanos y de
importantes ingresos para la Hacienda.
José F. de San Martín Antonio José de SucreSimón Bolívar
14. 4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
Causas del movimiento
independentista
• Difusión de los principios de
libertad e igualdad de la
Revolución francesa, así como
la proclamación de la
independencia de Estados
Unidos en 1776.
• Descontento de la burguesía
criolla ante las fuertes cargas
fiscales y el monopolio que
España ejercía sobre el
comercio.
• Acaparamiento de la mayoría
de los cargos de la
administración colonial por
españoles peninsulares, que
eran un grupo privilegiado.
• Debilidad de la monarquía
española, que había perdido
parte de su armada en la
derrota de Trafalgar (1805) y
sufrió la invasión napoleónica.
15. 4. Fernando VII: el regreso al absolutismo (1814-1833)
Etapas del proceso de independencia
Primera fase (1808-1814)
Durante la Guerra de la Independencia
también se formaron en América juntas
controladas por las élites criollas.
Destacaron las de Bogotá, Quito, Caracas
y Buenos Aires. Paraguay fue pionera al
proclamar su independencia en 1811.
El regreso de Fernando VII frenó el
proceso de autogobierno y obligó a las
juntas a disolverse.
Segunda fase (1816-1826)
En 1816, tras la independencia de
Argentina, la insurrección se generalizó
por todo el territorio y se inició una
guerra contra las tropas coloniales.
Tras varias victorias militares (Chacabuco,
Maipú, Boyacá, Carabobo y Ayacucho )
sobre los ejércitos españoles,
consiguieron la independencia México, los
países centroamericanos, Venezuela,
Chile, Ecuador, Colombia, Perú, Bolivia y
Uruguay.
En 1826, España había perdido todas sus
colonias excepto Cuba, Puerto Rico y
Filipinas.
16. 5. Los carlistas, defensores del Antiguo Régimen
A. El surgimiento del carlismo.
A la muerte de Fernando VII en 1833, los grupos sociales favorables al
absolutismo se negaron a reconocer a Isabel que contaba solamente con tres
años de edad, como legítima sucesora a la Corona, y apostaron por Carlos
María Isidro. Para defender a su candidato, iniciaron una sublevación contra
el gobierno de María Cristina de Borbón, que ejercía la regencia en nombre
de su hija.
Ante la sublevación absolutista, la regente buscó el apoyo de los liberales
(llamados isabelinos o cristinos) para preservar el trono de su hija. De esto
modo, se formó un gobierno liberal moderado que emprendió reformas
encaminadas a construir una nueva monarquía constitucional en España.
El nuevo Gobierno liberal tuvo el apoyo de algunos privilegiados y de la
mayoría del ejército, que se mantuvieron fieles a la monarquía establecida.
Pero, sobre todo, contó con la ayuda de la burguesía y los sectores populares
de las ciudades.
María Cristina de Borbón
María Cristina de luto
Carlos María
Isidro de Borbón
Isabel II niña
17. 5. Los carlistas, defensores del Antiguo Régimen
B. Las bases sociales del carlismo.
El carlismo fue un punto de encuentro de diferentes sectores sociales reacios al liberalismo. Entre los privilegiados, la
nobleza rural y el clero temían verse obligados a pagar impuestos sobre sus tierras y a perder parte de sus propiedades. En
el caso de la Iglesia, también recelaba de la pérdida de poder e influencia social.
Entre los no privilegiados abundaban los campesinos, temerosos de perder el acceso a los bienes comunales si el
liberalismo los privatizaba, y el desamparo que podía comportarles la abolición del régimen señorial.
Los carlistas tuvieron seguidores sobre todo en los medios rurales más tradicionales, mientras las grandes ciudades
permanecieron fieles a Isabel II y defendieron la opción liberal.
Su fuerza residía en el País Vasco, Navarra y en zonas montañosas de Cataluña, Aragón y Valencia, que defendían sus
antiguas tradiciones y el mantenimiento de sus fueros.
