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2 de laEl principio
adecuaci6n al
.-
runo
Los ejercicios fisicos en su sentido primitivo estan adecuados al
nino. Ejecutando los, este sigue a su natural pulsion de movimiento, a
su instinto ludicro, a su impulso de rendimiento y al exito. Por sf
mismo encuentra cada vez nuevas pruebas"adecuadas" a su creciente
capacidad. Ninguna penuria, ninguna prohibicion han podido asfixiar
jamas el placer del nino al moverse, al retozar, al probar sus fuerzas
fisicas. Y ya en esa "forma primitiva" infantil de los ejercicios fisicos
, se trata tanto de adquirir agilidad como de probar la fuerza y el valor,
del tranquilo ejercitarse por sf solo como del jugar socialmente, del
duro luchar como del bailar olvidado de sl mismo 1 •
Desde el momenta en que fueron admitidos en la educacion
escolar por-los filantropos en la ultima tercera parte del siglo XVIII2
,
los ejercicios f isicos fueron precursores de una vida escolar "adecua-
da al nifio ", ayudando a liberarlo, paso por paso, de las ataduras de10
convencional. Donde ellos entraron, desaparecieron de la vida del
nino los artificios, el mirifiaque, el corse y la peluca,
Gunther, D., Spiel und Beioegung, en '''Das Spiel in der Schule", 1965/3,
distingue entre "el juego con el movimiento" (v.g. en la danza elemental) y"el
juego por el movimiento" para Uegar a dominar el medio (v:g. en las habilidades
deportivas). Esos comportamientos primitivos del nifio en su movimiento son
aprovechados por Mester, Hanebuth, Seybold y otros como puntos de partida
para la sisternatizacion de los ejercicios ffsicos. Vease Altrock, H. y Karger, R.,
Schule und Leibeserzieliung, tomo 2, Francfort, 1957,
2 El hecho de que ya en Dessau se los enseiiaba sisternaticamente, nos 10
comunica Christian Friedrich Wolke y 10 desprendemos del Dessauer Graben;
vease Pinloche, A., Geschichte des Philantropinismus, Leipzig, 1914. Vease
tambien Bernett, R., Die pedagogische Neugestaltung der biirgerlichen Leibesii-
bungen durch. die Philanthropen, Coleccion "Lehre und Forschung der Leibeser-
ziehung". Schorndorf, tomo 6.
25
En la escuela del siglo XIX, empero, los ejercicios fisicos iban
perdiendo su original "adecuacion al nino ", vistiendo pronto el traje
de fajina del deber. En la "conduccion y manejo de la ensefianza de
gimnasia en la escuela"3 debian ejercitarse la memoria y el
pensamiento 16gico con el analisis de los movimientos, la composi-
ci6n de sus partes y la vigilancia consciente del desarrollo del
movimiento. Esa gimnasia escolar no conoda ni un movimiento
espontaneo, ni un juego olvidado de S1 mismo, ni la iniciativa propia,
ni una decision independiente y audaz. Solo hacia fin del siglo, los
movimientos de la juventud, del excursionismo, del juego y del
deporte, y mas' tarde, en los afios veinte de nuestro siglo, el
movimiento de reforma de la "gimnasia natural", consiguieron
reconquistar poco a poco la perdida adecuaci6n al nifio de los
cjercicios Iisicos.
EI concepto de "adecuaci6n al nifio " 10 encontramos primera-
mente en el movimiento de la educaci6n artistica. Ella ve en el nino a
un "ser creador" que abriga y forma su propio mundo. La infancia
no Ie significa tan solo un estadio del crecimiento, sino que abarca el
mundo del nino que, sin estar cerrado en si mismo, es, sin embargo,
perceptible en su peculiaridad y comprende tanto su scr actual como
aquello que apunta al porvenir, preformado en el parvule." Las
materias didacticas adecuadas a este tienen que corresponder, por
ende, a su ser actual y ademas sacar a luz los valores vitales que solo
estan preformados y que han de ser estimulados para que pueda
cumplir con su dcstino. Una educaci6n fisica adecuada al nifio ha de
estar pues a la altura de esta doble mision: tiene que conocer las
condiciones fisicas, el clima psiquico y el horizorite espiritual en el
h~nscurso del desarrollo infantil y adolescente y- tener una clara
vision de la imagen del hombre que constituye su meta. Esa imagen
del hombre, objetivo de nuestros esfuerzos, es tambien el objetivo de
toda la educacion" .
,
Ya ha sido invocada tantas veces y con tan hermosas palabras que
es suficiente considerar aqui al homo vere humanus (al hombre
verdaderamente humano), con respecto a su preparacion f~ica. EI
objetivo de la educacion fisica es entonces el hombre que se siente
impulsado a moverse, esforzarse y rendir, el que ha cultivado en la
3 Wagner, n., en el Lexikon der Piidagogik, Friburgo, 1955, IV, co!. 409.
4 Eggersdorfer, F. X., Jugendbildung, Munich, 1950.
5 Seybold A.-Brunnhuber, Die Leibeserziehung als Unterrichtsfach und
Erziehungsaufgabe, Donauworth, 1951, pags, 6 y sigs.
26
'[
If
'~ll
escuela, igual que la palabra hablada y escrita, tambien su movimien-
to y adquirido una "sensaci6n general de fuerza?". Asi como la
necesidad de cultura, conservada despues de la escuela, es un criterio
del exito de las "materias culturales", la necesidad de moverse, una
vez terminada la situaci6n escolar, es un criterio para juzgar la
educaci6n fisica. Tiene que capacitar al joven ser humano a dedicarse
al deporte, a jugar y bailar con una, predisposici6n etica adecuada, a
utilizar los ejercicios fisicos como ayuda para la vida.
Despues de haber tratado de esbozar el objetivo de la educacion
fisica, preguntamos por las condiciones previas que ella encuentra en
el transcurso del desarrollo infanto-juvenil, para poder trazar las
hneas basicas de una educaci6n fisica adecuada al nino.
Desde hace mucho tratamos de acercarnos, con metodos cada vez
mejores, al misterio de la infancia y adolescencia, V de reconstruir,
por medio de reconocimientos y hechos aislados, el curso de ese
periodo evolutivo. Hasta la fecha se trata de tentativas fragmentarias,
aunque la literatura correspondiente ya sea casi ilimitada. Esto se
debe, por una parte, a los metodos de investigaci6n, apropiados, por
de pronto, tan solo para una parte minima de la juventud, 0 sea la de
las ciudades y los "estudiantes secundarios" (diarios, cartas, autocon-
Iesiones}". Solo ultimamente se publicaron investigaciones dedicadas
a los estudiantes industriales y la juventud obrera rural'' .
Por otra parte, las dificultades radican en el objeto mismo de la
investigaciorr; e~ la juventud y su siempre cambiante ritmo evolutivo.
A modo de sismografo sefiala este las influencias exteriores, las
epocas de guerras y catastrofes, de modo que casi toda generacion
tiene su propio ritmo evolutivo y sus propias caracteristicas fisicas y
6 Pestalozzi, H., Uber Kiirperbildung als Einleitung auf den Versucheiner
"Elementargymnastik", Obras completas de Pestalozzi, editadas par L. W.
Seyffarth, Brandeburgo a. H. 1873, tomo 18, de "Wochenschrift fur Menschen-
bildung ", pags, 44 y 56.
7 La "clasica" psicologia de la adolescencia, de Spranger, se limita
exclusivamente a esa pequefia parte de la juventud y fue por eso retirada por el
mismo autor "de la competencia cient ifica actual". Vease la edici6n 20,
Heidelberg 1949, pag. 324.
8 Bednarik, K., Der junge Arbeiter van heute - cin neuerT'yp, Stuttgart,
1953. Schelsky, H. {editor}, Arbeiterjugend gestern und heute, Heidelberg,
1955. Wurzbacher, G., Pflaum, R., Das Dorf im Planungsfeld industrieller
Entwicklung, Stuttgart, 1954; Wollenweber, H., Planck, U., Die Lebenslage der
deutschen Landjugend, Munich, 1956; Schelsky, H., Die skeptische Generation,
Dusseldorf-Colonia, 1957.
27
psfquicas", El ritmo evolutivo indica tambien pequefias alteraciones
de la vida civilizada y se modifica conforme con la situacion social,
las formas de vida, escolares, etc. Finalmente, no hemos de pasar por
alto la dificultad que ofrece la falta de coincidencia, observada desde
hace tres decenios, entre la madurez fisica y la psfquica, que hace
dudoso todo esquema evolutivo basado sobre el caso ideal de un
proceso de maduracion armonioso y homogeneo. Por ultimo, cabe
sefialar el cambio de desarrollo observado, llamado generalmente
aceleracion 10, Y que ha modificado la velocidad, los terrninos y la
meta del desarrollo.
Pese a estas dificultades no podemos prescindir de una estructura-
cion del decurso de la evolucion infantil y juvenil. Nos da unicamente
valores aproximativos, pero ninguna norma evolutiva. oRa de com-
prenderse tan solo como indicacion de ciertos aspectos, pudiendo,
quiz a, ser inaplicable a la proxima generacion,
Desde hace unos treinta afios se trata de adecuar conscientemente
la materia didactica y los metodos de la educacion fisica al nino y su
desarrollo 11. Primeramente los esfuerzos se concentraban sobre el
desarrollo fisico: el cambio de las medidas, el aspecto fisico, el
crecimiento de los organos y el desarrollo de las diferencias fisicas
debidas al sexo y sus consecuencias para la motricidad infanto-juvenil
(Mcckelmann]. Cuanto mas claramente se consideraba la mision
educativa de la educacion f'isica, tanto mas importantes se hacian los
factores psiquicos 12 , la evolucion de la forma de aprender y pensar
en el nifio, de las formas de accion y de contactos sociales, etc.
Cuanto mas profundo haya de ser el efecto de la educacion fisica
sobre la vida infantil y juvenil, tanto mas amplia ha de extenderse esa
9 Solo en el campo de los ultimos cincuenta afios podemos diferenciar
generaciones de preguerra, guerra, posguerra, revolucion, inflacion y juventud
hitleriana, de nuevo generaciones de guerra y posguerra, generaciones de
reco nstruccio n y de opulencia, etc., que segun sus impresiones decisivas en la
edad de formacion muestran un tinte especial en su comportamiento general.
10 EI terrnino fue creado por Koch, E. W., Uber Veriinderunger] des
menschlichen Wachstums im ersten Drittel des 20. jahrhunderts, Leipzig, 1935.
Hoy se ve la aceleracion como parte de un "proceso antropologico infinito ",
como consecuencia "de una correlacio n de factores biologicos que tienen un
efecto secular". Franke, M., Die gesundheitliche Situation der jugend, Munich,
1965, pags. 81 y sigs.
11 Vease Mockelmann, H., Die korperliche Erziehung in den Entwick-
lungsstufen als Grundlage der [ugendfiihrung, Berlin, 1937.
12 Vease Neumann, 0., Die leibseelische Entwicklung im jugendalter,
Munich, 1964.
28
/"'
'""
vida ante .los ojos del educador. Solo la sinopsis del variado y
multiforme proceso evolutivo nos permite esbozar las lfneas de una
educacion fisica adecuada al nino 13.
»->
Escuela primaria; 10
y 20
afio escolar
Al final de la edad infantil, neutra 14, 0 en la primera etapa de la
infancia media y posterior 15, el primer cambio de la estructura
corporal i" aun no esta terminado, aunque el mayor crecimientoen
alto ya hay a modificado las formas t ipicas del parvulo.
El nino en la "edad de los cuentos de hadas" 17 muestra una
marcada necesidad de "excitaciones afectivas y del incremento del
gozo de vivir relacionado con ellas" 18. Con su vivida imaginacion
inventa historias y las adorna. En juegos de interpretacion, desempe-
fiando papeles cantados 0 hablados, se identifica en su movimiento
con la imagen representada 19. Se complace en el movimiento
caracterizante y encuentra por si mismo los rasgos decisivos. Su
movimiento espontaneo posee caracter expresivo.
La inestabilidad de la vida emotiva, tan marcada en el anterior
perfodo de obstinacion, cede el lugar a una mayor serenidad. El
13 En el momento actual, la cuestion de una educacion fisica adecuada al
nino aim esta pendiente en su mayor parte, porque se evidencian dos tendencias:
una, de orientacio n primordialmente creativa, quisiera abrir al nino en la
educacio n fisica un campo para la ejercitacion libre de sus fuerzas infantiles; la
otra, orientada ante todo hacia el rendimiento, quiere adelantar la forrnacion
basica deporeiva todo 10 posible en la infancia, con miras a aprovechar la edad de
rendimiento y agilidad para el desarrollo de las tecnicas y habilidades deportivas
(en Hungria, ya los nines del jard in de infantes tienen que descubrir su pierna de
pique al practicar el saito en largo, etc.). Pero ambas tendencias invocan la
adecuacio n al nino.
14 Stratz, C. H., Betrachtungen uber das Wachstum des kindlichen Korpers
(Archiv fiir Anthropologie, tomo 81, 1914).
15 Remplein, H., Die seelische Entwicklung in der K indheit und Reifezeit,
2a. edicion, Munich, 1950, pags. 154 y sigs.
16 Zeller, W., DeT erste Gestaltwandel des Kindes, Leipzig, 1936.
17 Buhler, Ch., Kindheit und [ugend, Leipzig, 1931. A pesar del cambio
que han sufrido las condiciones ambientales, esta denorninacion sigue siendo
apropiada, segun nuestras propias experiencias hechas con los nino).
18 Kroh, 0., Entwicklungspsychologie des Grundschulkindes, Langensalza,
1944, pag, 253.
19 Mester, L., Spielen und Tanzen in der Bewegungserziehung der ersten
Grundschuljahre (Westermanns Padagogische Beitrage, 9/9).
29
animo se halla equilibrado y -alegre. El nino tiende a formas motrices
queexpresan este tone basico de alegria: sal!~0orre, retoza,
Adernas, ya muestra intereses. Son aun subjetivos, no diferenciados,
inestables y se revelan Ipor una "receptividad general, atencion
expectante, un estado de disposicion mental" 20 • El nino persigue sus
objetivos con una perseverancia cada vez mayor, pero solo se
concentra mientras persiste su interes,
Poco a poco la actitud de juego se convierte en actitud de
trabajo: Muchas veces se desarrolla, ya a los cinco afios, un marcado
afan de trabajar que ya no se satisface con el "mero juego". El nino
esta muy consciente de sus tareas, Ie place el exito y se siente
recompensado por sus esfuerzos. Si un trabajo se prolonga, el nino
recae una y otra vez en la actitud de juego, que aun posteriormente
puede predominar de vez en cuando.
La mision de la educacion ffsica consiste en facilitar la transicion
del parvule al ninoescolar, en compensar por media del movimiento
libre la obligacion de quedarse sentado, y por el juego, la actitud de
trabajo. No obstante,' el concepto de "gimnasia de juego", que a
menudo se aplica al ejercicio ffsico de esa edad, ya no me parece
apropiado 21 •
Induce a pasar por alto la importancia de una metodica
educacion del movimiento en los dos primeros afios escolares, a
continuar simplemente los juegos del jardfn de infantes, inferir
cuestionables cuentos, destinados a motivar el movimiento, de los
temas de ensefianza general y descuidar la importante fundamenta-
cion de una educacion ffsica por derecho propio,
Hoy el comienzo escolar ya no es mas un shock porque ge-
neralmente, el nino de cinco afios ya no sabe ocuparse bien y se
alegra de poder ingresar en la escuela. Tambien el jard in de infantes
que se difunde cada vez mas prepara al nino para la situacion escolar.
Se desilusiona si allf tambien se juega "solamente", porque ahora
quiere rendir un trabajo que sea tornado en serio, y su evolucion
espiritual y psiquica 10 capacita para ello. Por cierto que la educacion
fisica partira de las formas de movimiento de la edad del juego, yero
adernas ha de ser tambien "escuela" y deb era exigir "trabajo". El
nino esta dispuesto a ello si los problemas son presentados en tal
forma que despierten su interes y sus fuerzas alcancen para
resolverlos. T.2<!ayia no esta capacitado para efectuar uILt@pajo
.prolongado, pero de-todos-modos desea acabar.un-trabajo -empezado,
20 Biihler, Ch., ibid., pags. 255 y sigs.
21 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Zum Spielturnen auf der Unterstufe, en
"Madchenbildung ", 1965/5.
30
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La motricidad del nino, al entrar en la escuela, se caracteriza por
sus contrastes: llama la atencion, por una parte, la fuerte "movili-
dad", la rapida transforrnacion en movimiento de todos los estimu-
los, impresiones y percepciones ambientales, que mantiene al nino
continuamente "movil", 0 en movimiento 22; por la otra sorprende la
motricidad pensada, una cierta lentitud, una cuidadosa experimenta-
cion en la ejecucion del movimiento. Por rapida que sea en el
principiante escolar la transforrnacion de 10s estimulos ambientales
en movimiento, sus movimientos premeditados son lentos y circuns-
pectos (por ejernplo al hacer el rol adelante). A ello se agrega cierta
prodiga indeterrninacion 23 del movimiento que, por otra parte,
determina su gracia y elegancia. Si pensamos en el movimiento
gimnastico-depor tivo , economico, altamente funcional y rapido, y si
caracterizamos la motricidad infantil en 10s primeros dos afios
escolares como prodiga, indeterminada, circunspecta y lenta, enton-
ces se evidencia aquf una problematica que en la educacion ffsica
conduce a la exigencia de tener en cuenta la -madurez motriz, de
reconocer en el movimiento, igual que enla pintura y el modelado, la
forma infantil, de dejar madurar el movimiento infantil y no
imponerle prematuramente el estilo de movimiento gimnastico-depor-
tivo 24. En la educacion ffsica de los dos primeros afios escolares se
trata ante todo de elaborar el "nucleo cinetico " 2S con el fin de
preparar correctamente el camino hacia el futuro rendimiento 0 el
estilo gimnastico-deportivo.
La forma social del escolar que comienza es el grupo de juego. El
nino busca a sus .coetaneos para jugar, aunque la relacion entre nino y
nino sea mas bien debil. Llega entonces el maestro a constituir el
22 Meinel, K., Bewegunslehre, Berlin, 1962, pag. 292.
23 Meinel, K., ibid., habla de "lujo de movimiento", pag. 293, y de una
caracteristica "rodante", pag, 292.
24 "AI ejercitar el movimiento hay que proceder de tal manera que el
caudal cinetico del nino se conserve fluido todo el tiempo que sea posible, v no
sustituirlo demasiado pronto por formas dgidas". Streicher, M., Natiirliches
Turnen, en "Zeitgemasse Leibeserziehung der Jugend", ed. por Groll, H., Viena,
1955. Vease tambien Neumann 0., Die leibseelische Entwicklung im [ugendal-
ter, Munich, 1964, pag, 427: "No se debe adiestrar al nino, por mediode
modelos de movimiento prefabricados, en un numero limitado de habilidades
cineticas seleccionadas ...".
2S
Koch, K., Grundschulturnen an Geriiten, volumen 13 .le la colecci6n
Schriftenreihe zur Praxis der Leibeserziehung und des Sports, Schorndorf, 1966,
pag, 11, habla de "aprendizaje, adecuado al nino, de formas basicas de
habilidades de movimiento gimnasticas": tambien Seybold-Brunnhuber, A., Zum
Spielturnen auf der Unterstufe, loco cit.
31
centro del grupo de juego, el cual se transforma en "rebano" 0
"manada", unido por Ios hilos que desde cada nino convergen en, el ,
centro. Un instintivo al)arquismo de personalidad dificulta muclias
veces en un comienzo la convivencia en la nueva comunidad de la
clase. En la educacion [{sica, las tareas y 10s intereses comunes ligan a
10s nifios entre si. Aunque se adapten de buen grado, siendo sensibles
al e1ogio y la reprimenda, no podemos espera- todavla de eUos la
c~acidad de una autentica coordinacion en una comunidad. A traves-
de la pareja de companeros y de 10s pequenos grupos de tres y
cuatro, han de ser llevados paulatlnamente al grupo mayor. Cuanto
deja esto aun que des ear, 10 reve1a la incapacidad de 10s nifios de 6 y
7 anos para elegir un lider 0 capitan com un 26.
Ya en el escolar novel se descubren diferencias caracterologicas
en cuanto a la disposicion al esfuerzo: nifios aplicados 0 serios,
comodos 0 superficiales, abordan las tareas de la educacion ffsica con
la conducta que les es tfpica. No se de be esperar aun, de 10s ninos de
6 a 7 anos, un juicio fundamentado acerca de su propia capacidad de
rendimiento. Algunos nifios con una fuerte sensacion de poder
coriffan plenamente en sus propias capacidades. Los ninos temerosos
y 10s nifios cuyo sentimiento de autovaloracion este reprimid<:?,
tienen que adquirir poco a poco l~ confianza en su propia fuerza,
abordando pruebas menores que podran resolver con seguridad. _
"Para 10s ninos de Q a 8 afios, la competencia tiene un significado
puramente formal. Si, despues de una carrera de todo el grupo, se les
pregunta quien llego primero, cada uno contestara 'yo '. El deseo y 1a
conviccion de ser el primero y el mejor no nace aun de una seria
ambicion, sino del sentimiento vital, asegurado por toda la estructura
de rendimiento, de ser capaz de todo, y de una ilimitada confianza en
sf mismo que guia al nino al afrontar el mundo circundante."27 Ese
ingenuo optimismo referido al rendimiento cumple una importante
funcion, protege al nifio Contra la vivencia del fracaso y por eso
habria que conservarselo todo el tiempo que sea posible. Lo
destruimos si medimos el rendimiento infantil demasiado pronto con
normas objetivas, si confrontamos al nino una y otra vez Cvh su
. incapacidad a su "no poder todavia~. Preservamos el ingenuo
optimismo si postergamos hasta donde sea posible las competencias,
cornparaciones y normas objetivas, eligiendo las tareas de tal suerte
que e1 rendimien,to infantil tenga e1 exito asegurado. Pero ademas se
encuentran, precIsamente entre 10s escolares pequenos, muchos ninos
26 Mester, L., Strukturelemente einer planvollen Leibeserziehung im
Grundschulalter (Leibesiib ungen, 1959/2).
27 Ibl{J,
32

I
28 Remplein, H., lac, cit., pag. 176,
29 Homburger, A" Zur Gestaltung der menschlichen Motorik und ihrer
Beurteilung, en Zeitschr. f. d. ges, NeuroL u. Psychiatrie, 1923/85.
30 Segun Meine!, K., op. cit., pag. 288, la cornbinacion fluida de correr y
saltar, de lanzar y atajar, ya se domina al final de la escuela basica. Sin embargo,
segun nuestras experiencias, las dos combinaciones cineticas ocasionan aun
bastantes dificultades a los principiantes cuando se trata de conservar el flujo del
movimiento. Es cierto que dependen en gran medida de la ejercitacion, pero esta
suele faltar a los nifios de nuestra epoca.
31 Meinel, K., op. cit., pag, 298.
32 Meinel, K., op. cit., pag, 305.
cuyo.sentimiento de su propio poder es debil y que necesitan nuestra
-especial ayuda. Generalmente se trata de nifios enfermizos, nifios
criados en casa de los abuelos, nifios unicos 0 muy mimados. Su
iniciacion en la educaci6n ffsica es a menudo decisiva y, si es
coronada por el exito, puede contribuir esencialmente al bienestar
psiquico y ffsico de esos pequefios.
Escuela primaria; 3er. y 4° afio escolar
En la edad diferenciada de varones y nifias, el cambio de la
estructura corporal ha concluido: "la contextura del parvule ha
cedido el lugar a la del escolar " 28 • El mayor crecimiento a 10 ancho
produce favorables proporciones ffsicas y relaciones de fuerza, que se
revelan en un excedente de energia que busca el rendimiento y la
comparaci6n con otros.
La motricidad de los nifios de 8 y 9 afios todavia se caracteriza
por su gracia, fluidez, suavidad y riqueza de movimiento 29 pero se
manifiesta cad a vez mas una mayor economia. Ellujo del movimien-
to se va reduciendo a favor de un movimiento mas exacto y
funcional. As! la madurez motriz ofrece las premisas para el estilo.,
gimnastico-deportivo y la forma en bruto de las tecnicas deportivaa,
La capacidad de coordinaci6n aumenta de tal suerte que tambien se
ejecutan fluidamente combinaciones como saltar por sobre una
cuerda tomando impulso?", lanzar y atajar la pelota, etc. A partir del
3er. afio escolar, aprehenden tambien ritmos mas diferenciados y los
incorporan al movimiento 31 • Bacia el final del periodo observamos a
menudo un aprendizaje "a primera vista" 32, es decir que ciertos
desarrollos cineticos complejos se dominan sin mucha ejercitaci6n
previa. Es decisivo paraese aprendizaje "a primera vista", adernas de
la experiencia cinetica, ya mas rica y diferenciada, y de los modelos
33
cineticos adquiridos, I~ capacidad de observar la forma, que en el
noveno ana de vida viene a sustituir la observacion del color.
