1. INSTITUTO SUPRIOR DE FORMACION DOCENTE SALOME
UREÑA
RECINTO LNNM
LICENCIANTURA EN EDUCACIÓN FÍSICA
Asignatura:
Investigación Educativa II
Tema:
Ensayo de investigación-acción
Sustentado por:
Geoffrey L. Ventura D.
(20162-0024)
Presentado a:
Ceferina Cabrera.
Licey al Medio, Santiago, Rep. Dom.
2. La investigación-acción:
A continuación nos encontraremos con una serie de referencias y
conceptos según diversos autores sobre la investigación-acción, con esto se
pretende describir las características propias del este tipo de investigación y
la importancia que ejerce en el ámbito educativo este tipo de investigación.
¿Qué es la investigación-acción?
Responder a esta pregunta no es fácil. Nos encontramos con múltiples
respuestas, con diversos conceptos y con gran variedad de prácticas de
investigación-acción. La expresión investigación-acción se utiliza con
variedad de usos y sentidos, no disponiendo de criterios concretos para
delimitar las numerosas orientaciones metodológicas que la reclaman para sí.
Para muchos la investigación-acción es vista como una indagación
práctica realizada por el profesorado, de forma colaborativa, con la finalidad
de mejorar su práctica educativa a través de ciclos de acción y reflexión.
“La investigación-acción-reflexión se instala en el paradigma
epistemológico fenomenológico y toma aportes del paradigma del cambio
porque genera transformaciones en la acción educativa. “Para el
fenomenólogo, la conducta humana, lo que la gente dice y hace, es producto
del modo en que define su mundo” (Taylor y Bogdan, 1996, p. 23).
“La investigación acción es el proceso de reflexión por el cual en un
área problema determinada, donde se desea mejorar la práctica o la
comprensión personal, el profesional en ejercicio lleva a cabo un estudio -en
primer lugar, para definir con claridad el problema; en segundo lugar, para
especificar un plan de acción […] Luego se emprende una evaluación para
3. comprobar y establecer la efectividad de la acción tomada. Por último,
los participantes reflexionan, explican los progresos y comunican estos
resultados a la comunidad de investigadores de la acción. La
investigación acción es un estudio científico auto reflexivo de los
profesionales para mejorar la práctica”. (McKernan, 1999, p. 25).
Una forma de indagación introspectiva colectiva emprendida por
participantes en situaciones sociales con objeto de mejorar la
racionalidad y la justicia de sus prácticas sociales o educativas, así
como su comprensión de esas prácticas y de las situaciones en que éstas
tienen lugar (Kemmis y McTaggart, 1988, p. 9).
La investigación-acción en su primitiva delimitación por Kurt
Lewin remitía a un proceso continuo en espiral por el que se analizaban
los hechos y conceptualizaban los problemas, se planificaban y
ejecutaban las acciones pertinentes y se pasaba a un nuevo proceso de
conceptualización. La manera en que Lewin concebía ese proceso
estaba aún cargada de supuestos elitistas y de concepciones del cambio
social alucinadas con la eficacia de la acción instrumental (Carr y
Kemmis, 1988: 175-177).
Por su parte, los profesores Lourdes Merino y Enrique Raya
proponen establecer diferencias entre investigación-acción e
investigación-acción participativa, situando a la primera como una
aplicación del método científico a un problema con voluntad
praxeológica y con cierta participación de los afectados (Merino y Raya,
1993: 5).
4. La IAP aparecería entonces como un tipo de investigación-acción que,
incorporando los presupuestos de la epistemología crítica, organiza el análisis
y la intervención como una pedagogía constructiva de disolución de los
privilegios del proceso de investigación como punto de partida para un cambio
social de alcance indeterminable. Esa búsqueda del conocimiento se
caracteriza por ser colectiva, por proporcionar resultados cuya utilización y
gobierno corresponde a los propios implicados, que deben haber determinado
el proceso de conocimiento a la vez que experimentado en el mismo un
proceso de maduración colectiva (De Miguel, 1993, 97-101).
Por otra parte, y esta cuestión es central, los iniciadores de la IAP se
previenen contra su propio poder concibiéndose “como participantes y
aprendices en el proceso, aportando sus conocimientos y convirtiéndose
también en objeto de análisis” (IOE, 1993: 69).
Los investigadores entran así en un proceso en que la objetivación de sí
mismos, en una suerte de inagotable sociología del conocimiento, se convierte
en testigo de la calidad emancipadora de su actuación (Rahman, 1991: 34).
5. -REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS:
Kemmis, S. y McTaggart, R. (1988). Cómo planificar la investigación
acción. Laertes. Barcelona.
Carr, W. y Kemmis, S. (1988) Teoría crítica de la educación. La
investigación-acción en la formación del profesorado, Barcelona,
Martínez Roca,
De Miguel, M. (1993) “La IAP un paradigma para el cambio social”,
Documentación Social nº 92, Madrid.
Rahman, M.A. (1991) “El punto de vista teórico de la IAP”, Fals Borda
y otros (1991).