18. 5. Los carlistas, defensores del Antiguo Régimen
D. Las guerras carlistas
Durante el siglo XIX se sucedieron tres guerras carlistas.
1. La primera guerra carlista (1833-1839) fue la más
importante. El levantamiento se inició en el País
Vasco, y a pesar de contar con millitares
experimentados como Zumalacárregui, los carlistas
fueron derrotados por las tropas liberales del
general Espartero. La paz se firmó con el Convenio
de Vergara (1839)
2. Entre 1846 y 1848 hubo importantes
levantamientos carlistas en Cataluña.
3. La tercera guerra carlista (1872-1876) se inició
durante el Sexenio Revolucionario ante la nueva
vacante en el trono español tras el exilio de Isabel
II. Los carlistas se levantaron en amplios territorios
y llegaron a formar un gobierno paralelo en Estella
hasta su definitiva derrota militar
Carlos María de Borbón y
Austria-Este (Carlos VII)
Carlos Luis de Borbón y
Braganza (Carlos VI)
Bandera del General Cabrera en
la primera guerra carlista.
Tomás de Zumalacárregui Ramón Cabrera, El Tigre del
Maestrazgo
19. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
Al iniciar su regencia, María Cristina impulsó la formación de un
gobierno liberal. Primero intentó hacerlo con los liberales más
moderados, partidarios de unas reformas limitadas. Sin embargo,
una serie de levantamientos militares (La Granja, 1836) y
motines populares forzaron a la regente a entregar el poder a los
progresistas.
Entre 1835 y 1837, los progresistas, encabezados por
Mendizábal, implantaron el liberalismo político y económico;
como la abolición de las aduanas interiores, la extinción de los
gremios y la implantación de la libertad de industria y comercio.
Asimismo se suprimió el diezmo eclesiástico y se eliminaron los
privilegios de la Mesta. Se procedió también la disolución del
régimen señorial, la desvinculación de la propiedad y la
desamortización de los bienes de la Iglesia, con lo que se
liberalizó la propiedad agraria.
Agustín Fernando Muñoz y Sánchez
María Cristina Borbón Dos Sicilias
Fernando VII y María Cristina
paseando por los jardines del palacio
de Aranjuez, en 1830
Juan Álvarez Mendizábal
Los sargentos del segundo Regimiento de la Guardia Real
exigiendo el 12-13 de agosto de 1836 la restauración de la
Constitución de 1812
A. La regencia de María Cristina (1833-40)
20. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
La construcción de un régimen político liberal se inició con la
Constitución de 1837, que se basaba en los principios progresistas:
la soberanía nacional, la división de poderes, un gran número de
derechos individuales y la no confesionalidad del Estado.
Pero también contenía algunos principios del moderantismo: se
introducía el sistema electoral censitario y se reconocía un
parlamento bicameral, formado por una cámara de próceres
(Senado) y un Congreso de Diputados. Además, se aceptaba el papel
moderador de la Corona, a la que se concedía algunos poderes
(derecho de vetar las leyes y de disolver las Cortes).
Fernando VII y María Cristina
paseando por los jardines del palacio
de Aranjuez, en 1830
La Reina
Gobernadora
jura la
Constitución de
1837
acompañada de
su hija Isabel II,
el 18 de junio
de 1837.
Constitución de 1837
21. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
B. La regencia de Espartero (1840-43)
En 1837, los moderados accedieron al gobierno e intentaron dar
un giro conservador a la revolución liberal. El apoyo de María
Cristina a la política moderada suscitó un movimiento de
oposición progresista contra la Regente, que se vio obligada a
dimitir en 1840.
El progresista general Espartero, que gozaba de gran prestigio
por su actuación en las guerras carlistas, fue nombrado regente.