Los intereses son determinados ahora por el objeto. EI niI'io ya no
es impelido por la necesidad de jugar ni por un capricho: pasajero. El
objeto mismo 10atrae. La mayor intensidad y energia de la voluntad,
Ia separacion definitiva de la actitud de trabajo de la del juego, la
atencion fija (hasta entonces era fluctuante) hacen que el nino
persista en una ,prueba ofrecida a elegida por el mismo, hasta que
logre un resultado objetivo. De este modo, esta fase se convierte en el
pcr iodo de aprendizaje mas importante del nino.
Ese period a de agilidad ha de ser reconocido, tambien en cuanto
a la educacion f isica, como la edad mas import ante para el
aprendizaje. Mientras que en el 4° afio escolar un 80 por ciento,
terrnino medio, de los alumnos suele aprender Ias formas basicas de
las habilidades gimnasticas, solo un 62 por ciento llega a dominarlas
si se empiezan a practicar solo en el 5° ana. Si las introducimos solo
en el 6° ana, apenas la mitad de los varones yun tercio de las nifias
logran resultados satisfactorios 33. Sobre todo las chicas aprenden
rapidarnente, a partir del 3er. ano,· las formas basicas de los
movimientos gimnasticos. En que medida los jovenes mismos tienen
la conciencia de vivenciar en esa fase un momenta oportuno para el
perfeccionamiento de las habilidades deportivas.rlo muestran compo-
siciones escritas en que algunos alumnos de 12 afios lamentan haber
aprendido demasiado poco en las clases de gimnasia de la escuela
basica y que ahora, a 10s 12 anos, seria tarde para recuperar 10
perdido 34. Varias investigaciones hechas 35 permiten llegar a la
conclusion de que 10s nifios de 8 a 10 afios experimen tan en efecto
un maximo de aumento relativo de rendimiento, al que en los
varones sigue otro a los 15 0 16 afios de edad.
EI incremento Ifsico de la amplitud de movimientos y la
extraversion psiquica, que ahora rompen definitivamente el cerco
que encerraba el mundo infantil, sirven para la "conquiyta de la
33 Estas cifras se las debo a Koch, K., Hamburgo. Vease tambien Koch, K.,
Grundschulturnen an Gerdten, volumen 13 de la coleccion Schriftenreihe zur
Praxis der Leibeserziehung und des Sports, Schorndorf, 1966, pags. 94 y sigs.
34 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Turnert und Sport in der Welt unserer
Schiilerinnen, en "Die Leibeserziehung", 1957/6.
35 Peters, H., Verdnderungen der sportlichen Leistungsfiihingkeit im
Schulalter, en "Korpererziehung", 1965/5.
34
1
realidad exterior" 36. La actitud frente al mundo se torna realista 37 y
el nino es mas prosaico: Ahora prefiere las Ky-endas e historias de
aventuras a los cueritos de hadas. Paulatinamente, el nino aprende a
juzgar en forma critica su propia capacidad. Mas este juicio no se
apoya aun en normas objetivas, sino en la relacion subjetiva, en la
comparacion del rendimiento propio con el de los nifios presentes.
La concepcion analftica sustituye ahora a 1a global. El nino
observa mas exacta y atentamente. La capacidad de dirigir la mirada
con exactitud, el desarrollo de la atencion fija y de la tenacidad de la
voluntad, asf como la creciente fuerza, permiten a 10snifios ayudarse
y asegurarse mutuamente. Primeramente tienen que practicar las
tomas manua1es del avudar y asegurar en grupos de a tres, en
situaci6n sin peligro, sin aparatos. Solo cuando en esta situacion el
nino domina sus movimientos con seguridad y cuando, a traves de
multiples practicas 38, ha experimentado que es capaz de ayudar y
puede confiar en la ayuda del otro, las tomas se practican en el
aparato. Pero entonces vale el principio de "todos ayudan a todos".
Encrgia, frescura y estados de animo elevados, desde la des-
preocupada alegr ia hasta la travesura y el alborozo, caracterizan el
sentimiento vital. Seguro de si mismo y audaz, el nino utiliza ahora
su capacidad en la clase de educacion fisica para acrecentar el
sentimiento de su propio poder. La creciente vitalidad se revela por
un aumento de actividad. La forma de accion es el obrar utilitario de
determinacion subjetiva (trabajo de orientaci6n egoista) 39. Deber ia
evitarse ahora toda exageracion en cuanto a la ambicion personal,
integrando, siempre que sea posib1e, la actuacion individual a la
colectiva.
Una actividad incansable y un siempre despierto espiritu empren-
dedor predisponen en esta edad, como en ninguna otra, para la
educacion ffsica. Ahora el nino ha de lIegar a conocer la mayor
cantidad posible de especialidades gimnasticas y deportivas. Confiado
se acerca a toda nueva tarea para poner a prueba sus fuerzas y los
36 Remplein,op. cit., pag, 178.
37 Ese realismo de la infancia media es aim ingenuo y falto de cr itica.
38 Vease Blombach, A., Das gegenseitige Helfen im Geriitturnen, en
"Madchenbildung ", 1963/6.
3 9 Kerschensteiner, G., Theorie der Bildung, Leipzig, 1926, pags, 298 y
sigs.
35
/
fracasos iniciales no 10 desaniman facilmente 40. Mientras que al
~aron Ie interesan preferentemente el rendimiento, fuerza, resistencia
.y- agilidad, la nifia aspira ya a la forma estetica adernas del
rendimiento 41.
La forma social es el "compaiierismo" entre los muchachos que
suele unir toda una pandilla de chicos de la misma edad. Las nifias
traban "amistades", generalmente de poca duracion y q.ue incluyen
solo dos a 10 sumo tres de su edad. Ahora, en la asf Hamada "edad de
la broma", se teje mas fuertemente la relacion de nino a nino. En el
continuo vaiven de la relacion entre los nifios se.revela el "caracter de
corriente alternada" 42 de esta forma social, especifica de esta etapa.
Ese dinamismo de la convivencia halla s,u mejor valvula de escape en
certamenes y postas. ~
t1>J!!~nJe el 3er. y 4° afio escolar ya pueden formarse gruposl
autenticos, Con la cornprension de la razon de ser de una comunida~
de grupo aumenta tambien la capacidad critica, necesaria para elegi~
capitanes responsables 43. Los muchachos ya descubren cualidades'
objctivas de dirigentes, mientras que las chicas aun se guian mas bien
por argumcntos emocionales y simpat ias personales. -
CicIo superior de la escuela primaria;
5° y 6° ario escolar
Ciclo basico de La escuela secundaria
Una incrementada disposici6n al rendimiento y el placer en el
ponen de relieve el excedente de energias de esta etapa. El nino se
40 En el mismo sentido se expresa Neuman, 0., op. cit.: "Lo especifica-
mente importante de las ejercitaciones fisicas para la fase prepuberal esta en que
ofrecen un campo de acci6n exce!ente a la canalizaci6n de la inc:}naci6n t ipica
de la edad hacia el objeto".
4 1, Algunas nifias de 9 afios, despues de algun tiempo de coeducaci6n,
rechazaron la participaci6n de los varones en la gimnasia, alegando que "Ios
muchachos no quieren hacerlo bien, nos molestan". Vease Hennig, W. y Schroer,
W., Zur Entwicklung des Sportinteresses beiJugendlichen, en "Korpererziehung"
1966/11; Los autores encuentran en su investigaci6n de que por cierto en los dos
sexos existe en primer lugarIa necesidad de rendimiento, pero que en los nines
sigue despues "Ia necesidad de vivencia" y en las nifias "Ia necesidad de goce",
sobre todo la alegria en la forma estetica.
42 Este terrnino sobre la relaci6n social se 10 agradezco a H. Hirn.
43 Mester, L., lac. cit., (Leibesiibungen, 1959/2).
36
perfecciona en su forma de vida infantil; c::s la fase del "nino
~e_ctQ~, la 3ra. fase de la nifiez, el periodo prepuberal 44 •
El interes del nino se dirige ahora hacia "las leyes que obran
detras de las cosas y fenornenos aislados" 45. Quiere saber como se
produce el rendimiento deportivo. Le interesa la tecnica del
movimiento, la aplicacion precisa de la fuerza. El pensamiento
teorico, la capacidad de abstraccion y comprensi6n de 10 que es una
ley natural, que ahora va despertando en el y que 10 madura para el
pensamiento cientifico-natural, Ie permiten aprehender las leyes de la
causalidad, por 10 menos de manera aproximativ~.
Mientras que hasta entonces el nino se creia capaz de todo,
sobreestimando a menudo sus fucrzas y precipitandose afanosamente
a" cualquier tarea, "mide ahora sus capacidades, las compara con las
de otros nifios y limita sus performances ala medida de la capacidad
que reconoce en sf mismo" 46. Rechaza a menudo precipitadamente
las pruebas que le parecen demasiado dificiles. Se inclina a exagerar
.conscientemente las dificultades imaginadas, para que despues su
actuacion brille mas gloriosamente.
La actitud critica frente a su pro pia actividad frena el movimien-
to. Este se hace mas lento y pausado. Junto con la ingenuidad del
comportamien to se pierde la gracia de la motricidad. En lugar del
ritmo natural del movimiento se manifiesta ahora el compas
conscientemente dirigido. Si hasta entonces los movimientos expre-'
sivos del nino eran abundantes y desenvueltos, se hacen ahora
dominados, convenientes y economicos,
Con respecto a la motricidad, Meinel habla de un "punto
culminante en el desarrollo general". La mayor agilidad y destreza, la
creciente velocidad y fuerza as! como la superior capacidad de
.reaccion y adaptacion favorecen ahora el movimiento que se muestra
equilibrado, armonioso, fIuido y dinamico y cuya estructura de fases
es cada vez mas marcada. Es caracterfstico, tambien a esa edad, el
"aprendizaje a primera vista" mientras la desproporcion de las
medidas corporales no surta un efecto perturbador e inhibidor 47 •
,
)
44 Neumann, 0., Die leibseelische Entwicklung im Jugendalter, Munich,
1964, pags. 420 y sigs.
4S
Remplein, H., lac. cit., .pag, 194.
46 Ibid., pag, 197.
47 Meine!, K., op. cit., pags, 304 y sigs.
37
~ ~
La actitud critica se orienta tambien hacia el aspecto fisico 48 • Ha
llegado la hora de lIamar la atencion del adolescente sobre la relacion
salud-capacidad de rendimiento-belleza.
Las investigaciones 49 han mostrado que en los nifios de 11 afios
ya existen la disposicion y el deseo de una educacion higienica activa ..
Sorprende que los varones se muestran en ese sentido mas interesados
que las nifias.
La moderna anticipaci6n de los intereses por la moda, fomenta-
dos por el comercio, trae consigo la necesidad de aguzar la vista de las
muchachas, ya a esa edad, para la belleza natural, 10 sana y las
aberraciones de la moda. Si hasta entonces ni los muchachos ni las
chicas ptaban muy propensos a lavarse, ahora les invade de vez en
cuando 10 que podria lIamarse un furor higienico, Por eso,
precisamen te a esa edad, las ensefianzas higienicas caen en terreno
f~rtil. Aunque las ninas a veces imitan a los varones y se muestran
desenvueltas como ellos (ver mas adelante), se oculta bajo diversos
disfraces el nacien te anhelo de belleza. .La nifia qui ere ser hermosa, <,
moverse con elcgancia, es decir, ante todo, con seguridad.i Al buscar
un modelo encuentra por todas partes el ideal de belleza del
momento, que pocas veces halla la aprobacion de la generacion
mayor. Pero hay que tener presente que los ideales de belleza
cambian y que la muchacha deportista, fresca e impecable, ideal de la
actual generaci6n de profesores de educacion fisica, carece de
significacion para la juventud. No es una imagen directriz para esa
juventud. Por eso es necesario descubrir en el ideal de belleza dictado
por la moda del momenta aquellos rasgos que ofrecen un punto de
partida a la educaci6n fisica. El aseo personal, la agilidad y elegancia
del movimiento, sobre todo en el andar, pertenecen, aun hoy, a la
imagen a la cual la nifia trata de parecerse. Acepta de buen grado las
sugerencias de la educaci6n fisica que le pueden ~yudar en ese
sentido. Nada mas torpe que condenar como mera vanidad ese
timido deseo de belleza. )
El sentimiento vital se halla determinado por una sensacion de
fuerza ffsica y de un alegre estado de animo. En la edad de
I I
48 En mi opinion, Meinel pasa por alto la anticipacion del crecimiento de
los miembros a causa de la aceleraci6n, con la consiguiente "diso lucion " de la
motricidad infantiL
49 Widmer, K., Die Entwicklung des Leibes- und Gesundheitsbewusstseins
des Kindes und die Thematik der Gesundheitserziehung, en "Piidagogische
Rundschau", 1965/12.
38
Robinson 50, el nino esta bien dispuesto a esforzarse, a bus car
condiciones de vida sencillas, a soportar incomodidades.Las excur-
siones y el camping comienzan a fascinarle. Quiere destacarse en las
habilidades naturales, como correr, lanzar, trepar, saitar, etc., con el
fin de estar preparado para todas las contingencias de la vida, igual
que su heroe Robinson. El exceso de energia es la base del Espiritu Iu-
chador de esa edad. En los juegos que implican lucha intervienen apa-
sionadamente tanto los varones como las nifias. EI comportamiento
en el juego suele estar determinado por un fuerte deseo de figurar 51.
Empieza la vanidad y ostentacion, sobre to do en los muchachos. Esa
edad se aferra todavia a 10 exterior, hace alarde de su fuerza fisica y
hazafias deportivas que aun hoy gozan de un gran prestigio 52 •
El valor es la virtud mas importante. El cobarde se desprecia. La
plenitud de energia y una aminoracion de los sentimientos caracte-
rizan no solo a los muchachos, sino tambien alas nifias, que en esa
etapa parecen a menudo masculinizadas.
El enfasis del sentimiento de si mismo se traslada cad a vez mas
del sentimiento de poder al del propio valor. Pero la conciencia de
ese valor aun no puede apoyarse en rendimientos objetivos. Todavia
no esta anclada en el propio fuero intimo y depende del mundo
exterior, del elogio y de la censura. La mayor susceptibilidad frente a
toda critica exige que seamos prudentes.
En el psiquismo predomina el intelecto .sobre el sentimiento. };:l
nino parece desalmado, hasta cruel. Despiadadamente pregona los
defectos fisicos y las dolencias de sus comparieros. En combinacion
con la autocritica que se va despertando en ellos, esto puede
producirles serios traumatismos. Por eso, los alumnos que sufren
algun impedimento fisico, sobre todo nifios lentos, torpes 0
retardados, necesitan ahora un cuidado especial de parte del
educador fisico. No deben ser separados de la comunidad de
alumnos, pero hay que ahorrarles comparaciones vergonzosas. Dentro
0'
J
so Biihler, Ch., Kindheit und Jugend, 3a. ed., Leipzig, 1931, pag. 281. Esa
caracterizacion de las nifias ha conservado toda su validez. Las "aceleradas " entre
ellas viven en dos mundos: juegan a los escondites, se entusiasman por hacer el
rancho, son como muchachos y, no obstante, ya miran con el rabillo del ojo las
modas y las peHculas.
51 Vease Neumann, 0., op. cit., pag. 293.
52 Veasp Neumann, 0., op. cit., pag. 293: "Como los muchachos
consideran la capacidad fisica y las aptitudes practicas para la vida como medidas
de su mutua apreciacion, el varon deportivo tiene posibilidades mucho mejores
para entrar en el mundo circundante ... ".
39
,'" -"""
de la posible, debe descubrir una ejercitacion que ellos puedan
-dominar y que les ofrezca una "compensaciori" 53 •
La forma social se manifiesta en la amistad del grupo. La clase
ernpieza a verse a sf misma como un todo y trata de imponerse a
otras unidades. Las competencias entre distintas clases contribuyen a
que 105alumnos fuertes se preocupen por ayudar a los mas debiles y
a provocar un "espfritu de solidaridad" que abraza a todos los
miembros del grupo. Mientras que los muchachos se sienten bien en
el grupo, la nifia busca cada vez mas la comunidad intima, la amistad.
La separacion de sexos es ahora completa. Ya no es razonable juntar
muchachos y chicas en las clases de educacion fisica. Se distinguen en
la manera de moverse, de jugar 54 , Y en sus objetivos de rendimiento.
~~egos reglamentados son reemp1azados por otros que dejan
una amp1ia libertad de acci6n. Los 1azos exteriores que unen el grupo
de juego, van sustituyendose por otros interiores, Los equipos se
conservan aunque se a1ejen del campo de juego. Los verdaderos
capitanes de equipo son ahora responsab1es, muchas veces, del
"esp iritu de grupo". Su influencia se extiende, no solo a1juego, sino
a toda 1a vida esco1ar. "No 10s brillantes logros teoricos, sino mas
bien una capacidad general frente a la vida, con sefialadas aptitudes
ffsicas, constituye el ideal de esta etapa." 55
Esa caracterizaci6n, valida en afios anteriores, ahora solo es
aplicable a una parte de 1a clase, pues en 10s nifios de 10, 11 Y 12
afios, 1a aceleracion del desarrollo y en 1as nifias 10s comienzos de la
menstruaci6n, modifican decisivamente 1as condiciones previas para
la educaci6n fisica ~6. El profano 10 reconoce ante todo en el
~!llento de la talla, _en comparaci6n con 10s nifios de generaciones
anteriores, de la misma edad.
Aunque el aumento de la talla ya se insinua en el recien nacido y
se acen tua en el nino preesco1ar, llega a ser mas marcado en la fase de
Ia prepubertad, entre 10s 10 y 14 afios, En comparaci6n con 10snines
de la misma edad de generaciones anteriores, se han comprobado
ventajas de hasta 12 em de talla y hasta 11 kg de peso 57. Esta fase
evo1utiva de los nifios de lOa 14 afios se distingue por una gran
intensidad de crecimiento, por 10 cua1 parece ser particu1armente
sensible a 10s estfrnulos de crecimiento y desarrollo. Pero 1a mayor
sensibi1idad equivale a una mayor delicadeza. De ahf que los nifios de
crecimiento acelerado reaccionen muy vivamente a identicos estfrnu-
los de desarrollo durante Ia fase sensible de la inminente pubertad.
Esto es de trascendental importancia con respecto al problema de la
resistencia y de la aplicacion de est imulos en Ios ejercicios fisicos y el
deporte, pues 10speriodos de intenso crecimiento son siempre epocas
de crisis del desarrollo juvenil.
Neumann 58 sefiala 1as diferentes condiciones de los desarrollos
acelerados sincr6nicos y asincronicos para -la educacion fisica.
Mientras que en los acelerados en quienes se observa una anticipacion
uniforme de todos los procesos de maduracion [sincronicos}, las
investigaciones perrniten suponer un "crecimiento corporal armoriio-
so, una sana sensaci6n de fuerza y un gran empuje" 59 , los acelerados
en quienes la anticipacion del desarrollo abarca tan solo procesos de
maduracion parciales (Ios asincronicos}, muestran una "complexion
muy debil" que "constituye una mala base para 1a intensidad
personal de empuje " 60. La anterior interpretacion negativa 61 de la
aceleracion se considera ho y como anticuada en cuanto a 10s
acelerados sincronicos se refiere, pero no cabe duda de que un
organismo en rapido crecimiento corre mayor peligro a causa de
5 7 Freund, J., IMd., pag, 10.
58 Neumann, 0., Die leibseelische
1964, pags, 312 y sigs.
59 Ibid., pag, 315.
60 IMd., pag. 316.
6 I
Entwicklung im [ugendalter, Munich
53 Muchas veces la encoritraran en la natacion 0 tambien en la educaci6n
ritmica. Las cJases especiales y de perfeccionamiento ayudan a estos nifios sobre
todo si se considera que su indiferencia hacia la educaci6n fisica 0 su rechazo de
la gimnasia no son causa sino consecuencia de- sus rendimientos insatisfactorios.
Vease Rohrberg, K., Zu Problemen des Leistungsuersagens im Sportunterricht,
en "Korpererziehung " 1965/11. )
5 4 Fuxloch, K., Das Soziologische im Spiel des Kindes (Zeitschr. f. angew.
Psycho!., numero suplementario 53, 1930).
55 Buhler, Ch., loco cit., pag. 324._
56 Segun las costumbres que aun rigen en la escuela, la incipiente
menstruacion ofrece alas nifias de menor rendimiento la bienvenida oportunidad
de escaparse de la molesta gimnasia. Sin embargo, la estabilizaci6n del sistema
vegetativo, por medio de ejercicios hechos con regularidad, serfa de gran
importancia precisamente en esa fase del desarrollo. Vease tamhien Fuchs; H.,
Arztliche Turnbefreiung wegen des Menses? en "Leibesubungen, Leibeser-
ziehung " 1966/1.
La interpretaci6n negativa de la aceleracion como "brote de agua",
"trauma de urbanizaci6n", "enervacion lujuriante ", etc., es refutada por las
investigaciones recientes, segun las cuales los acelerados son mas inteligentes y
superiores a los de maduraci6n lenta tanto en sus rendimientos intelectuales
como deportivos. Vease Bormann, F. V. Y Pauly, S., Akzeleration der jugend, en
"Miinchener Medizinische Wochenschrift", 1965/43.
40
41
~
dafios exteriores, errores didacticos, etc. 62. La gran intensidad del
desarrollo exige plenamente los sistemas funcionales. Los esfuerzos
no deb en dosificarse yaumentarse simplemente en proporcion a la
talla. Han de adaptarse al estado funcional en su totalidad. iPor eso,
habra que prevenir especialmente a los acelerados asincronicos contra
agotadores ejercicios de resistencia, en vista de la creciente carga y la
consiguiente inestabilidad vegetativa causadas PQr el desarrollo. Esto
no quiere decir que en esos jovenes no ha deejercitarse la resistencia.
Las investigaciones recientes 63 no comprobaron diferencias signifi-
cativas de las frecuencias card iacas de trabajo y reposo entre jovenes
de lOa 19 anos y con rendimientos relativamente iguales en
comparacion con el peso corporal,y en personas de 7 a 33 afios se
cncontro una absorciori maxima de oxigeno aproximadamente igual
por kilogramo de peso corporal. Estos resultados contradicen la
opinion general de que los jovenes sedan incapaces de hacer
ejercicios de resistencia y larga duracion. AI contrario, permiten
suponer "una capacidad de rendimiento relativa y aproximadamente
igual en ejercicios de resistencia de breve duracion " 64 • Precisamente
los acelerados necesitan el ejercicio de resistencia (ino la perfor-
mance forzada! ) para compensar el crecimiento en alto, relacionado
con la aceleraci6n, mediante.fuertes est imulos para.el.desarrollo en
ancho.' EI crecimiento anticipado de los miembros suele dificultar la
coordinacion en la gimnasia con aparatos, y sin ellos, y hace
recomendable la natacion 0 un buen dosificado entrenamiento de
resistencia en carreras natacion, patinaje sobre hielo 0 esqu i y en los
.grande~ juegos. Surge de elIo la nec~idad de una dosificacion
individual de los estfrnulos y de una graduacion de la carga
cuidadosamen te adaptada alas posibilidades de los individuos
acelerados asincronicos.
Pero como las clases de ninguna manera muestran una aceleracion
uniforme, siendo a menudo grotescas las diferencias de desarrollo
dentro de un mismo afio, se recomienda a veces reunir a 10sjovenes

)
62 Bennholdt-Thornsen, C., habla de "aumentada disposici6n para la
respuesta de est irnulos y de reacci6n", citado en Neumann, op. cit., pag, 316.
63 Investigaciones de Mellerowicz, H. y Lerche, D., comunicadas en
Mellerowicz, H., Das Korp erliche Leistungsuermogen der heutigen Jugend,
Munich 1965, pags, 20 y sigs.
64 Mellerowicz, H., op. cit., pags. 23 y 26: "Es muy probable que sin
ejercicios de resistencia, adecuados a la juventud, el organismo juvenil no se
desarro llara en forma 6ptima. Por eso, los ejercicios de duraci6n apropiados
deben incluirse en la educaci6n fisica de la escuela mas de 10 que suele hacerse
hoy en dia ...".