Sin embargo, la promulgación de medidas librecambistas que
perjudicaron a la naciente industria española, y el personalismo
con que gobernó el regente le valieron la oposición de su propio
partido y de buena parte del país.
En 1843, un nuevo pronunciamiento moderado obligó a
Espartero a dimitir y las Cortes adelantaron la mayoría de edad
de Isabel II, proclamándola reina.
de María
Cristina
Borbón Dos
Sicilias
General
Baldomero
Espartero
22. SOBERANÍA
COMPARTIDA
El texto, carente de espíritu
parlamentario, con claro ascendente
monárquico, sustituye la soberanía
nacional por una soberanía
compartida entre el Rey y las Cortes
AMPLIOS
PODERES DEL
EJECUTIVO
Se eliminaban las limitaciones al
poder ejecutivo, por lo que la reina
podía participar en la vida política.
Permitía a la reina disolver el
Congreso, sin otras limitaciones que la
convocatoria de unas nuevas
elecciones.
CONFESIONALI
DAD
Se declaraba la exclusividad de la
religión católica y la obligación del
Estado de mantener a la iglesia
SUFRAGIO
CENSITARIO
Se restringe el derecho de sufragio,
suprimiendo toda referencia a la
provincia como circunscripción
electoral
PARLAMENTO
BICAMERAL
Congreso elegido por sufragio
censitario o restringido. El Senado
deberá ser nombrado por el Rey,
entre los notables eclesiásticos,
militares de alta graduación, políticos,
magistrados superiores y nobles con
grandeza de España, con el requisito
suplementario de la fortuna
económica.
PODER LOCAL Alcaldes nombrados por el gobierno
DERECHOS
y
LIBETADES:
Se recortan los derechos y libertades
(en especial la libertad de imprenta).
Se suprimía la Milicia Nacional, un
cuerpo que venían controlando los
progresistas
6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
C. La Década Moderada (1843-1854)
Isabel II al ser declarada mayor de edad en 1843,
cuando contaba 13 años de edad.
Durante la mayoría de edad de Isabel II, el Partido
Liberal Moderado se mantuvo casi todo el tiempo
en el gobierno con el apoyo de la monarquía. El
general Narváez fue el líder moderado que estuvo
al frente del gobierno en diversas ocasiones.
El moderantismo se apoyaba en los sectores
privilegiados (aristocracia, Iglesia y alta burguesía),
que aceptaban el nuevo orden liberal para frenar
el carlismo, pero querían mantener su predominio
social y alejar del poder a los sectores
progresistas. Fue durante el régimen moderado
cuando se consolidó el sistema político liberal en
España, que adoptó un carácter conservador y
centralista.
Una nueva Constitución, promulgada en 1845,
modificó los aspectos más progresistas de la de
1837. Establecía un sufragio muy restringido y la
soberanía compartida entre las Cortes y la Corona.
También se firmó un Concordato con la Santa
Sede (1851), por el que se comprometía al
mantenimiento del culto y del clero y frenaba el
proceso desamortizador.
El gobierno moderado puso las bases de la nueva
estructura institucional y administrativa liberal. La
administración estatal y municipal fue
reorganizada según un criterio uniformista y
centralizador. Sólo el País Vasco y Navarra
conservaron sus antiguos derechos forales, ante
el temor al carlismo.
Francisco Serrano, el
“General Bonito”
General Narváez
Isabel II y Francisco de Asís
Constitución en 1845
23. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
Otras reformas moderadas fueron la de Hacienda,
que centralizó los impuestos en el Estado, la
elaboración de un Código penal (1848) y la creación
de un sistema de instrucción pública nacional.
También se creó la Guardia Civil (1844) para
mantener la ley en el medio rural.
La deriva autoritaria de los líderes moderados
(Narváez y Bravo Murillo), la fuerte influencia de las
camarillas y el falseamiento electoral hicieron que los
progresistas recurriesen de nuevo al pronunciamiento
militar.
Primera fotografía conocida tomada a un
Guardia Civil, en Reinosa entre 1855 y 1857
Alejandro Mon
Ramón de Santillán GonzálezJuan Bravo Murillo (1803-1873).
24. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
En 1854 triunfó un pronunciamiento
militar en Vicálvaro liderado por el
general O'Donnell, que contó con el
apoyo de revueltas populares y la
creación de Juntas revolucionarias.
Cediendo la presión, Isabel II entregó
el poder a los progresistas y
Espartero formó un nuevo gobierno,
en el que participó O'Donnell. Las
Cortes redactaron una nueva
Constitución (1856), que no llegó a
aprobarse, y el gobierno profundizó
en las reformas económicas con tres
leyes fundamentales:
Una nueva desamortización (1855)
promulgada por Madoz, que afectó a
los bienes de los Ayuntamientos
(bienes de propios* y bienes
comunales*).
Una Ley de Ferrocarriles y una Ley
de Minas para impulsar la red
ferroviaria y la explotación minera,
aunque las pusieron en manos de
capital extranjero.
D. El Bienio Progresista (1854-1856)
Episodio de la Revolución de 1854 en la puerta del Sol.
Quema de Banderas. Por Eugenio Lucas Velázquez
Espartero y O’ Donnell
simbolizando la Unión Liberal
Leopoldo O’ Donnell
Baldomero Espartero
Centinela de una de las
barricadas de la calle Toledo
25. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
26. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
27. 6. Isabel II y la construcción del régimen liberal
Una nueva crisis del gobierno de Espartero impulsó a la
reina a confiar el gobierno a O´Donnell, que había
creado en 1854 la Unión Liberal, un nuevo partido de
carácter centrista.
La última etapa del reinado de Isabel II fue de
alternancia en el gobierno entre los moderados y la
Unión Liberal, mientras que los progresistas quedaron
marginados. La actuación del gobierno fue muy
autoritaria, prescindiendo de las Cortes para gobernar
y ejerciendo una fuerte represión sobre la oposición.
En estos años se impulsó una política exterior
colonialista, que se concretó en las campañas militares
de Marruecos (1859-1860), la expedición a Indochina y
la intervención en México.
La oposición al régimen fue en aumento y surgieron
nuevos grupos políticos, como los demócratas, que
defendían el sufragio universal masculino, y los
republicanos, que abogaban por la abolición de la
monarquía.
La situación del gobierno empeoró a partir de 1866,
cuando una crisis económica provocó el descontento
popular y sentó las bases de un nuevo
pronunciamiento militar.
E. La descomposición del sistema isabelino (1856-1868)
28.
29.
30. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
A. La revolución y el Gobierno Provisional (1868-69)
Las causas de la Revolución
La crisis del gobierno moderado y de la monarquía
era el resultado de una serie de factores:
Una grave crisis económica provocó el aumento de
los precios y del paro, y generó un grave malestar
entre la población.
El monopolio del poder ejercido por moderados y
progresistas, que gobernaban de forma autoritaria sin
permitir la entrada en el juego político a la oposición.
El descrédito de la monarquía que siempre apoyaba
a los moderados se vio agravado por la creciente
impopularidad personal de la reina.
La difusión de los nuevos ideales democráticos
basados en la implantación del sufragio universal
masculino y la ampliación de los derechos y
libertades.
31. 4. El sexenio democrático (1868-1874)
EL SEXENIO DEMOCRÁTICO, 1868-1874
32. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
A. La revolución y el Gobierno
Provisional (1868-69)
Ante la impopularidad de la monarquía
isabelina, los grupos marginados del
poder (progresistas y demócratas)
firmaron el Pacto de Ostende (1866)
para presentar una alternativa al
sistema, basada en la democratización
política y la recuperación económica. A
última hora, se adhirió también la
Unión Liberal.