42
en grupos de acuerdo con su estado evolutivo con el fin de asegurar a
cada uno la estimulaci6ri propicia y necesaria. Pero, prescindiendo de
la dificultad del agrupamiento, se opone a ello el efecto perjudicial de
toda clasificaci6n que ha de temerse sobre todo con respecto a 10s
nifios de maduraci6n lenta. Si se ofrecen los ejercicios en toda su
plenitud, de todos modos resultan posibilidades de compensaci6n,
pues segun el tipo de ejercicios y la tar,ea se yen favorecidos una vez
los "largos", otra vez los "breves".
Por 10 general, el joven mismo se_QPone a un gasto de fuerza
demasiado ...riguroso. Pero no menos nocivas que las prolongadas
@rgaLflsi~cas son las _p,.§[q.uicas,como por ejemplo las reiteradas
vivencias de fracaso, lei acurnulacion de competencias, etc. Esos
_esti~ulos interiores no suelen llegar a la conciencia del joven.
Tampoco provocan siempre estados patol6gicos, pero a menudo son,
la causa.ide un desgano general, que en el campo de la educaci6n
ffsica se manifiesta como indiferencia, rechazo, hostilidad, irritabi-
lidad, etZ"Si clprofesor trata de contrarrestar el desgano con un
renovado estfrnulo , con situaciones de~ompetencia, postas, etc., la
situacion empeora. Surte un efecto equilibrador, mas bien, una
practica tranquila, una ~Qnversaci6n acerca del nuevo objetivo,
algunos ejercicios que pertenecen a la educaci6n rftmica, etc.
Cicio superior de la escuela primaria;
cicio inferior y medio de la escuela secundaria
(70 y 8° ann escolar)
El impulso de crecimiento durante el segundo cambio ffsico
incide en primer lugar sobre las piernas, ante to do los muslos. El
tronco sigue siendo pequerio y enjuto.
Esta desproporci6n, combinada con los procesos de maduraci6n,
produce trastornos de toda la motricidad juzgados de diversas
maneras y a veces dramatizados por algunos autores 6S • En su estudio
6 S Remplein, H., op. cit., pag, 222, habla de "falta de dominio, inarmonia
que llega hasta la disritmia, disdinamica, rudeza de expresi6n y rebeldia".
Homburger, A., Uber die Entwicklung der menschlichen Motorik und ihre
Beziehung zu den Beuiegungsstorungen der Schizophrenen, en "Zeitschrift fiir
die gesamte Neurologie und Psychiatrie", vol. 78, Berlin 1922, habla de un
"derrumbamiento de la motricidad infantil", pag, 282; Mockelmann, H.,
Leibeserziehung und jugendliche En twick lung, Schorndorf, 1952, pags, 73 y
sigs., de "disoluci6n de la motricidad", y Neuhaus, W., Kinderpsychologie vom
Standpunkt der Entwicklung, Flensburg, 1948, pag. 34 opina que "Ios esquemas
cineticos, desarrollados con tanto esfuerzo, se deshacen casi completamente".
.ll
I
sinoptico, Meinel " sefiala comb caracterfsticas de esos trastornos:
una "tosquedad de la motricidad total, menor agilidad, menor
exactitud, la reaparicion del lujo de movimientos. (en mi opinion
ahora a menudo deliberado, como movimiento expresivo, tic
cinetico, etc.), dinamica perturb ada, disminuida capacidad de apren-
dizaje motor, inquietud motriz con desgano para moverse". Todos
estos Ienomenos apareq:n, en el joven acelerado, ya a los 12 0 13
afios, El joven ya no se siente" comodo " den tro de su cuerpo; sus
gestos y porte son desmafiados y torpes. En las nifias, la creciente
anchura y pesadez de la pelvis y el desarrollo de los senos crean otras
condiciones para la gimnasia con aparatos y los ejercicios en el suelo.
Por eso se habla hoy muchas veces de una ruptura 0 un estancamien-
to en el rendimiento a esa edad. Pero el efecto negativo del segundo
cambio ffsico incide menos en el movimiento voluntario que en el
incontrolado (el andar, los gestos, etc.). En los movimientos
practicados con regularidad, apenas si aparece dicha ruptura. Pero
donde, antes del cambio ffsico, la conduccion del movimiento aun no
hab ia logrado seguridad, donde la educacion ffsica no ha ido mas alla
de uno que otro ejercicio, la ruptura y el estancamiento del
rendimien to suelen reconocerse tambien en el movimiento vo-
iuntario.
Mientras que, en Ics varones, el incremento de la fuerza mus-
cular sigue desarrollandose en sentido lineal, en las nifias se va
retardando. En su totalidad, una mayor fatigabilidad y propension a
I~fermedades distinguen esa fase nitidamente de la anterior. No
obstante, serfa un error hablar de un "periodo de veda". Por el
contrario, scgun los reconocimientos medicos mas recientes, '1a
suficiente carga funcional para el esqueleto y aparato muscular ...
constituye una condicion previa fundamental" para el sana creci-
mien to del joven en esa etapa 67 •
El desequilibrio exterior corresponde al interior. Allf tambien se
esta preparando un cambio; el nino extravertido puede transformarse
"11 adolescente introvertido. Muestra una Juerte propension a la
autorreflexion y autocr itica. La dedicacion al propio yo rrae un
incremen to de la imaginacion. La vida imaginativa se caracteriza por
su gran vivacidad.
"La profundizacion, inestabilidad y el predominio de los senti-
mientos de desgano" 68 en el estado de animo, la desproporcion
66 Meinel, K., op. cit., pags, 312 y sigs..
6 7 Neuma~n, 0., op. cit., pag. 446.
68 Remplein, H., loco cit., pag. 222.
44
i)
ffsica, tendencia a la autocrftica, la flojedad y el cansancio ffsicos, no
parecen ofrecer muchas posibilidades a la educacion ffsica en ese
perfodo. No obstante, es un. error hablar simplemente de una
"disminucion del rendimiento" en esa fase. Considerandolo global-
mente, el rendimiento sigue en aumento 69 • Pero el aumento es mas
lento y puede interrumpirse completamente, aunque en forma
pasajera, durante la fase negativa 70. Pese alas alteraciones en la
proporcion de sus palancas, el joven se arregla rapidamente, en
cuanto al rendimiento se refiere; y tanto mas rapidamente cuanto
mejor hab ian estado educados su forma y sentido cineticos, Mas para
el movimiento conscientemente elaborado, por ejemplo en la
gimnasia, y la gimnasia en aparatos y en la danza, a menudo estas
alteraciones constituyen, en un principio, un obstaculo insalvable.
Cuanto masansiosamente admire la forma perfecta, tanto mas
.crftico se pone el joven frente a sus propias tentativas. AI efecto
paralizador de esa autoobservacion y autocrftica nos sustraemos,
dando al movimiento una meta concreta, desviando la observacion
desde el propio yo hacia el movimiento de un pequefio elemento,
proponiendo pruebas cuya solucion ha de seT10 hastante atractiya y
diffcil como para hacer olvidar las inhibiciones y organizando un
juego que fascine a los jovenes.
La intensificacion de la vida imaginativa y la vivacidad de la
capacidad representativa 71 , favorecen el juego con el movimiento, 0
sea la creacion expresiva, unicamente si el nino ya ha aprendido a
"utilizar" el movimiento y si dispone de un "vocabulario" corporal.
Sin esa labor previa, esta etapa es muy desfavorable para empezar con
la gimnasia 0 la danza. EI estado general, ffsico y psfquico, ofrece
tambieri en otras ramas de la gimnasia y los deportes grandes
obstaculos para la adquisicion de nuevas experiencias cineticas. Esta
fase del desarrollo no se presta tanto, sobre todo en las nifias, para el
aprendizaje de cosas nuevas, sino mas bien para la consolidacion y el
perfeccionamiento de 10 adquirido.
69 Bach, F., Grundlagen fur eine Punktwertung der sportlichen Leist- ung
Jugendlicher (Die Leibeserziehung, 53/4), y Espenshade, A., Dable, R. y
Schoendube, R., Dynamic balance in adolescent boys (The Research Quarterly,
vol. 24, nO 3).
70 Buhler, Ch., loco cit., pag. 314; segun H. Hetzer, la fase negativa es
considerablemente mas breve en las niiias que en los varones.
71 Vease tambien Widmer, K., Entwicklungsspezifisches Erleben und
Verhalten des jugendlichen Miidchens im Turn- und Sportunterrich t, en "Die
Leibeserziehung" 1966/2.
45
~..
"-f:;"
'
El sentimiento de, autovaloracion, extremadamente susceptible,
fluctua entre ex tremos, Si queremos fortalecerlo, tenemos que
proponer tareas que el ser joven sea capaz, de llevar a Clabo si se
_esfuerza 72. Ya no es bastante elogiar solo para dar aliento. Si el
elogio carece de justificaci6n objetiva, le disgusta al joven. Sus
reacciones son, a menudo, imprevisibles. Tareas queayer le causaron
placer, hoy las mira con indignaci6n, impaciencia, rabia y hostilidad,
para dedicarse a ellas con afan al dia siguiente. La voluntad que aun
no sabe dominar la tormenta intima, falla muchas veces en dirigir los
subitos impulsos. Asf faltan al entrenamiento la perseverancia
consciente, y al rendimiento, la continuidad.
A menudo, !a sed de vivencias y la de actividad, temporariamente
aumentada, que se manifiesta por un constante ajetreo y una mal
dirigida laboriosidad, determinan un efimero centelleo del entusias-
mo deportivo. El joven busca suspenso, aventura y la excitaci6n de su
sensacion vital en el deporte 73 •
La vuelta hacia el interior disminuye las ataduras del exterior.
"La alegre predisposicion infantil a establecer contactos cede, por 10
menos pasajeramente, al rechazo y recelo del" contacto." 74 .-£;1_
retraimiento y la obstinaci6n, el retiro de los vinculos acostumbra-
dos, caracterizan esta edad. Ello hace que la tan lamentada fuga de
las asociaciones gimnasticas y deportivas sea un fen6meno determina-
do necesariamente por el desarrollo. El deseo de autonomia e
independencia, el rechazo de influencias educativas ajenas, la
desconfianza frente a todos los valores ofrecidos por el adulto y la
necesaria disolucion de los vinculos habi tuales, impulsan al joven a
72 Neumann, 0., op. cit., pags. 450 y sigs., sefiala la importancia de que el
exito del rendimiento sea visible. y medible en esta fase y extrae como
consecuencia que es mas importante hacer indicaciones sobre la forma de
ejecucion de un movimiento que solicitar un objetivo de ese movimiento.
73 Neumann, 0., op. cit., pag, 458, sefiala por eso, en mi ojinion con
razon, que en esa fase la educacion fisica tiene la mision de "rnostrar al joven los
caminos hacia una abreaccicn motriz de sus tensiones ernocionales, de convertir
su agresividad en actividad dominada, de ofrecerle la posibilidad de veneer sus
impulsos excesivos de una manera ludicra en el encuentro con el cornpafiero 0 el
adversario " .
"/4 Liischen, G., Ursachen des geringen Anteils der uieiblichen jugend an
der Sportjugend und deren Beuorzugung bes timmter Sportarten, en "Olympische
Jugend" 1966/2, sefiala que las nifias abandonan la asociaciori no a los 14 anos,
como suele afirrnarse, sino a los 18 y que "caracter isticamente ... su curva de
afiliacion, respecto de la edad, muestra una correlacion negativa con la curva de
las jovenes que, en nuestra sociedad, contraen matrimonio".
46
abandonar la asociaci6n donde hasta entonces hab ia encontrado
placer y amigos. Es cierto que aun no sabe 10 que quiere. No ingresa
en ninguna otra asociacion, pero sabe 10 que no quiere. No quiere
ataduras; este retiro no ha de confundirse con la "pasividad de la
Juventud" 75, ni con su "decaimiento" 76. Si la gimnasia ha consegui-
do afirmar sus valores en el alma del nifio, el joven reencontrara el
camino hacia ella.
Es cierto que en esa etapa el joven rechaza los vinculos
habituales, pero se crea nuevos. La.forma sociologica de la "pandilla"
responde a su deseo instintivo de llevar una vida junto con sus
iguales, lejos de la vigilancia y las ordenes de los adultos 77 •
El paso decisivo en esa fase es la construccion de un mundo de
valores. Ahora hay que hacerle ver al joven los valores de la
educaci6n fisica: el placer por el movimiento, por su fluidez, por su
elegancia, por la musica dentro del movimiento y el movimiento
dentro de la musica; el esfuerzo fisico, la salud que surge de la propia
responsabilidad, el propio -:-aunque sea modesto- rendimiento; la
alegria del juego y de jugar; el encuentro con la naturaleza que el
deporte ayuda a descubrir. -
La actitud extravertida frente a los ejercicios fisicos, que estaba
dirigida .a medir las fuerzas, a la comparaci6n y el reconocimien to,
deberfa transformarse ahara, tambien en este campo, en otra
introvertida que sabe elegir y aprovechar los valores del deporte y de
los ejercicios fisicos para la preparacion y Lormacion de la propia
75 Diem, C., Gelingt die Uberwindung der jugendpassivitiit? (Rheinische
Turnzeitung, 7/3); Severing, A., Die Passivitiit der 14 bis 18 jiihrigen als
piidagogisches und gesellschaftliches Problem (Deutsches Turnen, 1953/17).
76 Con demasiada facilidad olvidan los "viejos" gimnastas que la epoca de
los pioneros del movimiento gimnastico y deportivo pertenece al pasado. que
dentro de el la juventud ya no puede edificarse nada en oposiciori al orden
existente, sino que ahora tiene que entrar en una tradicion, en un edificio
acabado, y que la gimnasia y el deporte se transformaron de una aventura en una
obligacion (obligacion de alumno, de ciudadano, etc.). Por otra parte, la fiesta
girnnastica alemana celebrada en Munich, en 1958, en la cual se hablo de una
"irrupcion de la juventud", ha demostrado que aquellos pronosticos son
demasiado pesimistas.
77 Pero esto ya no le es posible hoy en d ia dentro del movimiento
gimnastico y deportivo ampliamente reglamentado (vease arriba). Una y otra vez
se comprueba cuan fuertemente cimentada esta la politica de federaciones y
asociaciones deportivas y cuan poco espacio deja a la iniciativa juvenil. Vease
tambien Schwarz, K., Moderne jugendarbeit im Verein, en "Turnen" 1966/16.
47
I
'I

personalidad, adjudicandoles un lugar determinado dentro del mundo
axiolcgico que se esta gestando 78.
Pero primeramente es necesario que las fuerzas puedan volcarse
en la competencia, el certamen y el campeonato, pues solo la
educacion fisica ofrece a la desbordante plenitud de vida de esa edad
un campo de accion en el ambito de la escuela, donde no corre
peligro el exito de la ensefianza. Los estfmulos deben llevar una y
otra vez, mas alla de 10 que ha logrado ya por sf mismo y ayudarlea
fortalecer su .Yoll!Qtad, incrementar su disposicion al esfuerzo..
aumentar su tecnica de volicion. Si el sentimiento de sf mismo ha de
basarse cada vez mas en la conciencia de su propio valor, entonces los
ejercicios ffsicos, con sus exigencias acertadamente dosificadas,
deben conferirle una conciencia de sus posibilidades de rendimiento
que Ie de seguridad. Los rendimientos visibles, medibles y controla-
bles Ie impiden eludir la imposicion de su voluntad para contentarse,
en el reino de la fantasia, con rendimientos sofiados,
Una cornparacion de la literatura psicologica con las dedaracio-
nes de los jovenes permite suponer que las epocas de premaduracion
y maduracion trans curren hoy en dia en forma mucho menos crftica
que para la generacion que las experimento en el primer tercio del
siglo, sea que la marea de estfmulos provoque un embotamiento, que
la tecnica de la vida moderna erija obstaculos cada vez mas altos a la
introversion, que haya disminuido la excitabilidad de las emociones 0
que la necesidad fundamental de seguridad en el comportamiento,
que parece caracterizar a la juventud actual 79 , la induzca a pasar por
alto 0 a empequefiecer la vivencia de la inseguridad individual 80.
La caracterizacion de los jovenes de 13 y 14 afios que acabamos
de dar, adjudica estos afios, tal como se acostumbra en la psicologia
78 Hennig," W. y Schroer, W., Zur Entwicklung des Sportinteresses bei
Jugendlichen, en "Korperzerziehung " 1966/11, seiialan la importancia de poseer
suficientes conocimientos acerca· de la educacion ffsica, cuyo valor para la
forrnacion de los intereses suele subestimarse. "Cuanto mas sepa e1Jjoven acerca
del deporte, tanto mas estara capacitado para juzgar, apreciar su valor y...
adoptar una posicion."
79 Schelsky, H., Die skeptische Generation, Dusseldorf-Koln 1957, pags, 42
y sigs.
80 Los extractos de diarios y autocr iticas, presentados por Fischer, W., Der
junge Mensch, N° 9 de la serie "Grundfragen der Piidagogik", Friburgo 1958, y
"Neue Tagebiicher von Jugendlichen", N° 2 de la misma serie, Friburgo 1955,
muestran, sin embargo, que los jovenes, aun hoy, se formulan con todo enfasis
los interrogantes que han de ayudarles a encontrar una posicion metaf isicamente
fundamentada. Vease tambien Schlee, E., Gedanken und Literatur zum
Jugendproblem in unserer Zeit, en "Die Leibeserziehung" 1957, pag, 109.
48
juvenil, a la primera fase de la maduracion, a la segunda epoca de
rebeldfa, a la prepubertad, a la cual ha de seguir la pubertad
propiamente dicha, entre los 14 y 17 afios en las nifias, y entre los 15
y 18 en los varones. Pero la aceleracion significa precisamente un
adelanto de la maduraci6n. "Los valores promedio de la edad al
producirse la primera menstruacion se van acercando, en todos los
pafses europeos, a los 13 afios; en America, este termino ya se ha
alcanzado y hasta, en parte, dejado arras." 81 Con ello, la nifiez se ha
acortado en 2 a 3 afios, y la pubertad transcurre mas rapida y menos
armoniosamente, porque la madurez mental no corre siempre
paralela con la fisica. Actualmente es mas dificil que nunca juzgar la
verdadera madurez del ser humano joven partiendo de su aspecto
exterior. Nifios de 13 a 15 afios parecen muchas·veces adultos, van al
cine, yen pelfculas prohibidas para men ores, fuman, beben y tienen
relaciones con el otro sexo. Pero en 10 psiquico y mental estan
inacabados.
En la educacion fisica, los jovenes de 15 afios carecen a menudo
de toda iniciativa, de toda constancia en la persecucion de una meta,
son juguetones, perezosos, comodos, flojos y desganados. Las nifias
de 15 afios se portan, ya aparentando hi indolencia de la gran dama,
ya como chicas traviesas y tontas, oscilando rapidamente entre un
estado y otro. Y como los individuos de crecimiento acelerado suelen
predominar en las dases, tambien los mas lerdos, los tranquilos y los
"ingenuos" se hacen mas dificilmente manejables.
La .tendencia leptomorfa, que se revela nftidamente en los
jovenes de crecimiento acelerado despues del segundo cambio fisico,
no se juzga ya tan negativamente como antes. Los alumnos
leptomorfos son absolutamente superiores, en cuanto a fuerza y
capacidad de rendimiento (fuerza muscular y capacidad vital), a sus
coetaneos mas bajos y gruesos. Las cualidades funcionales y
caracterologicas del tipo delgado las encontramos tambi in en el
acelerado, delgado alto: gran tenacidad, resistencia, inclinacion a 10
estereotipado, concentracion, ambicion, poca propension al juego
rftmico, "preferencia de un rendimiento esforzado con una perseve-
rancia a veces ferrea" 82. Aunque es esta la direcci6n en que se va
desarrollando el individuo de crecimiento acelerado, en la educaci6n
fisica muestra aun poco de ese "rendimiento esforzado" y "ferrea
perseverancia". Sobre todo las nifias, estan todavia demasiado
- 1
~
J
81
Freund, J., lac. cit., pag, 16.
82 Ib id., pag. 16.
4
requeridas por el proceso mismo de evolucion y crecimiento, de
modo que les quedan pocas energias para las clases de educacion
fisica 83.
Es cierto que "resultados optimos se lograran unicamente si el
rcndimiento exigido corresponde alas posibilidades optimas, deter-
minadas por el desarrollo y la constitucion ".
Pero en cuanto a la educacion, surge la pregunta si ha de reforzar
aun la unilateral tendencia leptomorfa, consecuencia precisamente de
la aceleracion, si entonces otras posibilidades se atrofian completa-
mente. El desarrollo multiple de las predisposiciones suele desecharse
hoy en dia con una sonrisa despectiva como un ideal anticuado.
Tambien el joven mismo tiende generalmente a 10 unilateral 84 , al
rendimiento en un determinado campo. Si conservamos el ideal de
desarrollar en todo 10 posible las fuerzas y capacidades en la
educacion ffsica, entonces, para complementar la aspiracion al
rendimiento unilateral, deberiamos hacer hincapie en las tareas de
jugar con el movimien to: la educacion ritmica, la gimnasia y la
danza. Mas entonces surge la cuestion desi el joven dad. la espalda a
una educacion fisica que exige de el algo que por el momenta no Ie
interesa y para 10 cual no tiene aptitudes. La soluciori adecuada de
este problema es de gran importancia. Actualmente se trata de
encontrar una solucion optima en la cornbinacion de una forrnacion
basica multifacetica y los grupos de tendencias "unilaterales".
En todo caso es un hecho, en cuanto ala educacion fisica en esa
edad, que para los jovenes vegetativamente inestables que se
encuentran entre los acelerados, la carga debe dosificarse cuidadosa-
mente, con respecto a calidad y cantidad. Es cierto que el deporte y
los juegos son imprescindibles estimulos de desarrollo, precisamente
para esos jovenes, pero debemos pres tar atencion inmediata a
cualquier serial de mayor cansancio 0, peor aun, de agotamiento.
Cicio medio de la segunda ensefianza
Cada rendimiento ha de ser seguido de un descanso 10 suficientc-
mente prolongado para que pueda producirse la completa tranquiliza-
cion. Para esos alumnos, la "actividad" deportiva con su acumulaci6n
de excitaciones, muchas competencias y una continua comparaci6n
de rendimientos, es perjudicial. Si hoy en dia una y otra vez se
atribuye la inestabilidad de la juventud a la inundacion de estfrnulos
de la vida moderna, deberiamos preguntarnos si ese efecto no sed.
reforzado aun por el uso irreflexivo de campeonatos y postas en que
la ambicion grupal lleva a la histeria grupal y el individuo es
empujado a formas de excitacion emocional que llegan hasta el
movimiento tormentoso y el comerse las ufi as 85.
.La aceleracion modifica hoy en dia el aspecto de la juventud. Si
la educacion fisica pasa por alto las premisas creadas por el cambio
de desarrollo, sus estimulos seran 0 demasiado debiles y por ende
ineficientes, 0 con su ruidoso y excitado ajetreo sensacionalista
acrecen teran la sobreexcitaci6n de los jovenes. Encontrar para estes
h1stareas y estimulos apropiados, es actualmente uno de los deberes.,
mas importantes de la educacion fisica.
"
Ahora tambien en los jovenes de desarrollo normal y tardio, las
glandulas sexuales suelen estar maduras. Esta alteracion de la
economia glandular determina en los varones una disminucion
pasajera .de la fuerza fisica, mientras que en las nifias, hi.stensiones
suelen resolverse al iniciarse la menstruacion. El joven ser se halla
todavia en el periodo de la segunda metamorfosis; ahora el
crecimiento en alto del tronco sigue al de los miembros.
Las dificultades fisicas y fisiologicas se combinan con "raciona-
lismo, rechazo de todo compromiso, incondicionalismo y radicalis-
mo" 86 • Ello trae consigo una revision 0 hasta disminucion de todos
los valores habituales. Tambien la educacion fisica y los valores del
deporte se someten ahora a una severa crftica. En el segundo' periodo
de porfia, esa critica era aun pulsional, mas ahora sera fundada.
Puesto que el joven, solo cuando el mismo puede tomar posicion,
retiene los valores una vez reconocidos como tales, tenemos que
favorecer, en forma mesurada, la discusion sobre los ejercicios fisicos
83 Mas esta apariencia engafia, pues si el adeeuado "eneendido inieial"
venee las inhibiciones del eomienzo, tarnbien las niiias de 14, 15 Y 16 )iios
gustan dar rienda suelta a sus fuerzas. La observada predisposicion al esfuerzo en
una disciplina espontaneamente elegida haee suponer que la reserva frente a la
cducacion fisica a esa edad se origina mas en inhibieiones psiquieas que fisieas y
que la earga de los proeesos de maduracion con los eambios en la ecoriorn ia
glandular muchas veees se dramatiza.