La insurrección de septiembre de 1868
contra la monarquía, conocida como La
Gloriosa, se inició con la sublevación
de la escuadra de Cádiz comandada
por el almirante Topete y sectores del
ejército liderados por Juan Prim
(progresista) y Francisco Serrano
(unionista). El pronunciamiento fue
seguido por revueltas en las
principales ciudades, donde se
formaron Juntas Revolucionarias.
Las tropas fieles al Gobierno y a la
reina fueron vencidas en la batalla de
Alcolea, e Isabel II partió hacia el exilio.
Juan PrimJuan Bautista Topete y
Carballo
El general Francisco
Serrano
33. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
Tras el triunfo de la
Revolución se formó un
Gobierno provisional, que
impulsó un programa de
reformas para dar satisfacción
a las demandas de las Juntas y
democratizar el sistema
político. Al frente de este
gobierno se colocaron Prim y
Serrano.
Inmediatamente se
convocaron elecciones para
unas nuevas Cortes, que
aprobaron la Constitución de
1869. Ésta proclamaba la
soberanía nacional, establecía
la monarquía parlamentaria,
reconocía el sufragio universal
masculino y declaraba un gran
número de derechos
individuales y colectivos
(reunión, manifestación y
asociación). También
decretaba la separación de la
Iglesia y el Estado y reconocía
la libertad religiosa, aunque el
Estado se comprometía a
mantener el culto católico.
Gobierno Provisional
34. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
B. La monarquía de Amadeo I (1870-73)
Dado que la Constitución establecía la monarquía como forma de
gobierno e Isabel II se hallaba en el exilio, hubo que buscar un rey
entre las dinastías europeas. El elegido fue Amadeo de Saboya, de la
casa real italiana y con una concepción democrática del papel de la
monarquía, que llegó a España a finales de 1870.
El nuevo rey tenía el apoyo de la coalición en el gobierno (progresistas,
unionistas y demócratas), pero contó con la oposición de moderados,
carlistas y de la Iglesia, que se mantuvieron fieles a los Borbones. Por
otro lado, algunos sectores republicanos promovieron insurrecciones a
favor de la República.
Durante su mandato, el nuevo rey tuvo que hacer frente al estallido de
dos conflictos armados: una insurrección en la isla de Cuba (1868) y
una nueva guerra carlista, que se inició en 1872.
Falto de apoyos políticos y con demasiados problemas por resolver,
Amadeo de Saboya renunció al trono en febrero de 1873. El rey Amadeo de Saboya y su
mujer María Victoria del
Pozzo
Amadeo I, rey de España
Atentado contra Prim en la calle del Turco el 27 de
diciembre de 1870 (muere tres días más tarde, el 30 de
diciembre)Guerra de Cuba o Guerra Grande (1868-1878)
CarlosVII,pretendientecarlista.
36. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
C. La Primera República (1873-74)
Ante la abdicación del rey, las Cortes votaron por una gran
mayoría la proclamación de la República (febrero de 1873). Pero
ese resultado no reflejaba un apoyo real a la nueva forma de
gobierno, ya que la mayoría de diputados de la Cámara se
reconocían como monárquicos.
La República fue recibida con entusiasmo por los sectores
populares de las ciudades. Los republicanos prepararon un
programa de reformas sociales y, por primera vez, se pretendió
organizar el Estado de forma federal*.
La República tuvo cuatro presidentes (Figueras, Pi y Margall,
Salmerón y Castelar).
EmilioCastelar
(7/9/73-3/01/74)
NicolásSalmerón
(19/07/73-6/09/73)
FranciscoPiMargal
(11/06/73-18/07/73)
EstanislaoFigueras
(11/02/73-10/06/73)
37. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
Pero una serie de problemas
imposibilitaron su consolidación:
•Las divisiones en los republicanos
entre unitaristas y federales y
entre moderados e intransigentes,
que aspiraban a una mayor
revolución social.
•La dificultad de hacer frente a la
insurrección en Cuba y el inicio de
una nueva guerra carlista en 1872.