84 Sehelsky, H., op. eit., pag. 357: seiiala la inclinacion de la juventud al
hobby "solitario": "En el hobbysmo de su eomportamiento en los ratos de ocio,
la juventud resuelve a su manera el problema de reducir la superabundancia de
material del mundo moderno, especializandose tarnbien en esto y rechazando
categoricamente las exigencias intimas y amplias que todas las dernas posibilida-
des de ocuparse presentan a su persona".
85 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Zum Problem des Wetteifers in der
Leibeserziehung en "Die Leibeserziehung" 1961/1l. Neumann, 0., op. eit., pag.
459, es de otra opinion. .
86 Remplein, H., loc. eit., pag. 252.
50
51
y su critica. Si no provocamos este enfrentamiento, si 10 impedimos
o 10 pasamos por alto, entonces el joven aceptara 10 ofrecido ya sea
con indiferencia, dejandolo caer por pereza en la primera oportuni-
dad, 0 rechazara rotundamente los ejercicios fisicos y el deporte, de
acuerdo con el radicalismo de esa edad. La correcta motivacion del
deporte y de la educacion fisica, exige ahora la ayuda reflexiva del
profesor de educacion fisica 87 (vease pag, 57 y siguientes).
En estos anos el ser joven va en busca de reglas de vida y modelos
del vivir. Los valores ejemplarizados en la practica tienen mas
posibilidad de determinar. su mundo axiologico quelos expuestos en
forma abstracta. Si el educador fisico no encarna en sf misrno los
ideales que pregona,' si no puede dar el paso de la pedagogia
preceptiva a la ejemplar, tiene pocas posibilidades de ser escuchado,
sobre todo en esa etapa del desarrollo. De buen grado se somete el
joven a una autoridad reconocida interiormente, pero bruscamente
rechaza toda autoridad exterior, impuesta obligatoriamente. La
educacion ajena es reernplazada definitivamente por la autoeduca-
cion. El modelo exigido, empero, puede ejercer una influencia
decisiva sobre la edificacion del mundo axiologico, del caracter, y de
la cosmovision y filosofia del joven ser humano. -
Esto me parece de suma importancia ante todo con respecto a los
alumnos de escuelas profesionales y clases de jovenes obreros 88 • Hoy
en dia, el aprendizaje sigue constituyendo solo en muy contados
casos una autentica relacion educativa. Tambien en esta esfera se han
aflojado los lazos "familiares ", patriarcales 89. Si esos vfnculos
familiares son mu y raros en las empresas pequefias, en las grandes
faltan por completo, siendo sustituidos por el "aparato" de la
"protecci6n" social. Por eso, para los j6venes que aun necesitan y-
buscan modelos, puede ser decisivo el tipo de profesores que
.encuen tren en la escuela profesional.
87 Vease Hennig, W., Die Motivation des Sportinteresses bei Kindern und
Jugendlichen, en "Theorie und Praxis der Korperkultur" 1965/2, 3 y 9 y
Hennig, W., Schroer, W., Zur Entwicklung des Sportinteresses bei Jugendlichen,
en "Korpererziehung" 1966/11.
8 8 Stenglein, U., Die junge Arbeiterin und der Sport, en Olympische
Jugend, 1966/1.
89 Vease Schelsky, H., op. cit., pag, 47. El .aprendizaje artesanal e industrial
pierde cada vez mas "el antiguo caracter de relacion social primaria" y se
desarrolla "como casi todas las formas didacticas practicas, mas y mas en el
sentido de una relacion de contrato laboral del mundo moderno de trabajo ",
52
)
Las palabras escuchadas tan a menudo: "Si hay deporte, yo
voy" 90 muestran que la personalidad del educador fisico tiene
oportunidades, gracias a la alegria juvenil producida por el juego y el
deporte.
Es inexplicable que aun hoy en dia la escuela profesional
prescinda generalmente de la ayuda que la educacion fisica podrfa
ofrecerle. Por doquier donde se han hecho experiencias con una
enseiianza deportiva regular, se ha visto que puede ser un punto de
partida para otros esfuerzos didacticos y educativos,
En los jovenes de 15, 16 Y 17 afios, se fortalece ahora la actitud
volitiva en la autoeducaci6n, la capacidad de dominar y disciplinar
los propios impulsos. La mejor tecnica y fuerza de la volici6n
favorece los ejercicios fisicos, siempre que el joven siga dandoles un
lugar en su vida.
Junto con la.voluntad de autoforrnacion, la de la autoexpresion
caracteriza esa epoca. La vida emocional es facil de estimular y
excitar y "la pletora de la vida endotimica trata de expresarse" 91 •
Mientras que los estudiantes de las escuelas profesionales y los
jovenes que ya trabajan carecen a menudo de medios y posibilidades
de expresi6n, encontramos ahora en los estudiantes secundarios los
ensayos de poesia lirica, composicion musical, dibujo, teatro y
danza. La joven ya no tiende a los extremos en sus movimientos y es
capaz de matices tanto en sus sentimientos como en la expresion. La
condicion previa es, sin embargo -cabe insistir en ello una y otra
vez-, que la nifia ya haya adquirido antes de la pubertad lanecesaria
seguridad y libertad con relaci6n al movimiento. Tambien las forrrias
de movimiento y danza sirven ahora a la anhelada autoexpresi6n
como a la vivencia estetica, cada vez mas nitida.
El sentimental y a veces exaltado amor ala naturaleza se combina
en ese periodo much as veces con un marcado afan deambulatorio .
Esa tfpica caracterfstica de la edad adolescente dio origen en otra
epoca a to do un movimiento juvenil que hoy toma otros caminos 92 •
Aquellos ejercicios y deportes que llevan al joven a la naturaleza,
90 Busserneier, Leibeserziehung und Staatsbiirgerliche Erziehung, en "Lei-
beserziehung in der Schule" 1959/1.
91 Rernplein, H., loco cit., pag. 272.
92 La "moda" del camping y e! turismo juvenil, con todas sus exaltaciones,
radican sin duda en este afan migratorio relacionado con el desarrollo individual,
habito que "legalmente" podfan utilizar- en otra epoca los "mochileros" para
complementar su forrnacion profesional. Vease Bernett, H., Grundformen der
Leibeserziehung, tomo 26 del Beitrage fiir Lehre und Forschung der Leibeser-
ziehung, Schorndorf, 1965, pags, 30 y sigs.
53
_...•
"
como nadar, esquiar, remar, hacer canotaje y patinaje sobre hielo
tendrian que integrar ahora, siernpre que se de Ia oportunidad, el
programa de educacion fisica. En esto no coincide mas "naturaleza"
con la significacion que a ella daban los romanticos, sino que aquella
seensambla con la tecnica deportiva del siglo XX ("Skilifts", pistas
artificiales para patinaje sobre hielo, etc.). Esta circunstancia no debe
impedir al educador propiciar el encuentro con la naturaleza que,
pese a los recursos tecnicos, tarnbien aqui se produce.
El amor a la "belleza fisica humana", que ahora se presenta como
primer escalon del erotismo, pone nuevamente al cuerpo en el centro
del campo visual 93 • Con ello aumentan otra vez las posibilidades de
la educacion fisica porque para el adolescente, 10 ffsico tiene caracter
de simbolo. Mucho mas que para el adulto la salud, para el joven,
jjene un caracter global y se comprende como una salud espiritual y
fisica 94.
Aunque por mornentos la necesidad de estar solo predomine
sobre la sociabilidad, el joven necesita ahora a otros seres humanos
que 10 comprendan. Los vmculos sociales se hacen mas exclusivos y
estrech.,gs. Ya no se fundan en la contingencia de frecuentar la misma
clase (5 de dedi carse al mismo deporte, sino en una comunion intima.
EI joven ya no busca tan solo una coexistencia sin compromisos, sino
una amistad que ha de radicar en la aspiracion a identicos valores 95 •
Cuanto mas Intimas lleguen a ser las relaciones amistosas, tanto mas
se afloja el contacto general 96 •
La mayor dificultad en Ia escuela profesional y en las clases de
obreros jovenes es la falta de toda conciencia de grupo. Entonces la
93 Neumann, 0., op. cit., pags. 481 y sigs.
94 Vease Widmer, K., Die Entwicklung des Leibes- und Gesundheits-
bewusstseins
95 Esa aspiraci6n a identicos valores es sustituida, hoy, muchas veces por la
sensaci6n de identica soledad, de identico rechazo,etc. y se manifiesta en la
identidad de la vestimenta, del corte del cabello. Vease el fen6meno de James
Dean, de los Beatles y otros. Estos fen6menos nos hacen afirmar que la juventud
de hoy, a pesar de toda su independencia, es mucho mas prisionera de los Idolos
que elige que las generaciones anteriores.
96· Unas investigaciones recientes permiten suponer que la intima relacian
de amistad ya no desernpena para la juventud de hoy el mismo papel que para las
generaciones anteriores, que "Ia juventud actual... tiende a una sociabilidad
juvenil informal y, 10 que es mas, en parte no comprometida, floja yaccidental,
frente a la cual tanto la intimidadde estrechas amistades y de 10s grupos
juveniles como la pertinencia a asociaciones de j6venes ... han perdido peso e
importancia para la vida sociable de esta generaci6n". Schelsky, H., op. cit., pag.
.369. .
54
educacion fisica se revela como punto de cristalizacion de vmculos
sociales, En el ir y venir del juego deportivo, los individuos llegan a
conocerse, al unirse en actividades, esperanzas y voluntades, llegan a
formar un todo. Las for!p-2:.~_~o<:i~QI~.s.,_los ejercicios .con _UIL 
compafiero 0 en gmpo, 0 I~juegps por equipos deben ser los 
preferidos. En los ejercicios y los juegos experimentan los jov~n~s_la
necesidad de esforzarse, deayudarse mutuaruente., de hacer algo por 
er grupo, cursando asf, obrando 'y sufriendo, una escuela basica de
educacion social. En las clases en que se ensefian deportes siernpre se
forma un nucleo de alumnos de buena voluntad que actuan como eje
de la clase 97.
Aunque la "idealizacion " del educador fisico ofrece hoy menos
posibilidades que 30 afios atras, la fuerza unificadora de la gimnasia y
de los ejercicios fisicos es todavia bastante apreciable. Las encuestas
muestran una y otra vez que muchas chicas se dedican alcdeporte.;
ante todo por el aspecto social.
Ciertamente se ha conservado tambien el anhelo del joven ~
rnostrar su capacidad,si bien hay que admitir que Ie puede inducir a
dar pruebas tanto positivas como negativas de ella. EI hecho de que Ia
educacion fisica puede ofrecer al joven un campo donde ponerse a
prueba, queda demostrado por las sugerencias de Kurt Hahns y las
escuelas fundadas por el 98. La educacion en esas escuelas abre
caminos hacia el aprovechamiento legitime del impulso a la aventura
y da al joven el sentimiento de ser util, EI deporte y los juegos
ocupan un lugar central en ese sentido. La educacion fisica deberia
hacer suyas esas sugerencias, cada vez que sea posible, pues la
formacion en los ejercicios de salvamento, ya sea para la natacion, la
practica de excursiones 0 el esqui, satisface una necesidad de esa
edad, determinada por el desarrollo.
La nifia se siente menos atrafda por las formas sociales
"pedagogicas" de las cuales gustan los muchachos a esa edad. Aunque
de vez en cuando, se agrupen en derredor de un "{dolo" en el fondo,
buscan mas bien la "relacion armoniosa de una comunidad reducida
y agil " 99. La educacion fisica tiene que tener en cuenta esa
tendencia social espedfica del sexo, de modo que no puede contar,
97 Vease Bussemeier, op. cit.
98 Salem, Outward-bound-Sea-School, por ejemplo en Gordonstown, escue-
las de breve duraci6n, por ejemplo en Baad en el valle de Walser (Austria), etc.
Esas formas escolares ya estan difundidas por todo el mundo. Vease Schwarz, K.,
Leistung und Beuidhrung der Jugend in den Kurzschulen Kurt Hahris, en "Recht
der Jugend", 1964/6.
9 9 Remplein, H., op. cit., pag, 269.
55
en las chicas, con un esprit de corps como en los muchachos. La
menor importancia de los juegos por equipos en la educaci6n ffsica
tiene sus razones sociol6gicas.
- Hoy se borran los lfrnites entre las formas sociables de varones y
nifias, Ambos sexos tienen un mismo idolo (v. g. el fen6meno de
James Dean), ambos tratan de identificarse con el en cuanto a
postura, vestimenta y peinado. Tambien las chicas viven a veces en
pandillas juveniles donde se sienten miembros sin restricci6n alguna.
Es cuestionable si las forrnas de sociabilidad femenina, descritas en la
primera edici6n (1959) siguen siendo tfpicas en vista de la creciente
igualaci6n de los sexos. Hoy en dia encontramos todas las formas ala
vez: nucleos tipicamente femeninos, "pandillas" juveniles compues-
tas unicamente de varones y otras alas cuales pertenecen tanto
muchachos como chicas. .
Sigue la especializacion de los intereses, iniciada en la fase
anterior. La educacion f isica ya no puede pasar por alto la
"tendencia hacia la especializaci6n y la perfecci6n" 100 propia de esa
fase. Ahora, despues que la preparaci6n fundamental ha cumplido
con su misi6n, dandole una formaci6n multiple, es preciso darle
oportunidad al joven de dedi carse a una rama preferida de cultura
ffsica. S610 asf pueden surgir vinculos eficaces aun mas alla de la
situacion escolar. Si en el ambiente de la clase hay que arrastrar a
todos, aun los ffsicamen te ineptos, los faltos de interes y los
indiferentes, un aumento del rendimiento s6lo es posible, dentro de
muy estrechos Iimites, en Ia epoca de Ia pubertad, porque, por una
parte, la juventud es retenida demasiado tiempo end "atrio del
deporte" 101 , Y por la otra no puede desarrollarse el estado de animo
o la concentraci6n necesarios para ciertas ramas de Ia actividad fisica
(por ejemplo Ia gimnasia y Ia danza). S6Io, una diferenciaci6n
determinada por el desarrollo puede cumplir con las exigencias del
perfeccionamiento, aumento del rendimiento y "pulimento".
Pero es necesario tener presente la inestabilidad de los intereses
en esa fase evolutiva. Estos oscilan aun entre las distintas ramas
deportivas. La adhesi6n temporaria a una de ellas, aun no significa
una fijaci6n definitiva. S610 mostrara al interesado que posibilidades
ofrece esa rama, mas alla de sus formas basicas y escolares. EsJo no
significa abogar por una especializaci6n prematura. Lo decisivo es,
100
Neumann, 0., op. cit., pag. 474.
Hausler, W., Die Leistung im Jugendsport, en "Olympische Jugend"1 0 1
1965/8.
56
unicamente, conservar el interes en los ejercicios ffsicos a traves de
esa epoca de crisis e iniciar, con el placer en el rendimiento medible,
una "etica de entrenamiento" 102.
Fin de la escolaridad obligatoria,
ciclo superior del colegio secundario,
comienzo de estudios universitarios
EI crecimiento en ancho que sigue al crecimiento en alto
~]poniza la figura. La segunda metamorfosis llega a su fin. Despues
de la confusi6n y rebeldfa, la mirnica y gesticulaci6n vuelven a ser
medidas y dominadas.
Vencidas las perturbaciones de Ia "fase de transmutaci6n",
comprobamos un nuevo auge del desarrollo motor. En la medida en
que madura el ser joven, madura tambien su movimiento que ahora
recibe su impronta individual-P'' .
La paulatina tranquilizaci6n de la vida emotiva, el equilibrio del
sentimiento vital que se manifiesta por una ~saci6n de fuerza ffsica
y desenvoltura, obran en favor de la educaci6n ffsica. En los
deportistas, los rendimientos van en continuo aumento.
- Como en los varones el aumento de fuerza sigue su curso lineal,
experimentan a Ios 15 6 16 afios una segunda culminaci6n del
incremento relativo del rendimiento 104.
El Iogrado dominio de la voluntad sobre estados de animo y
afectos, la capacidad de perseguir una meta a largo plazo, p'ermiten
ahora planificar un entrenamiento y perseverar en el durante un
tiempo proiongado. El impulso creador que caracteriza ese perfodo
se revela por un intenso deseo de rendir. Ahora el ~n~sta
dispuesto a hacer sacrificios, a vivir en forma abstinente, a entrenarse
constantemente, etc. Esto repercute en la actitud volitiva que a su
vez predestina a mejorar el rendimiento.
En todas Ias ramas de ejercicios se hace patente una mejora de Ia
tecnica cinetica, La nifia busca en el movimiento de _danza no ya
102 tu«, pag, 481.
103 La opini6n de Meinel, op. cit., pag. 314, de que en la 2a. fase puberal y
a 10 largo de la maduraci6n "se produce poco a poco una distinci6n mas nftida
de los rasgos espedficamente masculinos y femeninos de la motricidad" no la
puedo aceptar, porque creo que esa diferenciaci6n ya se manifiesta marcada-
mente en la infancia. {No tiene importancia si las diferencias se originan en la
predisposici6n 0 en las condiciones del mundo circundante.)
104 Peters, H., Veriinderungen der sportlichen Leistungsfiihigkeit im
Schulalter, en "Korpererziehung", 1965/5.
,
57
meramente una valvula de escape para sus excitaciones endotimicas.
Ahora busca la forma y la ley de la representacion art istica, se
independiza en su movimiento, se libera de sentimientos copiados y
de una expresividad exagerada. La creacion libre e independiente de.
la forma y del movimiento, que en un principio se agotaba en
proyectos y arranques, bus cando 10 diffcil, 10 extraordinario,
encuentra paulatinamente 10 sencillo, 10 sereno, la forma acabada.
Sobra decir otra vez que esta se lograra solo si a traves de todas las
etapas se han desarrollado sisternaticamente el senti do cinetico y Ia
expresividad.
EI sentimiento de autovaloracion esta fundado ahora.firmernente
en el propio yo. Ya no necesita, en la medida de antes, la
confirmacion por el rendimiento. Ahora el joven llega a ser capaz de
perder "riendose ". En aquellos adolescentes que no fueron "gana-
dos" por el deporte de aha competicion, el rendimiento deportivo no
esta ya mas en el centro del mundo axiologico juvenil, sino que se ha
desplazado hacia la periferia. El afan de figurar, por mucho tiempo
movil del rendimiento deportivo, cede ahora a un sana deseo de
imponerse dentro de las "reglas del juego". Solo en los campeones y
recordmen, el elevado rendimiento parece seguir siendo conditio sine
qua non de la actividad deportiva'P", mientras que en los dernas
prevalece poco a poco el placer en el deporte mismo, sin que se aspire
a ganar laureles.
Ahora las reglas de juego, independientes de la autoridad, se
convierten en normas obligatorias en S1. Mientras que, en la infancia,
fue la autoridad del maestro la que les confirio fuerza de ley, y con la
madurez creciente su necesidad fue legitimada por la comprension
razonada ahora se viven como valores en S1.
Tambien se va armonizando la relacion con el projimo, A la
marcada introversion, a menudo con rasgos autisticos, le sigue ahora
una actitud extravertida frente al mundo y los hombres. La necesidad
y la disposicion para el contacto van en aumento., Las asociaciones.
gimnasticas y deportivas registran una mayor afluencia 106 • Ahora, el
joven no busca tanto la comunidad basada en el reconocimiento y la
vivencia de valores identicos, sino mas bien vinculos sueltos y
ocasionales.
I:,"
-,
,
,
,
,I
II
,
Ii
I
,
!!
105 Resulta de las encuestas hechas que los deportistas de altas per-
formances y victoriosos campeones, cuando disminuye su capacidad, abandonan )
el deporte a menudo por completo. Les cuesta mucho encontrar el camino hacia
el deporte "moderado".
106 Severing, A., Die Passioitdt der 14- bis 18 jiihrigen, als piidagogisches
und gesellschaftliches Problem (Deutsches Turnen, 1953/17).
58
r
•1,
1/
d
~
••
Es cierto que llega a ser maduro para formas sociales mayores,
como la toma de posicion en los partidos y la vida polrtica, pero
parece que la juventud de hoy ya no se compromete como la
anterior, ni en el rechazo de la polftica de los adultos (movimiento de
la juventud), ni en su aceptacion (juventud nacional-socialista) 107.
Por supuesto que aun en los ultimos anos de su maduracion el
joven sigue buscando un modelo, pero la integridad de este se
disuelve, es decir que "el adulto ya no es modele en to do su
comportamiento, como 10 fue para los primer os afios de maduracion,
sino mas bien en cuanto a caracter isticas 0 funciones aisladas" 108 • El
educador fisico tampoco sigue siendo autoridad absoluta ni ideal
venerado. La juventud esta dispuesta ahora a aceptarlo tal cual es.
La relacion profesor-alumno pierde su exageracion, tanto positiva
como negativa, y adopta formas simples humanamente objetivas.
La estabilizacion del mundo axiologico personal exige ahora que
se tome posicion frente a los valores de la educacion ffsica. Los
valores a los cuales el joven quiere conceder fuerza determinante para
su vida futura ya no estan yuxtapuestos unos y otros, sino que van
siendo estructurados, vale decir sobrepuestos, coordinados y subor-
dinados a un nucleo fijo, un centro axiologico. Si recordamos las
form as de vida distinguidas por Spranger 109 , entonces cada indivi-
duo, el teorico, el economico, el estetico, el social, el religioso y el
politico, adjudica al deporte otros motivos, otros designios y otro
lugar en su vida. La educacion ffsica tiene que enfocar desde todos
los angulos las posibilidades axiologicas de los ejercicios ffsicos y del
deporte, para que el joven pueda darles el lugar que les corresponde
en su mundo personal de valores 110.
Como siempre, se vivencian los valores de Ia educacion ffsica ante
to do en la experiencia personal. Pero ahora, de acuerdo corr-fa
madurez mental, necesitan la discusion esdarecedora. Con ello, Ia
conversacion ocupa ellugar que legftimamente le corresponde en la
107 Vease Schelsky, H., op. cit., pags, 450 y sigs.
108 Widmer, K., Entwicklungspezifisches Erleben und Verhalten des
jugendlichen Mddchens im Turn- und Sportunterricht, en "Die Leibeserziehung"
1966/2.
109 Spranger, E., Lebensformen, 8. Tubingen, 1950. (Hay trad. cast.)
110 Vease Hennig, W., Schroer, W., 'Zur Entwicklung des Sportinteresses
bei Jugendlichen, en "Korpererziehung" 1966/11. Con el ejemplo de diferentes
estructuras de intereses, los autores muestran como se puede activar el interes
por el deporte, partiendo de otros intereses principales 0 secundarios, puesto
"que, dada la amplitud de sus aspectos, puede vincularse con casi cualquier
interes.
59
.....tl
educacion fisica. Por la preocupacion de salvar cada minuto para el
principal objetivo de la educacion fisica, el movimiento, se ha
descuidado demasiado la conversacion, la reflexion. Asf se omitio
fundamentar la comprension de los valbres en el ambito de la
educacion fisica III .
Para el bosquejo que acabamos de hacer del desarrollo del joven
ser humano, nos hemos referido tan solo alas caracteristicas
importantes para la educacion fisica. Tuvimos que pasar por alto
muchos puntos que, mirandolos de cerca, podrian darnos indicacio-
nes adicionales. Se trataba, empero, de inferir de los fenomenos
evolutivos los fundamentos de una educacion fisica adecuada al nino
y al adolescente.
Sefiale al principio las dificultades que se nos oponen hoy si
queremos aclarar las condiciones previas de una educacion fisica
adecuada al nirio, Por suerte, el problema se resuelve en la practica en
forma mas sencilla que en la teoria. La alegria, concentracion y
espontaneidad en las clases nos muestran muy rapidamente si his
tareas propuestas corresponden alas fases especificas. Mas la
confirrnacion de no haber omitido nada y de haber aprovechado en
cada etapa de desarrollo infanto-juvenil todas las posibilidades de la
educacion fisica, nos la da el joven solo cuando egresa del colegio sin
desechar los ejercicios fisicos como un molesto deber escolar, si los
incluye en su vida profesional como una ayuda para vivir.
Existe hoy en dia en la educacion una ansiosa propension a
"conservar" el mundo infantil. La educacion fisica tampoco se
sustrae a este peligro. Por todas partes vemos todavia onerosamente
construidos "cuentos de movimiento", "bailecitos" faltos de movi-'
miento y una practica carente de celo y seriedad en el entrenamiento,
es decir, tiempo perdido. Tenemos miedo de que nuestras exigencias
irrumpan de un modo demasiado brusco en la vida infantil y juvenil.
Pero a pesar de todas las dificultades hay que tener en cuenta que el
nino mismo no quiere permanecer en su estado infantil. Lleva dentro
de si la aspiracion de madurar, qui ere ir adelante. Si no apoyamos ese
impulso de avance, violamos su ley mas intima. Por eso, un
"demasiado pronto" surte a menudo efectos pedagogicos menos
1 11 Vease Klafki, Wo, Das Pddago gische Problem der Leistung v}d der
Leibeserziehung, en "Die Leistung", informe de congreso, Schoendorf, 1964;
Hennig, Wo, Die Motivation des Sportinteresses bei Kindem und Jugendlichen, en
"Theorie und Praxis der Korperkultur " 1965/2, 3 y 9o
60
nocivos que un "demasiado tarde". Por esencial que sea para la
formacion del hombre el que tanto la infancia como la adolescencia
lleguen a la madurez, tambien es de suma importancia'_ayudar a
progresar al joven ser hurriano. La educacion fisica esta en condicio-
nes de hacerlo, porque dispone de tare as especfficas para cada fase,
-desde el pequefio escolar hasta el adulto. Elegira sus caminos, materia
y metodos conforme a las aptitudes teoricas 0 practicas del alumno y
-de acuerdo con la orientacion del tipo de escuela.
<,
61

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Principios Pedagógicos de la Educación física. 2 principio adecuacion al niño

  • 1. 2 de laEl principio adecuaci6n al .- runo Los ejercicios fisicos en su sentido primitivo estan adecuados al nino. Ejecutando los, este sigue a su natural pulsion de movimiento, a su instinto ludicro, a su impulso de rendimiento y al exito. Por sf mismo encuentra cada vez nuevas pruebas"adecuadas" a su creciente capacidad. Ninguna penuria, ninguna prohibicion han podido asfixiar jamas el placer del nino al moverse, al retozar, al probar sus fuerzas fisicas. Y ya en esa "forma primitiva" infantil de los ejercicios fisicos , se trata tanto de adquirir agilidad como de probar la fuerza y el valor, del tranquilo ejercitarse por sf solo como del jugar socialmente, del duro luchar como del bailar olvidado de sl mismo 1 • Desde el momenta en que fueron admitidos en la educacion escolar por-los filantropos en la ultima tercera parte del siglo XVIII2 , los ejercicios f isicos fueron precursores de una vida escolar "adecua- da al nifio ", ayudando a liberarlo, paso por paso, de las ataduras de10 convencional. Donde ellos entraron, desaparecieron de la vida del nino los artificios, el mirifiaque, el corse y la peluca, Gunther, D., Spiel und Beioegung, en '''Das Spiel in der Schule", 1965/3, distingue entre "el juego con el movimiento" (v.g. en la danza elemental) y"el juego por el movimiento" para Uegar a dominar el medio (v:g. en las habilidades deportivas). Esos comportamientos primitivos del nifio en su movimiento son aprovechados por Mester, Hanebuth, Seybold y otros como puntos de partida para la sisternatizacion de los ejercicios ffsicos. Vease Altrock, H. y Karger, R., Schule und Leibeserzieliung, tomo 2, Francfort, 1957, 2 El hecho de que ya en Dessau se los enseiiaba sisternaticamente, nos 10 comunica Christian Friedrich Wolke y 10 desprendemos del Dessauer Graben; vease Pinloche, A., Geschichte des Philantropinismus, Leipzig, 1914. Vease tambien Bernett, R., Die pedagogische Neugestaltung der biirgerlichen Leibesii- bungen durch. die Philanthropen, Coleccion "Lehre und Forschung der Leibeser- ziehung". Schorndorf, tomo 6. 25
  • 2. En la escuela del siglo XIX, empero, los ejercicios fisicos iban perdiendo su original "adecuacion al nino ", vistiendo pronto el traje de fajina del deber. En la "conduccion y manejo de la ensefianza de gimnasia en la escuela"3 debian ejercitarse la memoria y el pensamiento 16gico con el analisis de los movimientos, la composi- ci6n de sus partes y la vigilancia consciente del desarrollo del movimiento. Esa gimnasia escolar no conoda ni un movimiento espontaneo, ni un juego olvidado de S1 mismo, ni la iniciativa propia, ni una decision independiente y audaz. Solo hacia fin del siglo, los movimientos de la juventud, del excursionismo, del juego y del deporte, y mas' tarde, en los afios veinte de nuestro siglo, el movimiento de reforma de la "gimnasia natural", consiguieron reconquistar poco a poco la perdida adecuaci6n al nifio de los cjercicios Iisicos. EI concepto de "adecuaci6n al nifio " 10 encontramos primera- mente en el movimiento de la educaci6n artistica. Ella ve en el nino a un "ser creador" que abriga y forma su propio mundo. La infancia no Ie significa tan solo un estadio del crecimiento, sino que abarca el mundo del nino que, sin estar cerrado en si mismo, es, sin embargo, perceptible en su peculiaridad y comprende tanto su scr actual como aquello que apunta al porvenir, preformado en el parvule." Las materias didacticas adecuadas a este tienen que corresponder, por ende, a su ser actual y ademas sacar a luz los valores vitales que solo estan preformados y que han de ser estimulados para que pueda cumplir con su dcstino. Una educaci6n fisica adecuada al nifio ha de estar pues a la altura de esta doble mision: tiene que conocer las condiciones fisicas, el clima psiquico y el horizorite espiritual en el h~nscurso del desarrollo infantil y adolescente y- tener una clara vision de la imagen del hombre que constituye su meta. Esa imagen del hombre, objetivo de nuestros esfuerzos, es tambien el objetivo de toda la educacion" . , Ya ha sido invocada tantas veces y con tan hermosas palabras que es suficiente considerar aqui al homo vere humanus (al hombre verdaderamente humano), con respecto a su preparacion f~ica. EI objetivo de la educacion fisica es entonces el hombre que se siente impulsado a moverse, esforzarse y rendir, el que ha cultivado en la 3 Wagner, n., en el Lexikon der Piidagogik, Friburgo, 1955, IV, co!. 409. 4 Eggersdorfer, F. X., Jugendbildung, Munich, 1950. 5 Seybold A.-Brunnhuber, Die Leibeserziehung als Unterrichtsfach und Erziehungsaufgabe, Donauworth, 1951, pags, 6 y sigs. 26 '[ If '~ll escuela, igual que la palabra hablada y escrita, tambien su movimien- to y adquirido una "sensaci6n general de fuerza?". Asi como la necesidad de cultura, conservada despues de la escuela, es un criterio del exito de las "materias culturales", la necesidad de moverse, una vez terminada la situaci6n escolar, es un criterio para juzgar la educaci6n fisica. Tiene que capacitar al joven ser humano a dedicarse al deporte, a jugar y bailar con una, predisposici6n etica adecuada, a utilizar los ejercicios fisicos como ayuda para la vida. Despues de haber tratado de esbozar el objetivo de la educacion fisica, preguntamos por las condiciones previas que ella encuentra en el transcurso del desarrollo infanto-juvenil, para poder trazar las hneas basicas de una educaci6n fisica adecuada al nino. Desde hace mucho tratamos de acercarnos, con metodos cada vez mejores, al misterio de la infancia y adolescencia, V de reconstruir, por medio de reconocimientos y hechos aislados, el curso de ese periodo evolutivo. Hasta la fecha se trata de tentativas fragmentarias, aunque la literatura correspondiente ya sea casi ilimitada. Esto se debe, por una parte, a los metodos de investigaci6n, apropiados, por de pronto, tan solo para una parte minima de la juventud, 0 sea la de las ciudades y los "estudiantes secundarios" (diarios, cartas, autocon- Iesiones}". Solo ultimamente se publicaron investigaciones dedicadas a los estudiantes industriales y la juventud obrera rural'' . Por otra parte, las dificultades radican en el objeto mismo de la investigaciorr; e~ la juventud y su siempre cambiante ritmo evolutivo. A modo de sismografo sefiala este las influencias exteriores, las epocas de guerras y catastrofes, de modo que casi toda generacion tiene su propio ritmo evolutivo y sus propias caracteristicas fisicas y 6 Pestalozzi, H., Uber Kiirperbildung als Einleitung auf den Versucheiner "Elementargymnastik", Obras completas de Pestalozzi, editadas par L. W. Seyffarth, Brandeburgo a. H. 1873, tomo 18, de "Wochenschrift fur Menschen- bildung ", pags, 44 y 56. 7 La "clasica" psicologia de la adolescencia, de Spranger, se limita exclusivamente a esa pequefia parte de la juventud y fue por eso retirada por el mismo autor "de la competencia cient ifica actual". Vease la edici6n 20, Heidelberg 1949, pag. 324. 8 Bednarik, K., Der junge Arbeiter van heute - cin neuerT'yp, Stuttgart, 1953. Schelsky, H. {editor}, Arbeiterjugend gestern und heute, Heidelberg, 1955. Wurzbacher, G., Pflaum, R., Das Dorf im Planungsfeld industrieller Entwicklung, Stuttgart, 1954; Wollenweber, H., Planck, U., Die Lebenslage der deutschen Landjugend, Munich, 1956; Schelsky, H., Die skeptische Generation, Dusseldorf-Colonia, 1957. 27
  • 3. psfquicas", El ritmo evolutivo indica tambien pequefias alteraciones de la vida civilizada y se modifica conforme con la situacion social, las formas de vida, escolares, etc. Finalmente, no hemos de pasar por alto la dificultad que ofrece la falta de coincidencia, observada desde hace tres decenios, entre la madurez fisica y la psfquica, que hace dudoso todo esquema evolutivo basado sobre el caso ideal de un proceso de maduracion armonioso y homogeneo. Por ultimo, cabe sefialar el cambio de desarrollo observado, llamado generalmente aceleracion 10, Y que ha modificado la velocidad, los terrninos y la meta del desarrollo. Pese a estas dificultades no podemos prescindir de una estructura- cion del decurso de la evolucion infantil y juvenil. Nos da unicamente valores aproximativos, pero ninguna norma evolutiva. oRa de com- prenderse tan solo como indicacion de ciertos aspectos, pudiendo, quiz a, ser inaplicable a la proxima generacion, Desde hace unos treinta afios se trata de adecuar conscientemente la materia didactica y los metodos de la educacion fisica al nino y su desarrollo 11. Primeramente los esfuerzos se concentraban sobre el desarrollo fisico: el cambio de las medidas, el aspecto fisico, el crecimiento de los organos y el desarrollo de las diferencias fisicas debidas al sexo y sus consecuencias para la motricidad infanto-juvenil (Mcckelmann]. Cuanto mas claramente se consideraba la mision educativa de la educacion f'isica, tanto mas importantes se hacian los factores psiquicos 12 , la evolucion de la forma de aprender y pensar en el nifio, de las formas de accion y de contactos sociales, etc. Cuanto mas profundo haya de ser el efecto de la educacion fisica sobre la vida infantil y juvenil, tanto mas amplia ha de extenderse esa 9 Solo en el campo de los ultimos cincuenta afios podemos diferenciar generaciones de preguerra, guerra, posguerra, revolucion, inflacion y juventud hitleriana, de nuevo generaciones de guerra y posguerra, generaciones de reco nstruccio n y de opulencia, etc., que segun sus impresiones decisivas en la edad de formacion muestran un tinte especial en su comportamiento general. 10 EI terrnino fue creado por Koch, E. W., Uber Veriinderunger] des menschlichen Wachstums im ersten Drittel des 20. jahrhunderts, Leipzig, 1935. Hoy se ve la aceleracion como parte de un "proceso antropologico infinito ", como consecuencia "de una correlacio n de factores biologicos que tienen un efecto secular". Franke, M., Die gesundheitliche Situation der jugend, Munich, 1965, pags. 81 y sigs. 11 Vease Mockelmann, H., Die korperliche Erziehung in den Entwick- lungsstufen als Grundlage der [ugendfiihrung, Berlin, 1937. 12 Vease Neumann, 0., Die leibseelische Entwicklung im jugendalter, Munich, 1964. 28 /"' '"" vida ante .los ojos del educador. Solo la sinopsis del variado y multiforme proceso evolutivo nos permite esbozar las lfneas de una educacion fisica adecuada al nino 13. »-> Escuela primaria; 10 y 20 afio escolar Al final de la edad infantil, neutra 14, 0 en la primera etapa de la infancia media y posterior 15, el primer cambio de la estructura corporal i" aun no esta terminado, aunque el mayor crecimientoen alto ya hay a modificado las formas t ipicas del parvulo. El nino en la "edad de los cuentos de hadas" 17 muestra una marcada necesidad de "excitaciones afectivas y del incremento del gozo de vivir relacionado con ellas" 18. Con su vivida imaginacion inventa historias y las adorna. En juegos de interpretacion, desempe- fiando papeles cantados 0 hablados, se identifica en su movimiento con la imagen representada 19. Se complace en el movimiento caracterizante y encuentra por si mismo los rasgos decisivos. Su movimiento espontaneo posee caracter expresivo. La inestabilidad de la vida emotiva, tan marcada en el anterior perfodo de obstinacion, cede el lugar a una mayor serenidad. El 13 En el momento actual, la cuestion de una educacion fisica adecuada al nino aim esta pendiente en su mayor parte, porque se evidencian dos tendencias: una, de orientacio n primordialmente creativa, quisiera abrir al nino en la educacio n fisica un campo para la ejercitacion libre de sus fuerzas infantiles; la otra, orientada ante todo hacia el rendimiento, quiere adelantar la forrnacion basica deporeiva todo 10 posible en la infancia, con miras a aprovechar la edad de rendimiento y agilidad para el desarrollo de las tecnicas y habilidades deportivas (en Hungria, ya los nines del jard in de infantes tienen que descubrir su pierna de pique al practicar el saito en largo, etc.). Pero ambas tendencias invocan la adecuacio n al nino. 14 Stratz, C. H., Betrachtungen uber das Wachstum des kindlichen Korpers (Archiv fiir Anthropologie, tomo 81, 1914). 15 Remplein, H., Die seelische Entwicklung in der K indheit und Reifezeit, 2a. edicion, Munich, 1950, pags. 154 y sigs. 16 Zeller, W., DeT erste Gestaltwandel des Kindes, Leipzig, 1936. 17 Buhler, Ch., Kindheit und [ugend, Leipzig, 1931. A pesar del cambio que han sufrido las condiciones ambientales, esta denorninacion sigue siendo apropiada, segun nuestras propias experiencias hechas con los nino). 18 Kroh, 0., Entwicklungspsychologie des Grundschulkindes, Langensalza, 1944, pag, 253. 19 Mester, L., Spielen und Tanzen in der Bewegungserziehung der ersten Grundschuljahre (Westermanns Padagogische Beitrage, 9/9). 29
  • 4. animo se halla equilibrado y -alegre. El nino tiende a formas motrices queexpresan este tone basico de alegria: sal!~0orre, retoza, Adernas, ya muestra intereses. Son aun subjetivos, no diferenciados, inestables y se revelan Ipor una "receptividad general, atencion expectante, un estado de disposicion mental" 20 • El nino persigue sus objetivos con una perseverancia cada vez mayor, pero solo se concentra mientras persiste su interes, Poco a poco la actitud de juego se convierte en actitud de trabajo: Muchas veces se desarrolla, ya a los cinco afios, un marcado afan de trabajar que ya no se satisface con el "mero juego". El nino esta muy consciente de sus tareas, Ie place el exito y se siente recompensado por sus esfuerzos. Si un trabajo se prolonga, el nino recae una y otra vez en la actitud de juego, que aun posteriormente puede predominar de vez en cuando. La mision de la educacion ffsica consiste en facilitar la transicion del parvule al ninoescolar, en compensar por media del movimiento libre la obligacion de quedarse sentado, y por el juego, la actitud de trabajo. No obstante,' el concepto de "gimnasia de juego", que a menudo se aplica al ejercicio ffsico de esa edad, ya no me parece apropiado 21 • Induce a pasar por alto la importancia de una metodica educacion del movimiento en los dos primeros afios escolares, a continuar simplemente los juegos del jardfn de infantes, inferir cuestionables cuentos, destinados a motivar el movimiento, de los temas de ensefianza general y descuidar la importante fundamenta- cion de una educacion ffsica por derecho propio, Hoy el comienzo escolar ya no es mas un shock porque ge- neralmente, el nino de cinco afios ya no sabe ocuparse bien y se alegra de poder ingresar en la escuela. Tambien el jard in de infantes que se difunde cada vez mas prepara al nino para la situacion escolar. Se desilusiona si allf tambien se juega "solamente", porque ahora quiere rendir un trabajo que sea tornado en serio, y su evolucion espiritual y psiquica 10 capacita para ello. Por cierto que la educacion fisica partira de las formas de movimiento de la edad del juego, yero adernas ha de ser tambien "escuela" y deb era exigir "trabajo". El nino esta dispuesto a ello si los problemas son presentados en tal forma que despierten su interes y sus fuerzas alcancen para resolverlos. T.2<!ayia no esta capacitado para efectuar uILt@pajo .prolongado, pero de-todos-modos desea acabar.un-trabajo -empezado, 20 Biihler, Ch., ibid., pags. 255 y sigs. 21 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Zum Spielturnen auf der Unterstufe, en "Madchenbildung ", 1965/5. 30 I I~I,'I ,:1 l 111, jl La motricidad del nino, al entrar en la escuela, se caracteriza por sus contrastes: llama la atencion, por una parte, la fuerte "movili- dad", la rapida transforrnacion en movimiento de todos los estimu- los, impresiones y percepciones ambientales, que mantiene al nino continuamente "movil", 0 en movimiento 22; por la otra sorprende la motricidad pensada, una cierta lentitud, una cuidadosa experimenta- cion en la ejecucion del movimiento. Por rapida que sea en el principiante escolar la transforrnacion de 10s estimulos ambientales en movimiento, sus movimientos premeditados son lentos y circuns- pectos (por ejernplo al hacer el rol adelante). A ello se agrega cierta prodiga indeterrninacion 23 del movimiento que, por otra parte, determina su gracia y elegancia. Si pensamos en el movimiento gimnastico-depor tivo , economico, altamente funcional y rapido, y si caracterizamos la motricidad infantil en 10s primeros dos afios escolares como prodiga, indeterminada, circunspecta y lenta, enton- ces se evidencia aquf una problematica que en la educacion ffsica conduce a la exigencia de tener en cuenta la -madurez motriz, de reconocer en el movimiento, igual que enla pintura y el modelado, la forma infantil, de dejar madurar el movimiento infantil y no imponerle prematuramente el estilo de movimiento gimnastico-depor- tivo 24. En la educacion ffsica de los dos primeros afios escolares se trata ante todo de elaborar el "nucleo cinetico " 2S con el fin de preparar correctamente el camino hacia el futuro rendimiento 0 el estilo gimnastico-deportivo. La forma social del escolar que comienza es el grupo de juego. El nino busca a sus .coetaneos para jugar, aunque la relacion entre nino y nino sea mas bien debil. Llega entonces el maestro a constituir el 22 Meinel, K., Bewegunslehre, Berlin, 1962, pag. 292. 23 Meinel, K., ibid., habla de "lujo de movimiento", pag. 293, y de una caracteristica "rodante", pag, 292. 24 "AI ejercitar el movimiento hay que proceder de tal manera que el caudal cinetico del nino se conserve fluido todo el tiempo que sea posible, v no sustituirlo demasiado pronto por formas dgidas". Streicher, M., Natiirliches Turnen, en "Zeitgemasse Leibeserziehung der Jugend", ed. por Groll, H., Viena, 1955. Vease tambien Neumann 0., Die leibseelische Entwicklung im [ugendal- ter, Munich, 1964, pag, 427: "No se debe adiestrar al nino, por mediode modelos de movimiento prefabricados, en un numero limitado de habilidades cineticas seleccionadas ...". 2S Koch, K., Grundschulturnen an Geriiten, volumen 13 .le la colecci6n Schriftenreihe zur Praxis der Leibeserziehung und des Sports, Schorndorf, 1966, pag, 11, habla de "aprendizaje, adecuado al nino, de formas basicas de habilidades de movimiento gimnasticas": tambien Seybold-Brunnhuber, A., Zum Spielturnen auf der Unterstufe, loco cit. 31
  • 5. centro del grupo de juego, el cual se transforma en "rebano" 0 "manada", unido por Ios hilos que desde cada nino convergen en, el , centro. Un instintivo al)arquismo de personalidad dificulta muclias veces en un comienzo la convivencia en la nueva comunidad de la clase. En la educacion [{sica, las tareas y 10s intereses comunes ligan a 10s nifios entre si. Aunque se adapten de buen grado, siendo sensibles al e1ogio y la reprimenda, no podemos espera- todavla de eUos la c~acidad de una autentica coordinacion en una comunidad. A traves- de la pareja de companeros y de 10s pequenos grupos de tres y cuatro, han de ser llevados paulatlnamente al grupo mayor. Cuanto deja esto aun que des ear, 10 reve1a la incapacidad de 10s nifios de 6 y 7 anos para elegir un lider 0 capitan com un 26. Ya en el escolar novel se descubren diferencias caracterologicas en cuanto a la disposicion al esfuerzo: nifios aplicados 0 serios, comodos 0 superficiales, abordan las tareas de la educacion ffsica con la conducta que les es tfpica. No se de be esperar aun, de 10s ninos de 6 a 7 anos, un juicio fundamentado acerca de su propia capacidad de rendimiento. Algunos nifios con una fuerte sensacion de poder coriffan plenamente en sus propias capacidades. Los ninos temerosos y 10s nifios cuyo sentimiento de autovaloracion este reprimid<:?, tienen que adquirir poco a poco l~ confianza en su propia fuerza, abordando pruebas menores que podran resolver con seguridad. _ "Para 10s ninos de Q a 8 afios, la competencia tiene un significado puramente formal. Si, despues de una carrera de todo el grupo, se les pregunta quien llego primero, cada uno contestara 'yo '. El deseo y 1a conviccion de ser el primero y el mejor no nace aun de una seria ambicion, sino del sentimiento vital, asegurado por toda la estructura de rendimiento, de ser capaz de todo, y de una ilimitada confianza en sf mismo que guia al nino al afrontar el mundo circundante."27 Ese ingenuo optimismo referido al rendimiento cumple una importante funcion, protege al nifio Contra la vivencia del fracaso y por eso habria que conservarselo todo el tiempo que sea posible. Lo destruimos si medimos el rendimiento infantil demasiado pronto con normas objetivas, si confrontamos al nino una y otra vez Cvh su . incapacidad a su "no poder todavia~. Preservamos el ingenuo optimismo si postergamos hasta donde sea posible las competencias, cornparaciones y normas objetivas, eligiendo las tareas de tal suerte que e1 rendimien,to infantil tenga e1 exito asegurado. Pero ademas se encuentran, precIsamente entre 10s escolares pequenos, muchos ninos 26 Mester, L., Strukturelemente einer planvollen Leibeserziehung im Grundschulalter (Leibesiib ungen, 1959/2). 27 Ibl{J, 32 I 28 Remplein, H., lac, cit., pag. 176, 29 Homburger, A" Zur Gestaltung der menschlichen Motorik und ihrer Beurteilung, en Zeitschr. f. d. ges, NeuroL u. Psychiatrie, 1923/85. 30 Segun Meine!, K., op. cit., pag. 288, la cornbinacion fluida de correr y saltar, de lanzar y atajar, ya se domina al final de la escuela basica. Sin embargo, segun nuestras experiencias, las dos combinaciones cineticas ocasionan aun bastantes dificultades a los principiantes cuando se trata de conservar el flujo del movimiento. Es cierto que dependen en gran medida de la ejercitacion, pero esta suele faltar a los nifios de nuestra epoca. 31 Meinel, K., op. cit., pag, 298. 32 Meinel, K., op. cit., pag, 305. cuyo.sentimiento de su propio poder es debil y que necesitan nuestra -especial ayuda. Generalmente se trata de nifios enfermizos, nifios criados en casa de los abuelos, nifios unicos 0 muy mimados. Su iniciacion en la educaci6n ffsica es a menudo decisiva y, si es coronada por el exito, puede contribuir esencialmente al bienestar psiquico y ffsico de esos pequefios. Escuela primaria; 3er. y 4° afio escolar En la edad diferenciada de varones y nifias, el cambio de la estructura corporal ha concluido: "la contextura del parvule ha cedido el lugar a la del escolar " 28 • El mayor crecimiento a 10 ancho produce favorables proporciones ffsicas y relaciones de fuerza, que se revelan en un excedente de energia que busca el rendimiento y la comparaci6n con otros. La motricidad de los nifios de 8 y 9 afios todavia se caracteriza por su gracia, fluidez, suavidad y riqueza de movimiento 29 pero se manifiesta cad a vez mas una mayor economia. Ellujo del movimien- to se va reduciendo a favor de un movimiento mas exacto y funcional. As! la madurez motriz ofrece las premisas para el estilo., gimnastico-deportivo y la forma en bruto de las tecnicas deportivaa, La capacidad de coordinaci6n aumenta de tal suerte que tambien se ejecutan fluidamente combinaciones como saltar por sobre una cuerda tomando impulso?", lanzar y atajar la pelota, etc. A partir del 3er. afio escolar, aprehenden tambien ritmos mas diferenciados y los incorporan al movimiento 31 • Bacia el final del periodo observamos a menudo un aprendizaje "a primera vista" 32, es decir que ciertos desarrollos cineticos complejos se dominan sin mucha ejercitaci6n previa. Es decisivo paraese aprendizaje "a primera vista", adernas de la experiencia cinetica, ya mas rica y diferenciada, y de los modelos 33