•Una insurrección cantonal en
Cartagena en 1873, que se
proclamó como cantón
independiente.
•La oposición de los monárquicos
que conspiraron para preparar la
restauración de la monarquía en
Alfonso, el hijo de Isabel II.
Emilio Castelar
(7/9/73-3/01/74)
Tropascarlistas
38. 7. El Sexenio Democrático (1868-1874)
En enero de 1874, un golpe de Estado
protagonizado por el general Pavía
disolvió las Cortes y entregó la
presidencia del poder ejecutivo al
general Serrano. Éste intentó
estabilizar un régimen republicano de
carácter conservador y
presidencialista, pero la base social
que podía apoyarle había optado ya
por el retorno de la monarquía.
El general D. Francisco Serrano,
último presidente de la I
República desde enero hasta
diciembre de 1874
General Manuel Pavía y
Rodríguez de Alburquerque
Disolución de las Cortes por parte
de la Guardia Civil el 3 de enero de
1874
Don Antonio Cánovas
del Castillo, líder de la
causa alfonsina
39. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
En diciembre de 1874 en la ciudad de Sagunto, el
general Martínez Campos proclamó rey de España a
Alfonso de Borbón, hijo de Isabel II, que se hallaba
exiliado en Londres.
A. El sistema canovista
La Restauración monárquica fue recibida con
satisfacción por los grupos conservadores.
Antonio Cánovas del Castillo fue el impulsor de un
nuevo sistema político que pretendía poner fin al
protagonismo de los militares (pronunciamientos) y las
revueltas populares.
Uno de los primeros objetivos fue la pacificación del
país, con el final de la guerra carlista (1876) y de la
insurrección cubana (1878).
Para consolidar el nuevo orden se redactó otra
Constitución en 1876 y se creó un sistema de partidos
que debían alternarse en el poder.
Presentaba un carácter claramente moderado, pero
suficientemente abierta para que conservadores y
liberales pudiesen gobernar sin modificarla. Establecía
una soberanía compartida que otorgaba amplios
poderes a la monarquía, como disolver y nombrar los
gobiernos, repartía el poder legislativo entre dos
Cámaras (Congreso y Senado) y el Estado se declaraba
confesional.
Su flexibilidad se apreciaba fundamentalmente en la
declaración de derechos, que podía restringirse si el
partido gobernante lo consideraba necesario, y en el
sufragio, que también podía variar en función del
momento político.
General Arsenio Martínez CamposIsabel II y Alfonso XII
40. Alfonso XII, tras un primer matrimonio
con su prima Mª de las Mercedes de
Orleans, que falleció a los pocos meses a
causa del tifus, volvió a casarse, ahora
con Mª Cristina de Habsburgo, con la que
tuvo dos hijas, encontrándose encinta en
el momento de la muerte del rey en
1885, estableciéndose, por ello, la
regencia de Mª Cristina (1885-1902).
El Rey Alfonso XII (1857-1885) con su segunda
esposa la Reina María Cristina de Austria
(1858-1929).
Alfonso XII y su primera esposa María de las Mercedes
Reina María Cristina de Austria. A la
derecha con sus tres hijos (en el centro el
futuro Alfonso XIII)
Mª de las Mercedes de Orleans
8. La Restauración borbónica (1874-1902)
41. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
El funcionamiento político se basaba en la
alternancia en el poder de dos partidos
dinásticos (bipartidismo) que coincidían
en lo esencial (defensa de la monarquía,
de la Constitución, de la propiedad
privada y de un Estado centralizado y
unitario).
El partido conservador, liderado por
Antonio Cánovas, era partidario del
inmovilismo político, la defensa de la
Iglesia y el orden social.
El partido liberal, encabezado por
Práxedes Mateo Sagasta, se mostraba a
favor de un reformismo más democrático
(sufragio universal en 1890), laico y social.