  • 6. cineticos adquiridos, I~ capacidad de observar la forma, que en el noveno ana de vida viene a sustituir la observacion del color. Los intereses son determinados ahora por el objeto. EI niI'io ya no es impelido por la necesidad de jugar ni por un capricho: pasajero. El objeto mismo 10atrae. La mayor intensidad y energia de la voluntad, Ia separacion definitiva de la actitud de trabajo de la del juego, la atencion fija (hasta entonces era fluctuante) hacen que el nino persista en una ,prueba ofrecida a elegida por el mismo, hasta que logre un resultado objetivo. De este modo, esta fase se convierte en el pcr iodo de aprendizaje mas importante del nino. Ese period a de agilidad ha de ser reconocido, tambien en cuanto a la educacion f isica, como la edad mas import ante para el aprendizaje. Mientras que en el 4° afio escolar un 80 por ciento, terrnino medio, de los alumnos suele aprender Ias formas basicas de las habilidades gimnasticas, solo un 62 por ciento llega a dominarlas si se empiezan a practicar solo en el 5° ana. Si las introducimos solo en el 6° ana, apenas la mitad de los varones yun tercio de las nifias logran resultados satisfactorios 33. Sobre todo las chicas aprenden rapidarnente, a partir del 3er. ano,· las formas basicas de los movimientos gimnasticos. En que medida los jovenes mismos tienen la conciencia de vivenciar en esa fase un momenta oportuno para el perfeccionamiento de las habilidades deportivas.rlo muestran compo- siciones escritas en que algunos alumnos de 12 afios lamentan haber aprendido demasiado poco en las clases de gimnasia de la escuela basica y que ahora, a 10s 12 anos, seria tarde para recuperar 10 perdido 34. Varias investigaciones hechas 35 permiten llegar a la conclusion de que 10s nifios de 8 a 10 afios experimen tan en efecto un maximo de aumento relativo de rendimiento, al que en los varones sigue otro a los 15 0 16 afios de edad. EI incremento Ifsico de la amplitud de movimientos y la extraversion psiquica, que ahora rompen definitivamente el cerco que encerraba el mundo infantil, sirven para la "conquiyta de la 33 Estas cifras se las debo a Koch, K., Hamburgo. Vease tambien Koch, K., Grundschulturnen an Gerdten, volumen 13 de la coleccion Schriftenreihe zur Praxis der Leibeserziehung und des Sports, Schorndorf, 1966, pags. 94 y sigs. 34 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Turnert und Sport in der Welt unserer Schiilerinnen, en "Die Leibeserziehung", 1957/6. 35 Peters, H., Verdnderungen der sportlichen Leistungsfiihingkeit im Schulalter, en "Korpererziehung", 1965/5. 34 1 realidad exterior" 36. La actitud frente al mundo se torna realista 37 y el nino es mas prosaico: Ahora prefiere las Ky-endas e historias de aventuras a los cueritos de hadas. Paulatinamente, el nino aprende a juzgar en forma critica su propia capacidad. Mas este juicio no se apoya aun en normas objetivas, sino en la relacion subjetiva, en la comparacion del rendimiento propio con el de los nifios presentes. La concepcion analftica sustituye ahora a 1a global. El nino observa mas exacta y atentamente. La capacidad de dirigir la mirada con exactitud, el desarrollo de la atencion fija y de la tenacidad de la voluntad, asf como la creciente fuerza, permiten a 10snifios ayudarse y asegurarse mutuamente. Primeramente tienen que practicar las tomas manua1es del avudar y asegurar en grupos de a tres, en situaci6n sin peligro, sin aparatos. Solo cuando en esta situacion el nino domina sus movimientos con seguridad y cuando, a traves de multiples practicas 38, ha experimentado que es capaz de ayudar y puede confiar en la ayuda del otro, las tomas se practican en el aparato. Pero entonces vale el principio de "todos ayudan a todos". Encrgia, frescura y estados de animo elevados, desde la des- preocupada alegr ia hasta la travesura y el alborozo, caracterizan el sentimiento vital. Seguro de si mismo y audaz, el nino utiliza ahora su capacidad en la clase de educacion fisica para acrecentar el sentimiento de su propio poder. La creciente vitalidad se revela por un aumento de actividad. La forma de accion es el obrar utilitario de determinacion subjetiva (trabajo de orientaci6n egoista) 39. Deber ia evitarse ahora toda exageracion en cuanto a la ambicion personal, integrando, siempre que sea posib1e, la actuacion individual a la colectiva. Una actividad incansable y un siempre despierto espiritu empren- dedor predisponen en esta edad, como en ninguna otra, para la educacion ffsica. Ahora el nino ha de lIegar a conocer la mayor cantidad posible de especialidades gimnasticas y deportivas. Confiado se acerca a toda nueva tarea para poner a prueba sus fuerzas y los 36 Remplein,op. cit., pag, 178. 37 Ese realismo de la infancia media es aim ingenuo y falto de cr itica. 38 Vease Blombach, A., Das gegenseitige Helfen im Geriitturnen, en "Madchenbildung ", 1963/6. 3 9 Kerschensteiner, G., Theorie der Bildung, Leipzig, 1926, pags, 298 y sigs. 35
  • 7. / fracasos iniciales no 10 desaniman facilmente 40. Mientras que al ~aron Ie interesan preferentemente el rendimiento, fuerza, resistencia .y- agilidad, la nifia aspira ya a la forma estetica adernas del rendimiento 41. La forma social es el "compaiierismo" entre los muchachos que suele unir toda una pandilla de chicos de la misma edad. Las nifias traban "amistades", generalmente de poca duracion y q.ue incluyen solo dos a 10 sumo tres de su edad. Ahora, en la asf Hamada "edad de la broma", se teje mas fuertemente la relacion de nino a nino. En el continuo vaiven de la relacion entre los nifios se.revela el "caracter de corriente alternada" 42 de esta forma social, especifica de esta etapa. Ese dinamismo de la convivencia halla s,u mejor valvula de escape en certamenes y postas. ~ t1>J!!~nJe el 3er. y 4° afio escolar ya pueden formarse gruposl autenticos, Con la cornprension de la razon de ser de una comunida~ de grupo aumenta tambien la capacidad critica, necesaria para elegi~ capitanes responsables 43. Los muchachos ya descubren cualidades' objctivas de dirigentes, mientras que las chicas aun se guian mas bien por argumcntos emocionales y simpat ias personales. - CicIo superior de la escuela primaria; 5° y 6° ario escolar Ciclo basico de La escuela secundaria Una incrementada disposici6n al rendimiento y el placer en el ponen de relieve el excedente de energias de esta etapa. El nino se 40 En el mismo sentido se expresa Neuman, 0., op. cit.: "Lo especifica- mente importante de las ejercitaciones fisicas para la fase prepuberal esta en que ofrecen un campo de acci6n exce!ente a la canalizaci6n de la inc:}naci6n t ipica de la edad hacia el objeto". 4 1, Algunas nifias de 9 afios, despues de algun tiempo de coeducaci6n, rechazaron la participaci6n de los varones en la gimnasia, alegando que "Ios muchachos no quieren hacerlo bien, nos molestan". Vease Hennig, W. y Schroer, W., Zur Entwicklung des Sportinteresses beiJugendlichen, en "Korpererziehung" 1966/11; Los autores encuentran en su investigaci6n de que por cierto en los dos sexos existe en primer lugarIa necesidad de rendimiento, pero que en los nines sigue despues "Ia necesidad de vivencia" y en las nifias "Ia necesidad de goce", sobre todo la alegria en la forma estetica. 42 Este terrnino sobre la relaci6n social se 10 agradezco a H. Hirn. 43 Mester, L., lac. cit., (Leibesiibungen, 1959/2). 36 perfecciona en su forma de vida infantil; c::s la fase del "nino ~e_ctQ~, la 3ra. fase de la nifiez, el periodo prepuberal 44 • El interes del nino se dirige ahora hacia "las leyes que obran detras de las cosas y fenornenos aislados" 45. Quiere saber como se produce el rendimiento deportivo. Le interesa la tecnica del movimiento, la aplicacion precisa de la fuerza. El pensamiento teorico, la capacidad de abstraccion y comprensi6n de 10 que es una ley natural, que ahora va despertando en el y que 10 madura para el pensamiento cientifico-natural, Ie permiten aprehender las leyes de la causalidad, por 10 menos de manera aproximativ~. Mientras que hasta entonces el nino se creia capaz de todo, sobreestimando a menudo sus fucrzas y precipitandose afanosamente a" cualquier tarea, "mide ahora sus capacidades, las compara con las de otros nifios y limita sus performances ala medida de la capacidad que reconoce en sf mismo" 46. Rechaza a menudo precipitadamente las pruebas que le parecen demasiado dificiles. Se inclina a exagerar .conscientemente las dificultades imaginadas, para que despues su actuacion brille mas gloriosamente. La actitud critica frente a su pro pia actividad frena el movimien- to. Este se hace mas lento y pausado. Junto con la ingenuidad del comportamien to se pierde la gracia de la motricidad. En lugar del ritmo natural del movimiento se manifiesta ahora el compas conscientemente dirigido. Si hasta entonces los movimientos expre-' sivos del nino eran abundantes y desenvueltos, se hacen ahora dominados, convenientes y economicos, Con respecto a la motricidad, Meinel habla de un "punto culminante en el desarrollo general". La mayor agilidad y destreza, la creciente velocidad y fuerza as! como la superior capacidad de .reaccion y adaptacion favorecen ahora el movimiento que se muestra equilibrado, armonioso, fIuido y dinamico y cuya estructura de fases es cada vez mas marcada. Es caracterfstico, tambien a esa edad, el "aprendizaje a primera vista" mientras la desproporcion de las medidas corporales no surta un efecto perturbador e inhibidor 47 • , ) 44 Neumann, 0., Die leibseelische Entwicklung im Jugendalter, Munich, 1964, pags. 420 y sigs. 4S Remplein, H., lac. cit., .pag, 194. 46 Ibid., pag, 197. 47 Meine!, K., op. cit., pags, 304 y sigs. 37 ~ ~
  • 8. La actitud critica se orienta tambien hacia el aspecto fisico 48 • Ha llegado la hora de lIamar la atencion del adolescente sobre la relacion salud-capacidad de rendimiento-belleza. Las investigaciones 49 han mostrado que en los nifios de 11 afios ya existen la disposicion y el deseo de una educacion higienica activa .. Sorprende que los varones se muestran en ese sentido mas interesados que las nifias. La moderna anticipaci6n de los intereses por la moda, fomenta- dos por el comercio, trae consigo la necesidad de aguzar la vista de las muchachas, ya a esa edad, para la belleza natural, 10 sana y las aberraciones de la moda. Si hasta entonces ni los muchachos ni las chicas ptaban muy propensos a lavarse, ahora les invade de vez en cuando 10 que podria lIamarse un furor higienico, Por eso, precisamen te a esa edad, las ensefianzas higienicas caen en terreno f~rtil. Aunque las ninas a veces imitan a los varones y se muestran desenvueltas como ellos (ver mas adelante), se oculta bajo diversos disfraces el nacien te anhelo de belleza. .La nifia qui ere ser hermosa, <, moverse con elcgancia, es decir, ante todo, con seguridad.i Al buscar un modelo encuentra por todas partes el ideal de belleza del momento, que pocas veces halla la aprobacion de la generacion mayor. Pero hay que tener presente que los ideales de belleza cambian y que la muchacha deportista, fresca e impecable, ideal de la actual generaci6n de profesores de educacion fisica, carece de significacion para la juventud. No es una imagen directriz para esa juventud. Por eso es necesario descubrir en el ideal de belleza dictado por la moda del momenta aquellos rasgos que ofrecen un punto de partida a la educaci6n fisica. El aseo personal, la agilidad y elegancia del movimiento, sobre todo en el andar, pertenecen, aun hoy, a la imagen a la cual la nifia trata de parecerse. Acepta de buen grado las sugerencias de la educaci6n fisica que le pueden ~yudar en ese sentido. Nada mas torpe que condenar como mera vanidad ese timido deseo de belleza. ) El sentimiento vital se halla determinado por una sensacion de fuerza ffsica y de un alegre estado de animo. En la edad de I I 48 En mi opinion, Meinel pasa por alto la anticipacion del crecimiento de los miembros a causa de la aceleraci6n, con la consiguiente "diso lucion " de la motricidad infantiL 49 Widmer, K., Die Entwicklung des Leibes- und Gesundheitsbewusstseins des Kindes und die Thematik der Gesundheitserziehung, en "Piidagogische Rundschau", 1965/12. 38 Robinson 50, el nino esta bien dispuesto a esforzarse, a bus car condiciones de vida sencillas, a soportar incomodidades.Las excur- siones y el camping comienzan a fascinarle. Quiere destacarse en las habilidades naturales, como correr, lanzar, trepar, saitar, etc., con el fin de estar preparado para todas las contingencias de la vida, igual que su heroe Robinson. El exceso de energia es la base del Espiritu Iu- chador de esa edad. En los juegos que implican lucha intervienen apa- sionadamente tanto los varones como las nifias. EI comportamiento en el juego suele estar determinado por un fuerte deseo de figurar 51. Empieza la vanidad y ostentacion, sobre to do en los muchachos. Esa edad se aferra todavia a 10 exterior, hace alarde de su fuerza fisica y hazafias deportivas que aun hoy gozan de un gran prestigio 52 • El valor es la virtud mas importante. El cobarde se desprecia. La plenitud de energia y una aminoracion de los sentimientos caracte- rizan no solo a los muchachos, sino tambien alas nifias, que en esa etapa parecen a menudo masculinizadas. El enfasis del sentimiento de si mismo se traslada cad a vez mas del sentimiento de poder al del propio valor. Pero la conciencia de ese valor aun no puede apoyarse en rendimientos objetivos. Todavia no esta anclada en el propio fuero intimo y depende del mundo exterior, del elogio y de la censura. La mayor susceptibilidad frente a toda critica exige que seamos prudentes. En el psiquismo predomina el intelecto .sobre el sentimiento. };:l nino parece desalmado, hasta cruel. Despiadadamente pregona los defectos fisicos y las dolencias de sus comparieros. En combinacion con la autocritica que se va despertando en ellos, esto puede producirles serios traumatismos. Por eso, los alumnos que sufren algun impedimento fisico, sobre todo nifios lentos, torpes 0 retardados, necesitan ahora un cuidado especial de parte del educador fisico. No deben ser separados de la comunidad de alumnos, pero hay que ahorrarles comparaciones vergonzosas. Dentro 0' J so Biihler, Ch., Kindheit und Jugend, 3a. ed., Leipzig, 1931, pag. 281. Esa caracterizacion de las nifias ha conservado toda su validez. Las "aceleradas " entre ellas viven en dos mundos: juegan a los escondites, se entusiasman por hacer el rancho, son como muchachos y, no obstante, ya miran con el rabillo del ojo las modas y las peHculas. 51 Vease Neumann, 0., op. cit., pag. 293. 52 Veasp Neumann, 0., op. cit., pag. 293: "Como los muchachos consideran la capacidad fisica y las aptitudes practicas para la vida como medidas de su mutua apreciacion, el varon deportivo tiene posibilidades mucho mejores para entrar en el mundo circundante ... ". 39 ,'" -"""
  • 9. de la posible, debe descubrir una ejercitacion que ellos puedan -dominar y que les ofrezca una "compensaciori" 53 • La forma social se manifiesta en la amistad del grupo. La clase ernpieza a verse a sf misma como un todo y trata de imponerse a otras unidades. Las competencias entre distintas clases contribuyen a que 105alumnos fuertes se preocupen por ayudar a los mas debiles y a provocar un "espfritu de solidaridad" que abraza a todos los miembros del grupo. Mientras que los muchachos se sienten bien en el grupo, la nifia busca cada vez mas la comunidad intima, la amistad. La separacion de sexos es ahora completa. Ya no es razonable juntar muchachos y chicas en las clases de educacion fisica. Se distinguen en la manera de moverse, de jugar 54 , Y en sus objetivos de rendimiento. ~~egos reglamentados son reemp1azados por otros que dejan una amp1ia libertad de acci6n. Los 1azos exteriores que unen el grupo de juego, van sustituyendose por otros interiores, Los equipos se conservan aunque se a1ejen del campo de juego. Los verdaderos capitanes de equipo son ahora responsab1es, muchas veces, del "esp iritu de grupo". Su influencia se extiende, no solo a1juego, sino a toda 1a vida esco1ar. "No 10s brillantes logros teoricos, sino mas bien una capacidad general frente a la vida, con sefialadas aptitudes ffsicas, constituye el ideal de esta etapa." 55 Esa caracterizaci6n, valida en afios anteriores, ahora solo es aplicable a una parte de 1a clase, pues en 10s nifios de 10, 11 Y 12 afios, 1a aceleracion del desarrollo y en 1as nifias 10s comienzos de la menstruaci6n, modifican decisivamente 1as condiciones previas para la educaci6n fisica ~6. El profano 10 reconoce ante todo en el ~!llento de la talla, _en comparaci6n con 10s nifios de generaciones anteriores, de la misma edad. Aunque el aumento de la talla ya se insinua en el recien nacido y se acen tua en el nino preesco1ar, llega a ser mas marcado en la fase de Ia prepubertad, entre 10s 10 y 14 afios, En comparaci6n con 10snines de la misma edad de generaciones anteriores, se han comprobado ventajas de hasta 12 em de talla y hasta 11 kg de peso 57. Esta fase evo1utiva de los nifios de lOa 14 afios se distingue por una gran intensidad de crecimiento, por 10 cua1 parece ser particu1armente sensible a 10s estfrnulos de crecimiento y desarrollo. Pero 1a mayor sensibi1idad equivale a una mayor delicadeza. De ahf que los nifios de crecimiento acelerado reaccionen muy vivamente a identicos estfrnu- los de desarrollo durante Ia fase sensible de la inminente pubertad. Esto es de trascendental importancia con respecto al problema de la resistencia y de la aplicacion de est imulos en Ios ejercicios fisicos y el deporte, pues 10speriodos de intenso crecimiento son siempre epocas de crisis del desarrollo juvenil. Neumann 58 sefiala 1as diferentes condiciones de los desarrollos acelerados sincr6nicos y asincronicos para -la educacion fisica. Mientras que en los acelerados en quienes se observa una anticipacion uniforme de todos los procesos de maduracion [sincronicos}, las investigaciones perrniten suponer un "crecimiento corporal armoriio- so, una sana sensaci6n de fuerza y un gran empuje" 59 , los acelerados en quienes la anticipacion del desarrollo abarca tan solo procesos de maduracion parciales (Ios asincronicos}, muestran una "complexion muy debil" que "constituye una mala base para 1a intensidad personal de empuje " 60. La anterior interpretacion negativa 61 de la aceleracion se considera ho y como anticuada en cuanto a 10s acelerados sincronicos se refiere, pero no cabe duda de que un organismo en rapido crecimiento corre mayor peligro a causa de 5 7 Freund, J., IMd., pag, 10. 58 Neumann, 0., Die leibseelische 1964, pags, 312 y sigs. 59 Ibid., pag, 315. 60 IMd., pag. 316. 6 I Entwicklung im [ugendalter, Munich 53 Muchas veces la encoritraran en la natacion 0 tambien en la educaci6n ritmica. Las cJases especiales y de perfeccionamiento ayudan a estos nifios sobre todo si se considera que su indiferencia hacia la educaci6n fisica 0 su rechazo de la gimnasia no son causa sino consecuencia de- sus rendimientos insatisfactorios. Vease Rohrberg, K., Zu Problemen des Leistungsuersagens im Sportunterricht, en "Korpererziehung " 1965/11. ) 5 4 Fuxloch, K., Das Soziologische im Spiel des Kindes (Zeitschr. f. angew. Psycho!., numero suplementario 53, 1930). 55 Buhler, Ch., loco cit., pag. 324._ 56 Segun las costumbres que aun rigen en la escuela, la incipiente menstruacion ofrece alas nifias de menor rendimiento la bienvenida oportunidad de escaparse de la molesta gimnasia. Sin embargo, la estabilizaci6n del sistema vegetativo, por medio de ejercicios hechos con regularidad, serfa de gran importancia precisamente en esa fase del desarrollo. Vease tamhien Fuchs; H., Arztliche Turnbefreiung wegen des Menses? en "Leibesubungen, Leibeser- ziehung " 1966/1. La interpretaci6n negativa de la aceleracion como "brote de agua", "trauma de urbanizaci6n", "enervacion lujuriante ", etc., es refutada por las investigaciones recientes, segun las cuales los acelerados son mas inteligentes y superiores a los de maduraci6n lenta tanto en sus rendimientos intelectuales como deportivos. Vease Bormann, F. V. Y Pauly, S., Akzeleration der jugend, en "Miinchener Medizinische Wochenschrift", 1965/43. 40 41 ~
  • 10. dafios exteriores, errores didacticos, etc. 62. La gran intensidad del desarrollo exige plenamente los sistemas funcionales. Los esfuerzos no deb en dosificarse yaumentarse simplemente en proporcion a la talla. Han de adaptarse al estado funcional en su totalidad. iPor eso, habra que prevenir especialmente a los acelerados asincronicos contra agotadores ejercicios de resistencia, en vista de la creciente carga y la consiguiente inestabilidad vegetativa causadas PQr el desarrollo. Esto no quiere decir que en esos jovenes no ha deejercitarse la resistencia. Las investigaciones recientes 63 no comprobaron diferencias signifi- cativas de las frecuencias card iacas de trabajo y reposo entre jovenes de lOa 19 anos y con rendimientos relativamente iguales en comparacion con el peso corporal,y en personas de 7 a 33 afios se cncontro una absorciori maxima de oxigeno aproximadamente igual por kilogramo de peso corporal. Estos resultados contradicen la opinion general de que los jovenes sedan incapaces de hacer ejercicios de resistencia y larga duracion. AI contrario, permiten suponer "una capacidad de rendimiento relativa y aproximadamente igual en ejercicios de resistencia de breve duracion " 64 • Precisamente los acelerados necesitan el ejercicio de resistencia (ino la perfor- mance forzada! ) para compensar el crecimiento en alto, relacionado con la aceleraci6n, mediante.fuertes est imulos para.el.desarrollo en ancho.' EI crecimiento anticipado de los miembros suele dificultar la coordinacion en la gimnasia con aparatos, y sin ellos, y hace recomendable la natacion 0 un buen dosificado entrenamiento de resistencia en carreras natacion, patinaje sobre hielo 0 esqu i y en los .grande~ juegos. Surge de elIo la nec~idad de una dosificacion individual de los estfrnulos y de una graduacion de la carga cuidadosamen te adaptada alas posibilidades de los individuos acelerados asincronicos. Pero como las clases de ninguna manera muestran una aceleracion uniforme, siendo a menudo grotescas las diferencias de desarrollo dentro de un mismo afio, se recomienda a veces reunir a 10sjovenes ) 62 Bennholdt-Thornsen, C., habla de "aumentada disposici6n para la respuesta de est irnulos y de reacci6n", citado en Neumann, op. cit., pag, 316. 63 Investigaciones de Mellerowicz, H. y Lerche, D., comunicadas en Mellerowicz, H., Das Korp erliche Leistungsuermogen der heutigen Jugend, Munich 1965, pags, 20 y sigs. 64 Mellerowicz, H., op. cit., pags. 23 y 26: "Es muy probable que sin ejercicios de resistencia, adecuados a la juventud, el organismo juvenil no se desarro llara en forma 6ptima. Por eso, los ejercicios de duraci6n apropiados deben incluirse en la educaci6n fisica de la escuela mas de 10 que suele hacerse hoy en dia ...". 42 en grupos de acuerdo con su estado evolutivo con el fin de asegurar a cada uno la estimulaci6ri propicia y necesaria. Pero, prescindiendo de la dificultad del agrupamiento, se opone a ello el efecto perjudicial de toda clasificaci6n que ha de temerse sobre todo con respecto a 10s nifios de maduraci6n lenta. Si se ofrecen los ejercicios en toda su plenitud, de todos modos resultan posibilidades de compensaci6n, pues segun el tipo de ejercicios y la tar,ea se yen favorecidos una vez los "largos", otra vez los "breves". Por 10 general, el joven mismo se_QPone a un gasto de fuerza demasiado ...riguroso. Pero no menos nocivas que las prolongadas @rgaLflsi~cas son las _p,.§[q.uicas,como por ejemplo las reiteradas vivencias de fracaso, lei acurnulacion de competencias, etc. Esos _esti~ulos interiores no suelen llegar a la conciencia del joven. Tampoco provocan siempre estados patol6gicos, pero a menudo son, la causa.ide un desgano general, que en el campo de la educaci6n ffsica se manifiesta como indiferencia, rechazo, hostilidad, irritabi- lidad, etZ"Si clprofesor trata de contrarrestar el desgano con un renovado estfrnulo , con situaciones de~ompetencia, postas, etc., la situacion empeora. Surte un efecto equilibrador, mas bien, una practica tranquila, una ~Qnversaci6n acerca del nuevo objetivo, algunos ejercicios que pertenecen a la educaci6n rftmica, etc. Cicio superior de la escuela primaria; cicio inferior y medio de la escuela secundaria (70 y 8° ann escolar) El impulso de crecimiento durante el segundo cambio ffsico incide en primer lugar sobre las piernas, ante to do los muslos. El tronco sigue siendo pequerio y enjuto. Esta desproporci6n, combinada con los procesos de maduraci6n, produce trastornos de toda la motricidad juzgados de diversas maneras y a veces dramatizados por algunos autores 6S • En su estudio 6 S Remplein, H., op. cit., pag, 222, habla de "falta de dominio, inarmonia que llega hasta la disritmia, disdinamica, rudeza de expresi6n y rebeldia". Homburger, A., Uber die Entwicklung der menschlichen Motorik und ihre Beziehung zu den Beuiegungsstorungen der Schizophrenen, en "Zeitschrift fiir die gesamte Neurologie und Psychiatrie", vol. 78, Berlin 1922, habla de un "derrumbamiento de la motricidad infantil", pag, 282; Mockelmann, H., Leibeserziehung und jugendliche En twick lung, Schorndorf, 1952, pags, 73 y sigs., de "disoluci6n de la motricidad", y Neuhaus, W., Kinderpsychologie vom Standpunkt der Entwicklung, Flensburg, 1948, pag. 34 opina que "Ios esquemas cineticos, desarrollados con tanto esfuerzo, se deshacen casi completamente". .ll I