Conservadores y liberales se sucedían en
el poder mediante un turno pacífico.
Cuando un gobierno se desgastaba, el rey
otorgaba el poder a la oposición. Para
asegurarse una mayoría parlamentaria, el
nuevo gobierno convocaba unas
elecciones, que siempre ganaba gracias al
caciquismo y a la corrupción electoral.
Excluidos del turno quedaban los partidos
marginados por el sistema (carlistas,
demócratas, republicanos y socialistas)
que tan solo podían aspirar a una
pequeña minoría parlamentaria.
B. Bipartidismo y turno pacífico
Antonio
Cánovas del
Castillo
Práxedes
Mateo
Sagasta
42. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
C. El caciquismo y el falseamiento electoral
La alternancia en el poder era posible gracias a un
sistema electoral corrupto que se asentaba sobre el
caciquismo, un sistema de coerción social que se
daba eminentemente en las zonas rurales. Los
caciques, que podían ser tanto conservadores
como liberales, eran unos individuos que por su
poder económico o influencia política controlaban
una circunscripción electoral.
Para ganar las elecciones, los partidos recurrían a la
manipulación y al fraude electoral (pucherazo),
falsificando actas, comprando votos y amenazando
a los electores.
43. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
D. El surgimiento de los nacionalistas.
El afianzamiento de un Estado centralizado y uniformista
provocó la emergencia de movimientos nacionalistas:
•En Cataluña, el impulso de la Renaixença, un
movimiento que reivindicaba la lengua y la cultura
catalanas, dio paso al surgimiento de organizaciones
políticas que demandaban la autonomía (Unió
Catalanista, Lliga Regionalista).
•En el País Vasco, la abolición de los fueros tras la derrota
carlista generó un movimiento de protesta que culminó
en la creación del Partido Nacionalista Vasco (1894).
•En Galicia, el galleguismo se mantuvo durante años
como un movimiento básicamente cultural
(Rexurdimento).
Valentí Almirall
Postal catalanista de conmemoración del 1º decenio de
las Bases de Manresa - Unió Catalanista. 1902
Sabino Policarpo Arana Goiri
Ikurriña con las proporciones del
diseño original de los hermanos Arana
44. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
E. La crisis de 1898
En 1895 estalló una nueva insurrección en Cuba como
consecuencia de la incapacidad de la administración española
para hacer reformas políticas en la isla, dotarla de autonomía y
reducir el control económico ejercido desde España. Además,
en esta ocasión, los insurrectos contaron con el apoyo de
Estados Unidos, país perjudicado por los aranceles que le
impedían el comercio con la isla, sobre todo la compra de
azúcar.
DibujodelperiódicoLosÁngelesTimes,1898.
Arsenio Martínez-
Campos y Antón
Valeriano Weyler y Nicolau
José Julián Martí Pérez
José Martí y delegados del Partido Revolucionario Cubano de Cayo Hueso
45. 8. La Restauración borbónica (1874-1902)
Tras tres años de guerra, el fin
del conflicto llegó en 1898,
cuando EE.UU. declaró la
guerra a España, tras el
hundimiento del acorazado
Maine en La Habana. Después
de una rápida derrota, España
perdió sus últimas colonias:
Cuba, Puerto Rico y Filipinas.
El fracaso de 1898 provocó en
la sociedad española un estado
de frustración y pesimismo.
Como reacción surgieron
movimientos
regeneracionistas* que pedían
una verdadera
democratización del Estado y
el fin del caciquismo y la
corrupción.
Ejercito español en Cuba a finales de la guerra de
Independencia
El acorazado Maine entrando en la bahía de La Habana El Maine hundido
AfroamericanosdelaDécima
divisióndeCaballeríaenviadospor
EstadosUnidosaCuba.
Hundimiento del Vizcaya en la Batalla de Santiago
Crucero Reina Mercedes, hundido en Santiago
de Cuba.