  • 11. sinoptico, Meinel " sefiala comb caracterfsticas de esos trastornos: una "tosquedad de la motricidad total, menor agilidad, menor exactitud, la reaparicion del lujo de movimientos. (en mi opinion ahora a menudo deliberado, como movimiento expresivo, tic cinetico, etc.), dinamica perturb ada, disminuida capacidad de apren- dizaje motor, inquietud motriz con desgano para moverse". Todos estos Ienomenos apareq:n, en el joven acelerado, ya a los 12 0 13 afios, El joven ya no se siente" comodo " den tro de su cuerpo; sus gestos y porte son desmafiados y torpes. En las nifias, la creciente anchura y pesadez de la pelvis y el desarrollo de los senos crean otras condiciones para la gimnasia con aparatos y los ejercicios en el suelo. Por eso se habla hoy muchas veces de una ruptura 0 un estancamien- to en el rendimiento a esa edad. Pero el efecto negativo del segundo cambio ffsico incide menos en el movimiento voluntario que en el incontrolado (el andar, los gestos, etc.). En los movimientos practicados con regularidad, apenas si aparece dicha ruptura. Pero donde, antes del cambio ffsico, la conduccion del movimiento aun no hab ia logrado seguridad, donde la educacion ffsica no ha ido mas alla de uno que otro ejercicio, la ruptura y el estancamiento del rendimien to suelen reconocerse tambien en el movimiento vo- iuntario. Mientras que, en Ics varones, el incremento de la fuerza mus- cular sigue desarrollandose en sentido lineal, en las nifias se va retardando. En su totalidad, una mayor fatigabilidad y propension a I~fermedades distinguen esa fase nitidamente de la anterior. No obstante, serfa un error hablar de un "periodo de veda". Por el contrario, scgun los reconocimientos medicos mas recientes, '1a suficiente carga funcional para el esqueleto y aparato muscular ... constituye una condicion previa fundamental" para el sana creci- mien to del joven en esa etapa 67 • El desequilibrio exterior corresponde al interior. Allf tambien se esta preparando un cambio; el nino extravertido puede transformarse "11 adolescente introvertido. Muestra una Juerte propension a la autorreflexion y autocr itica. La dedicacion al propio yo rrae un incremen to de la imaginacion. La vida imaginativa se caracteriza por su gran vivacidad. "La profundizacion, inestabilidad y el predominio de los senti- mientos de desgano" 68 en el estado de animo, la desproporcion 66 Meinel, K., op. cit., pags, 312 y sigs.. 6 7 Neuma~n, 0., op. cit., pag. 446. 68 Remplein, H., loco cit., pag. 222. 44 i) ffsica, tendencia a la autocrftica, la flojedad y el cansancio ffsicos, no parecen ofrecer muchas posibilidades a la educacion ffsica en ese perfodo. No obstante, es un. error hablar simplemente de una "disminucion del rendimiento" en esa fase. Considerandolo global- mente, el rendimiento sigue en aumento 69 • Pero el aumento es mas lento y puede interrumpirse completamente, aunque en forma pasajera, durante la fase negativa 70. Pese alas alteraciones en la proporcion de sus palancas, el joven se arregla rapidamente, en cuanto al rendimiento se refiere; y tanto mas rapidamente cuanto mejor hab ian estado educados su forma y sentido cineticos, Mas para el movimiento conscientemente elaborado, por ejemplo en la gimnasia, y la gimnasia en aparatos y en la danza, a menudo estas alteraciones constituyen, en un principio, un obstaculo insalvable. Cuanto masansiosamente admire la forma perfecta, tanto mas .crftico se pone el joven frente a sus propias tentativas. AI efecto paralizador de esa autoobservacion y autocrftica nos sustraemos, dando al movimiento una meta concreta, desviando la observacion desde el propio yo hacia el movimiento de un pequefio elemento, proponiendo pruebas cuya solucion ha de seT10 hastante atractiya y diffcil como para hacer olvidar las inhibiciones y organizando un juego que fascine a los jovenes. La intensificacion de la vida imaginativa y la vivacidad de la capacidad representativa 71 , favorecen el juego con el movimiento, 0 sea la creacion expresiva, unicamente si el nino ya ha aprendido a "utilizar" el movimiento y si dispone de un "vocabulario" corporal. Sin esa labor previa, esta etapa es muy desfavorable para empezar con la gimnasia 0 la danza. EI estado general, ffsico y psfquico, ofrece tambieri en otras ramas de la gimnasia y los deportes grandes obstaculos para la adquisicion de nuevas experiencias cineticas. Esta fase del desarrollo no se presta tanto, sobre todo en las nifias, para el aprendizaje de cosas nuevas, sino mas bien para la consolidacion y el perfeccionamiento de 10 adquirido. 69 Bach, F., Grundlagen fur eine Punktwertung der sportlichen Leist- ung Jugendlicher (Die Leibeserziehung, 53/4), y Espenshade, A., Dable, R. y Schoendube, R., Dynamic balance in adolescent boys (The Research Quarterly, vol. 24, nO 3). 70 Buhler, Ch., loco cit., pag. 314; segun H. Hetzer, la fase negativa es considerablemente mas breve en las niiias que en los varones. 71 Vease tambien Widmer, K., Entwicklungsspezifisches Erleben und Verhalten des jugendlichen Miidchens im Turn- und Sportunterrich t, en "Die Leibeserziehung" 1966/2. 45 ~.. "-f:;"
  • 12. ' El sentimiento de, autovaloracion, extremadamente susceptible, fluctua entre ex tremos, Si queremos fortalecerlo, tenemos que proponer tareas que el ser joven sea capaz, de llevar a Clabo si se _esfuerza 72. Ya no es bastante elogiar solo para dar aliento. Si el elogio carece de justificaci6n objetiva, le disgusta al joven. Sus reacciones son, a menudo, imprevisibles. Tareas queayer le causaron placer, hoy las mira con indignaci6n, impaciencia, rabia y hostilidad, para dedicarse a ellas con afan al dia siguiente. La voluntad que aun no sabe dominar la tormenta intima, falla muchas veces en dirigir los subitos impulsos. Asf faltan al entrenamiento la perseverancia consciente, y al rendimiento, la continuidad. A menudo, !a sed de vivencias y la de actividad, temporariamente aumentada, que se manifiesta por un constante ajetreo y una mal dirigida laboriosidad, determinan un efimero centelleo del entusias- mo deportivo. El joven busca suspenso, aventura y la excitaci6n de su sensacion vital en el deporte 73 • La vuelta hacia el interior disminuye las ataduras del exterior. "La alegre predisposicion infantil a establecer contactos cede, por 10 menos pasajeramente, al rechazo y recelo del" contacto." 74 .-£;1_ retraimiento y la obstinaci6n, el retiro de los vinculos acostumbra- dos, caracterizan esta edad. Ello hace que la tan lamentada fuga de las asociaciones gimnasticas y deportivas sea un fen6meno determina- do necesariamente por el desarrollo. El deseo de autonomia e independencia, el rechazo de influencias educativas ajenas, la desconfianza frente a todos los valores ofrecidos por el adulto y la necesaria disolucion de los vinculos habi tuales, impulsan al joven a 72 Neumann, 0., op. cit., pags. 450 y sigs., sefiala la importancia de que el exito del rendimiento sea visible. y medible en esta fase y extrae como consecuencia que es mas importante hacer indicaciones sobre la forma de ejecucion de un movimiento que solicitar un objetivo de ese movimiento. 73 Neumann, 0., op. cit., pag, 458, sefiala por eso, en mi ojinion con razon, que en esa fase la educacion fisica tiene la mision de "rnostrar al joven los caminos hacia una abreaccicn motriz de sus tensiones ernocionales, de convertir su agresividad en actividad dominada, de ofrecerle la posibilidad de veneer sus impulsos excesivos de una manera ludicra en el encuentro con el cornpafiero 0 el adversario " . "/4 Liischen, G., Ursachen des geringen Anteils der uieiblichen jugend an der Sportjugend und deren Beuorzugung bes timmter Sportarten, en "Olympische Jugend" 1966/2, sefiala que las nifias abandonan la asociaciori no a los 14 anos, como suele afirrnarse, sino a los 18 y que "caracter isticamente ... su curva de afiliacion, respecto de la edad, muestra una correlacion negativa con la curva de las jovenes que, en nuestra sociedad, contraen matrimonio". 46 abandonar la asociaci6n donde hasta entonces hab ia encontrado placer y amigos. Es cierto que aun no sabe 10 que quiere. No ingresa en ninguna otra asociacion, pero sabe 10 que no quiere. No quiere ataduras; este retiro no ha de confundirse con la "pasividad de la Juventud" 75, ni con su "decaimiento" 76. Si la gimnasia ha consegui- do afirmar sus valores en el alma del nifio, el joven reencontrara el camino hacia ella. Es cierto que en esa etapa el joven rechaza los vinculos habituales, pero se crea nuevos. La.forma sociologica de la "pandilla" responde a su deseo instintivo de llevar una vida junto con sus iguales, lejos de la vigilancia y las ordenes de los adultos 77 • El paso decisivo en esa fase es la construccion de un mundo de valores. Ahora hay que hacerle ver al joven los valores de la educaci6n fisica: el placer por el movimiento, por su fluidez, por su elegancia, por la musica dentro del movimiento y el movimiento dentro de la musica; el esfuerzo fisico, la salud que surge de la propia responsabilidad, el propio -:-aunque sea modesto- rendimiento; la alegria del juego y de jugar; el encuentro con la naturaleza que el deporte ayuda a descubrir. - La actitud extravertida frente a los ejercicios fisicos, que estaba dirigida .a medir las fuerzas, a la comparaci6n y el reconocimien to, deberfa transformarse ahara, tambien en este campo, en otra introvertida que sabe elegir y aprovechar los valores del deporte y de los ejercicios fisicos para la preparacion y Lormacion de la propia 75 Diem, C., Gelingt die Uberwindung der jugendpassivitiit? (Rheinische Turnzeitung, 7/3); Severing, A., Die Passivitiit der 14 bis 18 jiihrigen als piidagogisches und gesellschaftliches Problem (Deutsches Turnen, 1953/17). 76 Con demasiada facilidad olvidan los "viejos" gimnastas que la epoca de los pioneros del movimiento gimnastico y deportivo pertenece al pasado. que dentro de el la juventud ya no puede edificarse nada en oposiciori al orden existente, sino que ahora tiene que entrar en una tradicion, en un edificio acabado, y que la gimnasia y el deporte se transformaron de una aventura en una obligacion (obligacion de alumno, de ciudadano, etc.). Por otra parte, la fiesta girnnastica alemana celebrada en Munich, en 1958, en la cual se hablo de una "irrupcion de la juventud", ha demostrado que aquellos pronosticos son demasiado pesimistas. 77 Pero esto ya no le es posible hoy en d ia dentro del movimiento gimnastico y deportivo ampliamente reglamentado (vease arriba). Una y otra vez se comprueba cuan fuertemente cimentada esta la politica de federaciones y asociaciones deportivas y cuan poco espacio deja a la iniciativa juvenil. Vease tambien Schwarz, K., Moderne jugendarbeit im Verein, en "Turnen" 1966/16. 47
  • 13. I 'I personalidad, adjudicandoles un lugar determinado dentro del mundo axiolcgico que se esta gestando 78. Pero primeramente es necesario que las fuerzas puedan volcarse en la competencia, el certamen y el campeonato, pues solo la educacion fisica ofrece a la desbordante plenitud de vida de esa edad un campo de accion en el ambito de la escuela, donde no corre peligro el exito de la ensefianza. Los estfmulos deben llevar una y otra vez, mas alla de 10 que ha logrado ya por sf mismo y ayudarlea fortalecer su .Yoll!Qtad, incrementar su disposicion al esfuerzo.. aumentar su tecnica de volicion. Si el sentimiento de sf mismo ha de basarse cada vez mas en la conciencia de su propio valor, entonces los ejercicios ffsicos, con sus exigencias acertadamente dosificadas, deben conferirle una conciencia de sus posibilidades de rendimiento que Ie de seguridad. Los rendimientos visibles, medibles y controla- bles Ie impiden eludir la imposicion de su voluntad para contentarse, en el reino de la fantasia, con rendimientos sofiados, Una cornparacion de la literatura psicologica con las dedaracio- nes de los jovenes permite suponer que las epocas de premaduracion y maduracion trans curren hoy en dia en forma mucho menos crftica que para la generacion que las experimento en el primer tercio del siglo, sea que la marea de estfmulos provoque un embotamiento, que la tecnica de la vida moderna erija obstaculos cada vez mas altos a la introversion, que haya disminuido la excitabilidad de las emociones 0 que la necesidad fundamental de seguridad en el comportamiento, que parece caracterizar a la juventud actual 79 , la induzca a pasar por alto 0 a empequefiecer la vivencia de la inseguridad individual 80. La caracterizacion de los jovenes de 13 y 14 afios que acabamos de dar, adjudica estos afios, tal como se acostumbra en la psicologia 78 Hennig," W. y Schroer, W., Zur Entwicklung des Sportinteresses bei Jugendlichen, en "Korperzerziehung " 1966/11, seiialan la importancia de poseer suficientes conocimientos acerca· de la educacion ffsica, cuyo valor para la forrnacion de los intereses suele subestimarse. "Cuanto mas sepa e1Jjoven acerca del deporte, tanto mas estara capacitado para juzgar, apreciar su valor y... adoptar una posicion." 79 Schelsky, H., Die skeptische Generation, Dusseldorf-Koln 1957, pags, 42 y sigs. 80 Los extractos de diarios y autocr iticas, presentados por Fischer, W., Der junge Mensch, N° 9 de la serie "Grundfragen der Piidagogik", Friburgo 1958, y "Neue Tagebiicher von Jugendlichen", N° 2 de la misma serie, Friburgo 1955, muestran, sin embargo, que los jovenes, aun hoy, se formulan con todo enfasis los interrogantes que han de ayudarles a encontrar una posicion metaf isicamente fundamentada. Vease tambien Schlee, E., Gedanken und Literatur zum Jugendproblem in unserer Zeit, en "Die Leibeserziehung" 1957, pag, 109. 48 juvenil, a la primera fase de la maduracion, a la segunda epoca de rebeldfa, a la prepubertad, a la cual ha de seguir la pubertad propiamente dicha, entre los 14 y 17 afios en las nifias, y entre los 15 y 18 en los varones. Pero la aceleracion significa precisamente un adelanto de la maduraci6n. "Los valores promedio de la edad al producirse la primera menstruacion se van acercando, en todos los pafses europeos, a los 13 afios; en America, este termino ya se ha alcanzado y hasta, en parte, dejado arras." 81 Con ello, la nifiez se ha acortado en 2 a 3 afios, y la pubertad transcurre mas rapida y menos armoniosamente, porque la madurez mental no corre siempre paralela con la fisica. Actualmente es mas dificil que nunca juzgar la verdadera madurez del ser humano joven partiendo de su aspecto exterior. Nifios de 13 a 15 afios parecen muchas·veces adultos, van al cine, yen pelfculas prohibidas para men ores, fuman, beben y tienen relaciones con el otro sexo. Pero en 10 psiquico y mental estan inacabados. En la educacion fisica, los jovenes de 15 afios carecen a menudo de toda iniciativa, de toda constancia en la persecucion de una meta, son juguetones, perezosos, comodos, flojos y desganados. Las nifias de 15 afios se portan, ya aparentando hi indolencia de la gran dama, ya como chicas traviesas y tontas, oscilando rapidamente entre un estado y otro. Y como los individuos de crecimiento acelerado suelen predominar en las dases, tambien los mas lerdos, los tranquilos y los "ingenuos" se hacen mas dificilmente manejables. La .tendencia leptomorfa, que se revela nftidamente en los jovenes de crecimiento acelerado despues del segundo cambio fisico, no se juzga ya tan negativamente como antes. Los alumnos leptomorfos son absolutamente superiores, en cuanto a fuerza y capacidad de rendimiento (fuerza muscular y capacidad vital), a sus coetaneos mas bajos y gruesos. Las cualidades funcionales y caracterologicas del tipo delgado las encontramos tambi in en el acelerado, delgado alto: gran tenacidad, resistencia, inclinacion a 10 estereotipado, concentracion, ambicion, poca propension al juego rftmico, "preferencia de un rendimiento esforzado con una perseve- rancia a veces ferrea" 82. Aunque es esta la direcci6n en que se va desarrollando el individuo de crecimiento acelerado, en la educaci6n fisica muestra aun poco de ese "rendimiento esforzado" y "ferrea perseverancia". Sobre todo las nifias, estan todavia demasiado - 1 ~ J 81 Freund, J., lac. cit., pag, 16. 82 Ib id., pag. 16. 4
  • 14. requeridas por el proceso mismo de evolucion y crecimiento, de modo que les quedan pocas energias para las clases de educacion fisica 83. Es cierto que "resultados optimos se lograran unicamente si el rcndimiento exigido corresponde alas posibilidades optimas, deter- minadas por el desarrollo y la constitucion ". Pero en cuanto a la educacion, surge la pregunta si ha de reforzar aun la unilateral tendencia leptomorfa, consecuencia precisamente de la aceleracion, si entonces otras posibilidades se atrofian completa- mente. El desarrollo multiple de las predisposiciones suele desecharse hoy en dia con una sonrisa despectiva como un ideal anticuado. Tambien el joven mismo tiende generalmente a 10 unilateral 84 , al rendimiento en un determinado campo. Si conservamos el ideal de desarrollar en todo 10 posible las fuerzas y capacidades en la educacion ffsica, entonces, para complementar la aspiracion al rendimiento unilateral, deberiamos hacer hincapie en las tareas de jugar con el movimien to: la educacion ritmica, la gimnasia y la danza. Mas entonces surge la cuestion desi el joven dad. la espalda a una educacion fisica que exige de el algo que por el momenta no Ie interesa y para 10 cual no tiene aptitudes. La soluciori adecuada de este problema es de gran importancia. Actualmente se trata de encontrar una solucion optima en la cornbinacion de una forrnacion basica multifacetica y los grupos de tendencias "unilaterales". En todo caso es un hecho, en cuanto ala educacion fisica en esa edad, que para los jovenes vegetativamente inestables que se encuentran entre los acelerados, la carga debe dosificarse cuidadosa- mente, con respecto a calidad y cantidad. Es cierto que el deporte y los juegos son imprescindibles estimulos de desarrollo, precisamente para esos jovenes, pero debemos pres tar atencion inmediata a cualquier serial de mayor cansancio 0, peor aun, de agotamiento. Cicio medio de la segunda ensefianza Cada rendimiento ha de ser seguido de un descanso 10 suficientc- mente prolongado para que pueda producirse la completa tranquiliza- cion. Para esos alumnos, la "actividad" deportiva con su acumulaci6n de excitaciones, muchas competencias y una continua comparaci6n de rendimientos, es perjudicial. Si hoy en dia una y otra vez se atribuye la inestabilidad de la juventud a la inundacion de estfrnulos de la vida moderna, deberiamos preguntarnos si ese efecto no sed. reforzado aun por el uso irreflexivo de campeonatos y postas en que la ambicion grupal lleva a la histeria grupal y el individuo es empujado a formas de excitacion emocional que llegan hasta el movimiento tormentoso y el comerse las ufi as 85. .La aceleracion modifica hoy en dia el aspecto de la juventud. Si la educacion fisica pasa por alto las premisas creadas por el cambio de desarrollo, sus estimulos seran 0 demasiado debiles y por ende ineficientes, 0 con su ruidoso y excitado ajetreo sensacionalista acrecen teran la sobreexcitaci6n de los jovenes. Encontrar para estes h1stareas y estimulos apropiados, es actualmente uno de los deberes., mas importantes de la educacion fisica. " Ahora tambien en los jovenes de desarrollo normal y tardio, las glandulas sexuales suelen estar maduras. Esta alteracion de la economia glandular determina en los varones una disminucion pasajera .de la fuerza fisica, mientras que en las nifias, hi.stensiones suelen resolverse al iniciarse la menstruacion. El joven ser se halla todavia en el periodo de la segunda metamorfosis; ahora el crecimiento en alto del tronco sigue al de los miembros. Las dificultades fisicas y fisiologicas se combinan con "raciona- lismo, rechazo de todo compromiso, incondicionalismo y radicalis- mo" 86 • Ello trae consigo una revision 0 hasta disminucion de todos los valores habituales. Tambien la educacion fisica y los valores del deporte se someten ahora a una severa crftica. En el segundo' periodo de porfia, esa critica era aun pulsional, mas ahora sera fundada. Puesto que el joven, solo cuando el mismo puede tomar posicion, retiene los valores una vez reconocidos como tales, tenemos que favorecer, en forma mesurada, la discusion sobre los ejercicios fisicos 83 Mas esta apariencia engafia, pues si el adeeuado "eneendido inieial" venee las inhibiciones del eomienzo, tarnbien las niiias de 14, 15 Y 16 )iios gustan dar rienda suelta a sus fuerzas. La observada predisposicion al esfuerzo en una disciplina espontaneamente elegida haee suponer que la reserva frente a la cducacion fisica a esa edad se origina mas en inhibieiones psiquieas que fisieas y que la earga de los proeesos de maduracion con los eambios en la ecoriorn ia glandular muchas veees se dramatiza. 84 Sehelsky, H., op. eit., pag. 357: seiiala la inclinacion de la juventud al hobby "solitario": "En el hobbysmo de su eomportamiento en los ratos de ocio, la juventud resuelve a su manera el problema de reducir la superabundancia de material del mundo moderno, especializandose tarnbien en esto y rechazando categoricamente las exigencias intimas y amplias que todas las dernas posibilida- des de ocuparse presentan a su persona". 85 Vease Seybold-Brunnhuber, A., Zum Problem des Wetteifers in der Leibeserziehung en "Die Leibeserziehung" 1961/1l. Neumann, 0., op. eit., pag. 459, es de otra opinion. . 86 Remplein, H., loc. eit., pag. 252. 50 51
  • 15. y su critica. Si no provocamos este enfrentamiento, si 10 impedimos o 10 pasamos por alto, entonces el joven aceptara 10 ofrecido ya sea con indiferencia, dejandolo caer por pereza en la primera oportuni- dad, 0 rechazara rotundamente los ejercicios fisicos y el deporte, de acuerdo con el radicalismo de esa edad. La correcta motivacion del deporte y de la educacion fisica, exige ahora la ayuda reflexiva del profesor de educacion fisica 87 (vease pag, 57 y siguientes). En estos anos el ser joven va en busca de reglas de vida y modelos del vivir. Los valores ejemplarizados en la practica tienen mas posibilidad de determinar. su mundo axiologico quelos expuestos en forma abstracta. Si el educador fisico no encarna en sf misrno los ideales que pregona,' si no puede dar el paso de la pedagogia preceptiva a la ejemplar, tiene pocas posibilidades de ser escuchado, sobre todo en esa etapa del desarrollo. De buen grado se somete el joven a una autoridad reconocida interiormente, pero bruscamente rechaza toda autoridad exterior, impuesta obligatoriamente. La educacion ajena es reernplazada definitivamente por la autoeduca- cion. El modelo exigido, empero, puede ejercer una influencia decisiva sobre la edificacion del mundo axiologico, del caracter, y de la cosmovision y filosofia del joven ser humano. - Esto me parece de suma importancia ante todo con respecto a los alumnos de escuelas profesionales y clases de jovenes obreros 88 • Hoy en dia, el aprendizaje sigue constituyendo solo en muy contados casos una autentica relacion educativa. Tambien en esta esfera se han aflojado los lazos "familiares ", patriarcales 89. Si esos vfnculos familiares son mu y raros en las empresas pequefias, en las grandes faltan por completo, siendo sustituidos por el "aparato" de la "protecci6n" social. Por eso, para los j6venes que aun necesitan y- buscan modelos, puede ser decisivo el tipo de profesores que .encuen tren en la escuela profesional. 87 Vease Hennig, W., Die Motivation des Sportinteresses bei Kindern und Jugendlichen, en "Theorie und Praxis der Korperkultur" 1965/2, 3 y 9 y Hennig, W., Schroer, W., Zur Entwicklung des Sportinteresses bei Jugendlichen, en "Korpererziehung" 1966/11. 8 8 Stenglein, U., Die junge Arbeiterin und der Sport, en Olympische Jugend, 1966/1. 89 Vease Schelsky, H., op. cit., pag, 47. El .aprendizaje artesanal e industrial pierde cada vez mas "el antiguo caracter de relacion social primaria" y se desarrolla "como casi todas las formas didacticas practicas, mas y mas en el sentido de una relacion de contrato laboral del mundo moderno de trabajo ", 52 ) Las palabras escuchadas tan a menudo: "Si hay deporte, yo voy" 90 muestran que la personalidad del educador fisico tiene oportunidades, gracias a la alegria juvenil producida por el juego y el deporte. Es inexplicable que aun hoy en dia la escuela profesional prescinda generalmente de la ayuda que la educacion fisica podrfa ofrecerle. Por doquier donde se han hecho experiencias con una enseiianza deportiva regular, se ha visto que puede ser un punto de partida para otros esfuerzos didacticos y educativos, En los jovenes de 15, 16 Y 17 afios, se fortalece ahora la actitud volitiva en la autoeducaci6n, la capacidad de dominar y disciplinar los propios impulsos. La mejor tecnica y fuerza de la volici6n favorece los ejercicios fisicos, siempre que el joven siga dandoles un lugar en su vida. Junto con la.voluntad de autoforrnacion, la de la autoexpresion caracteriza esa epoca. La vida emocional es facil de estimular y excitar y "la pletora de la vida endotimica trata de expresarse" 91 • Mientras que los estudiantes de las escuelas profesionales y los jovenes que ya trabajan carecen a menudo de medios y posibilidades de expresi6n, encontramos ahora en los estudiantes secundarios los ensayos de poesia lirica, composicion musical, dibujo, teatro y danza. La joven ya no tiende a los extremos en sus movimientos y es capaz de matices tanto en sus sentimientos como en la expresion. La condicion previa es, sin embargo -cabe insistir en ello una y otra vez-, que la nifia ya haya adquirido antes de la pubertad lanecesaria seguridad y libertad con relaci6n al movimiento. Tambien las forrrias de movimiento y danza sirven ahora a la anhelada autoexpresi6n como a la vivencia estetica, cada vez mas nitida. El sentimental y a veces exaltado amor ala naturaleza se combina en ese periodo much as veces con un marcado afan deambulatorio . Esa tfpica caracterfstica de la edad adolescente dio origen en otra epoca a to do un movimiento juvenil que hoy toma otros caminos 92 • Aquellos ejercicios y deportes que llevan al joven a la naturaleza, 90 Busserneier, Leibeserziehung und Staatsbiirgerliche Erziehung, en "Lei- beserziehung in der Schule" 1959/1. 91 Rernplein, H., loco cit., pag. 272. 92 La "moda" del camping y e! turismo juvenil, con todas sus exaltaciones, radican sin duda en este afan migratorio relacionado con el desarrollo individual, habito que "legalmente" podfan utilizar- en otra epoca los "mochileros" para complementar su forrnacion profesional. Vease Bernett, H., Grundformen der Leibeserziehung, tomo 26 del Beitrage fiir Lehre und Forschung der Leibeser- ziehung, Schorndorf, 1965, pags, 30 y sigs. 53 _...•
  • 16. " como nadar, esquiar, remar, hacer canotaje y patinaje sobre hielo tendrian que integrar ahora, siernpre que se de Ia oportunidad, el programa de educacion fisica. En esto no coincide mas "naturaleza" con la significacion que a ella daban los romanticos, sino que aquella seensambla con la tecnica deportiva del siglo XX ("Skilifts", pistas artificiales para patinaje sobre hielo, etc.). Esta circunstancia no debe impedir al educador propiciar el encuentro con la naturaleza que, pese a los recursos tecnicos, tarnbien aqui se produce. El amor a la "belleza fisica humana", que ahora se presenta como primer escalon del erotismo, pone nuevamente al cuerpo en el centro del campo visual 93 • Con ello aumentan otra vez las posibilidades de la educacion fisica porque para el adolescente, 10 ffsico tiene caracter de simbolo. Mucho mas que para el adulto la salud, para el joven, jjene un caracter global y se comprende como una salud espiritual y fisica 94. Aunque por mornentos la necesidad de estar solo predomine sobre la sociabilidad, el joven necesita ahora a otros seres humanos que 10 comprendan. Los vmculos sociales se hacen mas exclusivos y estrech.,gs. Ya no se fundan en la contingencia de frecuentar la misma clase (5 de dedi carse al mismo deporte, sino en una comunion intima. EI joven ya no busca tan solo una coexistencia sin compromisos, sino una amistad que ha de radicar en la aspiracion a identicos valores 95 • Cuanto mas Intimas lleguen a ser las relaciones amistosas, tanto mas se afloja el contacto general 96 • La mayor dificultad en Ia escuela profesional y en las clases de obreros jovenes es la falta de toda conciencia de grupo. Entonces la 93 Neumann, 0., op. cit., pags. 481 y sigs. 94 Vease Widmer, K., Die Entwicklung des Leibes- und Gesundheits- bewusstseins 95 Esa aspiraci6n a identicos valores es sustituida, hoy, muchas veces por la sensaci6n de identica soledad, de identico rechazo,etc. y se manifiesta en la identidad de la vestimenta, del corte del cabello. Vease el fen6meno de James Dean, de los Beatles y otros. Estos fen6menos nos hacen afirmar que la juventud de hoy, a pesar de toda su independencia, es mucho mas prisionera de los Idolos que elige que las generaciones anteriores. 96· Unas investigaciones recientes permiten suponer que la intima relacian de amistad ya no desernpena para la juventud de hoy el mismo papel que para las generaciones anteriores, que "Ia juventud actual... tiende a una sociabilidad juvenil informal y, 10 que es mas, en parte no comprometida, floja yaccidental, frente a la cual tanto la intimidadde estrechas amistades y de 10s grupos juveniles como la pertinencia a asociaciones de j6venes ... han perdido peso e importancia para la vida sociable de esta generaci6n". Schelsky, H., op. cit., pag. .369. . 54 educacion fisica se revela como punto de cristalizacion de vmculos sociales, En el ir y venir del juego deportivo, los individuos llegan a conocerse, al unirse en actividades, esperanzas y voluntades, llegan a formar un todo. Las for!p-2:.~_~o<:i~QI~.s.,_los ejercicios .con _UIL compafiero 0 en gmpo, 0 I~juegps por equipos deben ser los preferidos. En los ejercicios y los juegos experimentan los jov~n~s_la necesidad de esforzarse, deayudarse mutuaruente., de hacer algo por er grupo, cursando asf, obrando 'y sufriendo, una escuela basica de educacion social. En las clases en que se ensefian deportes siernpre se forma un nucleo de alumnos de buena voluntad que actuan como eje de la clase 97. Aunque la "idealizacion " del educador fisico ofrece hoy menos posibilidades que 30 afios atras, la fuerza unificadora de la gimnasia y de los ejercicios fisicos es todavia bastante apreciable. Las encuestas muestran una y otra vez que muchas chicas se dedican alcdeporte.; ante todo por el aspecto social. Ciertamente se ha conservado tambien el anhelo del joven ~ rnostrar su capacidad,si bien hay que admitir que Ie puede inducir a dar pruebas tanto positivas como negativas de ella. EI hecho de que Ia educacion fisica puede ofrecer al joven un campo donde ponerse a prueba, queda demostrado por las sugerencias de Kurt Hahns y las escuelas fundadas por el 98. La educacion en esas escuelas abre caminos hacia el aprovechamiento legitime del impulso a la aventura y da al joven el sentimiento de ser util, EI deporte y los juegos ocupan un lugar central en ese sentido. La educacion fisica deberia hacer suyas esas sugerencias, cada vez que sea posible, pues la formacion en los ejercicios de salvamento, ya sea para la natacion, la practica de excursiones 0 el esqui, satisface una necesidad de esa edad, determinada por el desarrollo. La nifia se siente menos atrafda por las formas sociales "pedagogicas" de las cuales gustan los muchachos a esa edad. Aunque de vez en cuando, se agrupen en derredor de un "{dolo" en el fondo, buscan mas bien la "relacion armoniosa de una comunidad reducida y agil " 99. La educacion fisica tiene que tener en cuenta esa tendencia social espedfica del sexo, de modo que no puede contar, 97 Vease Bussemeier, op. cit. 98 Salem, Outward-bound-Sea-School, por ejemplo en Gordonstown, escue- las de breve duraci6n, por ejemplo en Baad en el valle de Walser (Austria), etc. Esas formas escolares ya estan difundidas por todo el mundo. Vease Schwarz, K., Leistung und Beuidhrung der Jugend in den Kurzschulen Kurt Hahris, en "Recht der Jugend", 1964/6. 9 9 Remplein, H., op. cit., pag, 269. 55
  • 17. en las chicas, con un esprit de corps como en los muchachos. La menor importancia de los juegos por equipos en la educaci6n ffsica tiene sus razones sociol6gicas. - Hoy se borran los lfrnites entre las formas sociables de varones y nifias, Ambos sexos tienen un mismo idolo (v. g. el fen6meno de James Dean), ambos tratan de identificarse con el en cuanto a postura, vestimenta y peinado. Tambien las chicas viven a veces en pandillas juveniles donde se sienten miembros sin restricci6n alguna. Es cuestionable si las forrnas de sociabilidad femenina, descritas en la primera edici6n (1959) siguen siendo tfpicas en vista de la creciente igualaci6n de los sexos. Hoy en dia encontramos todas las formas ala vez: nucleos tipicamente femeninos, "pandillas" juveniles compues- tas unicamente de varones y otras alas cuales pertenecen tanto muchachos como chicas. . Sigue la especializacion de los intereses, iniciada en la fase anterior. La educacion f isica ya no puede pasar por alto la "tendencia hacia la especializaci6n y la perfecci6n" 100 propia de esa fase. Ahora, despues que la preparaci6n fundamental ha cumplido con su misi6n, dandole una formaci6n multiple, es preciso darle oportunidad al joven de dedi carse a una rama preferida de cultura ffsica. S610 asf pueden surgir vinculos eficaces aun mas alla de la situacion escolar. Si en el ambiente de la clase hay que arrastrar a todos, aun los ffsicamen te ineptos, los faltos de interes y los indiferentes, un aumento del rendimiento s6lo es posible, dentro de muy estrechos Iimites, en Ia epoca de Ia pubertad, porque, por una parte, la juventud es retenida demasiado tiempo end "atrio del deporte" 101 , Y por la otra no puede desarrollarse el estado de animo o la concentraci6n necesarios para ciertas ramas de Ia actividad fisica (por ejemplo Ia gimnasia y Ia danza). S6Io, una diferenciaci6n determinada por el desarrollo puede cumplir con las exigencias del perfeccionamiento, aumento del rendimiento y "pulimento". Pero es necesario tener presente la inestabilidad de los intereses en esa fase evolutiva. Estos oscilan aun entre las distintas ramas deportivas. La adhesi6n temporaria a una de ellas, aun no significa una fijaci6n definitiva. S610 mostrara al interesado que posibilidades ofrece esa rama, mas alla de sus formas basicas y escolares. EsJo no significa abogar por una especializaci6n prematura. Lo decisivo es, 100 Neumann, 0., op. cit., pag. 474. Hausler, W., Die Leistung im Jugendsport, en "Olympische Jugend"1 0 1 1965/8. 56 unicamente, conservar el interes en los ejercicios ffsicos a traves de esa epoca de crisis e iniciar, con el placer en el rendimiento medible, una "etica de entrenamiento" 102. Fin de la escolaridad obligatoria, ciclo superior del colegio secundario, comienzo de estudios universitarios EI crecimiento en ancho que sigue al crecimiento en alto ~]poniza la figura. La segunda metamorfosis llega a su fin. Despues de la confusi6n y rebeldfa, la mirnica y gesticulaci6n vuelven a ser medidas y dominadas. Vencidas las perturbaciones de Ia "fase de transmutaci6n", comprobamos un nuevo auge del desarrollo motor. En la medida en que madura el ser joven, madura tambien su movimiento que ahora recibe su impronta individual-P'' . La paulatina tranquilizaci6n de la vida emotiva, el equilibrio del sentimiento vital que se manifiesta por una ~saci6n de fuerza ffsica y desenvoltura, obran en favor de la educaci6n ffsica. En los deportistas, los rendimientos van en continuo aumento. - Como en los varones el aumento de fuerza sigue su curso lineal, experimentan a Ios 15 6 16 afios una segunda culminaci6n del incremento relativo del rendimiento 104. El Iogrado dominio de la voluntad sobre estados de animo y afectos, la capacidad de perseguir una meta a largo plazo, p'ermiten ahora planificar un entrenamiento y perseverar en el durante un tiempo proiongado. El impulso creador que caracteriza ese perfodo se revela por un intenso deseo de rendir. Ahora el ~n~sta dispuesto a hacer sacrificios, a vivir en forma abstinente, a entrenarse constantemente, etc. Esto repercute en la actitud volitiva que a su vez predestina a mejorar el rendimiento. En todas Ias ramas de ejercicios se hace patente una mejora de Ia tecnica cinetica, La nifia busca en el movimiento de _danza no ya 102 tu«, pag, 481. 103 La opini6n de Meinel, op. cit., pag. 314, de que en la 2a. fase puberal y a 10 largo de la maduraci6n "se produce poco a poco una distinci6n mas nftida de los rasgos espedficamente masculinos y femeninos de la motricidad" no la puedo aceptar, porque creo que esa diferenciaci6n ya se manifiesta marcada- mente en la infancia. {No tiene importancia si las diferencias se originan en la predisposici6n 0 en las condiciones del mundo circundante.) 104 Peters, H., Veriinderungen der sportlichen Leistungsfiihigkeit im Schulalter, en "Korpererziehung", 1965/5. , 57
  • 18. meramente una valvula de escape para sus excitaciones endotimicas. Ahora busca la forma y la ley de la representacion art istica, se independiza en su movimiento, se libera de sentimientos copiados y de una expresividad exagerada. La creacion libre e independiente de. la forma y del movimiento, que en un principio se agotaba en proyectos y arranques, bus cando 10 diffcil, 10 extraordinario, encuentra paulatinamente 10 sencillo, 10 sereno, la forma acabada. Sobra decir otra vez que esta se lograra solo si a traves de todas las etapas se han desarrollado sisternaticamente el senti do cinetico y Ia expresividad. EI sentimiento de autovaloracion esta fundado ahora.firmernente en el propio yo. Ya no necesita, en la medida de antes, la confirmacion por el rendimiento. Ahora el joven llega a ser capaz de perder "riendose ". En aquellos adolescentes que no fueron "gana- dos" por el deporte de aha competicion, el rendimiento deportivo no esta ya mas en el centro del mundo axiologico juvenil, sino que se ha desplazado hacia la periferia. El afan de figurar, por mucho tiempo movil del rendimiento deportivo, cede ahora a un sana deseo de imponerse dentro de las "reglas del juego". Solo en los campeones y recordmen, el elevado rendimiento parece seguir siendo conditio sine qua non de la actividad deportiva'P", mientras que en los dernas prevalece poco a poco el placer en el deporte mismo, sin que se aspire a ganar laureles. Ahora las reglas de juego, independientes de la autoridad, se convierten en normas obligatorias en S1. Mientras que, en la infancia, fue la autoridad del maestro la que les confirio fuerza de ley, y con la madurez creciente su necesidad fue legitimada por la comprension razonada ahora se viven como valores en S1. Tambien se va armonizando la relacion con el projimo, A la marcada introversion, a menudo con rasgos autisticos, le sigue ahora una actitud extravertida frente al mundo y los hombres. La necesidad y la disposicion para el contacto van en aumento., Las asociaciones. gimnasticas y deportivas registran una mayor afluencia 106 • Ahora, el joven no busca tanto la comunidad basada en el reconocimiento y la vivencia de valores identicos, sino mas bien vinculos sueltos y ocasionales. I:," -, , , , ,I II , Ii I , !! 105 Resulta de las encuestas hechas que los deportistas de altas per- formances y victoriosos campeones, cuando disminuye su capacidad, abandonan ) el deporte a menudo por completo. Les cuesta mucho encontrar el camino hacia el deporte "moderado". 106 Severing, A., Die Passioitdt der 14- bis 18 jiihrigen, als piidagogisches und gesellschaftliches Problem (Deutsches Turnen, 1953/17). 58 r •1, 1/ d ~ •• Es cierto que llega a ser maduro para formas sociales mayores, como la toma de posicion en los partidos y la vida polrtica, pero parece que la juventud de hoy ya no se compromete como la anterior, ni en el rechazo de la polftica de los adultos (movimiento de la juventud), ni en su aceptacion (juventud nacional-socialista) 107. Por supuesto que aun en los ultimos anos de su maduracion el joven sigue buscando un modelo, pero la integridad de este se disuelve, es decir que "el adulto ya no es modele en to do su comportamiento, como 10 fue para los primer os afios de maduracion, sino mas bien en cuanto a caracter isticas 0 funciones aisladas" 108 • El educador fisico tampoco sigue siendo autoridad absoluta ni ideal venerado. La juventud esta dispuesta ahora a aceptarlo tal cual es. La relacion profesor-alumno pierde su exageracion, tanto positiva como negativa, y adopta formas simples humanamente objetivas. La estabilizacion del mundo axiologico personal exige ahora que se tome posicion frente a los valores de la educacion ffsica. Los valores a los cuales el joven quiere conceder fuerza determinante para su vida futura ya no estan yuxtapuestos unos y otros, sino que van siendo estructurados, vale decir sobrepuestos, coordinados y subor- dinados a un nucleo fijo, un centro axiologico. Si recordamos las form as de vida distinguidas por Spranger 109 , entonces cada indivi- duo, el teorico, el economico, el estetico, el social, el religioso y el politico, adjudica al deporte otros motivos, otros designios y otro lugar en su vida. La educacion ffsica tiene que enfocar desde todos los angulos las posibilidades axiologicas de los ejercicios ffsicos y del deporte, para que el joven pueda darles el lugar que les corresponde en su mundo personal de valores 110. Como siempre, se vivencian los valores de Ia educacion ffsica ante to do en la experiencia personal. Pero ahora, de acuerdo corr-fa madurez mental, necesitan la discusion esdarecedora. Con ello, Ia conversacion ocupa ellugar que legftimamente le corresponde en la 107 Vease Schelsky, H., op. cit., pags, 450 y sigs. 108 Widmer, K., Entwicklungspezifisches Erleben und Verhalten des jugendlichen Mddchens im Turn- und Sportunterricht, en "Die Leibeserziehung" 1966/2. 109 Spranger, E., Lebensformen, 8. Tubingen, 1950. (Hay trad. cast.) 110 Vease Hennig, W., Schroer, W., 'Zur Entwicklung des Sportinteresses bei Jugendlichen, en "Korpererziehung" 1966/11. Con el ejemplo de diferentes estructuras de intereses, los autores muestran como se puede activar el interes por el deporte, partiendo de otros intereses principales 0 secundarios, puesto "que, dada la amplitud de sus aspectos, puede vincularse con casi cualquier interes. 59 .....tl
  • 19. educacion fisica. Por la preocupacion de salvar cada minuto para el principal objetivo de la educacion fisica, el movimiento, se ha descuidado demasiado la conversacion, la reflexion. Asf se omitio fundamentar la comprension de los valbres en el ambito de la educacion fisica III . Para el bosquejo que acabamos de hacer del desarrollo del joven ser humano, nos hemos referido tan solo alas caracteristicas importantes para la educacion fisica. Tuvimos que pasar por alto muchos puntos que, mirandolos de cerca, podrian darnos indicacio- nes adicionales. Se trataba, empero, de inferir de los fenomenos evolutivos los fundamentos de una educacion fisica adecuada al nino y al adolescente. Sefiale al principio las dificultades que se nos oponen hoy si queremos aclarar las condiciones previas de una educacion fisica adecuada al nirio, Por suerte, el problema se resuelve en la practica en forma mas sencilla que en la teoria. La alegria, concentracion y espontaneidad en las clases nos muestran muy rapidamente si his tareas propuestas corresponden alas fases especificas. Mas la confirrnacion de no haber omitido nada y de haber aprovechado en cada etapa de desarrollo infanto-juvenil todas las posibilidades de la educacion fisica, nos la da el joven solo cuando egresa del colegio sin desechar los ejercicios fisicos como un molesto deber escolar, si los incluye en su vida profesional como una ayuda para vivir. Existe hoy en dia en la educacion una ansiosa propension a "conservar" el mundo infantil. La educacion fisica tampoco se sustrae a este peligro. Por todas partes vemos todavia onerosamente construidos "cuentos de movimiento", "bailecitos" faltos de movi-' miento y una practica carente de celo y seriedad en el entrenamiento, es decir, tiempo perdido. Tenemos miedo de que nuestras exigencias irrumpan de un modo demasiado brusco en la vida infantil y juvenil. Pero a pesar de todas las dificultades hay que tener en cuenta que el nino mismo no quiere permanecer en su estado infantil. Lleva dentro de si la aspiracion de madurar, qui ere ir adelante. Si no apoyamos ese impulso de avance, violamos su ley mas intima. Por eso, un "demasiado pronto" surte a menudo efectos pedagogicos menos 1 11 Vease Klafki, Wo, Das Pddago gische Problem der Leistung v}d der Leibeserziehung, en "Die Leistung", informe de congreso, Schoendorf, 1964; Hennig, Wo, Die Motivation des Sportinteresses bei Kindem und Jugendlichen, en "Theorie und Praxis der Korperkultur " 1965/2, 3 y 9o 60 nocivos que un "demasiado tarde". Por esencial que sea para la formacion del hombre el que tanto la infancia como la adolescencia lleguen a la madurez, tambien es de suma importancia'_ayudar a progresar al joven ser hurriano. La educacion fisica esta en condicio- nes de hacerlo, porque dispone de tare as especfficas para cada fase, -desde el pequefio escolar hasta el adulto. Elegira sus caminos, materia y metodos conforme a las aptitudes teoricas 0 practicas del alumno y -de acuerdo con la orientacion del tipo de escuela. <, 61